Salto de Roldan - España

Salto de Roldan

Por la estrecha carretera por donde solo cabíamos nosotros y que nos lleva al Salto de Roldán, pudimos disfrutar del paisaje entre bache y bache, la espectacularidad de las imponentes paredes rocosas, las terrazas de la montaña, los colores de los riglos, y a las ruinas en lo alto. Al llegar a nuestro destino uno puede ir hasta la ruinas de un castillo románico, en lo alto de la peña donde el Salto de Roldán se convierte en un observatorio de aves, especialmente de grandes rapaces, que utilizan las paredes como posadero y también como lugar para criar. La guía nos contó costumbre de estos animales carroñeros que habitan por la zona, de que ahí donde las paredes de las rocas tenían un tono blanco es donde estaban los nidos, y muchas más cosas interesantes. También se puede seguir por un estrecho sendero que, entre matorral mediterráneo con abundantes romeros y tomillos, nos acerca hasta la pared de la Peña San Miguel. La vista es lo mejor del lugar, dado que no hay otra cosa más si no has llevado prismáticos para ver a las aves, desde ahí se puede ver la peña Amán, una enorme pared anaranjada que cae verticalmente docenas de metros hasta el fondo, abajo el río Flumen serpentea entre las dos peñas. Hacia el sur, la Hoya de Huesca, una gran extensión de color. El motivo de que a este lugar se le dé el nombre de Salto de roldan es debido a una leyenda que cuenta que Roldan saltó desde una punta de la montaña a la otra cuando se vio rodeado por el ejercito árabe, y que en lo alto de las ruinas de la montaña se pueden ver las marcas que dejó el caballo en su salto.

Visita: Septiembre 2011

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Ermita de San Julian - España

Ermita de San Julian

A la vuelta nos dirigimos hacia el santuario rupestre de la Ermita de San Julián. La subida es mucho más empinada, solo cuesta cinco minutos alcanzar la cima donde está la ermita pero son cinco minutos mucho más duros que el camino a la Gorga. Al llegar arriba una explanada iluminada nos da la bienvenida, no hay nadie más que nosotros y los buitres en el cielo (hay muchos nidos de buitres en la zona) y algunos compañeros de excursión deciden tumbarse en el césped bajo el sol, y retomar fuerzas. Dentro de la ermita, que solo es una cueva tapada por una pared de ladrillo, hay figuras de todos los santos y vírgenes posibles y unas pocas estalactitas y estalagmitas, que no es que no hayan crecido sino que son arrancadas por los turistas que van por ahí. Una de las grandes está ya seca pero de la otra todavía mana agua. Dentro de la ermita es posible rellenar nuestras botellas de agua potable, y ahí, en la pequeña explana, con la vista de Huesca al fondo, entre las rocas de la Gorga, nos tomamos el bocadillo del almuerzo y tomamos energía para la empinada bajada que nos espera y la siguiente visita.

Visita: Septiembre 2011

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Diario 2006: España - Belchite (Aragón)

Ahora queda Belchite viejo y Belchite nuevo. El nuevo es el pueblo actual, el viejo es el pueblo, o mejor dicho, las ruinas del que fue pueblo antes de la guerra civil. Muchas veces he estado de excursión, y hace unos años regrese con los compañeros de trabajo. Y lo note cambiado. Más alambradas y mas vigilancia, supongo que para evitar desastre, como la caída de alguna piedra encima de alguien o algún turista aficionado a lo paranormal.

 
 

Pero ajeno a todo eso el pueblo viejo no deja de tener su encanto en casa ruina en pie, en cada forma de sus edificios, como un cuadro antiguo que no cuenta una historia, o en sus señales, agujeros de bala y caminos olvidados. Historias de un paisaje silencioso donde solo se escucha el cierzo.

 
 

Diario 2007: España - Monasterio de Piedra (Aragón)

Hace un tiempo que quería iniciar este diario y nunca terminé de decidirme. Para hacer un viaje no hace falta ir muy lejos, ni tener coche.

Uno de los viajes más repetidos en mi haber ha sido al Monasterio de Piedra. La última vez fue con un amigo japonés, que vino a Zaragoza y ninguno teníamos manera de ir en coche así que tomamos la otra opción, el autobús.

De Zaragoza fuimos en autobús hasta Calatayud. En Calatayud se para durante una hora, que se puede aprovechar para ver la ciudad, ir al baño, ver a los pavos reales sueltos por ahí… Y luego, cambiando de autobús, fuimos de Calatayud al Monasterio de Piedra.

Transporte de Zaragoza a Calatayud:

En la web se encuentran los horarios y salidas al Monasterio de piedra:

9:00 ZARAGOZA - MONASTERIO DE PIEDRA
10:30 CALATAYUD - MONASTERIO DE PIEDRA
17:00 MONASTERIO DE PIEDRA - CALATAYUD - ZARAGOZA
Verano: Todos los días
Invierno: Martes, Jueves, Sábados, Domingos y festivos

Los Billetes se pueden comprar en taquillas de Zaragoza y Calatayud con ir a comprarlos con 30 minutos de antelación es suficiente, también puede reservar los billetes y recogerlos media hora antes de la salida

Y desde la web del Monasterio de Piedra se puede comprar online la entrada:

El autobús lleva años haciendo el mismo recorrido y para ser una mala época de turismo en la que nosotros fuimos, el autobús tenía a algunos alemanes, ingleses...y a nosotros y eso que es no un mes muy propicio para las visitas. Lo primero que le sorprendió a nuestro amigo japonés es que cambiara el paisaje del tal forma, y que lo que llamamos monasterio incluyera más un parque que el mismo monasterio. El autobús te deja en la puerta del mismo Monasterio. Ahí los viajeros la traspasan a pie y entran en el recinto del parque. El Monasterio de divide en dos: el monasterio y sus ruinas, y el parque.


A la derecha se encuentra el hotel colocado donde el antiguo monasterio y también las ruinas del monasterio viejo, bastante destruido tras la guerra civil, donde se conservan algunos resto y sobre todo la pequeña catacumba con los huesos de los monjes.


 

Más adelante está el acceso al parque (pagando también entrada) donde los carteles hacen innecesario un plano, y guían al turista por el/los caminos a seguir, y también hacia las aves.
En el parque se puede disfrutar de un espectáculo con aves rapaces, y este sí que no lo recordaba de otras ocasiones, hay que fijarse en el cartel de la entrada porque sus unos horarios fijos y es fácil perderse el espectáculo Es una experiencia al aire libre, que en un día nublado tiene su encanto. Las aves se encuentran a unos centímetros y no se mueven, hay que tener cuidado con la fotos con flash, que dañan sus ojos y las aves vuelven el rostro, luego, el espectáculo es en la pradera que hay rodeada de bancos, desde ahí, en lo alto se ven las montañas más altas y el rio más bajo y se disfruta de la vista de las aves rapaces.

 
 

Aunque lo mejor es el parque en sí, sus tranquilos lagos, sus cascadas, sus grutas, sus montañas, su ruido y su silencio. Se puede seguir la ruta que nos lleva a la famosa cola de caballo, la cascada más alta del monasterio y que permite verla tanto desde arriba, como desde abajo, como desde dentro. La cascada permite bajar por un túnel desde la roca y entrar en la gruta y ver el rio Piedra y la cascada por dentro, los colores verdes, azules, marrones siempre me sorprenden. Por un túnel donde uno acaba por mojarse por el agua que cae del techo o por pisar el agua estancada en el suelo se sale y se puede seguir el camino por el río Piedra y llegar a los lagos, el más hermoso el lago que refleja como un espejo las montañas que rodean el monasterio cerrándolo al resto del lugar, también se puede disfrutar de las piscifactorías y ver los peces brincar, y disfrutar del resto de cascadas que cubren en camino.

 

Diario 2011: España - Salto de Roldan (Aragón) - 03

Desde las Gorgas, fuimos hacia la última parada del bus turístico. Por la estrecha carretera por donde solo cabíamos nosotros y que nos lleva al Salto de Roldán, pudimos disfrutar del paisaje entre bache y bache, la espectacularidad de las imponentes paredes rocosas, las terrazas de la montaña, los colores de los Riglos, y a las ruinas en lo alto. 


Al llegar a nuestro destino uno puede ir hasta la ruinas de un castillo románico, en lo alto de la peña donde el Salto de Roldán se convierte en un observatorio de aves, especialmente de grandes rapaces, que utilizan las paredes como posadero y también como lugar para criar. La guía nos contó costumbre de estos animales carroñeros que habitan por la zona, de que ahí donde las paredes de las rocas tenían un tono blanco es donde estaban los nidos, y muchas más cosas interesantes. También se puede seguir por un estrecho sendero que, entre matorral mediterráneo con abundantes romeros y tomillos, nos acerca hasta la pared de la Peña San Miguel.

 
  

La vista es lo mejor del lugar, dado que no hay otra cosa más si no has llevado prismáticos para ver a las aves, desde ahí se puede ver la peña Amán, una enorme pared anaranjada que cae verticalmente docenas de metros hasta el fondo, abajo el río Flumen serpentea entre las dos peñas. Hacia el sur, la Hoya de Huesca, una gran extensión de color. El motivo de que a este lugar se le dé el nombre de Salto de roldan es debido a una leyenda que cuenta que Roldan saltó desde una punta de la montaña a la otra cuando se vio rodeado por el ejercito árabe, y que en lo alto de las ruinas de la montaña se pueden ver las marcas que dejó el caballo en su salto.

 
 

Diario 2011: España - Valle de Belsue: Belsue - San Urbaz - Nocito (Aragón)

Siguiendo con las rutas turísticas de la Hoya de Huesca esta vez descubrí la ruta del Valle de Belsue. Ahora el tren más cercano de Zaragoza a Huesca llega a las 8.11 (muy pronto pero no hay otro) así que planeábamos desayunar en Huesca, al final desayunamos en el tren dado que llegamos a las 8.45 a Huesca, un pequeño retraso con problemas de señales, luces y dejar pasar al Ave, que comparte la misma vía. Pero la cuestión es que llegamos a tiempo y tomamos la ruta hacia el Valle de Belsué, tomando de referencia torreones y picos.
Tren Zaragoza - Huesca:
Bus turístico de la Hoya de Huesca:






Tal como nos dijo el guía esa es una zona muy diferenciada, tanto que en la época de la reconquista la zona baja era de los árabes y la zona del valle de Belsue era de los cristianos, es una zona con un clima y naturaleza autóctona diferente. Por lo pronto puedo decir que una que es friolera pasó más frio del que esperaba. El valle de Belsué es una zona bastante despoblada, ahora en verano hay más habitantes pero normalmente la densidad de población de la zona es idéntica a la que tiene el Sahara. El pueblo de Belsue surge entre curva y curva de la montaña y sorprende como, siendo todavía verano, en cuanto se entra en esta zona se descubre que ya ha llegado el otoño y ciento de arboles multicolores (naranjas, rojos, marrones, verdes, amarillos) rodean la montaña. No paramos en el pueblo sino que continuamos camino de baches (es una carretera asfaltada pero muy antigua, y solo cabe un coche), pero el pueblo lo rodeamos y pudimos ver Belsue desde arriba y desde abajo, entre arbusto otoñal y arbusto otoñal.Esta zona nos indico el guía que está más habitada en verano por los barrancos y grutas que se pueden encontrar por la zona de Belsue hasta el siguiente pueblo habitado (Nocito).









Y hablando anteriormente de arbusto había unos con frutos de color naranja muy llamativos pero nada recomendables para comer. El guía iba indicándonos cada tipo de planta que pasábamos o que se veía, y así encontramos el espantameriendas, que aparece cuando empieza a hacer tormentas y mal tiempo, un símbolo de por qué ya había llegado el otoño al valle de Belsue (por si el clima y el color de los árboles no lo dejaba claro). Siguiendo la carretera que va de Belsue a Nocito (por entre medio van apareciendo en lo alto de las montañas una serie de pueblo ya abandonados) paramos en una chopera, perfecta para merendar, donde hay una exposición de arte en la naturaleza.









Entre la naturaleza callada aparece una figura cuadrada que es la obra árvores florescem em Huesca (Los árboles florecen en Huesca) que Alberto Carneiro, que según nos dijo el guía simboliza un mandala, los mandala son unos complejos dibujos que de manera esquemática combinan figuras geométricas, como triángulos y cuadrados, que se entrecruzan en disposiciones concéntricas, formando imágenes circulares y poseen un sentido contemplativo y místico. Cerca de ahí hay un río de guas cristalinas, muy limpio y blanquecino y no hay un gran tránsito de vehículos (en la ida no topamos con ninguno, a la vuelta ya nos encontramos con más problemas de coches – solo cabe uno en la carretera- por el tema de las fiestas de Nocito) por lo que resulta un lugar muy singular. Nos quedamos con las ganas de ver la escultura desde arriba pero en el centro una curiosidad, el árbol fue introducido al revés por ausencia del artista, las ramas se pusieron como raíces y al contrario, cosa de la interpretación del arte moderno.







Tomando la ruta del Valle de Belsue del Bus turístico de la Hoya de Huesca: www.huescaturismo.com/...istico.asp
Siguiendo el camino por el valle de Belsue y pasando la vista de una ardilla y varias vacas desde el bus llegamos a lo alto de la ermita de San Urbez. Aquí arriba solo se encuentra una plazoleta, con un crucero, una casita de piedra estilo pirineo, que es el albergue, y la ermita con una fuente. Girando hacia la izquierda hay un camino que nos lleva a una explanada de campo abierto y a un árbol centenario, de varios siglos por lo que se ve en la anchura de su tronco. San Úrbez, el santo del lugar es aquel al que se acercan de varios pueblos para rogar que llueva, para ello meten al santo en una poza de agua que hay a unos metros de la fuente de la ermita. Desde la ermita se obtienen fabulosas vistas montañosas. Y junto a la ermita tenemos un albergue que es una casa con la construcción típica de la zona, con las chimeneas redondeadas y con una piedra encima, el guía nos explicó que esta estructura era como se hacían las chimeneas para evitar que las brujas se posaran en el tejado de la casa.






Cerca de ahí empieza el camino que tomamos para bajar a pie desde San Urbez a Nocito, todo indicado por los cruceros que marcan el camino y junto a una poza de agua para los helicópteros contra incendios. Este camino de piedra (al menos era bajada) era el que se hacía para ir de Nocito a San Urbez cuando no había carreteras. Es un recorrido de 45-60 minutos a pie por roca caliza, todo arena como de playa, dado que hace millones de años esa zona era un océano. El paisaje vale la pena, y los olores a tomillo, lavanda y demás plantas aromáticas sirven para acompañar el trayecto. A medida que se va bajando se pueden ver las casas del pueblo de Nocito.








Seguimos con el Bus turístico de la Hoya de Huesca: www.huescaturismo.com/...istico.asp, tenemos la opción de ir andando de San Urbez a Nocito o bajar en el autobús. Casi todos bajamos andando.
Llegando desde San Urbez entramos a Nocito, en el camino podemos encontrar dos carteles de madera que indican dos direcciones diferentes, una para cada barrio. Resulta curioso que un pueblo tan pequeño tenga dos barrios diferenciados, pero no solo los tiene sino que además en el camino de montaña lo dejan bien indicado. Así en Nocito nos encontramos con el barrio de san Juan, con unas viviendas y una iglesia, y el barrio de san Pedro con una ermita y otras cuantas viviendas. Entre medio de ambos barrios cruza el rio guara y un puente medieval que ya no se usa como tal dado que un paseo de cemento une ambas orillas del pueblo. El pueblo es el típico pueblo de montaña, con sus casitas de piedra, sus calles empedradas, cuestas, huertos, la montaña enfrente y un gran paisaje. Todo muy bien cuidado.




Llevábamos comida así que no necesitamos buscar ningún bar, afortunadamente, dado que coincidió que ese día eran las fiestas del pueblo y los bares estaban cerrados, en una puerta pudimos encontrar el programa de fiestas donde se indicaba: guiñote, misa a las 12.30 y luego el vermut. La carpa de fiestas donde se servía el vermut estaba justo en medio del camino que llevaba a la iglesia, así que todos los parroquianos que salieran de misa acababan en la carpa, que todavía olía a vino del día anterior. Para la hora del vermut nosotros ya nos habíamos ido y ahí fue cuando encontramos en el camino de vuelta varios coches en dirección contraria, suponemos que gente de Belsue que iría al vermut de Nocito, el problema que como solo cabe un coche pro la carretera la vuelta resulto mucho más lenta y llena de maniobras. Y aunque la zona parece un valle abandonado, lleno de "cojines de monja” esas hierbas que parecen cómodas pero que pinchan, en realidad es un paseo recomendado.





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