Desde Londres fue fácil llegar a Blenheim, más de lo que esperaba, aunque en el camino en tren no supe limpiar el objetivo de la cámara, que no hacía más que empañarse. Los trenes circulan regularmente desde Paddington (Londres) hasta Oxford www.firstgreatwestern.co.uk. El autobús S3 hacia Woodstock circula desde la estación de trenes de Oxford hasta la entrada del Palacio de Blenheim, en Woodstock. El autobús circula cada 30 minutos. Nada más salir de la estación de tren de Oxford se encuentran todos los autobuses por lo que solo hay que buscar el S3 y subir (se paga al conductor al subir). Los horarios y precios en www.stagecoachbus.com/timetables/S3
El bus te deja en la entrada del recinto del Palacio, y hay que atravesar la puerta y caminar en línea recta hasta llegar a las puertas del palacio. De camino se puede ver parte de la gran extensión de césped y jardines que tiene a su alrededor el palacio. Por dentro el palacio me decepciono dado que básicamente es un museo de objetos, cuadros y fotografías de Winston Churchill, que nació allí, aunque hay una foto de joven de Churchill vestido de militar menos conocida que las imágenes habituales de este personaje. También hay habitaciones con tapices, pinturas, esculturas, porcelana, pero me dio aspecto de museo, poco interesante el interior, que además no tiene ni audio guía ni se pueden hacer fotos. En cuanto al exterior, de tipo barroco no resulta muy atractivo excepto visto desde el lago, donde se puede apreciar lo grande que es. Además de todo eso, estaban en obras (de restauración supongo).
Dentro del recinto de palacio se pueden visitar los jardines anexos (la extensa zona de terreno exterior pertenece al palacio pero se puede visitar sin necesidad de pagar entrada). No había nadie en los jardines del palacio, lo cual no era extraño pues la cafetería estaba llena y la única persona a la que se le ocurría salir con ese tiempo a los jardines fue a mí (en las fotos que tengo se ve como el agua de las fuentes caía de lado por la fuerza del viento). Pero en un día soleado vale la pena la entrada aunque solo sea por ver los jardines. Están los jardines italianos, y los jardines de agua, además de un extenso paseo de césped y arboles. Desde los jardines se obtiene una vista del lago pasando al lado del palacio.
También, en la parte exterior del palacio, están los jardines formales, los jardines lavanda y un pequeño tren que te lleva hasta los jardines del placer, que entre tanto extenso césped se encuentran un poco más alejados del palacio (la entrada del palacio sirve para tomar este tren). Ni que decir tiene que solo estábamos dos personas para tomar el trenecillo. En un día soleado el lugar hubiera merecido mucho más la pena. Aunque sé que me repito es la impresión que me dio.
En el lateral del palacio, frente a una puerta con verja está el puente que lleva hasta la isla que hay en medio del lago, en la isla se encuentra la columna de la victoria. Solo es una columna, no hay nada más en especial, pero es más cercano (con la lluvia) que cualquier otro lugar de los jardines del palacio. Y hay cientos de rincones interesantes por el terreno de Bleheim Place (templo de Diana, laberinto, ciudad en miniatura, etc.) pero con la lluvia que caía fue un poco difícil disfrutarlo.
Girando hacia el lado contrario al de los jardines del placer podemos llegar hasta un arco que determina el fin de los terrenos del palacio y que por una carretera te lleva al pueblo de Woodstock. Desde ese camino se puede tener una buena vista del lago con el palacio de fondo, al igual que del puente y la columna de la victoria.
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