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Gornergrat - Suiza

Gornergrat

Nada más llegar a la estación hay que salir de la misma y cruzar la calle. Justo enfrente está la estación del tren de cremallera a Gornergrat. Está señalizado pero hay que tener en cuenta que no se coge en la misma estación que el resto de trenes.Fue una suerte haber comprado el billete de tren en Interlaken porque nada más llegar a la estación desde donde sale el tren al Gornergrat este estaba a punto de salir y en las taquillas había fila para sacar el billete. Nosotras pasamos de las taquillas y corrimos para coger el tren, fuimos las últimas en subir justo antes de que el tren saliera. Si no hubiéramos cogido los billetes en Interlaken habríamos tenido que hacer fila para sacarlos y esperar al siguiente tren, lo que hubiera sido una pérdida de tiempo. El billete de tren a Gornergrat tiene descuento con el swiss pass por lo que nos costó 40 francos.Como decía no nos hizo un buen día y estaba todo cubierto por una densa niebla. Tuvimos más vistas a la bajada que a la subida. A la subida la niebla cubría el valle y no se podían ver ni las montañas ni el pueblo pero por el otro lado si pudimos ver los arboles, las cascadas, los telecabinas para la época de esquí, los lagos, y sobre todo las ardillas y las cabras por ahí sueltas. A la bajada en cambio la niebla había despejado y se veía lo que es Zermat; el valle con todas las casitas y muchas grúas, al parecer ahí no tienen problemas con la construcción, es una pena pero estropeaba la foto de postal. El tren hace unas pocas paradas y cuando despejaba un poco pudimos ver que hay caminos para si uno quiere bajar en una estación y hacer camino de subida o de bajada andando y disfrutar de la montaña. Insisto, una pena que estuviera con tanta niebla. El billete de tren permite pasar por cualquiera de las estaciones por lo que puedes bajarte en una y subir en otra sin problemas.Esperábamos que despejara mientras subíamos pero las nubes eran tan densas como se veían desde abajo. Al principio de la subida a medida que se veían los telecabinas de los esquiadores (no había nieve así que no estaban en funcionamiento) parecía que llegaríamos arriba y estaría despejado pero solo fue un espacio entre nube y nube. Pero cuando llegamos a la parada final, a 3089 metros de altura, todo ¡no se veía nada!. El cartel venia indicado los glaciares que teníamos que ver desde ahí y lo que se veía era un blanca absoluto. Dado que el paisaje no se dejaba ver al menos los sanbernardos, las cabras, los pájaros y las ardillas se mostraban. Subiendo un poco más hay un hotel observatorio y en las rocas un poste cubierto de sal teníamos a una cabra lamiendo el poste, en posición perfecta para hacerle unas cuantas fotos. Ahí nos juntamos todos los turistas dado que no había nada más para ver que la cabra pues las vistas no existan. Subimos más arriba y seguía sin verse nada pero ya había nieve virgen. Estuvimos jugando un rato con la nieve y finalmente, viendo que no despejaba absolutamente nada, bajamos de nuevo a Zermat.
Visita: Septiembre 2012

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