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San Sebastian - España

San Sebastian

Teníamos menos de día para ver San Sebastián porque estábamos solo de paso, y lo primero fue la Bahía de la Concha una extensión de arena blanca con forma de concha. Su paseo tiene un aire antiguo que invita a pasear como hace unos cien años, y darse algunos baños de sal. Lugo nos fuimos hasta el monte Igueldo en un extremo de la bahía y desde donde pudimos disfrutar de las vistas de la bahía y la isla como tortuga que se encuentra cerrando un poco la concha de la playa. Es sin duda una de las vistas típicas, aunque como era la primera vez en San Sebastián lo que más me sorprendió es ver un parque de atracciones ahí en el monte. Quien necesita tener una elevada montaña rusa cuando ya estás en lo alto de una montaña y sin duda las vistas desde las atracciones son increíbles. Un lugar curioso pero con encanto, sin duda si hay que tener un antiguo parque de atracciones ese es el mejor lugar. Y luego nos fuimos hasta el otro extremo de la bahía para subir al monte Urgull, otro lugar con miradores increíbles de la ciudad. Y poco más anduvimos por el lugar porque teníamos que comer e irnos, como digo estábamos de paso.

Visita: 1998  

Mis imágenes: pendientes 

Información para viajar: Pendiente 

San Sebastian - España

San Sebastian

Como no tengo coche para ir a San Sebastian tenía dos opciones: el autobús y el tren. El tiempo de trayecto, curiosamente, es el mismo. Así que siendo que iba a tardar lo mismo preferí el tren que te puedes mover libremente y no estar sentada todas las horas. Siendo viernes por la mañana no esperaba que hubiera mucha gente en el tren (suele tener sentido que se coja por la tarde como salida de fin de semana) pero en cambio el tren iba completo. Las maletas de varias personas fueron al sitio de minusválidos (no había ninguno) porque no quedó ni un rincón donde dejar las maletas. Por lo que pude comprobar al menos tres de los vagones estaban llenos de turistas extranjeros (japoneses, ingleses, etc). Tuve la mala suerte de tener a mi lado a dos niñas inglesas muy monas pero que en cuatro horas de trayecto no pararon de cantar, saltar y dar mal en inglés. Fue muy curioso, no esperaba que en estas fechas hubiera tantos extranjeros, pero al parecer ir de Barcelona a Donosti en tren es un trayecto usual. Como en el tiempo daban tan malos días (borrasca de frío solar) esperaba llegar a San Sebastian con la misma lluvia y frío con la que salí de Zaragoza y dedicarlo a descansar (sobre todo después del dolor de cabeza de las pesadas del tren) pero fue salir de la estación de tren y ver el cielo azul y el sol de San Sebastián que invitaba a pasear que cambié de idea. Así que me registré, vacié la maleta y salí a la calle. Nada más salir de la estación uno se encuentra con el puente María Cristina, fui a comer junto a la ribera, en una terraza al sol, y luego crucé para dar un paseo por la ribera hasta ver el puente que cruza hasta el Kursaal, un centro de convenciones de estilo postmoderno. La imagen era de postal; arriba el cielo era azul, el puente blanco y verde en medio, y abajo el mar de color azul. Con sol brillando en el cielo San Sebastián se ve mucho más bonito. Continué el trayecto cruzando por el hotel María Cristina, un lugar perfecto para alguna recreación de la Belle Epoque dado que la reina regente María Cristina estableció aquí su residencia real durante el verano y de aquí llegué al paseo que se abre a la bahía circular con aguas cristalinas y playa de arena blanca La Concha está adornada por lujosas mansiones que se elevan en la colina. El paseo a lo largo de La Concha está rodeado por una ornamentada barandilla blanca que cuando el mar y el cielo se combinan en azul ofrece un aspecto muy marítimo y relajante. Había bastante gente en la playa, además de gente paseando y sentada al sol. El día era más de verano que de temporal polar. Por la noche, después de cenar di un paseo nocturno por la ciudad, que iluminada es muy bonita. De noche me fijé por primera vez en el antiguo edificio de Tabakalera que está junto a la estación de tren. Nunca me había fijado en él y me pregunté qué edificio era, porque la parte de arriba era moderna, y la de debajo de estilo modernista.  

Visita: Septiembre 2017

Mis imágenes: España I

Información para viajar: Pendiente

Recreación un paseo en San Sebastian 1860 - España

Recreación un paseo en San Sebastián 1860

El domingo amaneció con un cielo despejado de un profundo color azul y un sol generoso. Como el viaje en tren es bastante largo cogí la vuelta a la hora de la comida para no llegar excesivamente tarde, ya que las recreaciones me suelen cansar bastante y al día siguiente tocaba trabajar. Como no tenía más que la mañana, y aunque nublada, ya había visto San Sebastián, decidí ir a la recreación que se realizaba en el parque de Cristina Enea. Este parque está muy cerca de la estación por lo que me venía perfecto. Quedé con el resto de recreadores amigos en la puerta del parque y procedimos a dar un paseo por el mismo recreando los paseos de domingo, que tras misa, harían los dueños del lugar en su época. En este parque se está representando la obra de teatro “Sueño de una noche de verano” de Shakespeare y como el parque es de estos parques que por la noche cierran, el escenario de la obra es todo el parque. Por lo que al pasear nos encontramos espejos, que teniendo en cuenta a nosotros vestidos de época 1840-1860 me sentí como Alicia a través del Espejo, un paisaje mágico. Continuamos el paseo y Carlos Rilova, doctor en historia y recreador, nos guió el paseo por el parque contándonos la historia del lugar, que perteneció al Duque “consorte” de Mandas (personaje que recreaba) y que murió sin descendencia y legó el parque a la ciudad. El lugar es muy bonito, y con la sombra de los grandes árboles el sitio idóneo para estar un domingo soleado. Cuando llegamos al palacete, que conserva algo de la estructura original aunque se le han hecho muchas modificaciones modernas, y posábamos junto al busto del duque, llegaron del Diario Vasco. Tanto a los periodistas como a nosotros, los recreadores, Carlos nos deleitó con mucha más historia del parque con el fin de animar a la gente a vivir la reconstrucción histórica civil. La casa del guarda, que está junto al palacete, sí que ha conservado gran parte de la estructura original. Cerca del palacete hay una explanada que era el campo de criquet. Bajando cerca del estanque y un gran árbol con candelabros colgados de sus ramos nos acercamos a una parte con más espesura y es que el parque tiene un diseño inglés, asemejándose más a un bosque que a un parque. Cuando los periodistas se marcharon la gente siguió preguntándonos (no sé qué manía tiene la gente en considerar que vamos disfrazados o somos actores, cuando no es ninguna de las dos cosas) y conocimos a una señora que vivía en Francia y que nos dijo ser descendiente de Isaac Peral. El duque de Mandas, por cierto, invirtió en el submarino de Isaac Peral (por supuesto toda la información salió de Carlos Rilova). En la zona que rodea el palacete se ven bastantes pavos reales, a los que se puede uno acercar sin mucho problema. En definitiva, un parque de estilo inglés con mucha historia y muy interesante para disfrutar, y si además disfrutas de un paseo cómo los de la época, en un domingo para hacer negocios, disfrutar del clima y lucirse un poco, aún mejor. En cuanto a la recreación y la historia del fin de semana lo mejor es remitiros al blog de Carlos Rilova y la entrada sobre ello: http://blogs.diariovasco.com/correo-historia/2016/07/04/historia-ferrocarriles-y-autoconciencia-1869-2016/.

Visita: Julio 2016

 Mis imágenes: Dentro del Álbum España - Recreaciones País Vasco (Facebook album)

San Sebastian - España

San Sebastian

Han pasado ya varios años desde la última vez que estuve en San Sebastián, pero aún recuerdo la playa de la concha en un día gris. Y por supuesto, recuerdo que no subimos al monte Urgull. Mi objetivo del viaje era hacer ejercicio disfrutando de la ciudad. Lo de disfrutar de la ciudad es habitual en mí, lo de hacer ejercicio es porque Zaragoza es plana y planeamos ir de viaje a Noruega en septiembre y subir el “pulpito”, y sé por experiencia tras subir el WaynaPichu, que necesito hacer algo de ejercicio que suponga subir escaleras o cuestas, para no agotarme en el transcurso. Se podría decir que San Sebastián tiene tres montes, el Urguell, donde está el castillo, la isla del centro y el monte Igueldo. Como de costumbre decidí aprovechar todo el día, me alojaba cerca de la estación por lo que empecé mi recorrido por la ciudad en el puente de Maria Cristina, el más lujosamente adornado con sus torres con caballos, barcas y demás detalles arquitectónicos. De aquí llegué a la catedral del buen pastor, donde comenzaría mi recorrido turístico, fui pasando por la Diputación, que tiene en el centro de la plaza con parque botánico un interesante medido de temperatura, y de ahí hasta el ayuntamiento donde la playa de la concha da acceso al casco viejo y el puerto. Cerca del casino paré a desayunar, como casi todo el mundo sabe no son muy de viajes culinarios, la gastronomía y yo somos poco afines, pero en el norte se come muy bien, asi que disfrute del desayuno y de la comida en el puerto. Tras el desayuno comencé a recorrer el casco histórico pasando por la iglesia de san Vicente, el museo de San Telmo, la iglesia de Santa María, la plaza de la Constitución, ... callejeando por el casco histórico (y sus estrechísimas calles) descubrí una placa con la interesante historia del asedio de la ciudad durante la guerra de la independencia, lo napoleónico me persigue. Junto a la iglesia de Santa María hay un cartel que indica la subida al castillo, desde ahí comencé mi subida al monte Urgull. Encontré a la primera la subida al castillo por el camino más corto, aunque por el afán de hacer ejercicio luego me recorrí (arriba y abajo) muchos de los otros caminos que existen. Si se quiere subir directamente al castillo hay que seguir el camino hacia el castillo que empieza en la iglesia de santa María, tras el primer tramo hay dos bifurcaciones, hay que seguir hacia arriba, y aquí nos encontramos con el baluarte mirador. Un precioso baluarte que recorrer y desde donde poder tener unas vistas del mar y del museo de San Telmo y el paseo nuevo. Desde aquí hay dos caminos, hacia el baluarte de las damas y el otro que va subiendo, hay que seguir el que sube y es contrario al baluarte de las damas, y este te lleva directo al castillo. Aunque he dicho que sube en realidad el otro camino comienza a ser un laberinto de subidas y bajadas y más subidas, con lo que acaba alargándose la cosa mucho más. Lo primero fue subir hasta el castillo, por el camino al castillo uno se puede parar en visitar varios de los baluartes que existen, y disfrutar del paisaje. Una vez llegados al castillo en el centro de las murallas está el edificio de acceso gratuito con un museo sobre la ciudad de San Sebastián, muy interesante, y también unas escaleras que permiten subir hasta la escultura que preside la cima del monte, y el punto más alto. La subida merece la pena porque tiene una vista impresionante de la concha y del casco viejo. No es tan elevada como la del monte Igueldo pero permite ver con más detalle lo que es todo el aspecto de la ciudad por lo que no es de extrañar que fuera refugio en la guerra napoleónica. Es un lugar muy recomendable y no muy visitado. Casi todos los que estaban ahí hablaban inglés, francés, alemán…para turistas de fuera. Tras varios caminos recorridos y baluarte visitados, con sus respectivos miradores, bajé hasta la unión del paseo nuevo y el puerto para volver a subir el monte y dirigirme hacia el cementerio inglés. El lugar está bastante abandonado, no había nadie y daba hasta algo de miedo meterse en la espesura del lugar para ver las tumbas, hasta caminar atravesando las verjas abiertas sobre las hojas secas daban la impresión de abandono. Pero hay mucha historia si te paras a leer los carteles. Tras ver el cementerio inglés bajé hasta el puerto y el museo nabal. Después de comer caminé por la playa de la Concha mientras la gente disfrutaba del sol y de los baños (lo del sol es relativo; hacia sol pero estaba nublado, aunque hacía tiempo que no se me ponían las orejas rojas). Por mi paseo por la Concha llegué al antiguo balneario de La Perla, y de aquí al Palacio de Miramar, el jardín está decorado con interesantes y modernas esculturas, pero es mucho más bonito las fabulosas vistas que se tienen desde el palacio. De aquí continúe hasta llegar al monte Igueldo para tomar el funicular y subir hasta arriba, donde tener una vista magnifica de toda la ciudad de San Sebastián y todos los lugares a su alrededor. Una vez abajo pensaba continuar para ver el peine del viento pero el camino para llegar a la escultura estaba cerrado por obras en adecuar la montaña para evitar desprendimientos. De regreso decidí seguir caminando para recorrer el puente de Santa Catalina, ver el teatro, el puente de Zurriola y la Kursal, y tomar el paseo del norte que estaba muy frecuentado por paseantes y ciclistas. San Sebastián en verdad es muy bonito, aunque en un día se puede ver casi todo.

Visita: Julio 2016

 Mis imágenes: Dentro del álbum España I (pagina de facebook)

Presentación

Curriculum Viajero - Presentación