Nueva Orleans era meramente una aldea las sepulturas se construían en los márgenes del río Misisipí, pero cuando la ciudad empezó a crecer, se necesitaba más espacio para los cementerios. Sin embargo, esto presentaba un gran problema, ya que el terreno estaba tan saturado de agua y era tan blando que las tumbas se llenaban de agua y volvían a subir a la superficie, inundando de cadáveres y ataúdes la ciudad. A fin de resolver este problema, se construyeron sarcófagos sobre la superficie El ataúd se colocaba sobre la tierra, y a su alrededor se construían paredes de ladrillo a las que se les aplicaba estuco u hormigón y que luego se pintaban de blanco. Las entradas de las tumbas se cerraban con losas de mármol y muchas de ellas se circundaban con vallas de hierro forjado. Algunos mausoleos terminaban en techos redondeados como cúpulas, o los remataban con aleros diminutos, como pequeñísimas casas sin ventanas. No es difícil imaginar la razón de que a estos cementerios se los bautizara
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