Vilanova i la Geltrú - España

Vilanova i la Geltrú

Aprovechando que era la noche de los museos y la Asociación Retrofuturista Nautilus iba al museo del ferrocarril de 1860, aproveché para visitar Vila nova i la Geltrú, donde nunca había estado, porque ya sabéis, no desaprovecho el momento de viajar en el tiempo para poder viajar a un nuevo lugar. Vila nova i la Gertru tenía los alojamientos llenos y es que está en la costa y por tanto es un lugar turístico, mi alojamiento estaba en el puerto marítimo y desde mi balcón tenía vistas del puerto deportivo y del faro, muy tranquilo en la noche aunque de camino de la estación de tren al puerto me encontré con todo turistas extranjeros. Llegué el viernes noche para estar todo el sábado y parte del domingo por la mañana. El sábado para no perder tiempo fui todo el día vestida de época (por la tarde era la noche de los museos en el Museo del Ferrocarril), aunque antes de hacerlo pregunte en los sitios si se podía ir vestida de época, sobre todo porque el año 1860 es la época de la crinolina, y la el que no sepa con decir “Lo que el viento de se llevó” todo el mundo cae en qué tipo de vestidos son. Así que, por la mañana tras desayunar, y viendo que, hacia un sol abrasador, sin una nube en el cielo, reduje un poco las prendas bajo el vestido de época, y Sali en dirección primero de la Biblioteca Museo Victor Balaguer, por fuera es un bonito edificio de color rosado rodeado de un jardín. Nada más entrar te encuentras en una pequeña sala redonda decorada en su parte superior con diferentes figuras y a la izquierda se encuentra la biblioteca, desde que entras de arriba abajo todo son estanterías de madera con libros antiguos. Si vas hacia la derecha entras en una sala llena de cuadros del suelo al techo y esculturas en el centro. Esta sala te lleva a otra también con varios cuadros antiguos. Y de esta puedes entrar a la pequeña sala dedicada a Egipto. La verdad es que me gustó muchísimo, estaba prácticamente sola pero así pude disfrutar mejor los rincones, el año pasado estuve en el museo de Egipto de Turín y aunque es muy grande lleno de objetos, este museo solo tiene una sala, pero tiene los objetos increíblemente conservados, con momia incluida. Eso lo que es la sala de Egipto, luego entramos a otra sala cuya decoración del edificio ya es llamativa de por sí, pero además a los lados de la puerta hay unas armaduras japonesas, de los pies a la cabeza, mascaras incluidas, y también tiene sus zonas impresionantes como la zona china, con su detallado ajedrez chino, su zona de Filipinas, las vasijas del norte de Perú, y más objetos de otros lugares, realmente no es un gran museo en cuanto a cantidad pero si en cuanto a calidad, increíbles objetos bien cuidados que se pueden encontrar, si miras hacia el techo, aparte de para ver su diseño se puede ver que hay una segunda planta con cuadros. Siguiendo puedes encontrarte más objetos antiguos, y subiendo a la segunda planta entras en la zona del arte moderno, con techos con arcos de metal muy e la época modernista. Tras salir de la Biblioteca Museo me acerque a la calle peatonal que lleva hasta el ayuntamiento, y luego pasee por sus calles donde se pueden encontrar casas modernistas y bonitos rincones, y así subí hasta el cementerio para ayudar con el corsé a un miembro de la asociación que ya había llegado (y cerca del cementerio hay aparcamiento gratuito), porque además de ir al museo unos cuantos habíamos quedado para comer ya vestidos de época. A comer fuimos al restaurante El Dinou que es la casa de Manel Cabayas destinada a vivienda unifamiliar y está conservada como una parte de las salas que hubiera tenido la casa en su época. Comimos muy bien y después nos dejaron hacernos fotografías en el lugar, la verdad es que fue una sobremesa agradable, por el lugar, por los empleados, por la comida, y por la compañía, ya que hacía tiempo que no nos veíamos. Pero Vila nova i la Geltrú tiene aún más rincones por visitar, después de comer nos fuimos a realizar una visita guiada a la casa Can Papiol, que es también el museo del romanticismo, la visita comenzaba en el patio de entrada junto a un antiguo carruaje de época y luego ibas recorriendo la casa, que no es nada pequeña y cuyas salas principales son muy románticas, también se visitan las cocinas, las bodegas, los dormitorios, el patio, en definitiva, todos los rincones de la casa, que es preciosa. La visita era en catalán (también hay en castellano e inglés, pero la hora en la que la daban no nos venía bien), pero ya entiendo suficiente y puede por fin relacionar una de las famosas familias catalanas de Matanzas en Cuba, ya que la guía comentó que una de las salas tenia fotografías de Vila nova menos una que era de Matanzas, la población donde al familiar tenia ingenios de donde vino su fortuna, los ingeridos es algo que aprendí en Cuba y es como se llamaban las plantaciones en Cuba, y Matanzas es donde hay hasta una virgen de Monserrat colocada por cuatro familias catalanas de ahí (creo que algo comenté en mi entrada sobre Matanzas, Cuba). Tras visitar la Can Papiol nos dirigimos al Museo del Ferrocarril para la Noche de los Museos, otro rincón de Vila Nova i la Geltrú que visitar, ya que como veis parece una población cualquiera pero esta llena de lugares que ver. Como en el museo estuve durante la noche de los museos lo comento en otra entrada para describir que ver ahí. Después marchamos a cenar y al día siguiente en el puerto había una carreta pero no me afectaba ya que un poquito en las afueras de Vila Nova i la Gertru, pero siendo parte de la localidad (la noche anterior tenían un tren que acercaba a la gente a visitarlo) se encuentra Can Cabanyes, una masía catalana de 1673, la familia, al contrario que al de Can Papiol, obtuvo su fortuna de los vinos, y por tanto tiene sentido que estuviera sobre todo a las afueras de la ciudad, en la visita teatralizada (en catalán) que hacen los domingos (con reserva) te trasportan a la vida de la familia Cabaynas y su ocupación de las diferentes zonas de la casa. Aquí le pregunté a mi amiga por una palabra que no entendí, colchoneros, y es que no sabía sobre lo que contaba la guía. Te dan también cava al final de la visita y tiene un pequeño jardín en la parte trasera, pero frente a la casa hay un gran paseo de cipreses que llevan a una zona de árboles donde hay fuegos para hacer barbacoas, por lo que es un lugar ideal para hacer un picnic en un buen día y lo cierto es que estaba lleno de familias.  La pena es que al lugar sin coche y sin ser día de actividades (como la noche de los museos) es difícil acceder. Tras la visita mi amiga de Nautilus me llevó a la estación de tren para irme a la estación de Barcelona donde comer e irme, porque estaba saturada de alergia, aunque era la costa, este año la lluvia ha sido habitual por todos los lados y eso ha hecho que esta primavera esté siendo muy dura para los alérgicos como yo, pero como veis, vale la pena salir a descubrir nuevos lugares.

Visita: Mayo 2025 

Mis imágenes: Instagram pendiente

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