Ir al contenido principal

Tarifa - España

Tarifa

Salí en el primer autobús que había de Cádiz a Tarifa. El resto de pasajeros que cogieron el autobús conmigo eran turistas extranjeros, el autobús llegó con retraso y además el recorrido es de más de una hora, los tarifeños me comentaron que es más rápido ir a Algeciras en tren y de ahí en autobús, solo que tenía dos cuestiones par ano hacerlo así, por un lado que nunca había estado en Cádiz y alrededores, y así lo visitaba, y la otra que debido a la huelga de trenes los trenes solo llegaban hasta Málaga y de ahí era un autobús hasta Algeciras, y dos autobuses es demasiado, me gusta viajar en tren pero en bus, solo si es necesario. La estación de autobús de tarifa es un edificio en la carretera de acceso a la ciudad, y aunque el camino no es muy largo hasta el centro histórico a mí se me hizo larguísimo arrastrando la maleta por las estrechas aceras y el flujo de gente. Luego el centro histórico es lógicamente cuestas y empedrado así que también fue una dura cuesta el llegar a mi hostal. El lugar era fabuloso, tanto pro emplazamiento, a dos minutos de la plaza donde se hacia la recreación y las murallas y de un montón de restaurantes y bares, y unas habitaciones muy bonitas y amplias pero es cierto que si uno tiene transporte propio hay hoteles fuera del centro más nuevos y accesibles. Una de las primeras cosas que vi en Tarifa es la cantidad de turista extranjero que había, incluso siendo octubre, y sobre todo alemanes, aunque teniendo en cuenta que hizo un tiempo fabuloso y mientras en Zaragoza llovía y hacia seis grados yo estaba a las once de la noche de manga corta tomando alguna tapa de pescado o marisco (con lo que me gustan), aquí que es algo lógico. Tras alojarme me dirigí a ver la iglesia, que fácilmente es llamada catedral por los turistas porque su aspecto interior te hace pensar en una catedral. Tras visitar la iglesia me dirigí al castillo, donde unos turistas italianos se hacían una foto con la escultura de Alfonso X. como para la recreación iba a necesitar recogerme el cabello iba buscando una peluquería pero la que tenía cerca del hotel estaba cerrada así que tras dar muchas vueltas al entrar al castillo pregunte en la taquilla de los tickets pero no me supieron decir una, una vez entré al castillo me pasé casi dos horas visitándolo pro dentro y recorriendo las murallas, el lugar me encantó, y las vistas desde las murallas son muy bonitas y relajantes, como había un grupo de turistas alemanes que no se movían con la guía explicándoles el resto tuvimos que esperar y no me importó porque ahí mirando el océano y áfrica, que en un día despejado se ve perfectamente . En el interior hay una interesante exposición, vistas fabulosas y restos del catillo original visibles, aunque lo que me sorprendió es que las pinturas de las paredes que se conservaran no estuvieran más protegidas, por ejemplo con cristal, y que pasaran tan desapercibidas con el resto de la exposición. Es decir, el castillo de Tarifa es una visita recomendable. Y un ejemplo de la buena gente de tarifa es que al ir a salir (después de pasarme mucho más tiempo que el resto de turistas) la mujer de la taquilla me había estado esperando y me había marcado en un mapa de Tarifa las peluquerías que conocía y que estaban cerca del centro, todo un detalle. Tras ello las busque aunque encontré otras dos cerradas por vacaciones al final conseguí pedir cita en una. Pero dejando eso a un lado, tras visitar el castillo me acerque al paseo de la alameda donde hay una serie de restaurantes de comer y al final está la oficina de turismo y pregunté que había que hacer por tarifa sin coche propio (aunque ya lo había buscado por internet a veces te cuentan algo nuevo). No tuve ninguna información nueva; contratar una excursión para ver cetáceos, montar a caballo, visitar Marruecos que está tomando un ferry al alcance de la mano. Así que me fui a comer. Tras comer me dirigí hacia la isla de las palomas. En la isla no se puede entrar sin antes contratar una visita guiada, y con antelación en determinadas fechas dado que la isla es de uso militar. En la punta de la isla se puede ver como se juntan el mar Mediterráneo con el océano. Aún así hay un camino para pasear hasta la puerta de la isla de las palomas, teniendo a cada lado bancos donde sentarse y disfrutar a un lado de la vista del puerto marítimo y la playa, y al otro lado la playa y las montañas al fondo. El color y el oleaje del mar y del océano son distintos y aunque no veas su unión se ve claramente la diferencia de un lado al otro. Había alguna gente en la playa tomando el sol y alguno bañándose, así que me acerque a meter los pies y el agua estaba helada, no sé cómo se podían estar bañando, mucho calor que hiciera (y parecía verano, la verdad). Desde esta zona también se puede ver el castillo de santa catalina que es una fortificación moderna que no se puede visitar pero que resulta decorativa en el paisaje. Al final del camino que lleva a la isla de las palomas se puede encontrar un cartel que indica que has llegado al punto más meridional de Europa. Tras el paseo regresé sobre mis pasos para recorrer el casco histórico de Tarifa; las murallas, la puerta real, el mercado, las casas y sus callejones con flores y paredes blancas, el ayuntamiento, la biblioteca municipal, más murallas y torres… El día siguiente decidí tomármelo con un poco más de relax y me fui hasta la playa, en otro de los mapas turísticos que había en el hotel había marcado un paseo marítimo y dos caminos naturales así que primero me fui hasta la playa para recorrerme el paseo marítimo, que empieza con una escultura de un pez y en el suelo una estrella con los vientos que, supongo, hay en Tarifa. De aquí seguí el paseo marítimo disfrutando de la vista de las palmeras, la arena, la playa, los restos de la isla de las palomas, y así hasta terminar el paseo y comenzar el camino natural. El camino es muy cortito y todo asfaltado con maderas, pero lo bueno es que tiene apeaderos con banco y techos de madera, para poder sentarse a la sombra y reponerse del intenso calor. Y es que el primer día hacia sol pero había nubes, este segundo día hizo simplemente sol y mucho calor, el día siguiente tuve viento, levante más concretamente, y al siguiente lluvia. Dijeron los tarifeños que iba a conocer todo el clima de tarifa, el bueno y lo malo. El camino natural tiene un observatorio de aves, no está muy bien conservado pero desde el lugar se pueden ver aves rosas en el agua, muy bonitas reflejándose en los lagos de agua que hay en la playa (digo aves rosas porque no entiendo de pájaros y no sé qué animal es), también hay buena vista de las montañas y de los ranchos con caballos por ahí pastando. Un camino relajante, aunque con el calor decidí parame un rato a la sombra a disfrutar del sonido del mar, un día de relax después de tanto recorrer de arriba a bajo todo. Después regrese pro el mismo camino, paré a comer y me dirigí hace el otro lado de Tarifa, pasada la aduana hay un pequeño paseo junto al mar cuando se acaba el paseo hay un camino natural, este no está nada bien señalado así que estuve dando muchas vueltas casi toda la tarde, las vistas en un día tan soleado son inmejorables pues se puede ver todo el literal de África y hasta las siluetas de las casas que hay se ven a la perfección. Por esos caminos, aparte de ver todo Marruecos, o la las submarinistas pescar en las rocas marisco, y hacer ejercicio (pues es un montaña), también se puede llegar a ver una antigua batería de defensa abandonada. El siguiente día fui a visitar Baelo Claudia y un rincón especial. Y el resto de los días siguientes fue la recreación y mi regreso, pero si en vez de ir relajado no hubiera parado como veis se pueden hacer muchas cosas en Tarifa.

Visita: Octubre 2015

Mis imágenes: Dentro del Álbum de España

Información para viajar: Pendiente

Comentarios

Entradas populares de este blog