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Estambul - Turquia

Estambul


Llegamos a Estambul de noche dado que tras cruzar el mar de Marmara pillamos todo un atasco para entrar a la ciudad de Estambul, unas cinco horas de trafico infinito pero no nos importó mucho, nada más llegar salimos a ver Estambul de noche y bajo la lluvia. Nos alojábamos en un hotel que parecía que estaba lejos pero es que había que callejear porque estaba en la parte antigua y no en la avenida del tranvía. Salimos del hotel y en diez minutos andando estabas en el hipódromo. No sé si era por la lluvia o porque eran pasadas las diez de la noche pero el centro estaba vacío, tuvimos una vista completa del Hipódromo con sus dos obeliscos, su vista lateral de la mezquita azul, la fuente alemana y la columna de serpiente para nosotras solas durante todo el tiempo que estuvimos. Disfrute mucho de esa noche en Estambul porque la primera vez que fui había mucha gente y ver la ciudad así igual me desilusionó, pero el caso es que mi hermana y yo no salimos muy convencidas de Estambul; la respuesta a la pregunta de si te ha gustado Estambul era siempre, no mucho, lo mejor la cisterna basílica, eso sí me gustó. En este caso he de decir que Estambul esa noche me encantó, me quedó sobre todo con la vista de Santa Sofía iluminada de noche con su colores y formas y rodeada de las palmeritas, tal que parecía la imagen del palacio de Herodes de los belenes que se ponen en Navidad. Nos tomamos nuestro tiempo viendo los obeliscos del Hipódromo a conciencia, y pro el día, aunque lo visitamos varias veces (por la cercanía al hotel) con tanto turista alrededor no fue lo mismo. Eso es algo que no ha cambiado en Estambul desde mi visita anterior y es que sigue habiendo mucha gente, turistas por todos los lados, filas, agobios, ah, y el mal clima que tiene la ciudad, que parece imposible conseguir ver un día completo de sol. Tras el hipódromo nos acercamos a la plaza central para ver la mezquita azul a un lado y en frente Santa Sofía al otro lado, y aún andamos hasta el palacio de Topkapi cuya entrada está junto a Santa Sofía. Al día siguiente llovía con ganas (de aquí en adelante la lluvia sería un continuo en mis días). Este día tomamos una excursión, cosa que agradecía porque con el frio, viento y lluvia que hacía era para quedarme en el hotel y decir a mis amigas que se fueran ellas que yo ya había visto Estambul que pasaba del mal tiempo. Primero fuimos al bazar de las especias, la vez anterior no recuerdo haber estado aquí, pero como no soy de tiendas lo único que me gustó fue una tienda de ropa de época preciosa aunque claro, bastante cara. Tras el bazar nos dirigimos a una montaña para completar Estambul desde las alturas pero con el viento y lluvia que hacia las nubes tapaban mucha de la vista y lo que se veía era imposible captarlo bien porque era como estar bajo las cataratas del Niagara, imposible luchar contra los elementos (y que frio hacia). Luego nos acercamos a ver un palacio al otro lado del Bósforo, muy recomendable, que curiosamente no se podía hacer fotos dentro, aunque cuando fui con mi hermana si dejaban. Me gustó mucho recordar cada sala pero en el exterior pude disfrutar aun menso que la vez anterior dado que con el viento y lluvia que hacía era imposible caminar, y menos caminar seco. Y tras el palacio comimos para luego hacer un crucero por el Bósforo, he de decir que hice el crucero pero porque a mis amigas se lo había recomendado pero ni por libre ni por agencia lo hubiera vuelto a hacer sino hubieran estado mis amigas que jamás habían estado en Estambul, si aceptas mi recomendación no vale para nada el crucero, no le encontré ningún interés ninguna de las dos veces que lo tuve que hacer. Tampoco a mis amigas les pareció algo imprescindible que hacer en Estambul, pero como para gustos hay de todo, habrá gente que le parecerá imprescindible, para mí solo dejo un mal sabor de boca tener que repetir algo que la primera vez no me dijo nada. Tras el crucero visitamos la mezquita nueva, que se encuentra junto al bazar de las especias. No recuerdo haberla visitado la vez anterior y aunque pequeña con tanto turista que había dentro me gustó muchísimo, pero que muchísimo más que la mezquita azul con diferencia. Lo de que la mezquita azul no era para tanto se lo dije muchas veces a mis amigas, pero como es otro de eso punto recomendable de hacer en Estambul me tocó repetir. La entrada es gratis pero hay una enorme cola que soportar si eres turistas (hay otra fila con menos gente si entras para orar). Y al final mis amigas reconocieron que hay otros sitios más bonitos en Estambul que la mezquita azul. Tras la mezquita nueva nos fuimos al gran bazar. Aquí no compré nada ni hice fotografías, ya estuve la primera vez y podía evitarme esa segunda vez sino fuera otro punto típico que ver en Estambul. Al día siguiente salimos muy pronto porque increíblemente no llovía, y también para aprovechar y ser las primeras de la fila para entrar al palacio de Topkapi. Había que elegir uno de los dos lugares principales donde hacer fila para entrar, el palacio de Topkapi o la basílica de Santa Sofía (la mezquita azul no entraba en mi lista de prioridades). Al final decidí empezar en el palacio porque verlo lleno de gente no es lo mismo, a decir verdad me gustó mucho más que la otra vez porque pudimos ver el harem (la entrada se paga aparte de la entrada al palacio pero merece mucho la pena el gasto) y lo vimos casi en solitario. El harem conserva las pinturas, azulejos y muebles del palacio y te da una visión diferente al resto del palacio, que aunque conserva alguna sala en su mayoría es un museo de reliquias, que no deja de ser interesante el museo (pero yo ya lo había vito) y hay una masa de gente que tardas horas para poder ver las salas. Pero les metí prisa a mis amigas dado que en el harem tardamos más de una hora de visita si queríamos ver todo lo programado (en invierno abren a las nueve y cierran a las cinco) teníamos que aligerar, pero el museo se puede ver con más rapidez que el harem. Desde el palacio vale la pena la vista de la torre Galata al otro lado del Bósforo, tanto la primera como esta segunda vez me gusta más esa vista que la del crucero. Tras el palacio de topkapi fuimos a hacer fila a Santa Sofía, la fila avanzó rápida y en seguida entramos a la basílica, que aunque tenía mucha gente se podía estar sin problema. Esta vez disfrute más del lugar, y además vi cosas nuevas. Ahora estaba lleno de andamios, y la primera vez estaba más vacía, pero también es cierto que ahora estaba más restaurada y la vista de las pinturas era mucho mejor. Por ejemplo, cuando fui yo los cuatro ángeles del techo tenían la cara tapada (de cuando el edificio se convirtió en mezquita) pero ahora habían restaurado una esquina que cuando fui yo la primera vez estaba muy estropeada y manchada y ahora se veía la cara del ángel. También pude leer sin problema de gente que estuviera apoyada las runas de la escritura vikinga en la barandilla de mármol de la basílica, así como hacer poca fila para girar el dedo gordo de la mano en una columna, se hace para pedir que se cumpla un deseo pero no se sabe cuándo o como empezó esa tradición. Si, esta vez Santa Sofía, pese a los andamios, estaba más bonita que la última vez. Tras salir de santa Sofía comimos en la plaza un bocadillo que nos habíamos preparado en el desayuno y compramos unas castañas asadas. Y tras ello nos fuimos a la mezquita, que justo cerraba para la oración, por lo que volvimos sobre nuestros pasos y nos dirigimos a la cisterna basílica, por la hora igual podía acabar cerrando la mezquita y no verla pero como les dije a mis amigas, valía mas la pena ver la cisterna que la mezquita. Así que dejamos la mezquita, con el riesgo de no poder verla cuando abrieran de nuevo, y nos fuimos a hacer fila a la cisterna. Hay muchas filas y gente pero afortunadamente esta fue rápida y en veinte minutos pudimos entrar. Ahora está prohibido hacer fotos desde el as escaleras, supongo que ha debido haber algún accidente porque la primera vez que estuve yo hice desde las escaleras. Aquí no ha cambiado nada, sigue siendo tan bonita como la primera vez. Sigue estando las diversas columnas y los peces en el agua. Sigue goteando el techo y sigue habiendo fila para hacerse fotos con las cabezas de Medusa que sirven de base en dos columnas. Maravillosos los reflejos de luz que crean las columnas iluminadas de la cisterna. Y tras salir de la cisterna aún nos dio tiempo de hacer una larga fila y espera tediosa para entrar a la mequita azul y verla antes de que cerraran.  No me sorprende pero fue el lugar en el que menos tiempo estuvimos. Pasamos más tiempo en la fila que tiempo dentro de la mezquita. Pero como sobre gusto no hay nada escrito puede que a otros les guste muchísimo, para mi está bien pero no es lo mejor que tenga Estambul. Tras salir de la mezquita eran las cinco de la tarde y ya anochecía, nos dirigimos hacia el bazar de las especias porque mi amiga quería comprar una lámpara (y se metió conmigo cuando le dije que la primera vez mi hermana y yo compramos lámparas de souvenir en Estambul). El caso es que fuimos sin plano y sin preguntar, resultado, dimos un señor rodeo por todo Estambul porque en vez de ir por el centro lo que hicimos fue dar todo un rodeo por el mar, claro, el palacio de Topkapi es muy grande y está rodeado de muralla, y esa muralla tuvimos que recorrerla. Lo bueno es que vimos anocheces sobre el Bósforo, y como los ciudadanos de Estambul pasaban mirando el mar, pescando y tomando algo junto al malecón. Así pasamos junto a la estación de tren del Orient Express y por fin llegamos a la mezquita nueva, frente a la torre de Galata iluminada al otro lado. Y ahí al lado el bazar de las especias. Tras la compra volver a nuestro hotel andando nos supuso, ya que íbamos sin plano y sin preguntar, seguir las indicaciones para los coches que ponían gran bazar (todo subida) e ir andando solas de noche hasta que llegamos al bazar, a poco de que cerrará. Y de ahí ya sabíamos acercarnos hasta nuestro hotel. Había aún un par de lugares por ver en Estambul, pero nada que estuviera en la lista de imprescindibles y como en todo el día solo habíamos parado una media hora para comer el bocadillo “traído de casa” no nos movimos mucho más esa noche. Al día siguiente ya salíamos por la mañana destino Madrid.

Visita: Octubre + Noviembre 2014

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Esmirna, Bursa y el Mar de Marmara - Turquia

Bursa


De Efeso llegamos a Esmirna ya por la tarde, que a finales de octubre y tras el cambio de hora ya era de noche. Entre que llegamos al hotel, nos alojamos y cenamos ya poco había que ver por la ciudad, excepto las ferias que estaban cerca del hotel donde nos alojábamos. Y es que esa semana había sido el día nacional de Turquía y aparte de las ferias las casas y lugares estaban todos adornados con la bandera nacional y con la imagen del primer presidente, según el guía fue muy importante para la formación del Estado actual de Turquía. Tras Esmirna salimos al día siguiente en dirección a Bursa, donde pararíamos para hacer una visita a la ciudad, comer, y después de comer continuar nuestro viaje a Estambul cruzando en ferry el mar de Marmara.

En Bursa visitamos la gran mezquita, la mezquita verde y el mausoleo. La Gran mezquita es algo diferente a lo que son las mezquitas habituales. Tiene una fuente en el centro donde la gente puede sentarse, hablar, comer, y demás aparte de hacer las abluciones diarias, esta fuente está iluminada por un tragaluz en el centro de la mezquita. Esto es usual tenerlo en el exterior y no dentro de la mezquita. Aunque, por alguna razón, también alrededor de la fuente había un montón de bolsas de basura. Los pilares y las paredes de la mezquita están adornados con cuadros y pinturas, dejando atrás los azulejos tan habituales en Turquía. A mi me gustó mucho, tal vez porque cambiábamos de la rutina de mezquitas. Luego visitamos la mezquita verde, que según el guía es más bonita que la mezquita azul de Estambul. Es cierto que es más pequeña que la de Estambul pero está mucho más decorada, y es que tienes del suelo al techo baldosas de color azul turquesa junto con detalladas decoraciones en relieve. En definitiva, una mezquita pequeña pero muy mona, decorada con detalle y colorido, un poco más como un palacio que como una mezquita. Al lado se encuentra el Mausoleo Verde, donde se halla la tumba del sultán Mehmet, enterrado el segundo fundador del Estado Otomano tras la invasión de Tamerlán. Se trata de una construcción muy interesante con azulejos verdes y azules y puerta de madera tallada. Es muy curioso porque tanto el mausoleo como la mezquita se llaman “verde” cuando el color, para mí, es puramente azul.

Tras visitar las dos mezquitas, el mausoleo y comer nos dirigimos a cruzar en ferry el mar de Marmara que nos llevaría hasta Estambul. Cuando llegamos era ya muy entrada la noche (con eso del cambio de hora) y hacía bastante fresco en cubierta, así que no hay mucho que destacar. Un ferry como otro cualquiera que cruzan gente y coches de un lado a otro.

Visita: Octubre 2014

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Efeso - Turquia

Efeso

Tras visitar Hierapolis y Pammukale partimos hacia Efeso donde comeríamos antes de empezar con la visita al recinto arqueológico. Comenzamos la visita por las Termas de Vario y avanzamos a través de la Avenida de las Columnas hasta el Templo de Domiciano. La avenida está flanqueada por columnas jónicas y corintias donde había una pareja haciéndose muchas fotos. De aquí entramos en el odeón, que es como un teatro pequeño, que servía como teatro o como lugar de consejo para la ciudad, aquí las puertas y decoraciones de las columnas se conservan bien aunque es difícil imaginar mucha gente en el lugar pues solo los grupos de turistas que estábamos ya lo abarrotábamos. Tras salir del odeón y siguiendo el camino nos encontramos con cuatro columnas que cruzar que son la Puerta de Hércules. Desde un poco más arriba de la puerta se obtiene una buena perspectiva del lugar, donde, para ser octubre, bajaba una marea de turistas por la calle principal. Al fondo, perfectamente visible, se alza la biblioteca de Efeso, tan importante como la de Alejandria. Esta calle principal que baja hasta la biblioteca y por la que corre una marea de turistas es la llamada venida de los Curetes, donde podemos ver conservados los mosaicos del suelo de una casa en un lateral, o la fuente de Trajano en el otro lado. Junto a la fuente nos encontramos con el templo de Adriano, que se conserva tan bien restaurado que se puede ver en la cenefa la representación de la ciudad, la figura de Medusa y otros personajes históricos en perfecto estado. la calle a ambos lados conserva múltiples ruinas interesante, y una fuente parcial con un carnero en buen estado. cerca de aquí están las ruinas de un burdel y los resto de un baño, que según el guía son las letrinas romanas mejor conservada. Y lo cierto es que los agujeros están intactos y tienen una maravillosa vista de la biblioteca al fondo. Y es que el resto de ruinas quedan como abandonadas en comparación con la fachada de la biblioteca. La biblioteca sufrió daños a manos de los godos y por un terremoto pero su fachada exterior está muy bien restaurada y en la puerta que da al agora se pueden leer las inscripciones en latín y griego. Nos comentó el guía que en el interior de la biblioteca había dos altas cámaras con una galería de dos niveles que contenía los nichos rectangulares en los que se almacenaban unos 12.000 libros. Por lo que cuando pase la fachada me decepcione un poco al ver que no se conservaba nada. El exterior de la biblioteca es otra cosa. Cuatro nichos con cuatro estatuas protegen las tres entradas. Representan las virtudes que poseía Celso: Ennoia, la Reflexión; Sofía, la Sabiduría; Areté, el Valor; y Epistémé, el Conocimiento. Algunas de las figuras están casi intactas, a otras les falta la cabeza. Atravesando uno de los dos arcos contiguos a la Biblioteca, nos adentramos en el principal ágora comercial, un gran espacio cuadrado rodeado por las bases de las columnas que en otro tiempo formaron la columnata que rodeaba el recinto. De aquí llegamos al Gran Teatro de Éfeso, excavado en la ladera de un monte y de cerca puede no parecer lo grande que realmente es. Una vez en el interior del teatro se puede ver cuantas gradas de piedra hay y que los 24.000 espectadores que dice el guía que caben pueden ser hasta más. Aún así, para mí, lo único espectacular del teatro es la inmensidad de su tamaño. Hay más ruinas en el recinto pero estas son las más importantes que vimos. Y lo cierto es que ya sales agotado de tanto monumento y gente.

Visita: Octubre 2014

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Pammukale - Turquia

Pammukale

Llegamos a la zona de Pammukale desde Konya ya de noche. La actual ciudad de Pamukkale está construida al pie de las cascadas y fue lo primero que vimos al llega, dado que el color blanco iluminado las delata. Tras alojarnos en el hotel y cenar rápidamente nos fuimos a disfrutar de las aguas termales que todos los hoteles tienen dando que se encuentran en la zona. De todos los baños termales que he probado este era el más caliente donde he estado. Fue una buena decisión que aunque llegáramos tarde nos decidiéramos a ir a los baños (éramos las únicas a esas horas) porque al día siguiente no tendríamos mucho tiempo para disfrutar de baños (porque nos gusta visitar todo al máximo en vez de quedarnos tranquilos tomando un baño y no verlo todo). Hierapolis y Pammukale están en la misma zona y a veces se confunden. En vez de entrar por la zona de Pammuakle nosotros entramos por la necrópolis de Hierapolis y así llegamos hasta la parte “fea” (que decía el guía) de las piscinas naturales de Pammukale. En esta zona se puede ver las rocas de color blanco y las piscinas de roca calcárea que el agua termal ha construido con el tiempo. Esta zona se dice que es más fea porque no tiene agua. El motivo es porque se canalizo el agua termal para que no cayera de pileta en pileta en forma de cascada, de esta forma se evitaba la erosión del lugar. Esta canalización fue solicitada por la Unesco como una de las obras a llevar a cabo para entrar a formar parte de Patrimonio de la Humanidad. Otro de los cambios solicitados es que ya no se podía caminar por la travertina. Antiguamente los turistas entraban a Pammuakle andando sobre la travertina, es decir, sobre la roca blanca. Esto también se prohibió para evitar la erosión artificial, y hay varios guardias vigilando que nadie pise el lugar calzado, y de vez en cuando se escucha algún silbato avisando de alguno que ha pisado más allá de lo permitido. Las aguas termales con su contenido de minerales y bicarbonato de calcio construyen unas hermosas y originales montañas de color blanco que llaman cascadas o nubes de algodón (pammukale) por lo que en la zona donde dejan circular el agua la vista es más bonita. Desde hace unos años no se permite bañarse en las piletas naturales para protección del lugar (o la Unesco lo sacaría del listado de Patrimonio). Así que solo en unas pocas piletas de increíble agua color azul celeste es donde los turistas pueden meter los pies, y solo los pies. Hay gran cantidad de turistas, muchos de ellos chinos, haciendo filas para poder meter los pies en estas piscinas naturales. Y es que estas piletas calcáreas de colores poco habituales constituyen un espectáculo excepcional. Y justo enfrente de las filas de turistas con ganas de meter los pies en el agua termal se encuentra un muro romano, y cruzándolo podemos encontrar la mejor vista del lugar, dado que desde ahí se pueden ver las rocas blancas con forma de cascada con el agua corriendo libremente (y los turistas agolpados para entrar en ellas). El muro romano evita que muchos turistas pasen por ahí (todos debemos de pensar que está prohibido, aunque no es así), pero esa es la mejor zona para tener una panorámica del lugar, aunque ahí el agua está canalizada y las piletas no tienen agua en su interior. Pero la vista de todo el conjunto de nubes blancas con agua azul celeste es más visible desde este lugar. Y cerca se encuentran los baños termales y el restaurante.
Visita: Octubre 2014

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Hierapolis - Turquia

Hierapolis

La necrópolis de Hierapolis se encuentra junto a las formaciones rocosas de Pammuakle por lo que a menudo se confunden ambas cosas como solo una. A la zona de Pammukale llegamos la noche anterior y a primera hora de la mañana nos dirigimos hacia Hierapolis. Hay dos entradas al recinto, por la zona de Pammukale y por la necrópolis de Hierapolis, nosotros entramos por Hierapolis de forma que no teníamos ninguna fila, y después teníamos tiempo de sobra para darnos un baño en las aguas termales, mientras que si lo hubiéramos hecho al revés igual no hubiéramos podido hacer la visita completa a Hierapolis, y como nos gustan los restos arqueológicos hubiera sido una pena. Así que si os gustan tanto la historia como la naturaleza recomiendo empezar por la entrada a la necrópolis y salir por Pammukale. Hierapolis supone en realidad toda la zona de Pammukale ya que los antiguos griegos sabían elegir los lugares por la belleza natural que los rodeaba. La necrópolis es una gran cantidad de tumbas, de diversos tipos, como mausoleos, túmulos redondos, en griego, en latín. La razón de tanta variedad es debida que fue una ciudad helenística, romana, bizantina… Un lugar muy completo e interesante. Todo el camino discurre por una calle principal que estaba flanqueada por edificios públicos y pórticos monumentales y tenía una puerta de honor en cada extremo. La puerta norte, con tres arcos triunfales y una torre circular, se conserva en buen estado. Tenemos tras la puerta una calle con columnas, reveladora del gusto romano por los grandes bulevares. Las calles con columnas son interrumpidas por arcos. Todo esto nos lleva al foro y el mercado. También entre columnas y murallas se puede ver a lo lejos una elevada colina donde como hormiguitas vemos a la gente subir, esa es la subida al teatro, que es uno de los mejor conservados de Turquía y que es impresionante, a parte de sus vistas de Pammukale al fondo también por lo bien conservado que se encuentra. La cuesta son unos quince minutos andando pero una vez arriba tiene una tienda que vende refrescos, muy necesario tras la subida. Pero sin esa subida no tendría tan maravillosa vista. El teatro conserva sus tres divisiones claramente visibles: el estadio, la orquesta y el escenario. Nosotras subimos después de ver todo el recinto, dejando eso para el final. Así tras visitar el teatro descendimos por el otro lado que lleva a otra puerta, esta de estilo bizantino. Durante todo el descenso vamos pasando por un montón de terreno sin investigar de donde podrían aparecer edificios en tan buen estado como el teatro si escavaran en el lugar. Tras el foro romano y antes de empezar a subir hacia el teatro se encuentran los baños romanos. Actualmente permiten bañarse en las aguas termales donde se encuentran los restos romanos de los baños. Lógicamente esto supone un mayor desgaste de los restos pero a los turistas, principalmente rusos, les gustan las aguas termales y como ahora está prohibido bañarse en las piscinas de pammukale sacan provecho de los baños romanos. Aunque lo interesante es ver los resto arqueológicos en el agua. Tengo que destacar que si el teatro es lo mejor conservado arqueologicamente, lo más llamativo, en mi opnión, es el baño termal romano. Siendo estos, los dos puntos imprescindibles de la visita.
 
Visita: Octubre 2014 

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Konya - Turquia

Konya, Monasterio de los Derviches Danzantes

Nuestra siguiente parada es Konya, aunque de aquí solo vimos la universidad donde paramos a comer, y el Museo de Metlavna. Este es el lugar de mayor interés turístico de Konya. Lo primero que vimos al llegar fue una marea de musulmanes entrando en el recinto coronado por una enorme cúpula de color verde turquesa, y es que este es un lugar de peregrinación dado que el fundador del movimiento espiritual y de los derviches danzantes está enterrado aquí. También está aquí el monasterio donde comenzaron los derviches danzantes que no son unos bailarines de faldas blancas sino que es un tipo de danza creada para acercarse a Dios a través de la iluminación espiritual. En el museo hay varios objetos del monasterio y figurines que representan los usos y costumbres del monasterio en la época de Mevlana. Por otro lado está el mausoleo de Mevlana, para entrar hay que ponerse patucos para proteger el suelo y está prohibido hacer fotografías. Las tumbas y el lugar son impresionantes. Las tumbas femeninas están adornadas con flores y las masculinas con turbantes, el número y tamaño de los turbantes van en función de su estatus. Aquí hay largas filas para ver los objetos religiosos y se guarda un cofre cerrado donde dicen que está el pelo de la barba de Mahoma, es curioso ver cómo la gente se acerca a olfatear la urna. Pero supongo que también a otros les parece curioso ver como hay gente haciendo fila en el pilar para besar la columna donde apareció la virgen. Cada uno tiene sus creencias y costumbres. Tras el mausoleo pasamos a la mezquita, estos dos edificios son los más destacables de la visita, y es precisamente en los únicos lugares donde no permiten fotografías. Debido a la cantidad de gente que hay es necesario tener tiempo disponible para hacer una visita en condiciones del lugar. Y las mujeres tienen que recordar no llevar faldas por encima de las rodillas, llevar pañuelos para tapar el cabello, y aunque hay patucos, nunca vienen mal un par de calcetines por si hay que descalzarse. Hasta este momento no había visto unas tumbas tan impresionantes como las del mausoleo de Mevlana. Aunque la primera vez en Estambul ya me fijé en la decoración con turbantes o flores de las tumbas (pero no llegué a descubrir su significado) esas son tumbas normales, nada comparado con la grandiosidad creada en este lugar.

Visita: Octubre 2014

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Kervansaray - Turquia

Kervansaray

Tras nuestro vuelo en globo salimos camino de Pammukale, en nuestro trayecto pararíamos en una antigua Kervansaray. Estos lugares eran los alojamientos de las antiguas caravanas de la Ruta de la Seda. Antes de llegar a nuestro destino pasamos por un par, una de ellas estaba siendo restaurada y desde fuera se veía como una fortaleza en medio de los montes vacíos. La kervansaray donde nosotros paramos era una parada típica de turistas y se había convertido en un mercado lleno de tenderetes y teterías para los turistas. Aún así, si uno deja de ser el típico turista que solo para para beber, ir al baño y comprar souvenirs de los chinos se puede dar cuenta que tanto esta como las otras kervansaray tienen forma de fortaleza, con grandes muros y pocas ventanas. Están construidas así porque eran un refugio de las caravanas para los bandidos, dado que estaban muy desprotegidas en su viaje de oriente a occidente. Las caravanas podían alojarse durante tres días sin ningún coste. Y por dentro el lugar tiene un gran techo y grandes salas que es donde se guardaban los carros y los animales de las caravanas. Todo dentro del edificio para mejor refugio de los ladrones. Si bien es una pequeña parada y ahora ya bien esté llena de mercadillo o este vacía o se haya convertido en un hotel se puede ver perfectamente cómo eran estos lugares que fueron tan importantes en la historia de la Ruta de la Seda. Así que vale la pena cualquier parada en estas posadas para caravanas de la época medieval que aun siendo como fortalezas para evitar los robos y asegurar el descanso de los comerciantes no dejaban atrás la decoración de sus pórticos de entrada.
  
Visita: Octubre 2014

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Capadocia en globo - Turquia

Capadocia a vista de Globo

Los que leéis el blog con asiduidad sabéis que si hay que montar en helicóptero, velero, dromedario, burro, avioneta, en fin, el transporte que sea, así que no podía dejar pasar un vuelo en globo, y más si era por la Capadocia. El día anterior nos acostamos tarde porque fuimos a ver un espectáculo de baile tan típico para turistas, nos reímos comparándonos con japoneses viendo sevillanas en Madrid y bebiendo todo el alcohol que quisiéramos, pues estaba incluido en el precio. Otra vez nos acostamos pasada la medianoche, pero nos levantamos más pronto dado que a las cinco y media nos recogían en el hotel para llevarnos a uno de los valles, rodeados de chimeneas de hadas para ver como inflaban los globos y esperábamos el amanecer para salir. Mientras estás en la oscuridad viendo las llamaradas inflar poco a poco los inmensos globos e ofrecen desayuno, si alguien quiere, que no suele ser mi caso. Luego, cuando los globos están listos y todavía sin mucha luz nos distribuyen en cestas. Un globo tiene capacidad para veinte personas en cuatro cestas. Antes de salir te hacen practicar un aterrizaje de emergencia aunque como no les entendemos al final nos tienen que tirar hacia arriba para saber que no hace falta que sigamos de cuclillas. Y tras esto comienza la ascensión, no se nota apenas y se puede disfrutar como vas subiendo poco a poco sobre las formaciones rocosas que nos rodeaban. A nuestro alrededor se empiezan a ver otros globos que van elevándose del suelo como nosotros. En la oscuridad se ve el fuego iluminar los globos, calentando el aire para hacerlos subir. El precio del viaje es el mismo para todos, da igual la compañía, pero aunque parece caro realmente vale la pena. Nuestro vuelo duro una hora y cuarto y se nos hizo hasta largo. Recorrimos varios valles, disfrutamos de las vistas de las chimeneas de las hadas y del resto de formaciones rocosas de la Capadocia, de los campos y los pueblos; pasamos sobre el pueblo del piloto del globo. Y vimos entre las nubes salir el sol sobre el volcán Egeo. Todo el tiempo el piloto está comunicado por radio con el resto de globos, tras preguntar al respecto nos comentó que ese día habría unos 70 globos en el aire, y lo cierto es que es tan impresionante el paisaje como la vista de cientos de globos cubriendo el cielo de la Capadocia. Es decir, las formaciones rocosas con curiosas formas y colores blanquecinos y rosados son un paisaje admirable de ver desde el aire pero lo que lo hace tan especial es verlo con el cielo cubierto de varios globos de colores como bolas de navidad adornando el cielo. Es ese toque de ciento de globos de colores llenando el cielo lo que se queda como un recuerdo especial en la retina. Un paseo altamente recomendable. Y para terminar el piloto aterrizo la cesta justo sobre el remolque del camión. Y nos llevaron con el camión hasta un lugar apropiado para desinflar el globo, y luego beber vino con champagne, lo que quisieran, y comer algo dulce. Tuvimos mucha suerte dado que el día anterior había estado nublado y habían salido más tarde de lo habitual y es que según el tiempo los vuelos se pueden suspender.

Visita: Octubre 2014

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Ozkonak, ciudad subterranea - Turquia

Ozkonak
En Capadocia hay varias ciudades subterráneas. Entre valle y valle visitamos una de ellas: Ozkonak, que no es ni la más profunda ni la más grande de las ciudades subterráneas pero no tuvimos ninguna fila para entrar. Es increíble como para ser finales de octubre puede haber tanta gente visitando el lugar. En verano debe ser terriblemente agobiante. Lo recomendable para visitar una ciudad subterránea en la capadocia es hacerlo con poca gente, al igual que las pirámides de Giza los pasadizos son estrechos y agobiantes, y si uno es algo propenso a sentirse mal con los lugares cerrados con más razón de intentar visitar estos lugares con la menor gente posible. Lo cierto es que esperaba que la visita fuera más especial, es cierto que cada vez vas bajando más profundo en la tierra, que los pasadizos son tan estrechos que uno tiene que andar casi de rodillas, pero no tienen ninguna pintura u objetos. Hay algún recinto con chimeneas para el aire, lugares para obtener agua, guardar a los animales, cocinas y sobre todo las ruedas de molino que sirven para cerrar los pasadizos, aunque no sé cómo lo harían en la época poco son de pura roca.  En Capadocia vivieron numerosos cristianos, por ello se estima que era un escondite de los mismos, de ahí que tengan pura roca para cerrar los pasadizos.  Una visita imprescindible pero no tan interesante como las iglesias de la capadocia. Más o menos como las pirámides de Giza, la visita al interior es imprescindible pero no tiene en su interior nada de especial. Lo importante del lugar es vivir la experiencia.  

Visita: Octubre 2014

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Valles de la Capadocia - Turquia

Capadocia: Uchisar, Valle de Goreme, Valle de Avcilar, Valle de Passabag y Valle de Guvercinlik

Si realmente algo vale la pena ver en Turquía es su zona asiática. No pude ir hasta Ankara, pese a lo que había leído sobre ella, sobre todo en varios mangas, pero visité la capadocia, un lugar bastante visitado, y para ser finales de octubre estaba lleno de turistas. La primera vez que viaje a Turquía la entrada era previo pago en el aeropuerto (en el 2008) pero ahora hay que hacer un visado electrónico que hay que para en dólares o libras turcas (no sé por qué pero no admiten pagar en euros) y una vez el visado está correctamente tramitado y pagado puedes entrar al país. La llegada a la Capadocia fue tremendamente larga dado que nuestros vuelos salieron con retraso. Primero llegamos a Estambul desde Madrid (ya jure no volver a coger Barcelona, al final lo barata acaba saliendo caro) y de Estambul cogimos un vuelo a Kayseri, el aeropuerto más cercano a la zona de Capadocia. Debido a los diversos retrasos al final acabamos por llegar a la habitación pasada la madrugada y una francesa de la habitación de al lado nos llamó la atención por el ruido de las maletas (cómo si lo hiciéramos a propósito) además nosotras también teníamos que madrugar al día siguiente. Nuestra primera visita del día fue el valle de Goreme y las iglesias que hay en el interior de las formaciones rocosas. Algunas de las rocas tenían columnas y ventanas con restos de pintura con lo que era fácil visualizar como se veían como iglesias, en cambio otras por dentro solo eran una roca lisa con una puerta o un par de ventanas, pero cuando entrabas dentro lo que se encontraba era algo muy distinto a una roca. Dentro del recinto solo hay una iglesia que hay que pagar más por verla por dentro, el resto el precio del recinto incluye ver todo el lugar por fuera y por dentro, arriba y abajo, la cocina, el comedor, la iglesia de cada uno de los edificios, que eran rocas pero que se usaron como edificios, principalmente conventos e iglesias. Aunque era primera hora había muchísima gente, lo que es bastante incómodo para ver el lugar con detalle y tranquilidad, hasta una de las subidas a la iglesia era casi peligrosa porque apenas cabía una persona y subíamos varios, y por donde se subía había que bajar. Aún así lo más impresionante es ver el lugar por dentro de aquellos que se mejor se conservan. Por fuera solo ver la roca con una entrada pequeña, como en las tumbas de Egipto y cuando entras te sorprende ver tanto colorido y detalle, las paredes y techos pintados de arriba abajo con vivos colores rojos, azules, amarillos, … y perfectas figuras de ángeles, santos como san Jorge en la iglesia de la serpiente (para los musulmanes no existía el dragón), cristo, la virgen. No permiten fotografías para no dañar las pinturas, aunque como siempre hay gente que pasa de las normas, tal y como vi, aunque hay algunos guardias vigilando no puede haber en todas las iglesias y hay demasiada gente para un control real. La iglesia más grande y por tanto con muchísimas más pinturas está fuera del recinto y se entra con la misma entrada. Está cerca de las tiendas de souvenirs así que no hay pérdida. Me resulto curioso con las pinturas solo habían sido dañadas en los ojos. Supongo que los habitantes posteriores se sentían extraños con esos ojos en las paredes mirándolos. Realmente recomendable ver las iglesias del museo al aire libre de Göreme, cada una data de diferentes siglos y se puede ver que las pinturas no son iguales pero igualmente es impresionante. De aquí seguimos al valle de los Cazadores, al valle de Derbent, el valle de Passabag. Todos están cercanos entre sí por lo que llamamos la Capadocia. Cada uno tiene su encanto especial, merece la pena verlos todos. Comimos cerca de Uchisar desde donde podiamos ver el castillo y el pueblo alrededor. El castillo es una formación rocosa como las iglesias y casas trogloditas que habíamos estado visitando por los valles pero que se encuentra más desarrollado, como las ciudades subterraneas. Y domina el lugar desde el alto del pueblo, desde donde se puede ver el volcan y los diversos valles y sus formaciones. el día nos acompañó con su cielo y disfrutamos de los diversos colores del valle. Para finalizar el día lo pasamos por el valle de Passabag, algunos también llaman al lugar, Valle de los Monjes, pues muchos eremitas vivieron en dichas chimeneas alejándose de las zonas pobladas. Por aquí pudimos caminar por entre las casas de los monjes y subir y bajar por las chimeneas de las hadas. De todas las formaciones que tiene la capadocia las más conocidas son las que tiene forma de chimenea y que se componen roca volcánica y basalto. Andar sobre ellas es mucho mejor que verlas desde abajo , por dentro, o desde el cielo. Desde su superficie al ojo parece arena blanca pero a tus pies es roca. Se puede disfrutar de todo un día completo visitando las formaciones rocosas de diversas maneras, y disfrutando de cada forma.
Visita: Octubre 2014 

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Estambul - Turquia

Estambul

Solo puedo decir que me llovió todos los días menos uno. Que hacia un frio horroroso, que en mi ciudad no he pasado tanto frio como allí, una niebla que ni vistas ni na... y que además el turco parece alemán y yo no sabía cuando eran turistas alemanas o cuando turcos. y para rematar media España andaba pululando por ahí, fijaos que cuando cogí el vuelo de regreso entre las 16:15 y las 16:45 salían 2 vuelos a Zaragoza, 2 a Madrid, 1 a Barcelona, 1 a Sevilla y 1 a Valladolid y todos completitos... si hasta abrieron el gran bazar el domingo cuando por norma habitual los domingos se cierra (es lo que tiene el negocio...).... bueno, ahí van mis únicas fotos con sol: la mezquita azul, Santa Sofía, parte de la muralla del palacio de topkapi y la cisterna basílica. Lo que más me gusto fue la cisterna basílica y el barrio se yoseeup, santa Sofía y la mezquita azul, tienen mucha historia y son muy grandes pero..... No es nada nuevo. Estambul tiene una zona principal donde se pueden encontrar los monumentos más comunes para visitar. En un lado está el hipódromo con sus columnas, al lado la mequita azul, en frente santa Sofía, y a un lado la cisterna basílica y al otro el palacio. Así que esta todo cerca y lo único peligroso es cruzar las calles. Porque ahí, para variar, conducen bastante mal. En realidad conducen bastante parecido a Grecia pero cualquier país que no sea Japón conduce peor que en España (hasta corea, donde tres cuartos de la población estarían sin carnet si hicieran lo mismo en España). En la mezquita azul hay que descalzarse pero no es preciso cubrir se la cabeza. Supongo que por el número de turistas que la visitan. Se llama azul pro sus adornos de azulejos azules, es muy grande pero no es la mezquita que mas me gusto. No está mal pero tampoco es para tanto. Lo que si todas las demás mezquitas que hay en Estambul (y hay un montón) tiene el mismo estilo, toda una copia que te hace confundir, porque por fuera te parecen todas iguales. Y ahora que os habéis cansado de ver fotos de la mezquita azul os comento lo que queda del hipódromo tenemos un regalo de Alemania, uno de Egipto del templo de luxor (ahí he estado yo), una columna de cabeza de serpientes de Delfos (ahí también he estado yo) y un obelisco que ya no recuerdo si era de ahí o no. .... Los sombreros tipicos que venden a los turistas en Estambul, todos muy bien colocaditos. ¡Y por dios que es la última vez en mi vida que piso un país árabe, que pesadilla, una no puede andar dos pasos sin que le den la paliza para comprar algo..... Y hablando de compras, en Estambul tenemos el Gran Bazar, destino típico de los turistas. Muy famoso y cerrado, no es muy grande en realidad pero son un sinfín de calles y normalmente uno acaba pasando dos o tres veces por el mismo sitio. Por supuesto hay que regatear, aunque hay cosas que directamente están ya a buen precio, pero hay que mirar mucho. Tener mucho ojo (os podéis creer que un turista me aviso que me estaban haciendo una foto al culo, hay que ver) y lo más típico de ahí que no vi en otros países árabes son las lamparitas estas que os pongo en las fotos. También veréis las fotos de este carrito, son típicos encontrarse pro la calle los carritos de unas rosquitas de sésamo, vamos, pan con sésamo en forma de rosquilla, muy típicas para llenar el buche. Como sabes que soy muy rara comiendo ni las probé. No me valía la pena, pero los carritos son muy "americanos" ¿a que si? por cierto, les encanta cuidar de las flores, aquí en la foto tenemos al del hotel arrancando malas hierbas, pero lo de las flores debe ser algo general porque más que aceras hay jardines. Por una gran avenida donde debería estar la acera, haber hay acera, pero solo en el hueco en el que cabe una persona hay para andar, en el resto (unas cuatro personas caben) ponen flores y jardincillo, muchos tulipanes, la verdad. Y teniendo en cuenta el trafico de ahí yo estaba propensa a pisarle las flores porque no me atropellaran (mira que tener una acera semejante y poner más de la mitad de la acera como jardín....). Por cierto, las últimas fotos son ya de Santa Sofía, en mi próxima crónica ya veréis mas de esta "otra maravilla" y más. Aquí tenéis la entrada a Santa Sofía. No es que nos digas que por ahí entramos los guiris. Es que giris significa entrada en turco. (¿A que parece hecho a idea?) A ver Santa Sofía es ahora un museo porque fue iglesia bizantina, mezquita, fue de todo, tiene ruinas y resto de todo tipo, vamos, se parece a casa un montón, aquí en Zaragoza la mitad de los sitios son un collages de diferentes cosas. Puedo comentar cosas típicas de Santa Sofía: como los mármoles, no sé si en las fotos se ve bien pero hay un montón de mármoles en las paredes, que si verde, que si rosa, al parecer según nos dijo el guía (que era un pasota integral) el mármol lo traen a Estambul de una isla cercana que tiene mucho, de ahí que haya tanto decorado con mármol. Otra cosa típica (aparte de los mosaicos, si fue iglesia bizantina es normal, o del miravete, cosa normal si fue mezquita) son los andamios. Santa Sofía siempre tiene andamios, o a la izquierda, o arriba, o abaja, o al centro, nunca deja de tener andamios. Así que no desilusionarse si cuando la visitáis tiene andamios. Es lo normal, lo contrario sería extraño. También hay un hueco, donde hay un agujero donde meter el dedo y girar la mano, si haces el giro completo el deseo que has pedido mientras lo hacías se cumple. Decir que yo no encontré el dichoso agujero. Y para alegría de muchos (una entre ellos) para subir a la parte de arriba de santa Sofía no hay escaleras sino que es una subida en rampa como la de la giralda de Sevilla. al lado de Santa Sofía está el palacio de topkapi, que por dentro son o el harem o museos, que si el museo de joyas (que si un banco todo de joyas preciosas, etc.) o el museo de Mahoma (con las uñas del profeta o algo así) en fin, que lo mejor es el exterior, que es una mezcla entre el estilo árabe y el estilo del este de Europa (ya lo veréis en las fotos) y también las vistas que se tienen desde el palacio, está claro que los sultanes no eran tontos. Eso sí, el palacio se recomienda visitar por libre, o al menos con un guía que te cuente curiosidades, porque para visitarlo con el guía que yo tuve más vale hacer mutis. Era bajito y pasaba de todo. Para que os hagáis a la idea el grupo perdió al guía. Normalmente es el guía quien pierde a alguien o alguien que se pierde, pero no que un grupo pierda a su guía, pero es que este guía era... el guía del día siguiente nos explicaba cuando la gente le pregunto cómo ir del hotel a diferentes sitios, a este le preguntabas y no te contestaba, menos mal que yo siempre voy preparada con cuarenta planos. El caso, como os iba contando, es que al entrar a santa Sofía nos dijo el guía, entrar y esperar pasada la taquilla y ahí me reuniré. Claro, nosotros esperamos, pero pasado un buen rato empezamos a pensar que se nos había escapado el guía. Teníamos comprobado que el guía no esperaba, no levantaba la mano, ni llevaba ni paraguas ni nada que lo identificara y como era bajito pues todos nos fijábamos en nuestros compañeros de grupo porque al guía no había quien lo viera. Así que unos debieron adelantarse y como todos nos guiábamos por la gente del grupo, todos nos adelantamos, en eso que llegamos a las puertas de santa Sofía y que el guía no estaba, dudábamos si entrar o ir para atrás así que nos quedamos todo un grupo ahí parados con cara de perdidos porque nos faltaba el guía. El guía apareció después con 3 personas del grupo, que se habían retrasado en taquilla y cabreadísimo con mostros, decía que éramos el peor grupo que le había tocado en su vida. claro, imaginaros que llegáis con 3 personas y os encontráis que falta todo vuestro grupo de treinta y tantas persona, la cara que se le quedaría..., el caso es que en la visita final tenía que llevarnos al gran bazar y nos dejo a medio camino y nos dijo, de aquí todo recto, y se largo. Menos mal que aunque no era todo recto tampoco nos perdimos, pero dios mío que cruz de guía. Que por cierto, aunque llevaba plano como ese día íbamos a coger guía no me lo mire y luego, con la lluvia que nos cayó encima pues no pude ni sacarlo. Imaginaos, una noche oscura y cerrada (no era muy tarde pero estaba todo el cielo negro oscurísimo) y el diluvio universal cayéndonos encima, pues al final no supimos orientarnos y preguntábamos y todo el mundo decía que cogiéramos un taxi. Que al ser español como que lo del taxi te echa para atrás, no vayan a cobrarte un ojo de la cara, pero como la ciudad está en cuesta por las calles no bajaba agua sino ríos. cada vez que cruzabas las calles, y ya os he dicho que ahí el trafico deja bastante que desear, que es como Grecia, que estas cruzando un paso de cebra con semáforo en verde para el peatón y el coche te para a 3 centímetros de ti, lo que les habremos insultado porque el susto que te pegas, que ya te ves atropellado ni os lo imagináis, pues a eso súmale, la noche, la lluvia diluviana y un rio por la calle (cuando bajaba el pie para cruzar me llegaba el agua al tobillo pusiera el pie donde lo pusiera). al final cogimos un taxi y resulto barato, lo cierto es que como pude leer en mis papeles y comprobar más tarde los taxi te cobran por trayecto no por tiempo, así que aunque fuera de noche y lloviera y el atasco q eso forma fuera monumental al estar como estábamos cerca del hotel fue barato. Claro, tv hay taxistas que te dan un rodeíto. Tomamos entre el grupo q formamos ese día de gente q nos conocimos ahí dos taxis, el mío llego bien, el otro tomo el rodeo, claro, fue un poquito más caro, pero como en España nada. y eso me hace cabrearme porque el tema de los taxis en España ya me está cabreando, que cuando os cuente corea veréis que también ahí son más baratos que en España, un trayecto de una hora (que aun encima los coreanos me decían, taxi no, que es muy caro, pues 1 hora hotel- aeropuerto era 20 euros, y en Madrid ir al aeropuerto, que no está a 1 hora, por cierto, me cuesta más. y para recochineo en Zaragoza no hay taxis, aun encima. que cuando vine en tren de tunes por la noche, no había ningún solo taxi en la parada de taxis de la estación de tren (que ahora es la misma q de autobuses) y me pegue casi 1 hora y media esperando taxi, con el frio que hace en enero en la calle. y para colmo, regreso de corea en bus porque ya no había tren y claro, yo llamando a mi familia rogando q me vinieran a buscar y ellos, no que habrá taxis, que se quejaron d q no había, ¿q creéis? q tarde media hora en conseguir un taxi porque la parada de taxis ¡oh sorpresa! estaba vacía. Pues sí que vamos bien a la Expo....aunque esto ya es otra historia, perdonad, es que es hablar de los taxi en el extranjero y acordarme de España, como dicen "las comparaciones son odiosas".
Otro sitio típico para visitar es el barrio de los pescadores, típico para cenar por el movimiento que tiene (aunque yo fui a comer) aunque tienen pescado hay cosas no son típicas de ahí, mucho ojo no vayáis a pedir por ejemplo pulpo que ahí es de importación, que sea un barrio de pescadores no significa que tengan de todo. Como veréis cuando fuimos llovía, para variar. Ya os comente que excepto un día que salió el sol y era fabulo el resto frio y lluvia, horroroso. Para cenar también se puede ir a cenar una de las noches al centro de la ciudad, cerca del gran bazar (que está a dos pasos de las mezquitas santas Sofía y azul) hay un montón de restaurantes con baile, música en directo y hasta donde te hacen la comida en directo. Hay mucho sitios como en el que entramos a cenar y las fotos que veis son típicas de las mujeres haciendo la cena (o comida) y de la música y baile, bueno del baile no saque pero es que es muy igual al de Egipto y ya me pareció muy repetido. Además, para los turistas sin pagar nada te traen velos y gorros de esos que venden de souvenir para pasar un rato divertido y hacer fotos variadas y no es caro. Además no es difícil coger el tranvía si tenéis el hotel lejos del centro porque solo hay un alinea, así es difícil perderse, excepto si diluvia de noche. También os dejo fotos de uno de los sitios que más me gusto que fue la cisterna basílica, entre la mezquita azul y la de santa Sofía, la foto exterior es esa columna rara. Hay varias cisternas en Estambul que se conservan pero esta es una de las pocas o la única subterránea (todo esto fue sin guía, of course, por eso fue mucho mejor). Me encantó la cisterna llena de agua y sus pasillos y columnas, lo que no llego a saber porque no hacía más que caer agua desde arriba. Suponemos que se guarda arriba el gua y luego empieza a filtrase para abajo. Como veréis echan monedas al agua, típico de todos los sitios, y hay unos peces enormes, como en Japón, dan miedo. Sé que solo se ven las sombras pero os podéis hacer una idea y os aseguro que son grandes. Hay una columna verde y decorada de forma distinta a otras que como tiene un agujero todo el mundo mete el dedo y lo gira pidiendo un deseo, como en santa Sofía. Como veréis esta algo desgastada por arriba debido al agua. Luego hay otras columnas que bajo su base tiene dos cabezas de medusa. Estas cabezas de medusas fueron un descubrimiento tardío, estaban limpiando el lodo acumulado en la cisterna y encontraron estas cabezas enterradas bajo el lodo, porque como veis la base de la columna no son las cabezas. No saben de donde provienen y porque están ahí. Dicen de forma de leyenda que como al ver los ojos de medusa se convertía uno en piedra era para asustar a los que intentaran envenenar las aguas peo eso no explica la cabeza inclinada sino la de boca abajo. En la cisterna hay una cafetería donde tomar un té rodeado de una buena vista. La cafetería tiene unos plásticos que evitan que te mojen así que no hay problema con el agua que cae de arriba. Estambul tampoco me maravillo tanto. Son las fotos del mini crucero por el cuerno de oro y el Bósforo. Veréis la zona asiática y la europea de Estambul. Por cierto, la zona europea es más vieja y está más ruinosa que la zona asiática donde ya se ven rascacielos, centros comerciales, tiendas como Zara y es más moderna y nueva. Algo curioso ¿no? también veréis la torre de gelatina, la mezquita de la sultana madre cerca de ahí está el mercado de especias, el puente donde hay varios bares abajo, ahí hay asientos de colores, no sé si los veis en alguna foto, ahí cuando hace buen tiempo se cuentan afuera a tomar café (no probé el café turco la verdad) o té y fumar en pipa. Ah, también veréis un puente, en realidad son dos puentes, lo único que son iguales. No sé qué manía de hacer los puentes iguales si yo no sabía cuando veía uno o cuando veía otro. Y en el barco hacia mucho frio en la parte exterior. También veréis varios palacios y las murallas. Las murallas de Estambul me encantaron, no es tan perfecta pero conservan muchas y tiene un aspecto muy histórico, es fácil ver el aspecto de Estambul en otra época. Bueno, también podéis ver submarinos, yo los vi. Bueno, aquí algunas fotos de las murallas en movimiento de camino al barrio de yeoseup o algo así eran. Este barrio es encantador, típico araba. Hay una mezquita mausoleo de alguien que era cercano al profeta o algo así, no recuerdo bien. Aquí, en la mezquita, sí que hay que cubrirse la cabeza y quitarse los zapatos. Estaban orando pero no les importa dejar pasar a los turistas. Nos encendieron hasta las luces de las lámparas para que tuviéramos más luz. En el mausoleo de enfrente, todo lleno de azulejos, como veréis, había un montón de mujeres y niñas pequeñas con el corean sentadas frente a una tumba. Alrededor de la mezquita está el cementerio, como veis es muy curioso. Las tumbas de las mujeres se adornan con flores, mientras que la de los hombres con los gorros turcos, estos gorros y adornos florales van cambiando dependiendo del tipo persona que era en vida. Por cierto, cuando estábamos donde la mezquita nos ofrecieron dulces y terrones de azúcar para comer. Le preguntamos al guía y dijo que era habitual que 40 días después de la muerte o el nacimiento celebran una fiesta y si no tiene mucho dinero ofrecen dulces a todo el mundo para celebrarlo. Lo de los 40 días desde la muerte es porque se dice que es en ese tiempo cuando se ha desprendido la carne del cuerpo. Como veréis en las fotos, en una de las plazas que rodea la mezquita estaba también llena de tulipanes. Como ya os había dicho les encantan los jardines. Si tener en cuenta los jardines este sitio me gusto mucho, al igual que la cisterna son los lugares que recomendaría ver en Estambul. Alrededor de la mezquita había un montón de tiendas para turista. Pues estando en la plaza de la mezquita coincidió con la llegada de una banda militar que tenía un concierto preparado ahí (me recordaron los tambores de semana santa, precisamente estábamos en semana santa) y el guía nos comentó que habíamos tenido mucha suerte porque no es algo habitual. luego os pongo fotos de la ciudad, no he estado todavía en Budapest pero supongo que igual si tiene algo parecido, cuando hice alguna de estas fotos de camino hacia uno de esos palacios que os mostré antes desde el paseo en barco me recordó a Lisboa, entre el puesto, las colinas con todo casas en la montaña, sin dejar ni un huequecito, de esa forma tan poco cuadriculada, era como cuando fui a cruzar en coche el puente este de Lisboa que ahora no recuerdo como se llama, la vista desde la carretera me dio un deja vu, lo cierto es que subimos a una colina por las vistas pero el día se estaba estropeando tanto que no se veía mas allá de dos pasos, os pongo las fotos de la niebla para que lo veáis. La verdad es que todo el mundo me preguntaba sobre Estambul no pude mostrar mucha alegría, con el tiempo que me hizo lo veía muy gris. Aunque hay sitio que eme gustaron mucho, como la cisterna. Se me ha olvidado comentarlo y es que los pájaros ahí son muy gordos, había cada paloma enorme, se ve que las alimentan bien. Y no solo eso también tenía las gallinas bien gordas y sueltas por ahí. Las de las fotos no estaban tan sueltas pero es que esas pedazo gallinas daban miedo de lo grandes que estaban. Estas últimas fotos son las vistas desde el palacio de verano del sultán, uno de estos palacios que visteis en el paseo en barco. Como veréis tenían una buena vista. Un bazar de bicicleta, son todo bicis, lo único que fue en un autobús en movimiento bajo un túnel y se ve muy borrosa. El resto son las fotos del interior del palacio de verano, que tal y como decía Wen es igualito a los palacios rusos (tuvimos el mismo deja vu). Solo hay cierta diferencia en la sala para orar y los baños, lógicamente. No sé os disteis cuenta en las fotos anteriores pero otra cosa que tiene Estambul son un montón de banderas del país. Como en España no es normal siempre me fijo que países como Francia o EEUU que tiene un montón de banderas del país en todos los rincones o en este caso Turquía. Y lamentándolo deciros que no tengo respuestas a las dudas que planteáis en las otras crónicas, hasta yo tengo dudas que no me han sido resueltas.

Visita: Marzo 2008

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DIARIO 2008: TURQUIA - ESTAMBUL - DIA 1
DIARIO 2008: TURQUIA - ESTAMBUL - DIA 2
DIARIO 2008: TURQUIA - ESTAMBUL - DIA 3

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