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Palermo - Italia

Palermo

De Monreale partimos hacia Palermo para poder ver el palacio normando y la capilla platina, que al ser semana santa cierra antes. La entrada 11 euros. Lo que viene siendo habitual. El palacio de los normandos funciona actualmente como la sede de la asamblea Regional Siciliana y se encuentra junto a la puerta de Carlo V de Alemania I de España. Con el techo de la torre de baldosado de colores y el escudo del águila es claramente visible desde dentro del palacio. Dentro del palacio se puede ver los apartamentos reales y la capilla palatina. Lo más resaltable es la capilla Palatina, una obra donde confluyen las paredes y techos bizantinas, las paredes y suelos de mármol con mosaicos de corte árabes, y el escudo con las franjas de la corona de Aragón, mezcla con figuras barrocas. Toda una confluencia de artesanía bizantina y árabe de formas brillantes en un reducido espacio. Sin duda una visita imprescindible al visitar la ciudad de Palermo. Aparte de estas visitas de interior, el plació normando solo cabe destacar como muestra de la mezcla de culturas y artes que tuvo la ciudad, donde las paredes pasan del barroco al árabe o al gótico sin ningún orden ni sentido. Tras la visita del palacio y saliendo justo a la hora de cierre nos acercamos a la catedral de Palermo. La catedral es sorprendente e interesante de ver por fuera dado que pro dentro es de una completa austeridad, bastante oscura, donde lo único resaltable es la línea zodiacal que atraviesa el mármol del suelo. Nunca había visto en una catedral una línea con los signos del zodiaco cruzando el altar y siguiendo la dirección del sol. La catedral se construyó sobre una antigua mezquita y se nota en algunos rincones el estilo árabe, que adornado con palmeras parece una mezquita en tierras africanas, pero por otro lado tenemos pórticos y arcos de estilo gótico y normando, entremezclado con textos en árabe. A la que añadimos figuras de blanco mármol de apóstoles varios. Lo mejor de la catedral de Palermo es su exterior y rodearla para descubrir todos sus detalles. La catedral se encuentra en una amplia plaza que se extiende delante de ella, que permite contemplarla con algo más de horizonte y perspectiva que las estrechas calles que dominan el Palermo antiguo. Tras la visita de la catedral montabas al autobús para una visita rápida de la ciudad pasando por el teatro Polyteama, la plaza Pretoria y su fuente de la vergüenza, con sus más de treinta figuras desnudas (ninfas, dioses, Triones..) de mármol blanco situada frente a un convento.. Y así llegamos a la plaza de las cuatro esquinas, Quattro Canti, con un santo en cada esquina, donde seguimos visitando la ciudad y entre callejuelas vemos los famosos mercados de Palermo, en la intersección que forma el corso Vittorio Emanuelle y la Via Roma que me recordaron a los mercados tunecinos. Y ya anocheciendo llegamos el hotel para cenar. En la cena nos pusieron de postre cassata, que es un pastel de dos capas de bizcocho relleno de ricota dulce y cubierto con una capa de royal icing verde y blanco, que no me gustó nada. Luego, muchísima gente y ambiente en la calle cuando tras cenar, aprovechando la buena situación del hotel, salí a pasear un rato. La pena es que como terminamos las visitas tan tarde no pude ver ni la iglesia de la Martorana ni las catacumbas de los capuchinos, lugares que según las guías son interesantes de ver.
Visita: Marzo 2013

Mis imagenes: Pendientes

Información para viajar: Pendiente

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