Caná - Israel

Cana de Galilea


Tras visitar Nazaret nos dirigimos hacia Cana, según el circuito solo pasábamos por la población, pero el guía nos hizo un pequeño recorrido por esta población que sale en la Biblia. Como decía, comienza el viaje “cristiano”, según nuestro guía una religiosa española hizo un mapa donde marcó los lugares santos. Y en esos lugres santos se han construido iglesias. Algunos de esos sitios, como nos dijo el guía, conservan restos arqueológicos reales y datados de la época de Cristo, otros en cambio no tienen ningún resto antiguo que asegure que sean el lugar por el que se toman. Actualmente Cana es una población de mayoría musulmana, por las carreteras se leen más carteles en árabe que en hebreo. El guía nos lleva por hay una calle que nos adentra en una zona empedrada con muro limpio y un texto de la biblia en inglés que habla sobre las bodas de Caná, donde Jesús convirtió el agua en vino. Entramos en una iglesia donde nuevamente hay un agujero en el suelo donde poder ver unas piedras antiguas, y unas letras en hebrero. Lo cierto es que esta zona está muy abandonada. Después seguimos por un lateral y vamos bajando hacia una zona con varias rocas y muros donde hay un cartel de no escribir en ellas. Esos muros son de la época, según nos cuenta el guía, y también una vasija de piedra de las que se usaban en la época para llenar el agua y el vino. Y aquí el guía nos cuenta la historia que suelen leer en las misas sobre las bodas de Cana. La visita es corta, no hay mucho más para ver, pero es bonita e histórica. Mucho más que nuestra próxima parada.

Visita: Febrero 2017

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Nazareth - Israel

Nazaret


Esta mañana estaba planeado pasear en barco por el mar de Galilea (Lago Tiberiades, ya os contaré) pero al final debido al fuerte viento se cancelaron los paseos en barco, y es cierto que desde el hotel teníamos una vista directa del lago y el viento llevaba olas hasta la costa y no se veía ni un solo barco. Debido a la cancelación de nuestros planes nos dirigimos a Nazareth, empezamos lo que llamo la parte “cristiana” del recorrido por Israel. No es que seamos muy seguidoras, el resto del grupo se sabía lo que decía el guía, nosotras no, pero lo bueno es que estos lugares tienen rincones antiguos o vistas bonitas que ver. Nuestra primera parada es un mirador desde donde se toda la población de Nazaret; la mezquita y la iglesia de la Natividad. El lugar estaba lleno de cristales de botellas, al parecer, según el guía, los rusos que viven ahí son dados a los botellones en esa zona. Bajamos para ir a visitar las iglesias, pasando por una fuente (donde no se puede beber agua) donde los cristianos ortodoxos dicen que es la fuente donde iba la virgen María. Lo del agua tiene su anotación. Cuando estuvimos en Masada había fuentes de agua pública y el guía nos dijo que podíamos beber sin problema, que el agua era potable porque debido a los problemas de recursos de agua había diseñado maquinaría para aprovechar al máximo el agua (aparte de modificar el curso de afluentes al mar de Galilea y del mar Muerto), así que nosotras nos dedicamos a rellenar nuestras botellas y a no comprar ni una botella de agua. Por ello es curioso que esta fuera la única fuente donde el agua no era potable. Tal vez por los cristianos ortodoxos, que son un poquito estrictos, como todos los ortodoxos, y con muy mal genio (al menos con los que fuimos a topar). La iglesia de la Natividad por fuera es muy moderna, con mosaicos de vírgenes de todo el mundo (de España estaba la primer ala virgen de Guadalupe de Extremadura, de donde son mis amigas) y por dentro, en la parte superior de la iglesia, la imagen de la virgen del Pilar, con el propio Pilar y el Ebro de Zaragoza, que esa tocaba por mi parte. El caso es que aunque por fuera parezca muy moderna cuando entras te sorprende su interior porque tiene una curiosa forma, primero una explanada donde hay un muro con columnas y argollas en un lateral iluminado con luz, es lo que queda de la antigua iglesia templaria. En el centro hay un hueco sobre el que se ha construido una segunda planta, con un agujero en el techo en forma de cáliz. En este hueco están los resto de una antigua iglesia bizantina y una antigua sinagoga, donde la forma de sinagoga y los cuidados mosaicos dan una idea de los restos de estas iglesias. Y en un lateral, se coloca el altar, donde hay una gruta con columnas que es la casa de la virgen María. Resulta que en época de Jesucristo los que vivían en esa zona lo hacían en grutas. Así que vemos una gruta con escaleras, rodeada de columnas, piedras con decoraciones que son los restos de las iglesias construidas alrededor de ese lugar santo. Todo el interior es antiguo, de diversas épocas y muy curioso de ver. Fuera de la iglesia hay una explanada donde se puede ver el subsuelo, donde se muestra una calle, unas casas como grutas, un horno, etc. Esta es la zona arqueológica de la antigua ciudad de Nazareth. A pocos pasos de ahí está otra iglesia, donde lo que nos interesa está en el subsuelo, donde se encuentra lo que era el taller de San José, ahí quedan restos de mosaicos en el suelo, una escalera, una puerta, y en la parte superior un mosaicos moderno de la sagrada familia. Interesante, pero pequeñito y con menos rincones para ver que el resto. Y con esto acabamos la visita a Nazaret, en el único día gris (y frío) de nuestras vacaciones. No esperaba que la iglesia de la Natividad, que por fuera se ve tan moderna, fuera tan interesante.

Visita: Febrero 2017

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Tiberiades - Israel

Tiberiades

Tiberiades obtuvo ese nombre en honor del emperador Tiberio y queda poco que ver en ella, un par de murallas derruidas y el paisaje a orillas del lago. Es fácil distinguir las casas más antiguas dado que era una zona volcánica por lo que las murallas y las casas antiguas están hechas de piedra negra. Lo otro que hay que ver en la ciudad es las orillas del lago y las montañas que lo rodean, aunque de noche no es aconsejable dado que la mayoría de las farolas están rotas, y hay muchas casas abandonadas pues es una zona de veraneo y el momento de nuestro viaje es en invierno. Pero aparte de eso no hay nada interesante en el lugar, es una ciudad que se usa para el turismo veraniego del país y para el resto de turistas que visitan el lago tiberiades. El lago Tiberiades, por cierto, no es otro que el mar de Galilea, pero ya contaré en otro momento como pasó de llamarse mar a lago. Aprovechando que no hay mucho que decir sobre Tiberias, os comentaré que mis amigas siempre prefieren viajar por circuito, y en este viaje lo del circuito vino bien por dos razones: por un lado la mayoría de las señales de tráfico que vimos en la carretera y ciudades (incluso en la moderna Tel Aviv) estaban en hebreo y árabe, y yo no sé conducir pero mi amiga comentó que ella no sabría lo que significaba la mitad de las señales de tráfico que veía, por lo que ir en coche de alquiler supondría toda una aventura. Y la otra razón es porque conseguimos elegir un circuito que en ocho días visitamos muchísimos lugares, que por libre no hubiera dado tiempo de visitar. No es como Europa que tiene trenes cada cuarto de hora a cualquier pueblecito, el transporte depende del coche o del autobús, y además hay muchísimo tráfico. Esa es otra de las cosas que nos dimos cuenta, y es que cualquier día y a cualquier hora hay tráfico (menos el Sabath en Jerusalén, pero ese es otro tema que ya contaré cuando lleguemos a Jerusalén). En el mar de Galilea le preguntaron al guía sobre la cantidad de autobuses con estudiantes y resulta que como el país es pequeño la gente se traslada mucho, además los estudiantes están constantemente de viaje porque estudian la geografía e historia del lugar moviéndose al sitio, por esa razón allá donde íbamos había grupos de estudiantes con sus profesores. Este punto me parece muy afortunado, en el día puede ir y volver a cualquier lugar del país y así a provechar a aprender del sitio en persona, así es normal que en Masada estuviera lleno de estudiantes, y es más interesante aprender sobre la historia del lugar viendo cada rincón y mientras te lo cuentan que leerlo en un libro en clase.

Visita: Febrero 2017

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San Juan de Acre (Akro) - Israel

San Juan de Acree

Y llegamos a última hora de la tarde a San Juan de Acre (también conocida como Akro). La noche la pasaríamos en Tiberiades, por lo que todavía nos queda carretera pero en esta población no podemos dejar de pasar para ver uno de sus edificios: la fortaleza Hospitalaria. Al entrar a la ciudad nos encontramos con varias murallas, esas mismas murallas son las que se encontró Napoleón cuando fue a la ciudad. Dejamos a un lado las murallas y entramos en el Jardín encantado, un patio de árboles tropicales condensados unos juntos a otros, y tras salir de esa zona oscura, al estilo de una selva, nos encontramos con el patio de la Fortaleza Hospitalaria, construida por la Orden de los Caballeros Hospitalarios. Como nos indica el guía, ese lugar fue atacado y arrasado por unos u otros, y todos arrasaban y construían encima pero la fortaleza de los templarios estaba construida con muros tan gruesos que los otomanos vieron más factible usarla como fortaleza propia que destruirla, dado que mucho más les iba a costar el acabar con el lugar. Tal vez fuera por ello que esos muros han llegado hasta nuestros días y digo bien al decir muros porque por dentro no queda mucho más. De los templarios quedan los sótanos y la sala de los prisioneros, que están adecuadamente iluminados para quedarse con los detalles más interesantes; como el techo y sus arcadas, o los cañones y sus balas, o las columnas gruesas de las salas. Tras cruzar algunas inmensas salas entramos en un gran patio cuadrangular que si no fuera por los bloques de cemento moderno de una construcción en la zona superior de la fortaleza podría habernos dado una idea más clara de su aspecto en el pasado. Y entramos en una de las salas donde encontramos más arcos y columnas, y a una pareja de novios que están de sesión fotográfica. Si una novia elige hacerse las fotografías con su traje de boda en estos salones es fácil imaginar la majestuosidad y magia que crean las luces y el entorno del lugar. En este salón es donde se puede apreciar, en uno de los arcos, la flor de lis. Y ya no queda mucho más por ver dentro de la fortaleza, por lo que salimsos a disfrutar de las murallas antes de despedirnos de Akro y su larga historia militar (Napoleón, Saladino, Ricardo Corazón de León, etc).

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Haifa & Monte Carmelo - Israel

Haifa & Monte Carmelo

Haifa es la tercera ciudad más grande de Israel y está situada en las laderas del Monte Carmelo. Nosotros vamos directamente a lo alto del monte para poder visitar la iglesia del monte Carmelo construida encima de una cueva, lo cierto es que ya no recuerdo quien se suponía que vivía en esa gruta. Aunque resulta muy original ver la gruta y sobre la gruta el altar decorativo, a lo largo del viaje veremos que es algo típico de las iglesias pues en la época de Jesucristo vivían en muchos lugares en cuevas, por lo que muchas iglesias tienen la gruta con su pequeño altar, y sorbe la gruta construido el altar. En el interior de la iglesia de los carmelitas podemos encontrar una decoración escrita en español que pone Santa Teresa, el guía nos explica que no nos confundamos, hace referencia a una monja israelí pero que la llamaban como si fuera Santa teresa. Sin un guía es fácil llegar a una conclusión errónea si uno ve eso. Fuera de la iglesia hay una pirámide con unas letras escritas, es un monumento al regimiento napoleónico que estuvo en ese lugar en 1799. Al lado de la iglesia de los carmelitas se encuentras el mejor mirador de la ciudad: los jardines Bahaí. El origen de la fe bahaí es la religión babí fundamentada en Irán, uno de sus fundadores fue expulsado de su patria y acabó en Haifa, donde determinó que debía estar la tumba del profeta Bab. Esta tumba se encuentra dentro de un edificio de cúpula dorada y partiendo de ahí se elevan una serie de jardines persas, con vegetación en forma de estrella. Los llaman jardines colgantes porque desde lo alto del monte vayan cayendo en zigzag hasta la el santuario de Bab. Los jardines están vigilados, hay hora de visita, y hay que respetar una serie de normas pues para los de su religión son sagrados. La vista del puerto y la ciudad desde el monte resultaría interesante sin los jardines, pero con los jardines descendiendo en una combinación de fuentes y flores hasta acabar en la cúpula dorada, dan a la panorámica una vista espectacular del lugar.

Visita: Febrero 2017

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Presentación

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