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Granada - España

Granada

Sorprendentemente Granada me sorprendió en cuanto que me pareció que no tenía nada excepto la Alhambra, no quiero decir que no visitáramos nada, solo que no me pareció nada extraordinario sobre otros lugares. Empezamos recorriendo el barrio del Albaicín con la calle de las teterías y el mirador de San Nicolás, donde se puede disfrutar de una panorámica espectacular de la Alhambra. Al lado del mirador está la Gran Mezquita de Granada. También hay que destacar los alrededores de la plaza Bib-rambla, que están llenos de tiendas con productos de cualquier zoco árabe, y como eso ya sabéis que no me va mucho. Pasamos a visitar la catedral, en su interior se distribuyen varias capilla y en la Capilla Real se encierra los sepulcros de los Reyes Católicos.

Visita: 2006  

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Palos de la Frontera y La Rábida - España

Palos de la Frontera

A este pueblo solo vinimos a ver le museo que se había inaugurado ese mismo año, el de las Tres Carabelas. No sé si es porque era nuevo pero estábamos prácticamente solos. Dentro del museo hay como un embarcadero con tres réplicas exactas de las naves que partieron en busca del nuevo mundo. La Pinta, La Niña y La Santa María fueron construidas en el año 1992 con motivo de V centenario del Descubrimiento de América. Se puede visitar el interior de las tres carabelas y tanto subir como bajar, ver las bodegas con la recreación de víveres y marineros, así como el camarote de Cristobal Colon en La Santa María. Es interesante ver la reproducción de las naves que hicieron historia: en agosto de 1492 se inició una expedición donde tres navíos llamados La Pinta, La Niña y La Santa María partiendo rumbo a las Indias con el almirante Cristóbal Colón al mando. Finalmente llegaron a las Américas un 12 de octubre del mismo año completando así la travesía. El 15 de marzo de 1493 regresaron a Europa llegando a Palos de la Frontera por separado. La embarcación de la La Santa Maria naufragó en tierras americanas y no pudo volver, La Pinta y La Niña sí lo hicieron.

Visita: 1994  

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El Rocio - España

El Rocio

Nuestra visita al Rocio fue salvada por un grupo que había en el hotel que fueron antes que nosotros, cuando regresaron nos avisaron que hay unas restricciones de acceso a la iglesia de El Rocio y que si queríamos verla por dentro teníamos que cumplirlas, una de ella era no llevar pantalón corto, yo tenía vestidos pero como también íbamos a ver las marismas no tenía pensando ponerme falda o vestido así que, menos que llevo de todo, saque los únicos pantalones largos que tenía, porque en pleno agosto el clima de ahí no acompañaba para que lleváramos ropa hasta los pies, pero claro, era un requisito que si no se cumplía no te dejaban entrar. Así que todos fuimos con pantalones por debajo de la rodilla, nada de pantalón corto aunque te asfixiaras de calor. Y es cierto que cuando llegamos a la iglesia de El Rocio en la entrada había un cartel bien grande avisando de todo lo que estaba prohibido, y con pantalón corto no se podía entrar. Habiendo sido avisados todos pudimos entrar y ver tras la reja a la famosa virgen de El Rocio, tal vez porque era la primera vez que estaba en Andalucía pero nos e parece en nada a las vírgenes que estaba acostumbrada a ver en las iglesias de mi tierra. Como decía El Rocio es famoso por su romería, esta se celebra el fin de semana de Pentecostés, se dan cita caballos, carros y carretas con la gente vestidos con el traje típico de gitano o flamenca. El "Salto" que comentaba se produce en la noche del Domingo y es cuando los vecinos de Almonte sacan a la Virgen del Rocío en procesión. Las calles de el Rocío están llenas de albero que parece que sea solo arena, un pueblo del oeste americano, y las casas son de color blanco. Uno de los lugares que ver en el Rocío es la marisma con aves de Doñana, ahí suelen pastar también vacas, toros y caballos y cerca de la ermita hay cormo un mirador donde poder ver esta amplitud. Como decía tras visitar la ermita nuestro siguiente destino era la marisma.

Visita:1994 

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P.N. Doñana - España

Parque Nacional de Doñana

Como decía en la entrada anterior desde Matalascañas, donde nos alojábamos, nos acercamos al parque de Doñana. El Parque Nacional de Doñana es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y tiene bastante extensión con zonas muy variadas. Por un lado vimos los pinos piñoneros, que abundan por todo el parque pero sobre todo nos acercamos a ver las dunas, cercanas a la playa, que son grandes extensiones de arena móvil que van cubriendo el espacio, de forma que tienes un montón de arena blanca y fina y de repente hay un agujero donde te encuentras con la copa de varios pinos, la altura de las dunas hace que estén elevadas sorbe los pinos como si fueran roca y no simple arena. También visitamos la marisma, donde se pueden ver aves y donde el agua está sobre la vegetación siendo el núcleo de vida animal. De todos los animales posibles los más curiosos que vimos son los pequeños jabalíes que corrían cerca nuestro. No sé si el recorrido por Doñana hubiera tenido más paradas por el autobús pasó a recorrer la playa. El parque esta justo con la playa y el océano así es como un paraíso, lastima que se pueda destruir de forma tan rápida porque cuando estuvimos recorriendo la playa del parque en el autobús íbamos a toda velocidad, el motivo era un incendio en el parque natural, todavía recuerdo como íbamos mirando pro la ventanilla las llamadas del fuego ascender sobre los árboles mientras al el autobús corrían por la arena y al otro lado estaba impasible el atlántico. Las llamas elevándose sorbe la vegetación y las dudas extendiéndose daba cosa, luego en en la televisión nacional salió el incendio, había sido, efectivamente como vimos, bastante grande.

Visita: 1994  

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Matalascañas - España

Matalascañas

Tras Sevilla llegamos a Matalascañas donde nos quedaríamos hasta el fin de nuestro viaje. El lugar no tiene mucho pero está cerca de todo, quiero decir, el hotel tenía un acceso directo a la playa y el océano Atlántico, y si bien no hay mucha gente bañándose (el agua del Atlántico no es la del Mediterráneo) el agua está limpia, la arena es suave, clara y limpia. Por lo que si os gustan las playas sin duda la de Matalascañas lo vale, pero es eso lo que hay. Aunque este lugar tiene otro punto positivo a su favor y es que tiene cerca el parque natural de Doñana, un lugar que no hay que perderse si te gusta la naturaleza y/o los animales. Y es que toda la costa de Huelva se caracteriza por la enorme extensión y calidad de sus playas pero Matalascañas cuenta con Doñana rodeándola. Desde aquí también hicimos un recorrido a caballo (mi primera vez montando a caballo) por las dunas de Matalascañas, disfrutando del océano al lado.

Visita: 1994 

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Sevilla - España

Sevilla

En nuestro viaje por Andalucía la primera parada fue Sevilla, Tengo entradas anteriores sobre Sevilla porque son más recientes, pero aunque esta visita tenga ya años la tengo muy presente. Curiosamente recuerdo muchas cosas y cuando regresé las tuve presentes. La primera parada que hicimos fue la torre del Oro, no es que pudiéramos verla por dentro pero si la vimos pro fuera antes de coger un barco para hacer un cruce por el río Guadalquivir.  Tras el recorrido en barco fuimos a visitar la catedral, y además de ello subimos a la Giralda. Nada más entrar a la catedral girando a la izquierda está la torre de la giralda, cuando subimos lo que más nos sorprendió es que tuviera una rampa y no escaleras, decían que si se quería se podía subir y bajar con caballos gracias a la rampa, mientras vas subiendo tienes ventadas para contemplar la vista pero lo que vale la pena es cuando llegas arriba del todo, donde tienes una imagen completa da la catedral vista desde arriba y de la ciudad de Sevilla, allá hasta donde te alcance la vista. Tras terminar la visita a la catedral fuimos a la plaza de España, un lugar muy grande con un pequeño canal con barquitas con las que recorrerlo, y luego recorrernos todas las cerámicas que representan las provincias de España hasta llegar a la nuestra, la de Zaragoza, que tiene el Compromiso de Caspe en ella. 

Visita:1994  

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Catedral de Sevilla - España

Catedral de Sevilla

Tras la comida quedamos en la catedral para entrar y hacer la visita por la una de las iglesias más grande que he visitado. Como son muy rigurosos no podíamos hacernos fotografías con la gente (encantada, menos agobios), y los caballeros debían descubrirse la cabeza. Aprovechando hice uso de mi velo negro, el que usé para el sol del mediodía, para entrar en la catedral. Lo tenía entre las ropas y cuando vi un cuadro de la época con el mismo tipo de velo no dude en estrenarlo en Sevilla. Nada más entrar lo que te deja sorprendido es lo grande que es el templo, aunque lo que más me gustó eran los colores de las vidrieras reflejándose en las columnas, coloreaba las paredes sin necesidad de pintura. Primero en la nave central se ubican dos de las construcciones; el coro, rodeado por órganos de grandes dimensiones y la Capilla Mayor, que cuenta con cuatro plantas y alberga el retablo mayor. Aquí podemos encontrar un espejo bien situado para poder ver todos los detalles hasta del techo. Cerca está la Tumba de Cristóbal Colon está situada tras la puerta del Príncipe, junto a la capilla de la Virgen de la antigua, en el lateral una enorme pintura mural de san Cristóbal. Aquí la guía se metió, en mi opinión, en un lio sin necesidad al empezar con el tema de la procedencia de Colón. Otra de las cosas llamativas de la catedral son los diferentes tipos de salas, a veces hay salas que te hacen olvidar que estas dentro de una catedral. Merece la pena ver, detrás del altar Mayor, la Capilla Real, renacentista, donde están enterrados entre otros el Rey Fernando III el Santo. A la derecha la capilla de San Pedro, donde destacan las pinturas de Zurbarán y a la izquierda la capilla del Cristo de San Pablo. La Capilla de Mariscal, con un cuadro de la Purificación de la Virgen. La sala Capitular con obras de Murillo en su bóveda. La Sacristía Mayor, una verdadera iglesia con varios altares, destacando los cuadros de Santa Teresa de Jesús de Zurbarán, San Isidoro y San Leandro de Murillo. En el centro la magnífica custodia de Arfe. En la Sacristía de los Cálices, que se accede por la capilla anterior, se exponen los mejores cuadros de la Catedral, destacando el lienzo de Goya, “Santa Justa y Rufina” y el cuadro del Cristo Crucificado de Zurbarán. Y en el trascoro las capillas llamadas de Alabastro. Tras el recorrido por todas las salas y capillas (es tan grande que es fácil perderse – una de las veces hasta perdí a la guía entre la gente), la guía nos dejó tiempo libre para subir a la Giralda si queríamos, aunque como ya había subido hace tiempo, y además lo recordaba, dejé la subida para los que no lo había hecho y salí al patio de los naranjos con el resto (con tanto turista no era el mejor momento para repetir la subida). El Patio de los Naranjos, que era de la mezquita, lleva a varias puertas de entrada, y a una vista de los detalles de las mismas por el interior, lo que más me llamó la atención fue la máscara sobre el reloj de sol de una de las puertas, que parece más de México o Perú que de Sevilla.

Visita: Octubre 2017

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Información para viajar: Maria de Melo Collection

Reales Alcazares de Sevilla - España

Reales Alcázares de Sevilla

Tengo que agradecer a Gonzalo de la Casa de Extremadura toda la ayuda que brindó a Maria de Melo Collection, la organizadora del evento, por conseguirnos esos guías y el acceso a través de una puerta diferente a la habitual. Volvimos a levantarnos pronto para poder llegar puntuales a visitar los Reales alcázares de Sevilla vestidos de época 1800-1817. La visita se retrasó, aunque creo que fue por tema de los Reales Alcázares, dado que los guías estuvieron ahí puntuales. El viernes habíamos hecho la visita por Sevilla con el guía en español, y esta vez fuimos con la guía en inglés, a la que le apreció bien dado que el grupo de lengua extranjera era menor que el de español. Esta guía era mucho más rápida que el otro, pero se agradece porque a estar alturas ya estábamos muy cansados de tantas actividades y no parar en tres días. El único problema es que como había tanta gente y era tan rápida, había momentos que la perdía de vista y tenía que correr a buscarla, lo cierto es que casi no la vi en toda la mañana, pero mientras veía a alguien vestido de nuestro grupo lo seguía, esa fue la forma de no separarme del grupo. Como decía entramos a los Alcázares por los jardines de Murillo, pasamos por los jardines del poeta y nos paramos al llegar al Pabellón de Carlos V, aquí tuvimos una explicación antes de entrar, aunque fue en la puerta al pabellón porque había mucha gente. Así que luego solo le pude echar un vistazo a todos los detalles de cerámica y arquitectura que tiene. Fue una pena que la visita fuera en el fin de semana porque había muchísima gente dentro. Además la visita con guía implica que no te vas a detener lo mismo que si vas por libre. Pero eso es algo que tenía asumido, y la verdad es que llegó a tal punto de agobio de personas que cuando acabó la visita tampoco me quede con la pena de no haber estado más tiempo. También es cierto que no es como si nunca hubiera estado. Pese al tiempo pasado tengo unos cuantos recuerdos de mi primera visita a Sevilla. Y si fuera ido sola y en ropa actual la opción de visita sin guía hubiera sido la elegida, pero como no era el aso visitarlo con guía me pareció correcto y adecuado, además ayudaba bastante porque dentro de los alcázares los otros guías le preguntaban a la guía y no a nosotros el por qué íbamos así vestidos. No recuerdo muy bien los nombres de todos los sitios pero como entramos por otra puerta creo que hicimos el recorrido contrario al habitual. Los reales alcázares son inmensos y uno fácilmente puede gastar varias horas en ellos sin darse cuenta. En los jardines encontramos pavos reales que se escapan en cuanto ven a la gente (los pobres deben estar agobiados con tanto turistas), aquí está la galería del Grutesco, no subimos a ella porque íbamos con la guía y la visita es más corta, aunque da una vista general de los jardines y si vas por libres es recomendable, pero visitamos el estanque con peces y el caño de fuente funcionando. Antes de seguir por esta zona entramos en los túneles abovedados y llegamos a los baños de María de Padilla, me recordó a la cisterna basílica de Estambul, tal vez porque parece un palacio subterráneo con agua, al parecer había sido originariamente un jardín, y la vista de los arcos reflejados en el agua con la luz que le ponen es muy bonito, aunque estaba abarrotado de gente. No suelo viajar en épocas estivales o puentes cálidos así que había olvidado la cantidad de gente que te puedes encontrar en un mismo sitio. Realmente me encantaron los baños, y la próxima vez, si vuelvo, espero no encontrar tanta gente para disfrutar más las vistas. Visiamos también el Palacio gótico, de estilo gótico y barroco pero muy colorido con azulejos en las paredes, y el salón de los Tapices tenía un toque más especial gracias a nuestros trajes, algunos eran estilo corte con cola por lo que le dan un aspecto más elegante al palacio. Y de aquí entramos al Palacio del Rey Don Pedro y el Patio de las Doncellas. El Patio de las Doncellas es el patio central y de mayor tamaño del palacio y que da acceso al resto de las dependencias. Todo el espacio central está ocupado por una alberca alargada del tipo de las del Generalife y su planta baja está formada por una galería corrida y abierta terminada en arcos y trabajados con hermosas yeserías. La planta alta es mucho más sobria y tiene una galería de arcos de medio punto con barandilla de piedra. En definitiva, te pierdes con tantos detalles del suelo al techo que uno puede admirar. Una vez aquí dentro todas las estancias que visitamos son para mirarlas del suelo al techo detalladamente, todas tienen detalles trabajados que resaltar, el Salón de Embajadores, al que se accede desde el Patio de las Doncellas a través de un gran arco que conserva las puertas originales elaboradas por artesanos toledanos en madera de pino. Estas puertas tienen hilos de oro o plata dentro de la madera o metal y están policromadas, pero lo más impactante es su techo terminado en una cúpula dorada totalmente labrada. Luego se pueden visitar las dos salas auxiliares y la Alcoba Real y a su lado el Salón de los Pasos Perdidos y enfrente, a nuestra izquierda el Salón del Techo de Carlos V. Y más al fondo del Salón de Embajadores encuentran el Salón del Techo de Felipe II y la Sala de los Reyes Católicos . Y de aquí podemos pasar al Patio de las Muñecas, es muy pequeño y con una claraboya en el techo, pero está lleno de detalles del suelo al techo (uno no pude dejar de mover el cuello en esta visita). Todas las salas están comunicadas entre sí, pudiéndose realizar un recorrido circular de forma que parece más grande de lo que en realidad es. Al final, como es circular, volvemos al patio de las doncellas. Lastima el visitarlo con tanta gente, así uno no puede dedicar tiempo a los detalles.Salimos del Patio de las Doncellas y podemos ver la fachada del Palacio del rey Pedro, aquí la guía nos d tiempo libre para ir al baño o para sentarnos y descansar. La fachada central está cuidadosamente decorada pero claro, en comparación con todos los detalles que hemos visto de los alcázares parece poca cosa. Aquí vistamos otras salas con un retrato de Fernando VII (reconocido por un recreador inglés del grupo), y una capilla tan decorada que llama más la atención que la virgen del centro. Y de aquí visitamos algunas salas más y pasillos hasta acabar saliendo a la plaza donde el guía de la Sevilla nocturna empezó el recorrido por el barrio de Santa Cruz, que es la siguiente visita que nos va a hacer la guía.

Visita: Octubre 2017

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Información para viajar: Maria de Melo Collection

Baile época napoleonica/regencia (Regency Ball Sevilla) - España

Regency Ball Sevilla

Para ir al baile no nos dimos mucha prisa, podíamos descansar un rato los pies después de comer porque sabíamos que, siguiendo lo que había sido todas las actividades desde el viernes, no se iba a ser puntal. Aún así llegamos pronto si tenemos en cuenta la cantidad de gente que todavía no había aparecido por el Casino de la Exposición. Aprovechando que es Sevilla algunos recreadores tomaron coches de caballos para que los llevaran hasta el lugar del baile, para comenzar la velada como en la época. Había seguridad contratada con lo que pudimos respirar aliviados porque la gente podía vernos y hacer fotos si salíamos al exterior del salón del baile, pero no podía acosarnos ¡bien!. Cuando llegamos, después de saludar a un par de personas, entramos al casino para escribir nuestras tarjetas de presentación al baile. Inma (de Maria de Melo Collection) había contratado a un chambelán para presentarnos al entrar al baile, por lo que era necesario completarlas. Afortunadamente no fue complicado escribir con pluma y tinta en las tarjetas (pensé que me mancharía pero hubo suerte) y tras ello conocí a Miss Jane Austen, la muñeca de Bath que su chaperón había traído al baile de Sevilla. Esta muñeca es toda una viajera en cuanto a bailes regencia se refiere y, por lo que me contaron los malteses, se había excedido en la bebida más allá de lo que una señorita debería. Os invito a seguir las aventuras de esta Miss Jane Austen en Regency Friends Of Jane. Salimos fuera para encontrarnos con el resto de asistentes al baile, que poco a poco iban llegando. Cuando había bastante gente fuimos entrando de dos en dos al salón donde fuimos presentados por el chambelán a Inma, la anfitriona del baile. Entramos de las primeras y así pudimos pasear por el salón y cotillear a los invitados que iban entrando, dado que había viejas caras conocidas, pero también otras nuevas. Tras la llegada de todos los invitados nos llevaron hacia la sala de la fuente para brindarnos una representación homenaje a Zorrilla. Tengo que decir que esta es la parte que menos me gustó de la noche, y no porque no me gustara la representación, si a mí me gusta el teatro, sino por otro tipo de problemas más logísticos. El lugar era muy pequeño, así que mucha gente, si no estaba en primera fila o con suerte en las escaleras laterales, no podía ver. Yo estaba al fondo del todo y lo cierto es que como soy alta si pude ver casi toda la obra, aunque lo que si vi es que la señora de la limpieza (por entonces no tenía muy claro quién era) fue la que mejor se vio la representación, porque la vi arriba de las escaleras y desde ahí se ve todo perfectamente (así como yo la podía ver a ella mejor que a los actores). Otro de lso problemas es que la obra solo era en español, por lo que todos los invitados extranjeros (rusos, ingleses, malteses, holandeses, italianos…) no se podían enterar de lo que se decía. Si además a algún extranjero le tocó en la parte de atrás (y los hubo) donde no se veía, puedo considerar que, estar atrapado en una representación donde no ves ni entiendes lo que oyes, sea algo negativo. Pero además de estos dos puntos, tengo que añadir un tercero, y es que fue una representación muy larga teniendo en cuenta que: no había donde sentarse (menos los afortunados de las escaleras), y muchos llevábamos desde el día anterior sin descansar (todo el día de un sitio a otro, o bien de pie o bien andando constantemente), el mismo día habíamos estado desde las diez de la mañana hasta casi las tres de la tarde de nuevo sin parar, y todavía quedaba toda la noche por delante. Yo hubo un momento que estuve a punto de tirarme al suelo porque me daba algo si seguía de pie (lo que hice fue ponerme a andar y balancearme), es más, en el fondo se encontraron dos sillas que fueron muy útiles para dos damas que tampoco podían más. No sé cómo no hubo algún desmayo. Creo que un poquito más corta, o con una mejor logística la cosa hubiera sido diferente. Tras la representación (que fue muy aplaudida así que los que la vieron y oyeron/entendieron la debieron disfrutar muchas) hubo un brindis, o eso creo porque yo escape de ahí corriendo. He de decir que en Florencia también lo pase fatal cuando el concierto en la iglesia, pero al menos ahí estaba sentada y tenía la opción de descansar (o dormirme al ritmo que iban los músicos). Y una vez pasada esta parte pudo centrarme en el resto de la noche que fue perfecta, completísima, maravillosa. Sé que hay actividades que muchos no llegaron a disfrutar porque agotados se marcharon antes de que todo acabara, pero es que fue un baile completísimo (como veis no solo fue baile, tuvimos de todo, bueno, ahora iréis leyendo que tuvimos de todo porque por ahora solo hemos pasado la presentación del chambelán, la representación y brindis con la marquesa, y ahora seguimos. Tras el brindis los músicos comenzaron a tocar y empezó el baile. Yo me quedé sentadita (y además lo necesitaba) y dejé que otros comenzaran el baile. Pero cuando estuve algo repuesta me levanté y ahí es cuando la profesora de baile me cogió para bailar una de las piezas, y no aceptó un no por respuesta. El caso es que estoy más que agradecida de ese “secuestro” a traición porque me quitó el miedo del primer baile que siempre tengo, y tras ese baile siguieron otros con otras parejas. Solo necesito un empujoncito (y que no me duelan los pies) para ponerme a bailar. Que aunque no te sepas los pasos de baile como muchos de nosotros no hemos bailado esas piezas más que en una o dos ocasiones, no hay problema, y lo más que puedes conseguir son momentos de risa entre tus compañeros de baile. Y así, con esa libertad que da el no sentirse estresado en tener que hacerlo correcto uno disfruta mucho más del baile. Hubo un baile con un mariscal amigo que no hubo forma que el grupo de los ocho consiguiéramos pillarlo, ni siquiera cuando ya acababa, pero como todos íbamos perdidos no se notaban tanto los giros perdidos a lados incorrectos. No puedo contar mucho más del baile porque consiste en bailar, conversar, pasear, en definitiva, pasarlo bien toda la velada de época. Tras una hora y media de baile tuvimos la cena buffet, con el jamón de Extremadura como plato estrella (más que nada porque el resto de platos eran demasiado exquisitos para mi paladar). Tras la cena comenzó la segunda parte del baile, durante este momento salí fuera y descubrí que había gente disfrutando de la calidad noche de Sevilla y es que, pese estar a final de octubre, hacia tiempo veraniego. Los grupitos que paseaban por los jardines o estaban sentados en los bancos de piedra ya estaban formados así que decidí echar un vistazo al baile desde los ventanales. Y tengo que decir que la vista del salón de baile desde fuera tenía un toque mucho más romántico que desde dentro. Hay que tener en cuenta que tras los grandes ventanales de reflejaba la luz de las velas creando un juego de luces y sombras que no apreciaba desde el interior, la música atenuada se seguía oyendo mientras veías a los lejos a los bailarines danzar, tanto caballeros como damas ejecutaban elaborados pasos y saltitos con elegancia, mientras otras parejas paseaban alrededor de la sala charlando, abanicándose, o riendo. Era como ve una historia de época pasar delante de tus ojos, entonces abro las puertas de cristal y entro de nuevo a la sala de baile. Regreso al sitio donde están mis amigar y charlo un rato mientras, en un ataque de impulsividad agarro a a una amiga, la levanto de su silla y me la llevo a la pista de baile para bailar un baile, ella me dice que no ha visto los pasos pero yo le respondo la verdad, yo tampoco, pero no hay de qué preocuparse. Este baile son grupos de seis personas y de los seis solo un caballero se sabe los pasos del baile, y aunque intenta guiarnos no puedo decir que lo consiga en todos, hay alguno de cruzarse que no acabamos de pillar. En cualquier caso bailamos y nos reímos un rato. Tras ese baile buscamos a otra amiga y escapamos a la sala de fuente, que extrañamente está vacía. Aquí suele haber siempre parejas, es un rincón muy curioso para observar sin ser observado o bien para hacer cualquier cosa que no quieras que te vean hacer. Y jugamos a las poses de Las Tres Gracias. Así las horas del segundo baile pasan más rápido, pero el baile no acaba cuando termina la música, la cena, las charlas y las danzas. Tras el último baile la anfitriona del baile nos presenta a una cantante que nos va a deleitar con un extracto de la Ópera Carmen. Este tema, promovido por el gracioso chambelán, fue repetido y seguido por las palmas de los invitados al ser una de las partes más famosas y, por tanto, conocida por todos. Tras la ópera nos acercamos a la salita de la fuente donde la anfitriona nos iba a regalar otra sorpresa, una introducción sobre duelos y lucha de esgrima con diversas armas como el sable o el bastón. Esta vez los balcones fueron provistos de asientos y disfrutamos de una magnifica exhibición de dos caballeros luchando (creo que he compartido dos vídeos en la página de facebook del blog). La explicación fue muy interesante pero lo más llamativo fue la demostración, hubo quien se emocionó y no paró de gritar “bravo” , y es que el sonido y brillo de los metales al golpearse y los giros de los contrincantes le daba un toque canalla al baile. Según la explicación, según de donde fueran los caballeros tenían una forma de luchar diferente, a los españoles los llamaban bailarines porque se movían como danzando siempre buscando el toque del acero frente a los italianos que siempre luchaban de frente y prima la velocidad. Tras la exhibición nos fue servido el chocolate con buñuelos y galletas de té. Con respecto al año anterior hay que decir que el chocolate caliente entraba peor porque no hacía el frío que debería en esta época, pero en cambio se compensó ofreciendo algo tan típico como los buñuelos, que ya se vendían en la época. Y mientras tomamos el chocolate tenemos la presentación de la última actividad de la noche y despedida. Ya que estamos en Sevilla la anfitriona ha pensado que lo mejor es ofrecernos como broche final a tan magnífica velada, un bolero bailado. Así que nos sentamos a disfrutar del baile. Algunos ya se han marchado pero es que hay que tener en cuenta que ya es de madrugada y al día siguiente toca de nuevo madrugar (por una vez no he notado para nada el cambio de hora, eso es que necesita la hora de más). Nosotras no nos marchamos hasta que el bolero se termina, la gente empieza a despedirse y el salón de baile se cierra. Y después igual estuvimos media hora o más hasta que pudimos irnos (el tema de los taxis ya lo comenté y prefiero no volver a recordarlo, con deciros que un taxi en verde pasó de largo a todo un mariscal francés). Otra año tuvimos una noche fabulosa en el Regency Ball. Un éxito de baile, que si todo va bien, el próximo año se quiere celebrar en Sintra (Portugal).

Visita: Octubre 2017

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Vídeo: Extracto de baile en el Regency Ball Sevilla
Vídeo:

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Paseo por la Plaza España de Sevilla - España

Paseo por la Plaza España

Tras la demostración de duelos de la época nos dirigimos en grupo a dar un paseo por la Plaza de España de Sevilla, algo muy de la época eso de pasear para ver y ser visto. El lugar estaba justo al lado del Casino por lo que no tuvimos que andar mucho para llegar a la plaza. Debido al calor veraniego (si, no estáis leyendo mal, treinta y siete grados para mi es calor veraniego aunque sea 30 de octubre) y siendo casi las dos de la tarde, la plaza no tenía mucha gente y la que había estaba, sabiamente, a la sombra. Tal vez porque hacía mucho calor el primer lugar al que nos acercamos fue la fuente central, cuando te acercabas a ella el ambiente era refrescante y una vez allí nadie se quería mover. Tampoco es un mal lugar para poder observar a las damas lucirse bajo las sombrillas, a los caballeros acercándose a ellas, o a otras tantas parejas abanicándose, o discutiendo a donde dirigirse a continuación. Pese a que habían pasado veintitrés años desde la última vez que estuve en Sevilla recordaba perfectamente donde se encontraba el mural de Zaragoza y cuando un caballero de ahí me preguntó si nos acercábamos ahí no tuve muchas dudas en señalar la dirección que teníamos que seguir. Y ciertamente cuando llegamos vimos que había acertado y que el mural de Zaragoza estaba donde yo había indicado. Tras verlo (y hacer la fotografía de rigor, aunque sea algo anacrónico de decir) marchamos de Zaragoza hacia Madrid para hacer lo mismo por otra compañera de ahí. En nuestro paseo nos dimos cuenta que muchos de los españoles había decidido hacer eso de ir cada uno a la provincia de donde era, y saludamos a algunos durante el paseo de un sitio a otro. La plaza de España de Sevilla es un lugar tan bonito que un paseo por ella siempre apetece, algunas parejas decidieron coger una barca, el caballero remaba mientras la dama sujetaba bien la sombrilla para protegerse del poderoso sol. Luego regresamos para cruzar uno de los puentes mientras charlábamos animadamente y vimos a una de las parejas cruzar bajo el puente con su barca de remos. Me repito, ya lo sé, pero la plaza de España de Sevilla es un lugar tan bonito para pasear y lucirse, para ver y ser visto, que creo que todos nos entretuvimos más de lo necesario. Afortunadamente las damas íbamos con las útiles sombrillas de la época, el mejor invento para protegerse del sol de esas horas. Como el calor era insistente y ya era la hora de la comida, nos despedimos y terminamos el paseo para dirigirnos cada uno a su alojamiento para lugar ir a comer. Hacia el final un extranjero nos preguntó algo, pero no sobre nosotras o nuestros trajes. Debía ser de un país donde encontrase bastante gente vestida así no lo considera un espectáculo de circo o bien tenía una buena educación, la verdad es que fue muy agradable poder conversar con una persona sin tener que sentirse acosado (o que te digan en la distancia que vistes como una novia gitana).

Visita: Octubre 2017

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Duelos en Sevilla - España

Duelos en el Casino de la Exposición

Aún con la música sonando, y el baile todavía en vigor, comienza en la zona de la fuente la explicación/demostración sobre duelos. Ya en las mesas junto con el resto de accesorios que damas y caballeros habían depositado para poder bailar, podíamos encontrar notas de duelo. Una pareja de recreadores, también muy viajeros (me están empezando a dar envidia estos meses porque se han movido más que yo), son los encargados de la explicación en español y en inglés para los invitados rusos, ingleses, malteses, holandeses, italianos, etc. Tenemos una introducción sobre los duelos de la época, que eran de carácter privado y por temas de honor, y aunque había alguno entre dama, muy famoso, no era lo habitual, sino que eran los hombres los que se batían en duelo incluso por el honor de la dama. Y aunque los duelos eran de carácter privado tuvimos un vistazo de un duelo. En la sala un caballero español y ruso se cruzaron y el ruso no le saludó, el español lo consideró intolerable por lo que le entregó su tarjeta de presentación y le dijo que le enviaría a sus padrinos, a los que el ruso respondió con el mismo gesto. Dos de los caballeros asistentes eran los padrinos asignados por el español, y otros dos caballeros los padrinos del ruso. Los cuatro padrinos se reunieron para deliberar el tipo de duelo al que someterse tomando en consideración el nivel de la ofensa. Desgraciadamente desde nuestra ventanita no pudimos leer el documento con todos los tipos de duelos según ofensas pero tras una larga (o me lo pareció) deliberación, los padrinos se pusieron de acuerdo en que el honor sería saldado con un duelo a pistolas, donde no era necesario sangre, solo con el disparo ya se consideraría el honor restaurado. Así que cada padrino prepara las pistolas para un disparos, se las entregan a los duelistas. Cada caballero está uno frente a otro en cada lado del salón, cuando el director de campos así lo indique, han de contar cuatro pasos y entonces disparar. Los padrinos están cerca de los duelistas, el silencio es requerido. Los caballeros dan cuatro pasos y disparan sus pistolas, el silencio se rompe, se crea un alboroto alrededor del salón, ambos caballeros salen heridos pero el ruso está herido cerca del corazón, se acerca a sus padrinos, una dama grita a la esposa del ruso que corra hacia su esposo herido, mientras los padrinos lo atienden y vendan la zona herida. Ningún baile fue tan animado.

Visita: Octubre 2017

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Vídeo:Duelo de Pistolas - Regency Ball Sevilla

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Práctica de baile en Sevilla - España

Práctica de baile

Madrugamos para arreglarnos y ser puntuales a la práctica de baile regencia en el Casino de la exposición de Sevilla. El lugar puede que no fuera un palacio como el del año anterior en Madrid pero era muy espacioso para poder bailar sin problemas de espacio (como el año anterior) y sin problemas de resbalones por la alfombra del suelo (en este caso el suelo era sin alfombra). Durante la mañana no solo tendríamos práctica de baile sino que también tendríamos oportunidad de ver las exposiciones de los comerciantes y, si el bolsillo y el gusto nos lo permiten, comprar alguna cosilla. Lo primero que hice fue recorrer el lugar, con la luz de la mañana había rincones preciosos, como la misma entrada al salón. El lugar cuenta con altas columnas, y una entrada con grandes ventanales y puertas por las que entra la luz e ilumina escenas como los caballeros presentándose ante las damas antes de la recepción musical. La música comienza y las profesoras de baile dan las instrucciones en inglés, con una demostración práctica de cada baile comienzan las clases. Y con la confianza que da conocer a un compañero de recreación, le niego un baile. Tras el ajetreo del día anterior mis pies duelen y necesito descansar. Así que rechazo su ofrecimiento a bailar y durante unos cuantos bailes me mantengo sentada viendo al resto de bailarines. Ya me siento mejor así que me levanto y paseo para ver los sombreros, zapatillas, guantes, pendientes, medias, broches y demás accesorios que se muestran para la venta. Y luego decido pasear por esos rincones curiosos, como la sala con la fuente en medio, donde hay ventanas con celosías que dan una vista curiosa del lugar, y permiten coquetear. Así como unos balcones con ventanales que dan a la pista de baile, y que dejan ver el baile alejado, sin que nadie te vea como un observador. Los espejos antiguos también dan mucho juego, reflejando hermosas imágenes de los bailarines. Para matar el hambre hay polvorones de convento. Decido volver a la pista de baile e incorporarme a las clases, si te acercas no es muy difícil encontrar pareja para acabar formado grupo de cuatro, u ocho grupos y poder completar un baile. Me divertí bailando y conociendo gente nueva que no había ido al baile del año pasado. Y sin darme cuenta llegó el duelo entre caballeros.

Visita: Octubre 2017

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Vídeo: Práctica de baile Sevilla Regency Ball

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Sevilla misteriosa - España

Sevilla misteriosa y sus leyendas

Y el tour nocturno por Servilla misteriosa y sus leyendas también merece otra entrada aparte, y esta porque me gustó mucho. Al inicio no iba a asistir a la visita debido a que este era muy tarde, comenzada a las once de la noche porque la gente que iba a la actuación de flamenco también iba a ir a este tour, y ambas actividades no podían solaparse. Así que había que esperar a que unos terminaran para comenzar el tour. Eso implicaba que iba a acabar tarde, y dado que ya sé como son nuestros viajes de recreación histórica (y si habéis leído mi entrada sobre Sevilla lo sabréis) no paramos ni un momento y lo de descansar y dormir no está en el plan del viaje. Pero al final, pese a que me podía haber evitado esas horas extras, al final me apunte al tour y me alegré de hacerlo, porque fue muy entretenido y me gusto mucho. Como decía la visita guiada empezaba después del flamenco, si uno no iba al flamenco (como nosotras) pues iba a la puerta del local que era la zona de encuentro. Nuevamente fuimos las primeras en llegar, y bastante puntual llegó el guía, simpatiquísimo, se presentó y estuvo hablando con nosotros hasta que entré al local de flamenco a hacer de mala y sacarlos por la fuerza, porque llevábamos más de media hora de retraso (y esta vez no fue culpa del guía sino de la gente). Y si, no me importa reconocer que fui de mala, pero con el día agotador, lo que faltaba era llevar un buen rato con el guía presente y bastantes personas del grupo presentes y que el resto no saliera del local porque se lo toman con calma. Pero antes de entrar a ser la mala, el guía nos estuvo entreteniendo, vino vestido con un traje del principios del siglo XX, con su bigote bien peinado y hacia arriba, su reloj de cadena, dijo que era lo más cercano que pudo para mimetizarse con nosotros (muy de agradecer por su parte), nos contó que él hacia teatrillo medieval en festividades, y también que era profesor de instituto y que daba clase de historia, y que los viernes a última hora hacia la clase más amena y les contaba esas cosas interesantes de la historia, que no entran para examen pero que no les deja dormidos. Supongo que por eso supo mantenernos a todos entretenidos hasta el final de la noche con las historias y su forma de contarlas, que eso también hacia mucho, porque tenía mucha gracia contándolas. Como veis nos dio bastante tiempo para conocer la vida del guía hasta que por fin salimos. Muchos de los extranjeros se macharon y menos un par de personas prácticamente el resto éramos españoles (tampoco es que me sorprendiera) así que el guía que estaba contratado para los dos idiomas, lo que hizo fue dar la explicación en español y luego acercarse a las extranjeras para contarlo en inglés. El sitio desde donde salimos estaba muy cerca de la catedral así que pasamos junto a ella siguiendo al guía, cruzamos una puerta (no recuerdo el nombre) que nos llevó hasta una plaza, y ahí el guía nos contó algo sobre la historia de Sevilla y esos momentos de telenovela e intríngulis que a veces tiene. Seguimos la visita adentrándonos en las calles estrechas del barrio de Santa Cruz, hay que tener el cuenta que el barrio de Santa Cruz no solo son calles estrechas, algunas están cubiertas, otras flanqueadas por los naranjos, o patios abiertos tras la rejas de las ventanas. Debido a ello, a veces, cuando iba al final del grupo, veía imágenes sacadas de una época pasada, o las que uno puede rememorar de la opera de Carmen, que se construían con el paso mis compañeros, vestidos de época napoleónica, al entrar en las callejuelas apenas iluminadas. Y en estas calles laberínticas llenas de patios estaba la Judería. Por una de esas calles cubiertas llegamos a un rincón donde hay una casa con una calavera en cerámica, y otra con un verso. Es aquí donde el guía nos contó sobre la leyenda es la de la Susona, la bella hija de un jefe judío, que era amante de un militar cristiano. Al enterarse de que los judíos preparaban un complot, les traicionó avisando a su novio cristiano, y como consecuencia, hubo una gran matanza de judíos, en la que casi todos los miembros de su familia -menos ella- fueron muertos. Avergonzada por su traición la bella Susona pidió que a su muerte le cortaran la cabeza y la dejasen colgada como muestra de su arrepentimiento. Y así se hizo y se cuenta que su cabeza estuvo muchos años colgada. También pasamos por otros rincones, como en una plaza donde había dos salidas y los que salían por una calle vivían y los que elegían la otra morían. Desde entonces esas calles se llaman calle Vida y calle Muerte y hoy siguen teniendo en Sevilla tal denominación. O la calle Reinosa, o de los besos, porque los balcones de una y otra casa están tan cerca que los vecinos pueden besarse. Un par de parejas de recreadores se besó en esa calle, para hacer recreación de la historia. También pasamos junto a la muralla que nos llevó a la Reja del diablo. Este nombre hace referencia a una ventana enrejada, esta ventana se protege con unos nudos de hierro que unen sus barrotes. Su peculiar nombre se debe a que su construcción es tan laboriosa que se decía que solo con ayuda del diablo se podía hacer, puesto que es una reja machihembrada en la cual cada barrote ensarta unos y es ensartada a su vez por otros, de ahí que existan pocos ejemplos por el mundo. Y de aquí pasamos a la calle Barrabás, donde el guía, con más salero que yo, nos contó la leyenda de que en la calle vivía la noble familia de los Melgarejo y en la casa familiar viviando don Fernando Ortiz de Melgarejo, Caballero de noble apellido. El tal don Fernando no era precisamente un santo, ya que sus aficiones favoritas eran el juego, el vino, las pendencias y los amoríos. Además, se trataba de una persona de mal carácter, que consideraba al resto del mundo de categoría inferior a la suya. Se casó con doña Luisa Maldonado, de noble familia, pero no renunció a aventuras extraconyugales, teniendo amoríos con doña Dorotea Sandoval, dama de alta cuna y también casada. Este hecho, en aquella época, era relativamente frecuente y hasta tolerado, pero la soberbia de don Fernando le llevó a alquilar un balcón en una calle principal y con ocasión la procesión del Corpus, y apareció en él acompañado de doña Dorotea, en un alarde de exhibicionismo ante tan sacro acontecimiento, de forma que se escandalizó toda la ciudad. Al día siguiente, el suceso era la comidilla en toda Sevilla llegando, como es natural, a oídos de la esposa, doña Luisa. la engañada mandó envenenar a la amante de su marido, para vengarse de la vergüenza (que por supuesto la tomo con la mujer y no con el marido). El de Melgarejo, más que lamentar la muerte de su amante, montó en cólera ante la osadía de su mujer, hasta el punto de mandar que la asesinaran. Y se dice que el esposo de la amante asesinada por la esposa de Melgarejo le tenía ganas a este, por lo que contrato a alguien para matarlo, y que en el regreso de uno de sus amoríos acabó acuchillado a muerte justo en la calle Barrábas (cerca del palacio Perkins) y que desde entonces el espíritu de tan mal tipo anda todavía por esa zona. Y comentó que la casa de donde el tipo salía justo antes de morir ahora está abandonada, y que aunque empezaron a renovar la parte baja, en una semana fue abandonada de nuevo. El guía nos invitó a mirar por un agujero de la ventana el interior de la casa abandonada por si veíamos al espectro. No pude evitar recordar ese almacén abandonado en pleno barrio francés en Nueva Orleans y que no hay forma de restaurar porque los trabajadores huyen diciendo que está embrujado. Pero claro, cuando se habla de una casa embrujada, lo mismo da que sea en el interior de Sevilla como en Nueva Orleans. Finalmente el guía nos llevó a donde hay una gran cruz en la pared, nos comentó su historia y después, como estábamos ya perdidos, nos acompañó hasta la catedral para que supiéramos orientarnos cada uno a nuestro alojamiento. Una noche de lo más entretenida (yo no sé contar las historias con el mismo interés y divertimento que el guía que tuvimos).

Visita: Octubre 2017

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Casa de la contratacion de Sevilla - España

Casa de la contratación

La visita a la casa de la Contratación merecía una entrada aparte por varias razones; por un lado aunque es una visita reducida es uno de los jardines islámicos más antiguos de los que se conocen en España, además de curioso, por otro lado es un sitio poco conocido dado que es un edificio del Gobierno, y estos lugares no están muy promovidos turísticamente dado que es un lugar de trabajo de funcionarios (hay rincones así por toda España y es una suerte llegar a descubrirlos), y otro motivo es que se descubrió de la misma forma que se descubren las cosas en España; por pura casualidad haciendo obras nuevas. Para comenzar hay que indicar que de la Casa de la Contratación no queda nada más que algunos muros, no porque el edificio no tuviera historia sino por lo típico en España: en auge de obra nueva, lo viejo se tira y/o destruye. Al entrar hay un control de seguridad, y como teníamos registrada la visita cuando entramos con el guía no hubo que explicar nada, aunque fuimos la atracción de la gente que todavía estaba trabajando ahí. El guía nos hace pasar directamente al jardín, y nos colocamos bajos la zona de sombra del pórtico, desde aquí podemos ver el jardín de frente, que tiene forma de crucero, con una fuente en el centro y adornado con parretes decorados. Si vemos el jardín pegados al muro del portico podemos comprobar que el jardín tiene, efectivamente, un aspecto mozárabe. Si nos fijamos en los arcos podemos observar unos más pequeños, otros más grandes y los adornos con figuras y plantas en algunos capitales que se conservan. Es fácil distinguir la parte que ha sido reconstruida y la parte antigua, aquí nos indica el guía que no se sabía que se conservara el jardín de un palacio del reino de Taifas, pero que al hacer unas obras aparecieron los resto y se reconstruyó lo que había sido este jardín palaciego, incluso yendo a las escombreras a buscar piezas originales que habían sido desechadas en las obras. Son estos tesoros ocultos que todavía hoy siguen saliendo cuando uno derriba algo en España que hace que tenga tanto interés la visita. Sin las obras podría haber estado años oculto de nuestra vista. La parte donde nos amontonamos, a la sombra, es la que está colindante a los muros del Alcázar. Y junto a esta zona más árabes nos encontramos con el resto del edificio que rodea el jardín que es más moderna, con galerías de madera, tejados y decoraciones con cerámica. En su extensa explicación el guía también comentó que el jardín eran dos superpuestos, uno más antiguo (no recuerdo de cuando) y otro más moderno de los almohades. En el pórtico se reconstruyó el acceso bajo triple arcada porque los palacios en la época islámica estaban colocados alrededor de un patio. Por lo que las salas rodeando al jardín con su pórtico de arcos os lo que entonces se llamaría palacio. El jardín y el pórtico están llenos de pequeños detalles que sabría describir, pero que si observáis las fotografías se puede ver un conjunto muy completo para haber casi desaparecido por las obras. 

Visita: Octubre 2017

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Sevilla - España

Sevilla

Me ha costado decidir cómo hacer la entrada de estos tres días de escapada a Sevilla, el motivo es porque ha sido un viaje muy combinado, haciendo un montón que me gustan pero que a la hora de escribir suelo hacer de forma distinta, por un lado las visitas de viajes, y por otro la recreación y sus actividades. Pero esta vez se ha mezclado todo de tal manera que una cosa va de la mano de la otra. En esta entrada haré como cuando viajo a una ciudad, describiré mi recorrido por Sevilla en esos tres días. Y luego ya haré alguna entrada específica sobre alguna de las actividades de la recreación histórica. Fueron tres días intensos de levantarse a las siete de la mañana y acabar a la una o más de la madrugada, y todo el día sin parar. El jueves llegué a Sevilla en ave(tren alta velocidad) desde Zaragoza y lo sorprendente que un jueves por la mañana y sin ser víspera de festivo o puente el tren ¡estaba completo!, como que eran dos trenes juntos. Últimamente da igual cuando coja el tren, siempre está abarrotado. Pero el jueves me lo tomé de reposo (menos mal) y el viernes comenzamos el día quedando antes de las diez de la mañana en la torre del Oro. Fuimos muy puntuales, durante todos los días, los que en Sevilla no es muy inteligente, porque nos tocó esperar muchísimo. El domingo los extranjeros ya decían “hora española” cuando llevábamos casi una hora de retraso para una visita. Una amiga llegó por el jueves por la mañana por lo que le dio tiempo de visitar el Palacio de Pilatos y el Palacio de Dueñas, de estos dos, el de Pilatos no lo había visto pero tras ver las fotografías es una visita recomendada en Sevilla si se tiene tiempo, eso sí, la visita guiada diaria también le comenzó con retraso, debe ser cosa de esa ciudad, porque nunca he vivido tanto retraso seguido y tenía pinto de ser marca de la tierra. Como llegamos pronto a la Torre del Oro nos dio tiempo para socializar con el resto de recreadores, muchos llegaría ese día por la noche pero otros había aprovechado para cogerse vacaciones y hacer turismo, así que se notó que éramos menos gente en este recorrido por Sevilla. Finalmente una hora más tarde de lo previsto cogimos un barco para hacer un crucero por el Guadalquivir. Afortunadamente el barco tenía techo lo que nos evitó el sol de finales de octubre (preocupada de que llegaran por fin las lluvias que este año no han llegado al final tuvimos unos 35-37 grados lo que traducido en ropa de época napoleónica de día significa pasar calor. Aunque eché algún vistazo a las vistas de vez en cuando lo cierto que en el crucero no hice mucho caso porque estuve entretenida poniéndonos al día con la gente mientras la organizadora del evento nos daba vino y jamón de Extremadura (la organizadora tiene la sede de su empresa en Extremadura, así que siempre disfrutamos productos típicos de su tierra). Tras el recorrido por el Guadalquivir nos juntamos en dos grupos, uno con guía en inglés y otro con guía en español. Nos fuimos con el guía en español que desde la torre del Oro nos dio un recorrido por la ciudad hasta llevarnos a la Casa de contratación, el guía explicaba muchísimo sobre la historia del lugar y me acordé de mis amigas extremeñas con las que viajo a veces porque ellas hubieran disfrutado mucho de la visita, me recordó un poco al guía que tuvimos en Ollantaytambo en Perú, ese hombre sabía muchísimo. Tengo que agradecer a Gonzalo de la Casa de Extremadura toda la ayuda que brindó a Maria de Melo Collection, la organizadora del evento, por conseguirnos esos guías y el acceso a la casa de la contratación vestidos de época. El uso administrativo no permite el libre acceso a este lugar, no es que sea un acceso muy complicado, pero sí limitado, es como visitar turísticamente el Gobierno de Aragón en Zaragoza. Y si le sumamos que la gente no entiende que no vas disfrazado sino vestido de época, pues aún más difícil. Cuando visitamos los Reales Alcazares (gracias también a Inma de Maria de Melo y a Gonzalo de la Casa de Extremadura en Sevilla) la de seguridad que nos abrió la puerta dijo por sus walkies (entra un grupo disfrazado por la puerta x). Si fuera un disfraz no sería tan complicado vestirse, ni llevaríamos tantas cosas, como siempre se ha dicho, el diablo está en los detalles, y uno puede ver claramente una diferencia entre disfraz y traje de época, porque pese a los errores que unos u otros puedan cometer el trabajo es muy diferente. Y además, si fuera disfrazada, ¡no pasaría tanto calor!. Volviendo a la casa de la contratación, lo que pudimos ver, llegamos tarde, era el patio y el jardín, que es lo más interesante dado que de la antigua casa de contratación no queda nada pero en la actual sede de las consejerías de Gobernación y Justicia se conserva en su interior uno de los jardines islámicos más antiguos de cuantos se conocen en España. Según nos contó el guía descubrieron ese jardín de crucero de época musulmana del cual se conservaban los parterres decorados con arquillos ciegos y parte de los pórticos norte y sur, de casualidad cuando se realizaba una obra. Es más, comentó que tuvieron que ir a la escombrera a recoger piedras originales que se habían tirado durante la obra porque no sabían que se conservaba eso ahí, me recordó un poco al teatro romano de Zaragoza, que hasta que no derribaron el edificio bajo el que estaba no se descubrió que ahí quedaban restos originales (y bastantes resto), a algunos del grupo les sorprendió pero tal vez porque en Zaragoza ya lo vivimos a mí no me sorprendió tanto, eso de construir encima es algo típico y en ocasiones se construyó sin llegar a derribar lo ya construido anteriormente. Tras ver el patio y el jardín salimos en dirección al Archivo de Indias, junto a la fuente que hay frente a la entrada tuvimos otra explicación y creo que no lo había dicho antes, pero con el sol de Sevilla en esas fechas todas hicimos muy buen uso de las sombrillas, si es que las mujeres de entonces eran muy listas, que buen uso le sacamos todas a las sombrillas, lástima de los caballeros que no llevaban sombrero de paja (por el calor que dan el resto). Para entrar tuvimos que pasar el control, y meter las sombrillas fue muy “divertido”, visitamos el patio, que tiene un estilo completamente diferente a lo que estábamos viendo en Sevilla, pero que con la sombra se estaba muy bien, y luego subimos las majestuosos escaleras para ver el resto del archivo que tenía una exposición sobre el río Guadalquivir y su historia a su paso por Sevilla. Finalizamos aquí la visita. Unos se fueron a comer a la Casa de la Extremadura, nosotras nos fuimos a comer de tapeo, porque quitando el salmorejo y el gazpacho el resto de cosillas que puedo encontrar por el sur me gustan mucho, así que a disfrutar del tapeo en Sevilla (nota: las tapas y media raciones en Sevilla no tienen anda que ver con las de Zaragoza, con unas comes, con las otras no llega ni a aperitivo). Cuando tomamos el cafe7postre unas chicas emocionadas nos pidieron una fotografía porque estudiaban filología inglesa y les parecíamos sacadas de un libro, y eso que no se tropezaron con los ingleses y la Miss Janes Austen Doll (ya os explicaré en otra entrada). Y sin descansar nos acercamos al Hotel Alfonso XIII donde habíamos quedado para tomar el té y merienda de la tarde. Para no variar fuimos las primeras y nos tocó esperar. Al final, dadas las horas a las que llegó el resto del grupo solo entramos a ver el hotel por dentro y luego salimos para ir andando hasta un museo donde teníamos visita. Debido a los retrasos en el hotel nos encontramos con dos opciones, quedarse tomar algo o irse al museo, los españoles, no todos pero sí la mayoría nos fuimos al museo tras ver el hotel por dentro, los extranjeros y algún español se quedó tomando algo en el hotel. Como decía salimos del hotel y fuimos andando a través del Parque María Luisa hasta el Museo de Artes y costumbres de Sevilla, que pro fuera tiene esa arquitectura tan característica de Sevilla y por dentro tenía salas muy interesantes, aunque lo mejor la bodega para conseguir agua y más agua (a estas alturas ya estábamos deshidratados), tras la visita terminamos de ver el parque y nos dirigimos hacia el apartamento para quitarnos capas (de noche ya te puedes quitar ropa) y cenar de tapas mientras algunos se apuntaron a la cena en el tablao de flamenco (a los extranjeros les encanta eso). Y tras terminar de cenar nos acercamos ahí donde comenzaríamos con la visita nocturna de leyendas de Sevilla. Por la noche no hizo ni una pizca de frio, fuimos de manga corta hasta la una de la madrugada, y estamos a finales de octubre. Vimos iluminados la catedral, la giralda, el ayuntamiento, las murallas, y recorrimos el barrio de Santa Cruz. Para no variar la visita comenzó tarde, y esta vez no fue porque el guía llegara tarde, sino por el resto del grupo. Pero mientras esperábamos estuvimos entretenidos con el guía que fue el más entretenido de todos los que tuvimos, pese a los cansados que estábamos nos hizo una visita por las leyendas de Sevilla muy entretenida que nos gustó muchísimos, y además como le habían dicho que íbamos de época él se vistió lo más cercano que pudo, con ropa de inicio del siglo veinte, con el bigote bien arregladito, con lo que no desentonaba con nosotros, la mayoría de extranjeros estaban muy cansados y solo se quedaron dos, lo que facilitó su labor (dado que el mismo hacia la visita en español e inglés). Al finalizar la visita nos acercó a la catedral para que todos supiéramos orientarnos y volver a nuestros alojamientos. Al día siguiente otra a las siete de la mañana para a las diez estar en el casino de la exposición para disfrutar de las actividades, empezamos con mal pie con los taxistas, pero es que lo que los taxis en Sevilla no tiene nombre, no me puedo creer que sea tan complicado coger un taxi en Sevilla, pero lo es, y mucho, y aunque estábamos bastante céntricas tras todo el día sin parar y con ropa de época pues al final pagas por un taxi como si te fuera la vida en ello. Pero que tengas que buscar en google maps de tu móvil cómo llegar al Casino de la Exposición porque el taxista ni conocía la dirección ni el lugar ya fue rozar lo ridículo (que Madrid en mucho más grande y nunca he tenido que buscarles yo cómo llegar a los sitios) pero que además estés en una parada de taxis, cuatro personas y un niño de dos años, todos vestidos de época, con sombrillas, turbantes, sombreros, y demás armatostes y que el taxista en vez de llevarte a donde les dices te señale donde coger el tranvía, eso ya fue algo que me dejo sin palabras, que la carrera fueron casi diez euros y en Zaragoza ir de mi casa a la estación de tren con maleta me cuesta menos que eso y no vivo cerca, ¿en serio no ves que necesitamos ir en taxi?. En fin, cosas que pasan. La mañana del sábado la pasamos en la clase de baile y sobre duelos en el Casino de exposición, y luego nos fuimos paseando a la Plaza de España. Habían pasado veintitrés años desde la última vez que estuve y en cambio recordaba perfectamente donde estaba Zaragoza (si, los españoles nos hicimos todos fotografías en nuestra provincia (Oviedo, La Coruña, Madrid, Logroño, etc). Tras el paseo nos fuimos a comer y a cambiarnos porque por la tarde teníamos el baile (y todas sus actividades) en el Casino de la Exposición. Para no variar comenzamos tarde, menos mal que ya nos lo sabíamos y esta vez descansamos algo antes de vestirnos y salir. Aquí conocí a Miss Jane Austen, la muñeca que con motivo del centenario de la muerte de Jane Austen los ingleses van llevándola de Bath a diversos sitios del mundo donde hay un baile de época. Por supuesto Miss Jane Austen no se iba a perder un baile en Sevilla de mano de sus chaperones. Pero sobre las actividades del sábado mañana y tarde hablaré en otra entrada más centrada en la recreación histórica que en la visita turística a Sevilla. A eso de la una de la madrugada o así acabamos el baile y tras una terrible larga espera por parte de mucho de conseguir un taxi libre (otra vez mala suerte con los taxis de Sevilla) y tras ver correr a un mariscal francés napoleónico para coger un taxi y que este pasara olímpicamente de él, regresamos a nuestro alojamiento y al día siguiente volvimos a levantarnos pronto para poder llegar puntuales a visitar los Reales alcázares de Sevilla vestidos de época. En vez de entrar por la puerta usual Gonzalo de la Casa de Extremadura en Sevilla consiguió entráramos por una puerta que da a los jardines, aunque para no variar, la cosa fue con retraso (aquí es cuando con el tema de la hora los extranjeros dijeron, “será hora española”, y que malo me sabe las generalizaciones, pero ciertamente en Sevilla no les pidas prisas porque se parecen a los mexicanos y su “ahorita” que eso de ahora pasa a ser semanas si les dejas. Ni siquiera conseguimos tapear con rapidez ni una sola vez. Me quedó claro que en Sevilla van a otro ritmo. En cualquier caso entramos a los Reales Alcázares de Sevilla que son preciosos, una joya que visitar, tal vez por eso y al ser domingo estaba abarrotado de turistas, así que no pudimos disfrutar tanto del lugar, porque otra de las cosas que me encontré en Sevilla es que son muy, pero que muy pesados, después de más de treintena de veces que me preguntaron por el motivo de vestirnos así, que donde actuábamos, o donde se podía ver ya es que contestabas hasta borde, pero ¡que perdíamos al guía!, que yo estaba de visita con mi grupo, con un guía y no para discursos y preguntas de veinte personas que me rodeen. Y he hecho recreación por muchos lugares y esto solo me ha pasado en Sevilla. Y lo peor, que aún encima no escuchan, porque como ya una vez perdimos a la guía ya dices, es un evento privado, y aún te preguntan dónde verlo ¿Qué parte de privado no has entendido?. Horrible. Yo suelo ser paciente y el domingo estuve a punto de pegarle a alguien. Me encantó la guía del domingo que uno le preguntó, pensando que éramos todos extranjeros, que qué era eso y le dijo: es una visita en grupo, simplemente van vestido de época. Ole. Más claro imposible. Ni recreación, ni históricas. Un grupo turístico vestido de época, y déjanos en paz. El domingo la visita la hicimos con la guía en inglés, dejamos al grupo español, que era más grande y como a la guía se le entendía perfectamente, decidimos cambiar. Esta guía era mucho más rápida que el otro, pero se agradece porque a estar alturas ya estábamos muy cansados de tantas actividades y no parar en tres días. Como decía entramos por los jardines de Murillo, pasamos por los jardines del poeta y visitamos el Pabellón de Carlos V, y luego ya me pierdo con la cantidad de rincones que visitamos. Recuerdo que estuvimos en el palacio gótico: Patio del Crucero, Salón de los Tapices y Capilla, Sala de las Bóvedas y Baños Doña María de Padilla. Sobre todo recuerdo los baños porque me recordaron a la cisterna de Estambul pero con tanta gente no había ni hueco para mirarlo con detenimiento. Y también el Palacio del Rey Don Pedro: Patio de las Doncellas, Alcoba Real, Salón de los Pasos Perdidos, Salón del Techo de Carlos V , Sala de los Infantes , Salón de los Embajadores , Salón del Techo de Felipe II, Sala de los Reyes Católicos , Patio de las Muñecas ,Escalera al Cuarto Real Alto, rincones preciosos que recordaba de cuando les organice el viaje a Sevilla a mis padres y mis tíos no hace tantos años. Seguro visitamos más rincones, pero mi memoria no da para más. Perdí un precioso momento de tiempo libre para ir al baño, en el que quería sentarme y descansar. Lo perdí porque les explique a los pesados que hacíamos. Pero a medida que paso el día ya entramos en modo “al próximo que pregunte le mordemos”. O como dijo una amiga, “de aquí al apartamento que no son ni dos metros alguien más me pregunte, le digo que voy a invocar al maligno”, y efectivamente, justo en la puerta del alojamiento nos gritaron la pregunta, pues nada, tuvieron su respuesta y nos metimos a nuestros alojamiento. Cuando la guía salió de los reales alcázares teníamos la opción de seguir visitando los alcázares, que debido a que la visita es con guía y a la cantidad de turistas que había dentro no pudimos ver con detalle ni disfrutar a conciencia, o bien seguirla en un recorrido turístico por el barrio de Santa Cruz, pero esta vez de día. Nosotras seguimos a la guía por el barrio, donde recorrimos los mismo lugares y calles que durante la visita nocturna, solo que la historia era distinta. Y ya en la plaza donde la giralda nos despedimos para comer en una hora y volver a encontrarnos para visitar, con los guías, la catedral de Sevilla. En la catedral no podías aceptar hacernos fotografías con la gente que nos lo pidiera ni los hombres podían tener la cabeza cubierta. Por lo de las fotografías no hay problema, mi límite de tolerancia en Sevilla estaba agotándose, así que mejor tener una excusa. Entramos primero al patio de los naranjos, donde pudimos ver las diversas puertas de acceso. Me quedé con la duda sobre el reloj de sol sorbe una de las puertas porque la figura que estaba sobre el reloj me recordaba mucho a las figuras que había visto en América. Dejamos atrás el pario y sus puestas para entrar dentro de la catedral, que no tiene una zona central. La catedral es inmensa, yo ya no la recordaba de la última vez, solo recordaba la subida a la Giralda. Tuvimos un recorrido bastante por completo por la catedral, que tiene diversos estilos dentro de sí misma. En la nave central se ubican el coro, rodeado por órganos de grandes dimensiones y la Capilla Mayor, que cuenta con cuatro plantas y alberga el retablo mayor. Luego vimos La Tumba de Cristóbal Colon, del siglo XIX, está situada tras la puerta del Príncipe, junto a la capilla de la Virgen de la antigua, en el lateral un enorme pintura mural de san Cristóbal. La guía se metió en arenas movedizas con el tema de la nacionalidad de Cristóbal Colon, con la de temas que se pueden comentar que sean menos peliagudos, pero en seguida pasamos a más temas. Detrás del altar Mayor está la Capilla Real, renacentista. A la derecha la capilla de San Pedro, donde destacan las pinturas de Zurbarán y a la izquierda la capilla del Cristo de San Pablo. Junto a la puerta de las Campanillas , la capillita de Santa Justa y Rufina, protectoras de la Giralda. En otra zona está la Capilla de Mariscal, la sala Capitular con obras de Murillo en su bóveda, la Sacristía Mayor, l a Capilla de San Andrés, la Sacristía de los Cálices, se accede por la capilla anterior, donde se exponen los mejores cuadros de la Catedral, destacando el lienzo de Goya, “Santa Justa y Rufina” y el cuadro del Cristo Crucificado de Zurbarán. En el trascoro están las capillas llamadas de Alabastro, luego en otra zona está :la capilla Bautismal o de San Antonio, con bellas pinturas, como la Visión de San Antonio y el Bautismo de Jesús de Murillo, los tesoros de la catedral, y así un sinfín de salas y capillas de diversos estilos. Muchísima gente dentro, pero como decía, era domingo, por lo que no es el día más tranquilo. Y como esta guía era más rápida que el otro, tuvimos el tiempo y la opción de subir a la Giralda, sé que al menos dos personas lo hicieron, yo no lo hice porque había mucha gente y ya lo había hecho hace veintitrés años, y es otra de las cosas que recuerdo de ese viaje. Como podéis ver en tres días no paramos de visitar lugares interesantes de Sevilla con guías de excepción y vestidos de época, han sido tres días extraordinarios gracias a Maria de Melo Collection, que lo ha bordado con este evento. Y con esto acaba la visita turística a Sevilla, luego tendréis entradas especificas sobre las actividades de la recreación (bailes, duelos, opera, etc). Digamos que esta entrada solo es el aperitivo de las próximas.

Visita: Octubre 2017

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V Recreacion del Sitio de Tarifa

V Recreación Histórica del Sitio de Tarifa

El primer evento de la recreación de Tarifa era la apertura del campamento, el día amaneció malo y los pronósticos en los últimos días eran de lluvia así que no se acercó mucha gente. El campamento tampoco era muy grande, en el estaban solo los polacos, aunque también es cierto que el campamento de la recreación de este mismo año en Zaragoza aún fue más pequeño todavía (aunque el de hacía dos años había sido más grande). Luego comenzó el camino hasta la alameda, donde se reunieron todos los grupos recreados, las autoridades y el regimiento Cantabria desfilo hasta el castillo de Tarifa donde colocaron sobre una de las torres la bandera de España, igual que el resto del evento era un desfile por la ciudad que terminaba en la iglesia donde alzaron las banderas de los países participantes en el evento a la vez que sonaba su himno nacional, en fin, la parte más política y que menos me gusta de las recreaciones de este tipo. En el desfile me dijeron que fuera con el pueblo, que era el grupo de arrabal de puntuales de Cádiz, las mujeres del grupo fueron muy majas conmigo y también Pepe el bandolero con quien ya había coincidido en la recreación de Madrid. Estábamos acabando el desfile y llegando a la calle frente a la iglesia donde iba a ser el discurso y las salvas de honor cuando comenzó a llover. Y no es que lloviera poquito y rápido sino que llegado un momento cayó tanta agua y con tanta fuerza que el pueblo y parte del ejército francés que iba delante acabamos refugiados bajo el techo del puesto de periódicos, la tienda de ropa de la calle, etc. Porque caía un agua, y bajo la lluvia las autoridades seguían y seguían hablando, que largo se me hicieron todos los discursos. Al finalizar el acto me fui directa a mi hostal, que afortunadamente estaba al lado, a cambiarme las medias y los zapatos y coger un manto porque estaba empapada y tenía los pies arrugados del agua que me había calado. Tras eso fui a picotear algo de comer. Con respecto a las comidas la asociación histórico cultural tarifa 1812 me ofreció vales para desayunar, comer y cenar, pero yo no desayuno y los de la comida y cena se los devolví sin usar a la asociación el mismo día del evento a través de chan el monje de la recreación porque por principios me negaba a ello, pagaría por mis gastos como hice en Madrid con el metro y demás gastos. Aunque el domingo al final el picote de la comida me salió gratis porque el dueño del lugar que me había visto ir a comer, cenar y comer con todos los demás recreadores, vestida y que era la única que pedía otra cosa y pagaba su comida y bebida, le extraño y, como conocía a uno de los de la asociación que me invitaron en Madrid a ir a Tarifa y que se preocuparon en todo momento porque mi estancia fuera agradable y nunca dejarme sola, pues se acercó y preguntó que por qué yo pagaba todo si iba vestida de época y participaba en la recreación, así que le explicaron y dijo que esa comida me invitaba la cas ay no hubo forma de pagarle, así que todo mi agradecimiento a la hospitalidad tarifeña (por cierto, no soy de mezclas pero la tapa de salmón y queso bree estaba exquisita). Después de comer el sábado por la tarde dejó de llover e hizo una tarde y una noche buenísima, hacia hasta calor, por lo que aunque nublado la recreación se pudo hacer sin tanto problema, pues el hándicap de la lluvia es que a los recreadores se les moja la pólvora y ya no consiguen disparar. En la recreación de por la tarde solo desfile tras el Cantabria hasta las murallas de la ciudad, aunque me separé a señalar a una compañera de recreación donde tenía su grupo y casi no consigo llegar a las murallas, pero como me dijeron que históricamente en Tarifa las mujeres fueron trasladas a la isla de las palomas para protección en este caso, en contra de lo que pasó en Zaragoza o Madrid, una dama no pintaba mucho así que una vez iban a comenzar la recreación salía por donde echaron al público (que no había más que meterse por medio ignorando las vallas) y subí hasta las murallas que son el mejor sitio para ver toda la recreación. Lógicamente como estuve hasta el último momento con los recreadores cuando subí a las murallas ya había un montón de gente, por suerte soy alta y tengo los brazos largos así que conseguí vistas de lo que pasaba por un lado, donde estaban los españoles, ingleses de Gibraltar e irlandeses, con el monje bendiciéndolos mientras se preparaban para la batalla y a general Copons dirigiendo la batalla, luego a medida que el ejército avanzaba y bajaba de las murallas hacia la costa me dirigí hacia el otro lado de la muralla donde podía ver la esquina junto a la torre donde estaba el cañón y luego el montículo de hierba y arboles hasta la costa donde estaban los franceses y polacos, desde ahí tuve una vista perfecta del ataque entre ambos ejércitos, que si no hubiera espectadores con el mar de fondo hubiera sido un viaje al pasado pero aún así el lugar es espectacular, muy bonito, aunque el problema de las plantas es que los bomberos tuvieron que apagar un fuego que se inició durante la recreación. Luego, a medida que los españoles e irlandeses hacían retirad ay el ejército francés y polaco avanzaba por los dos flancos volví al otro lado y encontré un hueco para ver cómo iban cayendo soldados heridos y los llevaban hasta el médico y como se enfrentaron en un momento el ejército cuerpo a cuerpo hasta que los aliados se tuvieron que retirar ante el avance francés. Por cierto, a mi lado casi todo eran turistas extranjeros por el inglés y alemán que hablan entre ellos. Al día siguiente el campamento tuvo más visitante pero es que amaneció soleado y hasta la hora de la comida no llovió. Es más, hizo demasiado calor. Tanto en la recreación del sábado como del domingo un locutor te iba contando los acontecimientos de la batalla, como en Waterloo, lo que estaba muy bien para saber un poco más que es lo que está pasando y quien es quien, porque si vas pero no participas es muy fácil no entender lo que se está viendo. El domingo si participé en la recreación pues cambié el traje al de la época pero de mi tierra, de Aragón, por lo que me uní a las mujeres del pueblo que eran enfermeras, dado que según me dijeron históricamente el pueblo no luchó, como en Zaragoza, sino que se encargó delos heridos y enfermos. Me dieron varios paños para poder vender a los heridos, eso sí, mucho herido pero excepto a uno nadie tuvo que ser operado y nadie se nos murió, pero es que la recreación del domingo era mucho más interesante, igual no tanto para el público, que no debía tener mucha visibilidad, pero si para los recreadores, dado que era una división de la plaza, donde la muralla estaba rota, en lo alto de la muralla un regimiento disparando, abajo entre una muralla de madera y paja el resto del ejercito a un lado, con los músicos al fondo tocando sin parar durante la lucha, y en una esquina tras el muro de una casa la zona de enfermería con las mujeres y el médico, y al otro lado los polacos y los franceses atacando para entrar al pueblo. Hubo un momento que hasta tuvimos prisioneros a un francés y un polaco y como dijo el médico, fuimos solidarios y les atendimos sus heridas y les dimos de beber. Debido al intenso calor y la batalla (me contó un recreador que lo me más le gusta es en la batalla sentir el arma caliente bajo sus manos después de un disparo, por lo que tras varios disparos entre el calor de la ropa y el del fuego la batalla en sí ya da calor), las aguadoras y cantineras no pararon en su trabajo de repartir agua fresca a los soldados en la batalla. Me contaron que el año anterior no tenían escaleras para subir a la muralla y que tenían que pasar por las casas de los vecinos para poder saltar por la ventana y llegar a la muralla, mientras el que me lo contaba decía que claro, no era serio eso de cruzar toda la casa de un vecino hasta la ventana para llegar a la muralla yo contesté que no, que así era más auténtico, dado que en la época seguro que también hubo momentos en los que los soldados tuvieron que recorrer las casas para poder llegar a las murallas y defender la ciudad de la invasión francesa, que no consiguieron llegar (por cierto, históricamente a los franceses también les llovió cuando iban a atacar Tarifa y fue uno de los factores para su pérdida). Al final de la batalla hubo otra vez discursos y entrega de medallas por el alcalde vestido de época con un retrato de Fernando VII al fondo, dos maceros custodiándolo y una lectura y jura de la constitución española de 1812. En fin, que es necesario porque el ayuntamiento seguro gasta dinero para la recreación pero la parte de discursos, medallas y demás es la que menos me atrae de las recreaciones militares en España, pero como dijo el fotógrafo que conocí en la recreación del baile de la duquesa de Richmond en Bruselas, cuando Waterloo, y que estaba también en Tarifa; es algo obligado en todo el mundo a la hora de hacer una recreación en un espacio público y para el público. Así que nada, eso es lo que hay, por eso son mejores las civiles a las que voy fuera de España. Cuando un inglés me preguntó por dónde había comprado mi abanico (cuando iba de dama) porque eran todos los detalles perfectos y quería comparar un abanico igual a su mujer, comenté lo del tema de la recreación civil con el fotógrafo y en dijo que por qué no me animaba a hacer yo una recreación como esas a las que había ido fuera de España, pero es que una de las cosas que me gustan de la recreación es que puedo viajar fuera y descubrir lugares nuevos. Es decir, combino dos aficiones en una.
Visita: Octubre 2015

Mis imágenes: Dentro de álbum Recreaciones Viajeras

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