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Ahu Huri a Urenga - Isla de Pascua - Chile

Ahu Huri a Urenga


Nos acercamos al Ahu Huri a Urenga, lo ideal sería ir en coche o taxi, o si hay suerte en algún tour, aunque pocos la incluyen porque no forma parte del Parque Natural, sino que está en terreno privado – aunque el acceso al moai es público-. Pero como íbamos con el presupuesto contado y tampoco estaba tan lejos fuimos andando hasta ahí, pasamos tomar la carretera que sale de Hanga Roa paralela al aeropuerto y giramos a la izquierda en la curva. De ahí seguimos andando recto pro la carretera hasta llegar al gimnasio de Hanga Roa, aquí volvemos a girar a la izquierda y a pocos metros en el lado izquierdo de la calzada vemos el moai, para pasar el muro de piedras hay un torniquete giratorio, y tras pasar hay que subir una pequeña colina hasta el moai Ahu Huri a Urenga. No hay nadie cerca y disfrutamos de la tranquilidad del lugar, el moai se ve perfectamente cuidado ya que al no estar cerca de la costa no sufre el impacto del viento y la sal del océano. La peculiaridad de este moai, aparte de que está en el interior, es que tiene dos pares de manos. No sabemos porque es, pero parece que lo estén abrazando por atrás.

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Ana Te Pora - Isla de Pascua - Chile

Ana Te Pora

Ana Te Pora “la cueva de la canoa de totora”. El guía nos lleva hasta una higuera que crece en el suelo y asciende hasta la superficie desde el interior de la cueva, desde arriba la grieta por donde sale no parece un acceso fiable pero es suficientemente grande para que entremos por ahí a la cueva. Una vez traspasado la cueva se estrecha bastante y se vuelve oscura, pero vamos preparadas con frontales, pero pronto se observa que llega luz del exterior. Esta claridad procede del otro acceso a la cueva y vemos un pequeño muro de piedra que da acceso a una gran sala. Continuamos entrando en la sala de la cueva y podemos ver que aparece unas piedras colocadas con una forma rectangular, alguna del centro está muy pulida y redondeada frente a las otras. El guía comenta que no se sabe con seguridad para que se creó ya que las cuevas se usaron como refugio y para esconderse del enemigo. Pasando de largo la cama de piedra nos dirigimos hacia la luz que es la salida que tomaremos de la cueva, una vez fuera vemos que este acceso parece una cavidad reforzada de piedra. Esta entrada se encuentra cerca de un acantilado donde nos acercamos para disfrutar de las vistas hasta el próximo destino.

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Ana Kakenga - Isla de Pascua - Chile

Ana Kakenga

El guía que nos tocó era un poco espiritual, pero se preocupaba por aconsejarnos al entrar a las cuevas, alumbrarnos donde sabía que había algún rincón complicado, nada que ver con el guía de la costa norte que nos dejó a la aventura. La primera cueva que visitamos fue Ana Kakenga o cueva de las dos ventanas, esta cueva en teoría no íbamos a verla en ninguno de los tours anteriores, pero sí que la vimos en la costa norte. Aún, así como llovía aprovechamos para entrar de nuevo y verla. Ya fuera porque teníamos otro guía más preocupado por sus turistas o porque ya habíamos estado, pero la segunda vez que entramos se nos hizo más sencillo el acceso, aunque igualmente hay que ir de cuclillas. Esta cueva se utilizó como cueva refugio durante las luchas entre los clanes de la isla, y por eso el único acceso disponible tiene losas para reducir el acceso a la cueva. De esta forma se construyó un pasadizo bastante estrecho, que permitía un mejor control defensivo ante posibles invasores. Una vez terminamos el estrecho acceso de entrada se ve una amplia sala donde el recorrido se divide en dos pasillos con luz, esta vez nos encontramos con otro grupo en la cueva, cosa rara ya que casi no coincidimos con gente de turismo en los últimos días, aunque igual no tan rara porque estaba lloviendo y la cueva era un buen refugio, seguimos al guía hacia la abertura contraria a donde estaba el otro grupo, que es una de las dos ventanas, que tiene una vista impresionante de la costa y el océano. Como llovía y el día estaba de tormenta el océano en la costa estaba más movido que la vez anterior y nos daba una vista diferente.

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Poike - Isla de Pascua - Chile

Poike

Después de haber visto la ladera del Terevaka y sus restos arqueológicos en la costa norte ahora nos tocaba descubrir el volcán de Poike. El Poike es el más antiguo de los tres volcanes principales de la isla, junto al Rano Kau y el Ma’unga Terevaka, que originaron su formación. Nada más llegar a los pies del volcán le comentamos al guía que se apiadara de nosotras ya que tras la caminata de seis horas por la costa norte el guía de la costa norte nos había dejado con la sensación de que íbamos muy lentas, pero hablando con el guía nos contó que seis horas era buen ritmo y que él normalmente no quedaba a las tres y media con el taxista sino a las cinco de la tarde, y que una vez llevó a un turista de la India que iba tan lento que hasta el taxista se preocupó porque llegaron a las ocho y media de la tarde y ya se pensaba el taxista que les había pasado algo. Pero eso cuando él hacía la ruta, ya que, desde que pasó meses en la costa norte catalogando restos arqueológicos y bajando solo al pueblo pasados meses sin ver a nadie ni darse un baño, ya no hacía más esa ruta. La verdad es que nosotras le creímos porque, aunque es muy interesante, no deja de ser una zona asolada, sin refugio decente del sol (más que alguna cueva en la tierra), y un terreno seco lleno de piedras desperdigadas, y para verlo por primera vez como nosotras muy bien, pero para estar meses no tanto. Y es que lo primero que vimos es que el terreno del volcán Poike es una zona completamente distinta al volcán Terevaka y la costa norte. Empezamos en Ahu Mahatua un importante centro ceremonial que alguna vez estuvo dedicado a los ritos de cremación y entierro y de ahí vamos a la parte más dura de este tour es esta primera subida que hay al volcán Poike. No es demasiado dura subiendo a tu propio ritmo, pero no se puede negar que lo más complicado es salvar ese desnivel, ya que luego el resto del trayecto es muy cómodo, sobre todo porque el terreno es tierra, maleza y poco más. No hay ninguna complicación en caminar por la zona. En esta zona no hay puesto de entrada del Parque, por lo que, aunque en internet pone que te lo puede pedir un guardia del parque que pase por ahí, en todo el día no vimos a nadie más que el guía y nosotras dos. Antes de subir el guía nos señala los tres montículos a los que tenemos que llegar, que fueron formados en su día por la superposición de múltiples flujos de lava. Sus nombres son Ma’unga Parehe, Ma’unga Tea Tea y Ma’unga Vai a Heva y desde arriba de ellos hay una vista espectacular de la isla. Nos comenta el guía que Poike estaba cubierto de arboles pero que se suponía que pro la superpoblación estos habían sido devastados, hoy en día hay una gran deforestación por lo que la subida se realiza en zona de tierra seca y rojiza. Una vez arriba descansamos junto al acantilado teniendo una vista espectacular, y el agua del océano es tan claro que se pueden ver los peces. En esta zona además de tierra encontramos mucha maleza crecida salvajemente, el guía nos comenta que la última vez no estaban tan altas, y es que muchas veces nos llegan a la altura de la cintura cada vez que caminamos. Lo primero que vemos es la cara de un moai enterrado, Ahu Kiri Reva, y según nos dice el guía es de primera generación, y es de otro tipo de piedra distinta al resto de moais, ya que, en esta zona, los moais son de otro material, no se sabe si porque está más alejada de la cantera o porque las tribus que vivían en esta zona no socializaban con el resto de tribus. Seguimos por la ladera tras el guía que nos lleva a Papa u'i hetu'u, dos rocas planas al borde del acantilado. En la superficie de una de ellas podemos ver que hay varias figuras grabadas, aunque como nos pasó en la costa norte el sol puede dificultar la visibilidad de estos petroglifos. El guía no comenta que este lugar es un observatorio astronómico, y es el único lugar de la isla donde se pueden ver las Pléyades saliendo y poniéndose sobre el océano. Bajamos tras el guía hasta entrar dentro del hueco que hay entre las dos rocas, dándonos cuenta en el proceso el perfecto lugar de observación que es estar ahí dentro. Siguiendo al guía subimos a la ventana creada por la roca para sentarnos al borde y ver el océano y el horizonte. Tras intentar reproducir lo que sería este lugar en la noche, con las estrellas brillando en el cielo salimos para continuar hacia la siguiente parada; la cueva de Ana O Keke, o cueva de las vírgenes. Cuando llegas al borde del acantilado y tienes que bajar parece que es un acceso complicado pero lo cierto que no lo es tanto, sin contar con que el guía va primero para asegurarse ayudarte en caso de necesidad, aunque como digo la bajada y la subida no están complicad ay luego, aunque desde arriba no se ve, hay un camino bastante mas ancho de lo esperado que te lleva hasta aun pequeño agujero en la pared. Pero sin un guía es difícil ubicar la situación de esta cueva y de otra a la que no llegamos y que el guía nos señala que está un poco más abajo. Nos indica el guía que se cree que Ana O Keke estaba destinada a las neru, jóvenes de la realeza eran aisladas y recluidas en su interior para conservarse pálidas. Y la cueva que nos ha enseñado más abajo es la Ana More Mata Pukuque se usaba para preparar a los chicos a la prueba del hombre-pajaro.sigueindo los consejos del guía nos arrastramos en la cueva para, sin llegar al fondo, ver los petroglifos de la misma. Esa vez como estos están cerca de la entrada, pero sin tener la luz directa del sol, se pueden ver con más claridad; una ballena, el make-make, una espiga, etc. La cueva está toda embarrada ya que del techo emana agua subterránea que se supone bebían las jóvenes, aunque también se supone les llevaban agua y comida. Esta es una de las cuevas que más nos ha gustado. Cerca de ahí el guía nos lleva hasta otra roca aislada en cuya zona superior aparecen agujeros en la piedra realizadas por el hombre y que según el guía representan las Pleyades. De aquí al siguiente lugar atravesamos recorridos de tierra rojiza sin signos de vegetación que recuerdan a Marte para luego pasar a atravesar malezas de altura considerable, y de la nada nos encontramos con una serie de moais demolidos de piedra blanquecina (Té Ahu Moai Tea) junto con más restos arqueológicos. Hay muchos moais y resto de fuegos, cimientos de casas barco, y demás resto de un poblado antiguo. Aquí el guía se pone a lanzar un cantico en rapa nui frente a los moais mientras nos cuenta sobre ellos. De aquí marchamos hacia Maunga Vai a Heva, en el camino vemos muchas vacas y caballos salvajes que nos miran con curiosidad, pero cuando nos acercamos se alejan. Cerca de aquí hay una pequeña isla de árboles de Eucalipto, que con lo que observen el agua del suelo nos sorprende verlos por aquí. Subiendo el cerro llegamos hasta una pequeña cueva donde encontramos un moai con la cabeza cortada dentro de la cueva, según el guía es el primer moai que ha visto dentro de una cueva. Al otro lado, dando vuelta al cerro, se encuentra una cara tallada en la roca, con ojos grandes y una nariz ancha, con una cavidad ancha que representa una boca abierta. Desde aquí ya toca bajar y disfrutar de la vista. El guía nos comenta que la gente le dice que por qué va a esta zona, que no hay nada, pero si bien es cierto que no hay grandes moais los restos de esta zona son muy interesantes y para nosotras vale la pena la excursión y todo lo que hemos visto.

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Motu Kao Kao, Iti y Nui - Isla de Pascua - Chile

Motu Kao Kao, Iti y Nui


Nos acercamos sobre las once al puerto de Hanga Piko y tras echar un ojo a la pesca del día salimos en bote hacia los islotes que se encuentran frente a la isla. Tuvimos la suerte de que el océano estaba muy calmado y hacia buen día para navegar. Primero pasamos por la zona de las cuevas formadas hace siglos, más concretamente nos acercaron el bote a la cueva Ana Kai Tangata destaca por ser uno de los mejores lugares del antiguo arte rupestre de Isla de Pascua. Lamentablemente con el tiempo la zona ha ido en deterioro y ahora está prohibido el acceso pro peligro de derrumbe. Y aunque a pie no podamos acceder a través del bote nos acercan para mirar las cuevas. Tras ello nos veremos desde el mar la zona de Mataveri, para dirigirnos a continuación los islotes o motus: motu Kao Kao, Motu Iti y Motu Nui. Acercándose a los motu se puede tener una vista desde debajo de los acantilados del volcán y la zona donde se encuentra el poblado de Orongo, donde finalizaba la competencia del hombre pájaro (Tangata Manu). Nos acercamos con el bote al Motu Kao Kao, es el menor de los tres y el más cercano a la costa de la isla. En realidad, más que una isla, es una enorme roca peñasco terminada en punta, donde aparte de pájaros no vemos más pero aquí es posible nadar si se desea. Aunque el océano puede dar la impresión de ser frío cuando entras te das cuenta de que lo que te dicen de que el agua está caliente tipo Mar Mediterráneo es cierto. Tras nadar un poco volvemos al bote para acercarnos al Motu Iti y el Motu Nui, el capitán del bote nos comenta que este islote Motu Iti está protegido porque es reserva de la biosfera. El Motu Nui es el más grande y se pueden observar la mano del hombre ya que ahí era donde estaban los competidores del Tangata Manu y dejaron su huella en él. Varados junto al Motu Nui podemos hacer snorkel si se desea y aunque desde el bote el agua tiene un profundo color azul y parece que no se va a ver nada, una vez metes la cabeza bajo el agua te sorprendes con la transparencia del agua, ya que se podía ver todo el fondo marino; erizos de mar, peces de todo tipo y las rocas del islote tapizada de corales, todo con perfecta claridad como si fuera un acuario. Nunca he visto un océano con tanta claridad. Tras un rato disfrutando del snorkel volvimos al bote para terminar la vista de los islotes y regresar a puerto.

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Costa Norte - Isla de Pascua - Chile

Costa Norte

Este tour tuvimos un guía que, en mi opinión, tenía dos defectos; que no le interesaban los turistas que llevaba y que no daba los nombres de los sitios visitados. Por lo demás el guía se sabía el camino y conocía los lugares y la historia ya que nos contó muchas cosas. Este día haremos un recorrido por la costa norte, según algunos sitios de internet el trayecto cuesta unas seis horas y pico. A las nueve y cinco nos recogió el guía en el hotel y nos llevó a la entrada del parque donde llegamos a eso de las nueve y media. El guía nos comentó que normalmente no contratan este tour y que hacia tiempo que no lo disfrutaba, y la primera parada que hicimos fue entrar a Ana Kakenga, llamada la cueva de las dos ventanas. En el tour no se incluía esa visita, pero luego descubriría que lo había hecho en sustitución de otro sitio que no veríamos, aunque en el tour ponía que sí. Lógicamente como no iba diciendo el nombre de los sitios que íbamos viendo hasta no llegar al hotel no pude revisar las fotografías y compararlas con las de internet para así descubrir qué habíamos visto y qué se había dejado de enseñarnos. Por eso no salí tan contenta con el guía porque podía habérnoslo dicho, no somos personas que no entendamos un cambio de recorrido, pero hacerlo a traición no queda nada bien. Pero sigamos con el recorrido, sacamos las linternas (que llevábamos porque en el tour se visita otra cueva) y entramos tras el guía en Ana Kakenga, aquí el guía demostró su poca preocupación dejándonos a nuestro libre albedrio para entrar sin dar ni un solo aviso ni información ni nada, afortunadamente somos mega cuidadosas y yo iba alumbrando los pies a mi amiga para que ella vigilara con su frontal el techo y no llevarse la cabeza en el camino de entrada, ya que ambas somos altas. Y luego ella, como yo, iba avisando “aquí esta el techo mas bajo cuidado la cabeza”, “aquí cuidado el suelo que esta mojado y resbala”. Que suerte tener un guía que conoce la cueva pero que no te dice nada y es como ir sin guía. Una vez terminamos el estrecho acceso de entrada se ve una amplia sala donde el recorrido se divide en dos pasillos con luz, seguimos al guía hacia la primera abertura, que es una de las dos ventanas, que tiene una vista impresionante de la costa y el océano. El día amaneció soleado con alguna nube suelta y eso nos permitió disfrutar de una vista clara del océano desde lo alto de la cueva, el agua del océano en esta isla están limpia y cristalina que desde arriba de la cueva veíamos las rocas del fondo y no solo eso, con indicaciones del guía vimos a un pez amarillo, nos comentó que si veíamos ese peces a su alrededor habría otros de color azul ya que es como una manada donde solo hay un pez amarillo que los guía.es increíble que desde esa altura se vea tan bien el fondo y nos explicó que el agua del océano ahí es una de las más limpias del mundo. Por eso se hace mucho snorkel y buceo, pero que el color del agua en las profundidades es tan azul profundo que los que no están acostumbrados se marean. Luego nos fue contando sobre la historia de la isla, el guía era rapa nui de origen rapa nui y tenía muy presente todo lo que había vivido su pueblo. En el siglo XIX, con la llegada de los colonos se hizo al pueblo rapa nui esclavos, también llegaron los franceses que también mataron y esclavizaron a los indígenas rapa nui (o al menos todos los guías que hablaron de los franceses no contaron nada bueno). Luego el marino chileno Policarpo Toro, tomó posesión oficial de la isla aunque según el guía, la isla nunca había sido suya, sino que el rey rapa nui llego a un acuerdo donde no se consideraba el adquirir la propiedad, luego llego el gobierno chileno y arrendó la isla a una compañía inglesa y a los rapa nui en empleados sin derechos, y para el gobierno chileno los indígenas rapa nui no eran considerados humanos con derechos sino meros esclavos, el guía comentó que incluso en 1960 con otros países visitando la isla y viendo como se trataba a los indígenas como animales sin derechos humanos no se hacia nada. Hasta entrado los años sesenta el gobierno chileno se vio obligado a reconocer a los indígenas rapa nui como personas humanas con derechos. Según el guía en los años setenta su tío creó unos ojos y los coloco en un moai de la isla (el Ahu Ko Te Riku) delante de los guardias del parque nacional en protesta al gobierno chileno demostrando con ese gesto que los ahu y sus moais son parte y propiedad del pueblo rapa nui y no del estado chileno. Es increíble que en 1960 todavía existiera el esclavismo como si fuera principios de siglo, pero como este lugar está tan lejos es difícil saberlo de antemano. Visitamos el otro túnel que tiene otro acceso al océano, su otra ventana, y luego salimos de la cueva, por supuesto por nuestra cuenta, cuando salimos vimos al guía de pie esperando y en nada que salimos las dos se puso a caminar, así que corrimos detrás de él, ese sería nuestro día; 6 horas corriendo detrás del guía. Dejamos atrás ana Kakenga y continuamos caminando entre el verde de la tierra y el azul del océano, disfrutando de la vista, viendo alguna vaca suelta que nos miraba con cara de sorpresa, hay que tener en cuenta que desde que entramos al parque hasta que llegamos a la playa de Anakena no vimos ni una solo persona, ni siquiera una sombra de lejos, éramos como las tres únicas personas en la isla durante seis horas de recorrido, así que normal que las vacas nos miraran con cara de sorpresa. La siguiente parada, y primera parada del tour, fue Ahu Te Peu. En Ahu Te Peu se hallan las ruinas de lo que fue una antigua gran aldea y durante todo el camino aparecen varias construcciones típicas, el guía nos estuvo mostrando las hogueras, los gallineros y demás rocas que no eran simplemente rocas sino elementos de la antigua aldea. Frente al acantilado se hallan los restos de dos ahu o plataforma con enormes bloques bien ensamblados con cuatro moais derribados. Aquí podemos ver de cerca el ensamble de las piedras del ahu, que nos recuerdan a los muros vistos en Perú, aunque como nos dice el guía aquí se construyeron de forma diferente. Se ven las caras de los moais derribados muy desgastadas, algunas boca abajo y otras boca arriba. Una de las cabezas de moai está más alejada y rodeada de maleza. Seguimos el camino donde nos encontramos de vez en cuanto alguna cerca de madera y alambre, ya que aquí suelen dejar a los animales pastar. Según nos dijo un guía los animales; ya sean gallinas, perros, caballos o vacas, son libres. En los caballos te fijas en las patas para ver si tienen dueño, porque es ahí donde los marcan, pero sino lo ves es que son caballos salvajes, el resto de animales igual, no hay perros callejeros son perros con dueño que van libres. También por el camino encontramos huesos de animales muertos desperdigados por el suelo. Ahu Te Peu es el inicio de la ruta de la costa norte de la isla y el paisaje de los acantilados de la isla que nos ofrece al inicio nos muestra un paisaje precioso, que poco a poco se volvería más agreste. El guía para cerca de otro ahu para enseñarnos las piedras, donde vemos la diferencia entre ellas unas piedras de basalto. En teoría la siguiente parada es donde veríamos un moai de basalto pero no creo haberlo visto, así que creo que es esta parte la que se saltó el guía. Continuamos caminando y el recorrido comienza a ser todo piedras negras, el guía nos explica que esas piedras que aparecen como la sal cuando lanzas un puñado, todo desperdigado sin orden es porque son piedras de lava que fueron lanzadas por una erupción del volcán, ya que ahora estamos andando por la ladera del Terevaka, el volcán más grande de la isla. El guía nos comenta que suelen haber tours a caballo por el terevaka ya que desde la cima se tiene vistas espectaculares. Y las otras piedras que vemos hacia los acantilados son tumbas. Nos acercamos y efectivamente vemos huesos en los agujeros de las piedras. Nos comenta el guía que los ahu eran tumbas y que veremos muchas piedras que si observamos de cerca tiene huesos humanos. El guía nos lleva hasta la siguiente parada; Vai Mata. el nombre lo sé porque busque en internet las fotografías de los lugares vs las fotografías tomadas, ya que el guía, como ya había adelantado, no nos dio ningún nombre, si que nos enseñó y explico la zona, pero sin dar ningún nombre por lo que al final de la ruta cuando el del hotel nos pregunto no sabíamos decirle más que habíamos visto ahus, moais, restos arqueológicos una cueva y paisaje. Luego, gracias a internet, ya sé dar nombre a los lugares visitados. En Vai Mata es posible apreciar el asentamiento de un pueblo, con su plataforma “Ahu”, la cual tiene cortes de piedra más precisos. También podemos ver, a escasos metros, algunos Moai que cayeron en su proceso de transporte al lugar, casas barco que fueron la vivienda típica rapa nui de esa época, gallineros, fogones, etc. En este lugar podemos ver grandes moais derribados con las cabezas boca abajo y cortadas, aquí el guía toco el moai ya que aquí no están protegidos pro rocas que delimitan la situación, y mi amiga viendo que el guía lo hacia ella también toco el moai. Hay muchos restos arqueológicos del antiguo pueblo pro esta zona y en uno de los lugres que se usaban para guardar las plantas hay una palmera seca, el guía saca un tremendo machete y se pone a limpiar las partes muerta de la planta, nos comenta entonces que esta zona, como podemos ver, es muy agreste, el sol pega con mucha fuerza (las nubes ya han desaparecido) y no hay agua cerca, por lo que si no hay gente las plantas se mueren. Y ya el guía en el recorrido ha comentado que hace mucho tiempo que la gente no hace este camino y que por lo que ve, los que van siguen la zona de la costa por lo que se pierden estos restos que están arriba de la ladera. No sabemos si será así, pero la verdad es que no vimos a nadie en todo el recorrido y además lo de que no vea que usaran el camino nos dio risa porque literalmente no había camino que seguir, todo el terreno era exactamente igual, y por eso mismo corríamos tras el guía, porque si lo perdíamos no había camino que seguir. Llegados a este punto le comento al guía que vamos más detrás de él porque no estamos familiarizadas con este terreno de piedras salteadas y que no es lo mismo andar rápido en un terreno que conoces que en uno que no es tu lugar habitual, también lo hago para que se de pro aludido para que nos permita parar ya que cada vez que paro para hacer una fotografía o ponerme crema el guía se me escapa, y no hablamos de beber agua que casi ni bebimos porque si parábamos el guía se nos escapaba. Lo único que conseguí con el comentario es que el guía se quejara de que los turistas cogían ese tour sin saber que requiere esfuerzo físico, y cuando le dije, no si es que el sol aquí pega fuerte y no tenemos sombra y le enseñe los brazos que de rojos habían pasado a tener ampollas. El guía solo dijo, los he visto peores, una vez un turista ruso hizo este camino en sandalias sin protección llegó completamente rojo de pies a cabeza. Vamos, preocupación cero. Luego cuando llegamos al pueblo tras acabar el tour fuimos a una de las farmacias a comprar crema para las quemaduras solares y en todo el resto del día y en la propia farmacia la preocupación de todos los que veían nuestros brazos era tangible, pero nuestro guía no dio importancia a nuestras ampollas por todos los brazos. También conseguí algo de información pro la cual creo que el guía no nos llego a enseñar el moai de basalto ya que me dijo que él estaba siguiendo todo el camino de la costa noroeste excepto el lugar del muerto, ya que no le gustaba pasar por ahí. Durante el recorrido el guía nos contó que antes el lugar se podía entrar sin obligación de ir con guía pero que hace unos años, cuando no era necesario guía, un guía que iba con un grupo a caballo (hay tours a caballos por el Terevaka) vi a un hombre sentado en una piedra, tres días después volvió a pasar con el caballo y vio al mismo hombre sentando en la misma piedra, se acercó y estaba muerto. En la isla de Pascua no hay helicópteros y ahí tampoco hay carreteras (no hay ni caminos como tal) así que el servicio de rescate contacto con varios guías de la zona que conocieran bien el lugar y supieran pro donde sería más sencillo el traslado del cadáver, dado que eran necesarios varios hombres para cagar el peso muerto del cadáver a pie hasta el lugar donde pueden llegar los coches (lo que es ahora la entrada al parque). A él lo contactaron porque desde pequeño su tío lo llevaba por esa zona y se conocía varios caminos por ser autóctono de la zona, en este puto lamentó que su tío ya no estuviera porque muchos de los caminos que le enseñó de niño los había él olvidado y la gente no los conocía, por lo que se habían perdido. El caso es que el tema del turista muerto en la ruta le impacto bastante al guía, aunque también nos comentó de un turista que había muerto de una ataque al corazón en la playa de Anakena, y el guía del Poike nos comentó de otro turista que cayó al mar y se murió de un ataque al corazón, y nuestro guía de esta costa norte también comento que un turista subiendo el volcán Rano Raraku se cayó al vacío y murió y que todo lo vio un vecino desde la ventana de su casa y que desde entonces está tocado de la cabeza (y por eso ahora hay más restricciones de subida en Rano Raraku como comenté en mi entrada sobre la visita al lugar). Nos indicó el guía que llego el punto en el que el consejo de la isla se llegó a plantear que los turistas no iban a visitar la isla sino a morir en la isla. Por eso puedo llegar a entender que haya más restricciones al turista. Y también es compresible que nuestro guía no quisiera acercarse al lugar donde murió el turista. Pero siguiendo nuestro recorrido después de haber estado subiendo viendo restos arqueológicos de la antigua aldea llegamos a un punto del terevaka donde nos señala hacia abajo y nos dice que si vemos el moai de piedra abajo en la costa, es complicado de ver pero distinguimos una piedra enorme rodeada de amarillo junto a la costa, el guía nos comenta que ahora tenemos que bajar hasta ahí, en ese lugar nos encontraremos con un gran moai caido y la Ana O' Heu, conocida como la cueva del Make Make por sus petroglifos de este (no esperéis fotografías de ello, los petroglifos se veían muy mal). Conseguimos bajar al ritmo del guía solo cayéndonos una vez, lo que no esta mal teniendo en cuenta en terreno y el ritmo del guía. Una vez abajo nos espera un gran moai caído sobre su cara pero que tiene todavía la forma de las orejas y los brazos perfectos, aquí el guía nos pregunta si en los otros tours los guías nos han dicho que el traslado de los moais se hacía con cuerdas que hacían que los moais andaran, decimos que así es y él nos dice que no cree del todo que esa teoría se aplicara a todos los moais de la isla porque este moai es grande y la ladera de esta zona esta llena de rocas desperdigadas sin sentido y no hay arboles como para hacer tantas cuerdas necesarias para desplazar ese moai hasta ahí, y que él cree que usaban hojas de palmera para arrastrarlo y así llegar a su destino sin romperse, ya que ir hasta ahí con cuerdas era caro y complicado. Cerca se encuentra la entrada a Ana O’Heu o conocida como la Cueva del Make Make, por los petroglifos que se encuentran en su interior corresponden a la imagen del dios Make Make, la cueva hay que entrar en vertical y la verdad que con este guía que no se preocupa de sus turistas aprecie más el no matarme que en fijarme en los petroglifos. Aquí seguimos nuestro camino donde el guía nos lleva hasta Ahu a Tenga, que es una de las plataformas orientadas astronómicamente en la isla. Señala el norte astronómico y fue construida después del contacto europeo ya que se puede ver un petroglifo que emula un barco occidental. Debido a la intensidad del sol casi no es visible ni las marcas de agujeros que sitúan el norte astronómico ni las líneas del barco, pero estamos lo suficientemente cerca para distinguirlos. Seguimos hasta llegar a Hanga O Teo, en este lugar encontramos los restos arqueológicos del clan “Miru” que habitó la zona, ya conocemos las tumbas, las casas, los fogones y demás restos, y aquí cerca ya vemos las ruinas de una vieja estación ganadera donde un conjunto de palmeras se presenta como un oasis en medio de un paisaje mayormente deforestado. Es bajo estas palmeras y su deseada sombra donde paramos a comer e hidratarnos. Mientras comemos nos comenta el guía lo alto del Terevaka donde podemos ver a una vaca solitaria y como más abajo hay un rebaño de más vacas, el guía comenta que siempre que hace esta ruta se encuentra con esa vaca solitaria en lo alto que nunca baja con las demás. A nosotras, llegado este punto, no nos sorprende ver una vaca solitaria, lo que nos sorprendería es a ver a alguna persona humana por la zona. Mientras estamos sentados nos comenta el guía que allá arriba vi en uno de sus tours a una pareja, habían decidido volver de Anakena por la costa sin guía y se había perdido (normal, no hay caminos) y que cuando los vieron sentados corrieron hacia ellos, iban sin agua y la mujer estaba herida, el guía le hizo los primeros auxilios a la mujer que en cuanto llego a ellos comenzó a llorar y les dijo que esperaran ahí, se fue y dejo a su grupo de turistas en la playa y luego volvió a por la pareja, y llevo en su espalda a la mujeres el resto del camino hasta la playa, y que aun hoy sigue en contacto con la pareja. Ya os recomiendo, aunque creáis que es fácil y hay camino, no vayáis por libre de la playa por la costa noroeste. Este lugar hay que hacerlo con un guía, y sin duda nuestro guía era un experto en la zona. Tras comer volvemos al camino y nuestra siguiente parada es la zona de Papa Tekena, donde podemos ver ruinas de viviendas ancestrales y algunos petroglifos que, aunque el sol no deja ver bien, nos orecen una vista de petroglifos distintos. Tras dejar atrás este lugar llegamos a una zona donde hay un camino, ahora ya es más sencillo seguir al guía y en el camino me comenta que cuando el era pequeño la gente creían que los rapa nui eran vagos o tontos porque no tenían estudios pero que es que a ellos no les enseñaban el español y las clases eran en español así que era muy difícil aprender cuando no sabes el idioma con el que están enseñando, ya que solo sabían escribir y hablar rapa nui que es lo que les enseñaban en casa. En cambio, comenta que ahora es al revés, los jóvenes indígenas rapa nui saben español, pero solo saben hablar el rapa nui y no han aprendido a escribirlo y que siente que la lengua se está perdiendo porque no se enseña. Es una pena que siempre prevalezca en la enseñanza un idioma sobre otro, cuando la pluralidad nos da siempre ventajas. Comenta el guía que los rapa nuis van todos al continente a estudiar fuera pero que acaban luego volviendo a la isla para vivir. Y que durante la pandemia la isla estuvo cerrada al turismo y que los indígenas vivieron cultivando y pescando como les habían enseñado y que como no dependieron del turismo tras la pandemia se juntaron para votar si se quería volver abrir la isla al turismo y se mantenía cerrada. El camino a la playa presenta una cerca con caballos y calas con el impresionante color del azul del océano y al fondo la blanca arena de la playa de Anakena. Bajo los árboles hay tiendas de campaña junto a la playa y nos acercamos a la zona donde hay baños y aquí el guía dice que había quedado con el taxista a las tres y media y que no pensaba que llegaríamos en hora. Vaya, pues no hemos parado apenas así que no sé qué se esperaba. Mientras el guía busca al taxista vamos al baño y a comprar agua fresca para hidratarnos. La ruta vale la pena, pero sin duda hay que contratar a un guía que conozca los lugares que visitar. Tras volver al hotel descansamos antes de salir a la farmacia a por crema para las quemaduras.

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Rano Kau y Orongo - Isla de Pascua - Chile

Rano Kau y Orongo

Marchamos al volcán Rano Kau, yendo primero a su mirador de libre acceso. El lugar tiene un sitio donde aparcar y de ahí es entrar y te encuentras con el cráter del volcán. Mi amiga se quedó impactada, ya que no había visto ninguno así, yo en cambio había visto parecidos en Corea del Sur, pero eso no quita que este sea un lugar imperdible. El acceso al mirador te enfoca directamente en la parte central desde donde puedes sacar el cráter completos, todo el rango ovalado, con sus cortes de tierra y su fondo lleno de numerosos juncos de totora. Mi amiga ve como unos caminos que bajan abajo del cráter y le preguntamos al guía, que nos comenta que solo bajan ahí expediciones de científicos para extraer muestras y estudiar el lugar, y los foráneos para bañarse. Me cuesta imaginar lo que será bañarse ahí. En los laterales del cartel del mirador hay caminos que se pueden recorrer para seguir teniendo diferentes vistas del cráter del volcán. El tiempo nos da para subir por el camino e ir parando para ver como va cambiando la forma del cráter y sobre todo ver las diferentes paredes del cráter, así como la acumulación de agua de lluvia en el interior de la gran caldera del cráter volcánico. El guía nos comenta que esta es una de las principales fuentes de agua dulce de la isla junto con las aguas subterráneas. Y de aquí nos acercamos a Orongo, aquí encontrareis baños y paneles informativos en la entrada, atención porque solo puedes acceder una vez, y como digo, hemos visto que de verdad toman nota y revisan si ya has accedido antes. Dentro del centro el guía nos explica de varios temas tratados en los carteles. Según el guía debido a la sobrepoblación empezaron las guerras internas y aunque hasta entonces habían reinado por monarquía ante la situación establecieron un nuevo rito por el cual cualquiera podía ser rey por un año entero. A raíz de esa nueva propuesta se creó la competencia del hombre pájaro, la aldea de Orongo era habitada de manera estacional por los jefes y personajes principales de las antiguas tribus que esperaban observar quién era el primero en recoger el primer huevo sagrado del pájaro manutara en los meses de la primavera. Se trataba de una celebración que alcanzaba su momento álgido durante la competencia del Tangata Manu. Los que tomaban parte en esta ceremonia, vivían durante ese tiempo en casas que estaban especialmente construidas para este fin y que presentan un tipo arquitectónico especial y desde pequeños habían sido entrenados para tener éxito en esta competencia que consistía en ir a nada hasta el motu (islote) más grande y robar el primer huevo del manutara y llevarlo sin romper hasta la aldea nadando y escalando los acantilados. Cada ganador grababa su reinado en las piedras de la aldea. Luego en el centro hay unos carteles donde se comenta que encontraron un moai muy bien conservado dentro del antiguo ahu de Orongo, que fue extraído en 1868 por la tripulación del barco de guerra inglés y que se encuentra desde entonces en el Museo Británico de Londres. Muchos rapa nuis reclaman el moai para que lo devuelvan (pero ya sabemos que los ingleses poco devuelven).Tras las explicaciones salimos al conjunto arqueológico, nada más salir fuera del recinto debes pasar los cárteles y la zona de descanso que está a la derecha y girar a la derecha cuando encuentres un camino que se divide y un poco más adelante te encuentras con los tres motus que están frente a la costa; Motu Kao Kao, con forma de aguja, Motu Iti, el más pequeño y Motu Nui, el más grande de los tres. En esta zona hay bancos para disfrutar de las vistas espectaculares del lugar. Siguiendo el sendero vemos algunas de las casas de esta aldea ceremonial, no podemos entrar, pero se puede observar agachándose el acceso a las mismas era como las cuevas, estrecho para después agrandarse. Me recordaron a los iglús de tierra que vi en Quassiarsuq en Groenlandia. A medida que vas avanzando por el sendero se puede ver perfectamente como algunas de las casas tenían varias entradas e incluso algunas estaban conectadas entre ellas. La última casa de la hilera es la más importante de Orongo, y es la que era utilizada por los sacerdotes que se encargaban de la ceremonia de los Hombres Pájaro y que nos lleva al cráter del volcán, y aunque está prohibido el paseo se pueden ver las piedras con petroglifos que hay en esa última zona de Orongo. Tras llegar al cráter sigues otro camino que te lleva por un sendero donde puedes ver más piedras con petroglifos y restos de la antigua aldea. Tras salir de Orongo paramos en un mirador donde se puede ver el aeropuerto de Hanga Roa y tras la pequeña parada fotografía continuamos de camino a nuestros hoteles dando por finalizado el tour.

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Vinapu - Isla de Pascua - Chile

Vinapu

Tras dejar atrás la cantera marchamos al siguiente lugar a visitar; Vinapu. Este lugar es un complejo arqueológico situado en una extensa explanada en el borde de la costa de la isla, donde termina la pista del aeropuerto según se puede ver en las señalizaciones. El sitio es hermoso, como todos en la isla, con una gran pradera verde y el océano de increíble azul. Aquí se encuentran los restos de tres plataformas, aunque de una prácticamente no queda nada así que lo que podemos ver es el Ahu Tahira y Ahu Vinapu. La primera plataforma te encuentras con seis moáis boca abajo y tres tocados frente a ellos, ando la vuelta por la parte derecha se llega a la plataforma más impresionante, es un muro perfectamente ensamblado, con mucho parecido a los muros incas en Peru. En la parte trasera se encuentra un moái semienterrado, y de cerca se puede ver que no tiene las cuencas de los ojos talladas, por lo que se sabe que nunca estuvo sobre una plataforma. En el lugar se encuentra, aparte de los pukaos también caras de moais enterradas y dando la vuelta a la plataforma nos encontramos con una figura alargada de color rojizo como los moais. El guía nos indica que es un moai femenino que no tiene cabeza porque cuando llegaron los franceses se dedicaron a cortar las cabezas de las estatuas. No sabíamos que había moais femeninos, pero por lo que indica el guía solo se han encontrado este y otro más que está en el museo de Hanga Roa (que no podemos ver porque está cerrado) y donde se distingue mucho mejor que es el cuerpo de una mujer.

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Puna Pau - Isla de Pascua - Chile

Puna Pau

Seguimos el tour hasta Puna Pau, otro volcán cantera ya que este es el lugar desde donde se extrajeron y tallaron los pukao (los tocados que llevaban los moais sobre sus cabezas). Como el tipo de piedra es distinto es normal que en la cantera de Rano Raraku no encontráramos más que moais desperdigados por todos los lados, como la piedra con la que se hacen los tocados es otra es en esta otra cantera donde los encontraremos desperdigados por todo el camino como pasaba en la otra cantera con los moais. La visita empieza por el sendero de la derecha, donde aparecen los primeros pukao a la izquierda. Allí hay un panel interpretativo y luego el camino asciende hasta un pequeño mirador. Una vez arriba a la izquierda tienes el interior de cráter, y su forma me recuerda a los cenotes y teniendo en cuenta que el nombre del lugar hace referencia a una fuente o pozo de agua puede que en el pasado hubiera agua como en los cenotes. La escoria roja que se extrae de esta zona es con la que se hacían los tocados y se pueden encontrar algunos de ellos dispersos por la ladera del volcán. Una vez arriba hacia la izquierda y dando la espalda al cráter del volcán se disfruta de una magnífica vista de los alrededores de Hanga Roa, el océano Pacífico y los terrenos de cultivo. Solo la vista merece la pena la visita a la cantera. Después se desciende el volcán para salir por otro lado que deja ver con más detalle los pukaos dispersos.

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Ahu Akivi - Isla de Pascua - Chile

Ahu Akivi

Ahu Akivi se encuentra bastante cerca de la cueva, aquí encontramos siete moais que, contrarios a los que hemos estado viendo hasta ahora, son todos muy parecidos entre sí en tamaño y facciones. Además de ser tan parecidos estos parece que miran hacia el océano en vez de hacia el interior, pero en realidad miraban hacia una aldea como el resto de Ahu. Lo que si es diferente es que estos moais están en una posición astronómica y los rostros de los moai miran hacia el punto donde el sol se pone durante el equinoccio de la primavera. El guía también nos cuenta le leyenda de que estos moais fueron erigidos en honor de los siete exploradores que por encargo del rey se lanzaron al océano a explorar, pero es solo una leyenda que no se avala con los restos encontrados, pero le da un toque más simbólico al lugar, eso sin duda. Aunque solo por lo diferente que son con respecto al resto de moais (dada su ubicación y su similitud) merecen la pena la parada. Como los visitamos de día el sol les daba de frente por lo que pare ver sus rasgos es mejor hacer la visita por la tarde.

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Ana Te Pahu - Isla de Pascua - Chile

Ana Te Pahu

El día amaneció con lluvia y otro tour de día completo. Empezamos yendo a Ana Te Pahu lo que fue un acierto por parte del guía ya que en el camino a la cueva comenzó a llover, pero en la cueva estuvimos resguardados. Esta cueva es conocida como la cueva de los plátanos debido a la gran cantidad de estos árboles que hay en la entrada situada a unos metros bajo la superficie. Junto a ellos crecen parras, paltos y tubérculos como el taro o el ñame. En la entrada de Ana Te Pahu también se pueden observar huellas petrificadas de la palma endémica de Rapa Nui, y de una colmena de las abejas endémicas de la isla. En esta primera visita no veríamos mucho más que el agujero donde entrar poder entrar y ver lo arboles que crecen en su interior así como los paneles de abejas endémicas pero el penúltimo día en la isla tomamos un tour exclusivo de cuevas donde se visitaba este lugar, la chica de la taquilla le dijo al guía “ya han estado aquí” pero como nosotras le especificamos no llegamos a entrar dentro de la cueva, que es mucho más extensa de lo que vimos el primer día.Y cuando volvimos a ir a visitar la cueva de Ana Te Pahu la chica de la entrada al parque le dijo al quia que ya habíamos estado (como ya había contado guardan registro de todo el que entra). Le aclaramos al guía que nos habían llevado, pero solo habíamos visto la entrada y que no habíamos entrado en la cueva. Así que el guía nos lleva por diferentes lugares que no habíamos visto antes ya que esta cueva es una de las más grandes de la isla pues es una conexión de tubos de lava volcánica. Primero El guía nos enseña desde fuera diferentes rincones, como una serie de ramas que cuando te acercas puedes ver que son las ramas de un árbol sale del agujero de la cueva y del que no se ve el tronco ya que está en el interior de la cueva. Y tras ver el exterior seguimos al guía hasta el interior por la zona que vimos la primera vez, por una zona donde hay que bajar unos grandes escalones de piedra, y se puede continuar por la izquierda a través de un pasillo rodeado de vegetación que te lleva a un lugar donde hay un árbol que se eleva hasta al exterior por una abertura en el techo. Regresando por el mismo camino se alcanza de nuevo la entrada. A la derecha de la escalera se abre una gran boca en forma de arco que conduce a un ancho túnel protegido por unas barreras de piedra. Estos pequeños muros obligaban a los posibles intrusos a entrar uno por uno, facilitando las labores de defensa de la cueva. En el interior es necesario el uso de la linterna para ir explorando diferentes lugares de la cueva. Después de un rato de oscuridad se llega a una zona de claridad causada por un gran tragaluz en el techo. El sol y la lluvia que entran por el agujero han hecho crecer otro macizo de vegetación. A partir de aquí la caverna se estrecha y se oscurece por lo que hay que encender la linterna y agachar la cabeza y en el camino hay profunda oscuridad hasta encontrar huecos de luz entre los muros. Como el guía era muy espiritual nos hizo a todos tomarnos de las manos mientras “oraba”, luego le seguimos y acabamos saliendo por un rincón más alejado de por donde habíamos entrado. Sin duda sorprende la amplitud y ramificaciones que tiene esta cueva y que desde fuera no es posible apreciar.

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Anakena y sus ahus - Isla de Pascua - Chile

Anakena

En Anakena puedes encontrar vestidores para cambiarte para disfrutar de un baño en la playa, de baños y de restaurante y bar donde tomar algo. El guía nos aconseja que si no hemos traído comida primero pidamos comida y luego vayamos a sentarnos o bañarnos dado que son lentos en la preparación. Nosotras tenemos comida y bebida así que pasamos de largo el restaurante y vamos en búsqueda de un lugar donde comer. Nada más pasar el bar restaurante tienes la vista de un grupo de altas palmeras sobre el césped verde característico de la isla, con gente sentada, con caballos pastando, y también bancos con vistas al océano, siguiendo el camino de tablas de madera puedes desviarte a la izquierda hacia la arena blanca de la playa o hacia la derecha donde hay un camino que te lleva hasta el ahu Nau Nau. Aquí nos encontramos con siete moais erguidos sobre el ahu tras su reconstrucción. Estos son los moais mejor conservados que veremos en la isla, esto se debe a que cuando fueron derribados también, por el viento, fueron cubiertos por la arena y protegidos de la erosión y los líquenes. Aquí se encontró un moai femenino y unos ojos de coral. Hasta ahora los moais que hemos visto solo tienen las cuencas de los ojos, eso es porque los ojos se hacían de otro material. Nosotras no pudimos ver un ojo real porque el que encontraron se encuentra en el museo de Hang Roa que dos meses antes de nuestro viaje cerró sin fecha de nueva apertura. Y aunque no conservan los ojos si la mayoría conserva sus pukaos (el tocado sobre sus cabezas) y se pueden ver bastante cerca los detalles de la cara y figura; las orejas, los labios, la nariz, los brazos, las manos sobre la panza. Alrededor de la zona también se pueden encontrar caras de moais más desgastadas, y tocados, casas-barco, y demás resto que demuestran que había otra aldea en esta zona. Un poco más allá nos encontramos con el Ahu Ature Huki, un moai solitario en lo alto del cerro y que fue el primero en volver a ponerse en pie. Tras visitar la zona encontramos bajo unos arboles un merendero para poder comer viendo los moais. Tras la comida bajamos a la playa de Anakena a maravillarnos con su arena blanca y su agua cristalina. No hay ni un día que pasáramos en la isla sin sorprendernos para lo increíblemente cristalino que es el océano en la isla, aunque no se libraba de algas el agua es tan limpia que puedes ver donde están. Tras disfrutar un poquito de la playa, no demasiado dado que a nosotras nos cansa llegó la hora de regresar con el tour a nuestro hotel.

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Te Pito Kura - Isla de Pascua - Chile

Te Pito Kura

El siguiente lugar que visitamos es Te Pito Kura, llamado también el ombligo del mundo, en este lugar se encuentra el Ahu o Paro, según el guía es el moai más grande transportado desde la cantera del volcán Rano Raraku y erigido sobre un ahu, y aunque está caído del ahu sobre el suelo y no se distingue sus fracciones si se puede ver que llevaba un tocado, caído un poco más adelante, y que tiene un gran tamaño, por lo que alzado debía ser espectacular. Cerca del ahu se encuentra la piedra de Te Pito Kura, es una piedra ovalada y de aspecto pulido que por su alto contenido en hierro se calienta más que las demás piedras y ocasiona que las brújulas se comporten de forma extraña. El guía nos comenta que las mujeres de la realeza cortaban su cordón umbilical en esta piedra y que las piedras alrededor eran piedras normales para sentarse, antes se podía acercar a la piedra y colocando una brújula cerca veías como esta cambiaba de dirección dejando de marcar el norte (lo vimos en un video del móvil del guía), pero debido al vandalismo de un turista se procedió a acotar el paso construyendo un muero de piedras que la rodea. Los antiguos creían en el efecto espiritual de la piedra, y por eso era usada por la realeza.

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Ahu Tongariki - Isla de Pascua - Chile

Ahu Tongariki

Tras la pequeña parada en Rano Raraku para proveerse para la comida continuamos el recorrido hacia Ahu Tongariki. Nada más entrar nos dirigimos hacia la plataforma sobre la que se encuentran 15 moais alzados sobre el ahu dando la espalda al mar. El guía nos comenta que los moais suelen estar dando la espalda al mar porque son figuras de ancestros, por tanto, deben mirar a sus descendientes, hacia las personas, por eso dan la espalda al océano. Ni una sola de las figuras son iguales, ni en anchura, ni altura ni en rasgos, algunos consiguieron ser reconstruidas con su tocado en la cabeza. El lugar donde se encuentran es precioso, a su izquierda está el volcán Poike con sus acantilados agrestes sobre el océano, al fondo se levanta el islote conocido como Motu Maratiri, motu es islote, y frente a los moais se encuentra el volcán de Rano Raruko. Así que uno no, por muchas fotografías que haya visto, no puede evitar verse impactado por la majestuosidad del ahu tongariki. Esta gran construcción representa lo grande que debía ser la aldea que se colocaba aquí, luego tras la época de decadencia como de lucha entre tribus los moai fueron derribados del ahu, pero el mayor desastre al que se enfrentaron fue durante 1960 ya que el terremoto de 9.5 en Santiago de chile provoco que llegará un tsunami a la isla de pascua (que está a cinco horas y pico en avión), y la gran ola impacto directamente en esta zona. Toda la zona estaba cubierta de cantos rodados de la costa, piedras procedentes del ahu y restos de estatuas, mezclados con huesos y cráneos humanos de las tumbas que habían estado bajo la plataforma (como ya había comentado los ahu son plataformas de tumbas) y animales muertos. Y en los años de 1990 se empezó la reconstrucción de la zona, colocando en pie 15 de los moais sobre el ahu reconstruido. Cerca de la entrada se puede ver el llamado moai viajero, es un moai que se envió en un buque hasta Japón, para que fuese exhibido en la feria industrial de Osaka y Tokio y cuando el moái volvió a Isla de Pascua recibió ese nombre (lo que tiene sentido ya que en Zaragoza también llamamos patio viajero al patio de la infanta porque fue trasladado piedra a piedra a Paris y luego regreso de vuelta). Dimos toda la vuelta al ahu y nos marchamos, aunque hay más cosas por ver ahí nosotras íbamos a repetir la visita y aprovecharíamos para ver esas zonas ese otro día, la ventaja de que en este lugar si se pueda volver a entrar más de una vez. La siguiente vez que visitamos este ahu fue para ver el amanecer. El último día en la isla cogimos un tour para ver el amanecer en Tongariki, ya que todos decían que era algo imprescindible. A las cinco de la mañana nos recogieron para por un camino de piedra y de noche ir hasta Tongariki. Hay mucha gente que indica que no vale la pena pagar la entrada cuando se puede ver desde fuera, pero teniendo en cuenta que la entrada vale para diez días y puedes entrar a este lugar las veces que quieras, es un sin sentido no aprovechar a entrar todas las veces que se pueda. Al llegar nos encontramos que había ya una pequeña fila porque no habían abierto la entrada del parque, la guía hablaba con la de la taquilla y la de la taquilla decía; “si me dejaran abriría ya, cuanto antes entren antes se irán”. En cuanto entramos nos sentamos en unas piedras para esperar ver el amanecer, el día estaba nublado, pero eso no impidió que se viera como poco a poco la luz iba surgiendo del cielo iluminando los moais marcando su silueta. Cuando ya el sol estaba coloreando el cielo, aunque todavía no se había alzado del todo, nos acercamos al moai grande tumbado que se encuentra en esta zona y que permite ver como las sombras de los moais se deslizan alargadas sobre el césped a medida que el sol va subiendo, y que desde este lugar llegaremos a ver los diferentes petroglifos de Papa Takaku Poki que también están en esa zona. La guía en el coche nos comentó que si bien antes se podían ver muy bien sobre todo antes de que el sol diera demasiada luz de lleno para distinguirlos ahora se podían ver perfectamente a cualquier hora porque alguien había echado harina con algo más sobre ellos, lo que no saben cómo se les pudo escapar ese vandalismo a los guardias del parque y la verdad es que, aunque así se ven muy bien definidos tal y como decía la guía cuando lo echaron era un blanco nuclear que impactaba, porque si algo no pega ahí es el blanco. Según la guía la intención era buena pero no era el material más correcto, ellos habían heredado de sus antepasados como reforzar las figuras y aunque esta prohibido si ella veía a un nativo hacerlo, que sabía que conocía la técnica y forma para hacerlo miraba hacia otro lado, pero el de la harina no siguió la práctica tradicional, aparte de que está prohibido. Vimos muchos petroglifos por la isla pero estos al amanecer son los que mejor se veían, ya que otros por el intenso sol se veían pero costaba apreciar todos los detalles de las figuras marinas o de los dioses dibujados en las piedras. Después recorrimos de nuevo el ahu de los 15 moais por delante y por detrás, y al salir aún nos ofreció parar para ver el amanecer desde otro lado.

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Rano Raraku - Isla de Pascua - Chile

Rano Raraku

Rano Raraku es un volcán, pero la cima tiene ahora más restricciones por tema de seguridad. Sobre este tema nos contaría más detalle el guía de la costa norte. Aparte de ser un volcán Rano Raraku es la cantera de donde salían los moais que hoy podemos ver desperdigados por toda la isla. En el hotel teníamos una revista con un plano de la isla con anotaciones a mano que indicaban tres lugares fuera de Hang Rosa donde hay baños públicos; Rano Raraku, Anakena y Orongo, asi que antes de entrar a la cantera algunos del tour aprovecharon para ir al baño. Actualmente a Rano Raraku solo se puede acceder una vez, por lo que, aunque estes mucho tiempo en la isla como va a quedar registrado (te piden el pasaporte y se apuntan los datos) no vas a poder volver a entrar. Y podemos constatar que llevan control del acceso para no dejar pasar. Tras el acceso hay una mesa con diferentes piedras, aquí el guía nos va explicando los diferentes materiales que hay en la isla y cuales se usaron en los restos que visitamos, aunque como no soy capaz de recordarlo después de explicados os puedo contar todo, pero soy incapaz de diferenciar el basalto del granito. El guía nos comentó que Rano Raraku está compuesto por un tipo de roca única en la isla conocida con el nombre de toba lapilli y que con herramientas hechas de basalto desgastaban la toba para dar forma a los moais. Las figuras que veremos en la cantera se encuentran en su mayoría en fase de elaboración por lo que no vamos a poder ver el cuerpo entero del moai, aún así este lugar es un imperdible de la isla. Solo ten en cuenta que como solo puedes acceder una vez al lugar procura que esté despejado porque desde arriba del volcán/cantera se tiene una vista espectacular del ahu tongariki y el paisaje que lo rodea. Una vez entras en la cantera hay poco que decir, solo disfrutar de los moais que sobresalen por todos los lados, no hay dos cabezas iguales, unas más alargadas, con nariz respingona o nariz más gorda, algunos sobresalen del suelo y otros están anclados todavía a la roca del volcán sobre la que se tallaron. En el recorrido el guía nos comenta que los moais se construían usando las proporciones áureas, que desde aquí se deslizaba la estatua por la empinada pendiente de la ladera y luego se tallaban más detalles antes de trasportarlas a los ahus donde se colocarían, y el transporte se desconoce, aquí el guía nos contó una de las teoría que existen, mostrándonos un video de la universidad de Hawai donde se creo un moai y se le hizo desplazarse como si el moai anduviera, siguiendo la tradición oral que dice que los moais andaban, pero hay otros guías que indican que esa teoría es difícil de aplicar en algunos lugares de la isla. El caso es que los maois podían caminar por su proporción aurea, de manera que si la cabeza era más grande que el cuerpo este moai no iba a poder ser transportado, por ejemplo, y este caso es importante tenerlo en cuenta porque en la cantera se pueden ver moais inacabados donde se puede observar que sus proporciones no son perfectos y que no van a poder levantarse o desplazarse sin sufrir algún daño. También nos explicó que los moais, al ser la figura que representa a los antepasados fallecidos se pedía por encargo y que su tamaño y decoración dependía del dinero y estatus social que tuvieras. Otro punto que no perderse en la cantera entre tanto moai es el Moai Tukuturi, que significa “moai en cuclillas”, y es especial por su aspecto tan diferente a los otros moais, la cabeza es redondeada, en la barbilla parece que tiene una barba y tiene el cuerpo completo en posición arrodillada con las piernas dobladas hacia atrás y su trasero sobre los talones mirando al lateral del volcán en vez de darle la espalda. Y que se parece a estatuas de Tajiti (al inicio no sabíamos que sitio era, pero luego descubrimos que se referían a Tahití), ya en el continente chileno nos dijeron que hay mucho inmigrante de Tahiti pero nosotras aprendimos la palabra sin pronunciar la “h” como “j” por eso hasta no volver a escucharla en la isla de pascua no caímos en que era Tahiti. Además, desde aquí también se puede disfrutar de una vista espectacular del volcán Poike con las 15 siluetas del Ahu Tongariki al fondo, con el océano azul y el verde de la isla formando un paisaje espectacular. Continuamos la visita de la cantera y cuando salimos te encuentras con que también hay una tienda y un restaurante y que el tour nos dejaba algo de tiempo, lo cual es ideal porque, aunque teníamos comida y bebida, no es lo comida fría y bebida caliente que comida caliente y bebida fría.

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Ahu Akahanga - Isla de Pascua - Chile

Ahu Akahanga

A continuación, fuimos a Ahu Akahanga, una vez llegamos el paisaje es espectacular, como casi toda la isla, pero como acabamos de llegar todavía no nos hemos acostumbrado a ese impactante color ver y azul que se disfruta en casi todos los rincones de la isla y que parece sacado de una postal paradisiaca. A la derecha de donde entramos y mirando al mar hay una pequeña cueva, llamada Ana Akahanga cuya entrada tiene como un muro de piedras, el guía nos comenta que era utilizada como refugio temporal, principalmente por pescadores, para guarecerse de la lluvia. En Akahanga o Aka Hanga se encuentran los restos de lo que fue una antigua aldea próxima a una pequeña bahía porque ya podemos ver los cimientos de piedra de varias casas-barco. Al principio y sin saber nada todo pueden parecer piedras, pero a medida que vas aprendiendo consigues distinguir las casas, los fogones, y ahus que son característicos de una aldea. Siguiendo el camino llegamos al Ahu Akahanga en sí. Esta gran plataforma, es bastante larga, no ha sido restaurada, pero en contra de lo que normalmente se ve aquí los moais no aparecen boca abajo, sino que aparecen derribados tanto boca arriba como boca abajo. Esto permite observar mejor sus rasgos faciales y características alrededor de ellos están los que es como se llaman los sombreros que tenían colocados sobre las cabezas los moais, en algunos de ellos se pueden ver todavía dibujos en la piedra. Luego nos acercamos a un pequeño moai que está de espaldas dentro de un círculo de piedras que se encuentra muy erosionado. Tras verlo salimos del reciento para dirigirnos a través de la costa hasta Rano Raraku.

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Vaihu - Isla de Pascua - Chile

Vaihu

El tour de hoy es de día completo, nos recogieron a las diez y media de la mañana, la recogida que más tarde nos han hecho de todos los tours de día completo que hemos hecho. Primero visitamos Vaihu, empezando por la reconstrucción de la aldea, donde primero vemos el gallinero, ahí entre todas las piedras hay una que se puede mover y quitar y que era la entrada y salida de los animales. Cuando están puestos todas es difíciles adivinar la salida y entrada, pero una vez quitada la piedra es fácil ver como eran guardados los animales dentro libres de robos o daños por otros animales salvajes. Después vemos los lugares donde se guardan los cultivos protegidos también con piedras, aquí vemos el taro y otras plantas típicas de la zona que usaban antiguamente los rapa nui para alimentarse. También tenemos al lado y visitamos un antiguo fogón y una reproducción de una antigua casa barco, que se llaman así porque con piedra construían la base y luego con pajas y ramas construían el resto con forma de barca al revés.Después nos acercamos una plataforma ceremonial de gran tamaño, el Ahu Hanga Te´e cuyo moais se encuentran boca abajo sobre el suelo. Según nos contaron varios guías las guerras entre clanes provocaron la destrucción de muchísimos moais ya que según los guías los moais representaban los espíritus o ancestros por lo que derribarlos o cortarles la cabeza era un símbolo de su victoria sobre la otra persona, así como dejarlo despojado de su protección. Por eso los moais que vemos en pie fueron todos elevados posteriormente en reconstrucciones, y por eso por toda la isla es fácil ver muchísimos moais, pero todos tumbados boca abajo o con las cabezas cortadas. No hace falta ni entrar a los lugares del Parque Nacional para poder ver docenas de moais tumbados, pero ya que vienes hasta tan lejos no tiene sentido no ver todo lo posible, aunque haya que pagar la entrada al parque.

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Hanga Roa - Isla de Pascua - Chile

Hanga Roa, Isla de Pascua


Como comenté en una entrada anterior el día que salíamos de Santiago de Chile a la isla de Pascua habían convocado una huelga en el aeropuerto. Nada más entrar a la sala de vuelos domésticos nos encontramos con unas interminables filas de gente que no dejaban ver ni un cartel, deje a mi amiga con las maletas y me acerque a preguntar donde se tenia que facturar ya que con tanta gente era imposible ver los carteles. La zona de facturación de Latam con quien volábamos estaba prácticamente desierta (es auto check in) así que busque a mi amiga y nos dirigimos a sacar las etiquetas del equipaje, luego hay que ir a entregarlo por sí mismo, pero antes hay una persona de Latam que te pega la cinta del equipaje a la maleta, evitando volverse loco con las instrucciones poco claras que ponen en ocasiones (aun hay un par de pegatinas a las que sigo sin encontrar sentido a las instrucciones). Tras dejar el equipaje teníamos que dirigirnos hace el control policial para entrar a la Isla de Pascua, como este proceso a veces es largo LATAM Airlines recomienda llegar unas 4 horas antes de la salida del vuelo. Una vez que tienes la tarjeta de embarque y has entregado el equipaje hay que ir la inspección de extranjería a través de la Policía de Extranjería P.D.I., cuando organicé el viaje estaba ubicada en el segundo piso de la terminal, pero unos meses antes anunciaron que se cambiaba definitivamente al sector poniente del tercer piso. Efectivamente los carteles en el aeropuerto hablan de poniente y demás, pero para mí era como si me hablaran de babor o estribor, no me enteraba de nada, así que por si acaso es más fácil indicar que mirando a la cinta donde dejas el equipaje facturado hay que ir hacia la izquierda. Yendo hacia la izquierda nos encontramos con dos filas de entrada, la fila interminable que habíamos visto al entrar a la terminal y que generado por la huelga (fila que era para el control policial de los vuelos domésticos generales) y luego la otra entrada que era para el control policial de los vuelos a Rapa Nui (Isla de Pascua). Afortunadamente esta fila estaba prácticamente vacía, aunque pro si acaso te confundes hay personal del aeropuerto que, con la amabilidad característica de los chilenos, te pregunta para orientarte por si estas equivocado. Antes de pasar el control de equipaje personal hay que pasar por PDI (Policía de Investigación) donde te pueden requerir los documentos necesarios para acceder a la isla de Pascua. Para entrar a la isla de pascua en el caso de que no seas residente en Rapa Nui o no tengas una carta de invitación (es decir, eres un turista nada más) debes haber completado el formulario de acceso a Rapa Nui, y prueba de haber reservado uno de los alojamientos reconocidos por Senatur, así como tener un billete de vuelta en un plazo no mayor a treinta días. El formulario de ingreso lo puedes completar online 21 días antes del vuelo. Es importante que en el formulario salga el nombre del alojamiento en Rapa Nui, y en el caso de alojar con familiares y/o amigos presentar una carta de invitación. Cuando pasamos el PDI solo nos pidieron el pasaporte y el documento que justificaba la reserva del alojamiento a nuestro nombre, pero por si acaso aconsejan tener el numero de folio que te dan al completar el formulario de inscripción. una vez terminado el proceso te dan otro ticket que hay que guardar y no perder porque te lo van a pedir para subir al avión. Debido a la huelga nuestro vuelo se retraso en la salida (que los vuelos de latam se cancelaran o retrasaran fue algo común del 100% de los vuelos que cogimos en Chile). Pero el retraso a nosotras no nos afectaba mucho ya que no habíamos contratado ningún tour nada más llegar ya que íbamos a pasar 7 noches en la isla. Como el ansia de ver cosas no puede tuvimos días donde nos pasamos de ver lugares y luego acabamos tan agotadas que al otro día no veíamos apenas cosas y nos la pasábamos de relax. Lo ideal hubiera sido haber equilibrado las visitas algo más pero el problema que tuvimos es que nos fiamos de los tous que dicen día entero y medio día. Pero el tour de día entero en Rapa Nui suele terminar sobre las 3 o como muy tarde las 4 de la tarde, y el medio día pues a las 12 ya estabas libre. Por eso la programación se nos descontrolo porque no esperábamos que las tardes se quedaran tan libres (si acabas a las 4 de la tarde – y eso el tour que más tarde acabó- pero anochece a las 9 de la noche, implica que tienes mucha tarde todavía por delante). Cuando llegamos pudimos ver desde la ventana del avión los acantilados verdes de la isla y una vez aterrizados pudimos ver las casetas de madera y palmeras que son el aeropuerto y las letras que dicen “ioana” que es “hola” en la lengua rapa nui. En la sala de equipaje hay un gran cartel que te avisa sobre el dengue, pero vimos pocos mosquitos en la isla, aunque yo llevaba antimosquitos porque, aunque pocos a mi me pican y me hacen reacción, y así fue, uno me pico en la rodilla y afortunadamente me lleve la crema con corticoides. Pero algún guía comento que solo habían tenido hace mucho tiempo un par de casos y que era un poco exagerado. Otra cosa nueva que había leído es que en octubre añadieron una patrilla canina al aeropuerto de Rapa Nui por lo que hay más control del tema de fauna y flora, así que cuidado con llevar cierto de comida a la isla o te puedes quedar sin ella y/o pagar una multa. Sobre todo, está prohibidos la miel o productos derivados por las abejas de ahí son tan autóctonas que no se han relacionado con otras especies y están super protegidas. Nuestras maletas salieron las ultimas, pero al menos no tuvimos perdidas de equipajes, una vez fuera nos esperaba con colgantes de flores el responsable del alojamiento para darnos la bienvenida al estilo de las islas de pacifico y llevarnos al hotel. Del hotel salimos directamente a comprar agua, porque con los calores que hacía en la isla nada más aterrizar nos preocupaba mucho no tener agua para el tour del día siguiente, y pasamos tanto calor en el camino que luego nos encerramos con el aire acondicionado a descansar hasta las siete de la tarde en que nos venían a buscar para hacer una actividad muy de guiris pero como dice mi amiga a al que le gustan esas cosas, en eso es muy guiri y tal cual éramos las únicas que hablan español entre todos los turistas. La actividad, pro si no la habéis adivinado, es una cena y baile espectáculo Rapa Nui. Cuando nos recogieron y nos registramos nos encontramos que a parte de una bebida gratis tenias adornos para vestirte y también pintarte la cara. No llegamos a ese nivel, pero a quien le guste que sepa que lo tiene. Después nos llevaron a ver una ceremonia del curanto. En tiempos antiguos el curanto era, para los habitantes de Rapa Nui, la única manera de cocinar los alimentos. Si bien el Umu es una preparación común en toda la Polinesia, la versión en Isla de Pascua presenta muchas similitudes con el tradicional curanto del sur de Chile. Entre los habitantes de Isla de Pascua aún se mantiene la costumbre ritual de preparar el Umu Tahu y Umu Hatu al inicio y cierre de eventos importantes. El Umu Tahu es para augurar buenas vibras y solicitar el apoyo de los espíritus para la nueva obra o celebración. Mientras que el Umu Hatu es para agradecer por el proyecto o aconteciemiento ya realizado. Existen varios tipos de umu rituales que se preparan para celebrar diversos acontecimientos importantes en la vida de los isleños, como por ejemplo: para celebrar un matrimonio, en honor a un recién nacido, a un difunto, para la inauguración de una casa o para pedir protección y buen augurio antes de un viaje o el inicio de un proyecto importante. consiste en cavar un hoyo y encender un fuego para luego poner piedras volcánicas sobre él formando una cúpula. Mientras se calientan las piedras se lavan los ingredientes: carne de gallina (moa), vacuno, pescados y los diversos tubérculos nativos que se cultivan en la isla, como los camotes (kumara), ñames y taros. Cuando las piedras han alcanzado la temperatura ideal, se sacan una a una, con dos palos destinados a este fin, denominados uru. En el fondo del hoyo se deja una capa de piedras y sobre ellas se colocan las papas nativas, luego una capa de piedras candentes y las carnes envueltas en hojas de plátanos. Con las piedras restantes se cubre todo el hoyo y se tapa una capa gruesa y apretada de pasto y hojas de plátanos para impedir el escape de vapor. Este lento proceso de cocción generalmente va acompañado de otras tradiciones como vestirse a la usanza antigua, entonar cantos antiguos y danzar en torno al fuego, por eso en este tour te invitan a bailar alrededor enseñándote los movimientos. Con respecto a la cena no tengo nada malo que decir, en todo Chile, incluido la isla de Pascua comí muy bien y además las porciones son muy generosas. Mientras cenabas empezó el espectáculo de música y baile donde también comentaban la inspiración de los bailes y la tradición Rapa Nui. Durante el espectáculo vimos diferentes tipos de baile como el Sau Sau es un estilo de danza polinesia, que suele utilizarse para contar una historia y mostrar el movimiento del agua, realizado con movimientos oscilantes de brazos y caderas. Las bailarinas suelen llevar trajes tradicionales con faldas fluidas hechas de plumas o hierbas, y también vimos el tamure; un tipo de danza polinesia, se caracteriza por una música enérgica y rápidos movimientos de cadera. A veces los intérpretes masculinos realizan saltos. Tras la cena y los bailes regresamos al alojamiento sobre las once de la noche listas para descansar para el adía siguiente después de desayunar salir en un tour de día entero por la isla (recordemos que los días enteros aquí no son enteros). Hicimos un par de tours y tras uno de esos tours, y una vez descansado un rato en la habitación, salimos a recorrer Hang Roa; la única población de la isla. Como no conduzco haremos todo el recorrido andando, algo factible, pero a la hora de contabilizar el tiempo consumido hay que tenerlo en cuenta. Desde nuestro alojamiento fuimos por la calle paralela al aeropuerto andando hasta dar una vuelta por la guarnición de infantería de marina hasta llegar al mirador de la costa, si no fuera por el intenso sol de la isla el lugar era ideal para estar un buen rato sentadas en los bancos que había, pero duramos poco tiempo sentadas. A un lateral estaba el camino a la cueva Ana Kai Tangata (ana es cueva en rapanui), donde se encuentran pinturas de la época en el techo de roca pero debido a desprendimientos ya había leído que estaba prohibido el acceso, así que para no ver nada mas que el paisaje que ya veíamos desde aquí nos dirigimos hacia Hanga Piko que es un pequeño puerto pesquero situado en Hanga Roa y el principal punto de desembarque de las mercancías y desde donde pudimos ver un agua tan cristalina que casi no pudimos captar las gigantes tortugas que nadaban entre los botes debido al reflejo de cristal del agua. Aquí también podemos el el Ahu Riata, un ahu semipiramidal ubicado en el centro de la bahía de Hanga Piko. Como bien había leído hay muchos ahu y moai por toda la isla no solo en el parque, por lo que puedes acabar viendo cientos de moais en tu estancia en la isla. Desde aquí salimos de la caleta para ir andando por toda la costa y disfrutar del hermoso paisaje de su mar de un azul impresionante y aguas cristalinas y sus acantilados verdes. Pasamos pro el mirador de las olas, la Rosa de los vientos, la caseta de la Armada de Chile (con un perro con muy malas pulgas), el Ahu Mata Ote Vaikava,y diferntes calas y esculturas pro la costa donde encontramos tanto submarinistas pescadores como familias en celebraciones. Y así llegamos a la playa Pea, una pequeña playa que se encuentra ubicada en la costa de Hanga Roa, al costado sur de la caleta de pescadores, y se divide en dos partes separadas por el pequeño saliente donde se alza el Pea Restobar. A la izquierda junto al rompeolas hay una piscina natural protegida por muros de piedra. Su escasa profundidad hace que esté lleno de niños con sus familias. En el lado derecho mirando hacia el mar está la playa propiamente dicha. Esta se reduce a una pequeña porción de arena con algunas sombrillas que da acceso a la orilla. Seguimso caminando por aquí y llegamos al Ahu Tautira, el Ahu Hotake y el Hanga Roa Otai, uno de los puntos más animados y concurridos de Hanga Roa, en un lateral está el campo de futbol (siempre hay chicos jugando partidos) y al otro los ahu comentados, y muchos restaurantes y una pequeña caleta. A la izquierda del acceso a la caleta, hay un moai sobre un pedestal y unos bancos de madera que lo rodean que configuran lo que se conoce como Plaza Hotu Matu’a. aquí podemos ver a una tortuga marina nadar de un lado a otro del puerto mientras los turistas como yo la perseguían por verla más cerca. Seguimos hacia Hanga Vare Vare que se encuentra situado poco después de la caleta Hanga Roa Otai y antes de llegar al cementerio. Es un amplio espacio verde, abierto, de ambiente tranquilo y relajado, donde suelen pastar los caballos que andan sueltos por la isla, el área está decorada con varias estatuas de piedra y tallados elaborados durante las pasadas ediciones de la Tapati celebradas aquí, el tapati es el festival de la isla que se celebra en febrero. En el lado derecho mirando hacia el mar, destaca un moai sobre una plataforma metálica. Se trata del Moai de la Paz. Junto al grupo de palmeras ubicadas frente al Moai de la Paz, se halla la bonita piscina natural de escasa profundidad protegida del embate de las olas por una muralla de rocas, el lugar se llama Poko Poko y es un pequeño paraíso. Cerca de la caleta se encuentra el Ahu O´Rongo aunque no queda nada en pie por lo que apenas es reconocible su valor arqueológico. Y antes de llegar al cementerio, se encuentra un grupo escultórico denominado «Hitu Merahi» que son los siete arcángeles. Luego pasamos junto al cementerio, llama la atención ver como muchas de las lapidas están llenas de naturaleza en su interior, y es que se ve perfectamente como se mezclan en todo momento motivos cristianos con símbolos Rapa Nui, aunque no conseguimos descubrir el por qué tenía esa combinación, solo nos llegaron a decir que los rapa nui son bastante católicos además de sus cultos porque los misiones españoles que llegaron los protegieron de los franceses colonizadores que los mataban, o eso nos dijeron los guías de ahí. Después de esta breve parada llegamos a uno de los lugares más visitados de Hanga Roa que es el Ahu Tahai. El primer moái que vemos de cerca es el que yace boca abajo, y que se cree alguna vez fue el que ocupó la sexta posición en la plataforma Ahu Vai Uri. Un poco más adelante, vemos una cabeza tallada, a la que se le ven muy pocos detalles, y que fue encontrada en el mar, detrás de la plataforma. Entre Ahu Vai Uri y Ahu Tahai se puede ver una rampa artificial, por la que se subían las canoas y que a día de hoy aún se utiliza con este fin. De las tres plataformas que encontramos en Tahai, la que quizás podamos encontrar más llamativa es Ahu Ko Te Riku, un moái que además de tocado, tiene ojos y por eso se le conoce como el moái que puede ver, pero los ojos que tiene no son originales, ya que el único que se conserva es de coral blanco y está a día de hoy en el Museo. Andando un poco más de aquí tenemos el Museo, pero no fuimos hasta ahí porque un mes antes del viaje anunciaron que lo cerraban temporalmente y pro lo que se aun sigue cerrado. Con loque nos gusta a nosotros los museos fue una pena, pero no se puede hacer nada contra los imprevistos. En cuanto al moai con ojos el guía que tuvimos en el tour de la costa norte nos dijo que fue su tío el que los puso como protesta sobre los guardas del parque para reclamar que los moais pertenecen a la cultura de los Rapa nui y no al gobierno chileno. Aquí nos quedamos sentadas esperando ver el atardecer, ya que en todos los sitios comentan que no hay que perderse un atardecer en el Ahu Tahai. En otro día nos recorremos el resto del pueblo ya que aparte de ir cambiando de tienda donde proveernos de agua también salimos a cenar a diferentes sitios y hasta a la farmacia a comprar crema hidratante para las quemaduras del sol. En uno de nuestros recorridos por Hang Roa fuimos al Mercado Artesanal donde encontramos muchos souvenirs artesanales a buen precio (importante, no ir un domingo por la tarde porque está cerrado) y al lado del mercado se encuentra la iglesia de la Santa Cruz. La iglesia de la Santa Cruz, junto con el cementerio, ofrece una muestra de la mezcla religiosa que se vive en Isla de Pascua ya que se ven relieves con motivos cristianos así como relieves de peces, figuras del Tangata Manu y el manutara. En algunos aspectos me recordó a la zona de Chiapas en México. Como se ve sin salir del pueblo se pueden ver muchos ahu y moai, así como la cultura rapa nui viva en el pueblo.

Visita: Noviembre 2024 

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