De todas estas escapadas hubo un día tuve que volver andando desde Victoria Station hasta Nothing Hill. Mi hotel era muy bonito, nada moderno pero era una de esas casas blancas todas iguales que dan a una plaza con jardín tan típica inglesa, la pena es que no estaba nada cerca de Victoria Station pero lo escogí porque estaba a solo una parada de metro de la estación de tren de Paddington que utilizaría el resto de días para moverme por Inglaterra. Ya no volví a aprovechar Londres hasta el lunes, que era el día que ya regresaba a España. Había planeado no madrugar ese día (por el resto de días que si me tocó hacerlo) y visitar Hyde Park, dado que, pese a las veces que había estado en Londres, nunca me lo había visto entero. Por supuesto mi visita a Hyde Park implicaba recorrérmelo completamente, ver todos los monumentos, almorzar junto al Serpentine (no era tan caro como cabria esperar), pasear entre sus caminos, descubrir sus estatuas, lagos y fuentes, patos, cisnes
Destinos errantes: Berbe en movimiento (viajes, escapadas, visitas, recreaciones, etc.)