El tercer día ya no podíamos madrugar, así que salimos sobre las nueve y media- diez de la mañana. Después de dos intensos días visitando la ciudad el cansancio ya hacia mella en nosotras. Primero las llevé a ver la plaza del rosario y al fachada de la Casa del tío Jorge, donde las calles se conservan como en la época de los sitios por los franceses, cuando era niña la plaza del Rosario tenia pintada una puerta, ahora tiene un retrato del tío Jorge, personaje histórico de los Sitios de Zaragoza. Paramos en el peirón, y bajamos por el balcón de San Lázaro al mirador al ras del Ebro desde donde se puede contemplar el Ebro, el puente de piedra, y las dos catedrales, La Seo-Catedral de San Salvador y la Basílica-Catedral de El Pilar. Cruzamos una de las arcadas el puente de piedra hasta llegar a la arboleda de Macanaz y subimos para cruzarlo hasta la margen derecha y visitar El Pilar. La razón por la que había dejado a basílica para el final es porque abre todos los días del año
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