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Palacio de Santoña, Baile de la Victoria 1812 - España

Palacio de Santoña, Baile de la Victoria 1812

Llegamos muy pronto al palacio de Santoña pero si queríamos ver el carrillón goyesco teníamos que salir antes del hotel. No fuimos las únicas que llegaron antes y la puerta de acceso se llenó de hombres y mujeres vestidos de la época napoleónica (o de la serie Bridgerton para los que no saben de historia y solo les va la moda). El palacio normalmente es la cara de comercio, pero esa tarde noche del viernes 3 de mayo se realiza la recreación del baile de la victoria, un baile que se realizó en Madrid para celebrar la victoria sobre las tropas napoleónicas en el mes de agosto de 1812. Mientras se iba juntando gente ataviada de la época frente a la puerta del palacio una pareja se acerco a preguntar si habíamos coincidido en otras ocasiones, la verdad es que no los recuerdo, lo que no quiere decir que no, pero si no recuerdo haber hablado con ellos no voy a decir que si, o quizás, luego fue llegando más gente conocida, durante la noche se acercaron varios a saludarme, había gente que desde el 2014 no me encontraba con ellos, la verdad es que me gusto mucho poder ver a gente conocida. Aunque como no soy muy habladora si no hay mucha confianza apenas fueron saludos y ya, pero fue un detalle agradable de la noche poder saludar a gente conocida que hacia un tiempo que no veía. Por fin abrieron las puertas y como nosotras estábamos delante fuimos las primeras en entrar (además de los que ya estaban dentro), y pro tanto fuimos las primeras en evidenciar un poquito de desorganización para el acceso. No sé cómo estarían ordenados los asistentes en la lista (igual por fecha de pago) pero para encontrarme tuvieron que pedir ayuda porque habían repasado ya tres hojas. Finalmente me localizaron y pase al patio del palacio donde estaba mi tía junto al retraso de Fernando VII, el triunfador de la noche ya que celebrábamos la victoria sobre los franceses para colocar en el trono a Fernando VII. Frente al retrato teníamos las escaleras de acceso a la segunda planta del palacio, decoradas las paredes con dibujos y lámparas brillantes, una majestuosa escalera que se abría en dos para subir. Una vez arriba el acceso a algunas pequeñas salas cerradas por cortinajes pesados, sillas donde ya descansaban algunos invitados y grandes lámparas. Estas salas daban acceso a otra sala por un lado o aun pasillo por otro lado. La sala a la que daba acceso más iluminada por las lámparas y los espejos en las paredes tenían las mesas de juego, para entretenerse jugando a las cartas o sentarse a cotillear un rato. Durante la noche estuvimos ahí un tiempo, igual que nos movimos por el pasillo tanto como por la sala de baile. Y es que esta sala daba acceso al salón de baile, con música en directo y el atril para las instrucciones para los que no sabían (cierto que había habido una clase de baile por la mañana, pero no fue tanta gente, alguna persona me dijo “no fui porque yo ya he ido a las clases habituales eso lo dejo para los que no sabéis”), bueno, yo he ido a varios bailes, pero mi memoria necesitaba recordar, tampoco lo veo algo malo pese al tono con el que algunos contestaban al “no te había visto antes”. También hubo otra gente que ni me saludo, eso sí, luego te escriben y esperas que contestes, así que tanto hubo alegría por saludar aunque fuera de paso a caras conocidas como gestión de personas que no vale la pena volver a tratar. Nos acercamos al salón del baile donde como inicio nos ofrecieron una demostración de baile por parte de los cadetes polacos. Tras la demostración de baile comenzó el baile para los asistentes, como la sala de baile no cabían más de 80 personas a veces estábamos muy apretados, pero a veces casi no había gente ya que muchos iban al baile a lo mismo que en la época, aparte de a bailar también a charlar, cotillear, presumir… tras conseguir convencer a mi tía de bailar luego pasamos al pasillo que conecta los salones y que dan al patio de entrada. El pasillo da a otro salón decorado como los otros llenos de cuadros pintados en las paredes y techos, y donde se serviría la cena. Por ahí había gente charlando, fue una pena no poder charlar más con dos amigas a las que hacía mucho tiempo que no veía, pero una dirigía los bailes y al otra estaba muy solicitada. A la mitad del baile dieron paso a la cena, pero antes nos deleitaron con una presentación del baile Salamanca Castanets, me encanta ese baile y lo hicieron muy bien. Después pudimos disfrutar de la comida que fue saliendo continuamente y de una bebida para refrescarse en una tarde calurosa antes de volver a la siguiente tanta de bailes, bajo las luces de las lámparas de araña y a ritmo de la música en directo hemos vuelto a bailar, pero también hemos tenido un discurso de la organización y los vítores propios de una celebración de victoria sobre los franceses. Y finalmente pasamos lo últimos momentos sentada charlando porque ya apetecía descansar. Mientras estaba descansando una conocida me comentó que todo maravilloso pero que le parecía que el acceso regular porque solo le habían preguntado el nombre y le habían dejado pasar si mirar nada. Por supuesto yo en directo soy muy discreta pero internamente pensé, normal, si conmigo se pegaron media hora para encontrarme porque no lo tenían ordenado de forma alfabética al final si querían que las más de 200 personas asistentes al baile entraran debían aligerar, y confiaban en que nadie aparecería a colarse sin haber pagado. Sin contar con que había que ir ataviado de época. Tras finalizar el baile salimos del palacio camino al alojamiento muy cerca de ahí, pero hacia una noche calurosa. Al final fue una noche agradable, tanto el lugar, como la compañía, la comida y la música.

Visita: Mayo 2024


Informacion para viajar: Baile de epoca

Comentarios

  1. Anónimo3:35 p. m.

    Pues si, la verdad que fue una noche completa y agradable ☺️

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