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Helsinki - Finlandia

Helsinki

En vez de seguir viendo lugares de Estonia, y aprovechando la sala privada de acceso a internet gratis del hotel buscamos y reservamos un grupo de gente que conocí en el viaje, muy maja, un billete de ida y vuelta a Helsinki. En ferry era unos 5 euros más barato, pero tenía menos horarios que el catamarán, además que le costaba media hora mas tarde, así que cogimos el catamarán y el día anterior por la tarde, como decía en la crónica de Tallin fuimos a buscar desde donde salía el catamarán, y demás, aprovechamos para coger un plano de Helsinki y hacernos un mapa de que ver, como dije, el lugar está muy sucio y descuidado pero luego el viaje no se hace muy largo, por lo menso a mí, que me eché una cabezada y dormí, no lo fue. Primero empezamos a ver las islitas que rodeando el comienzo de la costa finlandesa, las casitas y los faros de las mismas, las embarcaciones y ya se empieza a ver el puerto de Helsinki, la vista de la ciudad desde el mar Báltico es maravillosa, la iglesia uspenski a un lado, el ayuntamiento de frente y la catedral en lo alto, hacen una bonita postal. Pensando que en Finlandia haría más frio que en Estonia me abrigue muchísimo, y luego resulto que fue el día, de toda la semana, que más calor hizo. Con las capas de ropa colgando, y arremangada por el calor salimos de la terminal y pasamos directos hacia el centro de la ciudad, pasamos pro el mercado, antes la lonja de pescado. Y llegamos a la plaza del mercado, donde había todo tenderetes de comida, flores, suvenir, y un barco cafetería que es como un museo… pasamos de largo camino a la uspenski, catedral ortodoxa de ladrillo rojo, donde estaban celebrando una boda, todos estaban de pie, hasta los invitados, así que no resaltamos mucho, desde arriba de la uspenski se puede ver la ciudad y el otro puerto, bajamos y caminamos por él, admirando las embarcaciones y alegrándonos del día tan bueno y soleado que había salido, de ahí fuimos hacia la catedral, cruzando las calles ordenadas, limpias y algunas bastantes empinadas de Helsinki. La catedral por fuera es inmensa, de color blanco y cúpulas verdes con dorado, por dentro, el estilo luterano es muy regio, cuatro estatuas, y los bancos de madera altos. Bajamos las escaleras que llevan de la catedral a la plaza del senado, en la plaza había una exposición de osos de todo el mundo, pintados, que una pareja de las que íbamos había visto en Berlín hacia unos años, al parecer es una exposición itinerante, que ellos van siguiendo sin proponérselo. Luego algunas obras de aquí para allá y nos fuimos a la plaza del mercado a comer, porque sería el sitio más barato donde hacerlo, luego tomamos un café en un cafetería, realmente caro, yo también un pastel que me pagaron y que debo devolver algún día, así que la comida en el mercadillo estuvo bien de precio y de comida, albóndigas de reno, paellas, pescaditos fritos, etc. Subiendo por el paseo fuimos hacia la estación central, una gran mole con unas estatuas gigantes, que tiene pinta de ser de la poca soviética por su forma. Paseamos entre calles hasta llegar a ver el parlamento, y algún otro edificio más, la ciudad de Helsinki so cuesta y roca pura, que aprovechan para construir los edificios, de ahí fuimos a ver la iglesia de la cueva, había bodas así que la habrían solo media hora después y antes de las boda, cuando llegamos estaban cerrando y tuvimos que esperar, pero como hacia buen día y habíamos estado andando sin parar un descanso no vino mal, por dentro vale la pena la espera, y después sin mucho ánimo de coger el tranvía para el ver el parque se siberus, que es un parque con una estatua con la cabeza de siberus como órgano fuimos bajando con tranquilidad al centro mientras mirábamos como las casas altas con todas parecidas, calles ordenadas, parques limpios, y letreros con el nombre de la calle en dos idiomas… o por lo menso en dos escrituras diferentes.

Visita: Septiembre 2010

Mis imagenes: Pendientes

Informacion para viajar: pendiente

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