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Próximo viaje

Después de estar desaparecida un tiempo (cosas del trabajo) vuelvo con buenas noticias (sobre todo para mí) y es que pronto llega un nuevo viaje. En mis próximos destinos repito país, pero no vivencias. Primero descubriremos la Capadocia en Turquía. Para luego volver a España y hacer una parte del Camino de Santiago. Este es el itinerario preparado, ya sabéis que luego las cosas pueden ir variando una vez que comencemos el viaje: Día 1: Zaragoza - Madrid (siempre cae visitar algo de la capital aprovechando el viaje).  Día 2: Madrid - Estambul - Capadocia Día 3: Valle de Göreme, Valle de Avcilar y Güvercinlik, Pueblo troglodita de Uchisar, Ciudad subterránea de Kaymakil. Día 4: Si el tiempo nos acompaña esperamos sobrevolar en globo las Chimeneas de las Hadas al amanecer. Parada en un Kervansaray (tengo curiosidad por ver se mantiene algo de las típicas posadas medievales de la ruta de la seda). Monasterio de los Derviches danzantes. Día 5: Pamukkale, Hierapolis, Efeso. D

Visado Turquia

Si viajas a Turquía, ahora tendrás que solicitar una E-VISA on-line antes de efectuar el viaje y no podrás comprar el visado a la llegada como se hace hasta ahora.  Esta nueva regla entró en vigor desde el 10 de Abril de 2014:  Web de E-VISA:  http://bit.ly/1mtgBKc

Las conchas de Santiago

Uno de los viajes por España desde hace siglos es el Camino de Santiago. Después de que Santiago fuese degollado, sus discípulos recogieron su cuerpo y lo pusieron encima de una barca de piedra. Navegando llegaron a las costas de Galicia a un lugar donde había una fiesta por el casamiento del hijo del señor. Había gran alegría y entre otros festejos se abordaban (ir galopando mientras se arroja la lanza y se vuelve a recoger sin que caiga al suelo). Uno de los que abordaban era el novio que de repente vio como su caballo se dirigía al mar y se hundía bajo las aguas. Todos vieron el prodigio y como al llegar a la barca caballo y caballero salieron sin daño de las aguas. Al volver a tierra y pisar la playa, todos vieron que tenía los vestidos y el sombrero cubiertos de vieiras y a partir de entonces todos los que peregrinan a Santiago llevan en sus ropajes la concha venera.
I Salón Fotográfico  Napoleónico Exposición: Del 9 de Octubre al 01 de Noviembre 2014 De lunes a sábado: de 9.30 a 21.30 horas. Domingo: de 12.00 a 22.00 horas. Lugar: Aragonia, plata cines, Zaragoza. Bases para participar: http://www.asociacionlossitios.com/bases_I_salon_fotografico_napoleonico.pdf

Los hermanos Ayar

Visita obligada para quien vaya a Perú , es la ciudad de Cuzco. Sobre la montaña Pacaritambo aparecieron los hermanos Ayar, después del gran diluvio que había devastado todo. De la montaña llamada "Tampu Tocco" partieron cuatro hombres y cuatro mujeres jóvenes, hermanas y esposas de ellos a la vez. Eran Ayar Manco y su mujer Mama Ocllo; Ayar Cachi y Mama Cora; Ayar Uchu y Mama Rahua y finalmente, Ayar Auca y su esposa Mama Huaco. Viendo el estado de las tierras y la pobreza de la gente, los cuatro hombres decidieron buscar un lugar más fértil y próspero para instalarse. Llevaron con ellos a los miembros de diez Ayllus (organización inca que agrupaba diez familias) y se dirigieron hacia el sudeste. Pero un primer altercado se produjo entre Ayar Cachi, un hombre fuerte y valiente, y los demás. Sus hermanos lo celaban y quisieron matarlo. Con ese plan, le ordenaron volver a las cavernas de Pacarina (se llama así, en quechua, al lugar de los orígenes) a buscar se

Souvenir Elba

Zona: Italia (Isla de Elba) Souvenir: figura de Napoleón Collar, pulsera y pendientes de coral rojo. Coral rojo es típico de una isla y más de la época napoleonica.  Imagenes de coral rojo:

Los dragones del señor Ye

Es fácil que viajando por China se vean dragones en cualquier rincón.  Al Señor Ye le gustaban tanto los dragones, que los tenía pintados o tallados por toda la casa. Cuando el verdadero Dragón de los Cielos se enteró, voló a tierra y metió su cabeza por la puerta de la casa del señor Ye y su cola por las ventanas. Cuando el Señor Ye lo vio, huyó asustado, casi se volvió loco. Esto nos enseña que el señor Ye en realidad no amaba tanto a los dragones, sino que sólo le gustaba aquello que se le parecía, pero en ningún caso el auténtico Dragón. Muchas veces pudiera pasarnos a nosotros lo mismo que al señor Ye.