Montearagon - España

Montearagon

Pese a no tener ni coche ni carnet se pueden visitar diferentes lugares por la Hoya de Huesca gracias al bus turístico (solo cinco euros en este 2009) así que el siguiente destino fue la ruta del abadiado. Esta ruta se compone por la visita a Montearagon-Santa Eulalia-Vadiello. Al castillo de Montearagon ya había ido mi familia, está en ruinas pero aun así no lo había visitado por lo que era un lugar pendiente por ver. Esta bastante cerca de Huesca ciudad y se distinguen sus ruinas sobre las montañas. Desde arriba, antes de llegar a entrar al castillo lo que se te regala a los ojos es una impresionante panorámica del valle, los campos de trigo amarillos (que a nuestro amigo japonesa les gusta fotografiar porque en Japón lo que hay son campos de arroz y no estos valles amarillos), las montañas perfectamente dibujadas, que por el día tan claro dejaban ver cada grieta y a lo lejos también los mallos de riglos, resaltando rojos y agrietados. El castillo, como decía, está en ruinas, pero tampoco se quiere restaurar completamente porque sería falso, pero si conservarlo, la entrada al mismo es difícil. Es una entrada de estilo árabe que se hace rodeando el castillo, así que hay que subir dando rodeos a la montaña hasta poder acceder al interior, un gran patio con las murallas de lo que fu un castillo ahora apenas conservado. Subimos, con bastante precaución a la torre, que se cae a pedazos y vimos el interior de la parte de arriba de la cúpula, un agujero hecho por el paso del tiempo nos permitió ver la vista que desde la torre se tenía, para nosotros belleza, en su día visión para la conquista y resistencia cristiana.

Visita: Agosto 2009

Jaraba - España

Jaraba

Jaraba destaca por sus balnearios y es que siempre ha sido conocida el agua de Jaraba, de forma que lo más destacable del lugar es su agua, por lo que el río es su principal aliciente en la visita. Agua clara y fresca, cristalina en varias zonas que circula a lo largo del barranco. Según la historia un asentamiento celtibero fue visitado por una patrulla romana en plena expansión del imperio de Roma por la península. Las zarzas invadían todo el barranco y su salida (aun hoy puedo dar fe que lo invaden); pero el vapor del agua caliente que salía por entre ellas, delató a los manantiales termales.

Visita: 2009

Senderismo por la comarca de Calatayud - España

Senderismo por la comarca de Calatayud (Calmarza-Jaraba)

Así es, aprovechando que residíamos temporalmente en Calmarza nuestra amiga nos llevo de senderismo. A las cinco de la tarde y con todo el sol de lleno del mes de julio subimos la montaña de Calmarza para llegar hasta lo alto, donde ver a las aves. El camino fue largo y duro, y si hubiera sido en otras horas tal vez no nos hubiera costado tanto. El camino nos llevo desde las cinco de la tarde hasta las diez de la noche sin descanso (excepto unos diez minutos para rehidratarnos), por lo que al final ya ni mirábamos el paisaje, solo soñábamos con llegar. Estábamos en lo alto y de ahí bajamos para incoar, entre un sendero marcado con pintura blanca y roja un camino entre los cortados que nos llevaría hasta la ermita que esta junto al balneario de Jaraba. Pero hasta la emita había mucho camino, primero tuvimos que llegar al comienzo de la ruta. Entre montañas cortadas empezaba el sendero, primero había que bajar algunas rocas, que estaban ayudadas por escalones, y así de un estrecho camino te introducías en el sendero a seguir. Las montañas, antes cercanas se amplían y entre maleza u ancho espacio entre cortado y cortado. Y en el medio del camino, entre flores y mariposas, nosotros. El paisaje como se puede imaginar era hermoso de contemplar, solo nosotros entre la naturaleza, fácil pensar en tantos otros que habrían andado rodeador por las montañas, arriba del todo el cielo azul pero los cortados no permitían que el sol nos asfixiara. Entre los cortados, las grutas y la maleza el camino fue pasando y poco a poco se hizo más pesado, más largo. empezaron a verse grutas y construcciones artificiales de piedra, pero nadie más, y esperábamos ver la ermita a la vuelta de la esquina pero seguíamos andando y nada aparecía, luego unos huesos de oveja y comenzamos a sospechar que al final, sin cobertura, ni agua ni alimento finalmente así nos encontrarían, solo huesos en medio del camino. Pero finalmente encubo de basura dio la pista final, ya desanimados y agotados vislumbramos la ermita, en lo alto, incrustada en la montaña, si fuerzas para subir salimos hacia Jaraba y regresaos por el camino "corta" (7 kilómetros) a Calmarza. La noche cayó sobre nosotros pero la luna se reflejaba sobre los cortados, y aunque peligroso llegamos antes de que fuera noche cerrada, y el camino fue mágico.

Visita: 2009

Calmarza - España

Calmarza

A Calmarza fui por ser el pueblo de una amiga. Se encuentra cerca de Jaraba y en la revista de viajes sale como un lugar de escapada. El viaje en si (para quien no tiene coche) consistió en ir en bus de Zaragoza hasta Calatayud, después de ahí en bus hasta Jaraba, y desde Jaraba a pie hasta Calmarza, son 7 kilómetros pero apenas circulan coches por la carretera y de tarde es fácil ver gente caminando por ahí. El paisaje de camino de Jaraba a Calmarza es especial, cortados de montañas de tonos anaranjados, el rio discurriendo a los pies de la verde vegetación, el cielo azul, las aves sobrevolando sobre nuestras cabezas. Y después de mucho andar llegamos a Calmarza pueblo, donde se puede ver la cascada de El chorrillo, una fresca y amplia cascada que aparece en medio de la tierra rojiza, casi de la nada, dado que ni hace ruido el paso del agua del rio. Y aunque se llama el Chorrillo no siempre baja un pequeño hilo de agua.


Visita: 2009

Shangai - China

Shangai

Después de comer fuimos al aeropuerto de Yichang para ir a Shangai, como comentaba el aeropuerto tenia a las vacas pastando a sus anchas, era un aeropuerto domestico así que solo tenía 3 puertas de embarques y los avisos estaban en pizarras blancas anotados manualmente con lápices de colores. Para variar el avión no salió a su hora y además lo cambiaron de puerta, en la pizarra nadie fue a borrar la puerta y cambiarla pero al ver a un montón de gente haciendo fila para el vuelo preguntamos a ver si tenían el mismo vuelo que nosotros y así supimos que habían cambiado la puerta. Cuando llegamos a Shangai vimos el cielo azul, pero no duro mucho dado que al día siguiente amaneció con lluvia, esta vez no fue como en Xian sino que fue una lluvia continua, intensa que duro todo el día de la mañana a la noche. Primero visitamos el templo del Buda de Jade, los dos budas me sorprendieron por el tamaño, me los esperaba más grandes. Aun así el detalle de las figuras era fabuloso, una pena que estén tan rodeados de tiendas y suvenir por todos los rincones. El templo tenía muchos recovecos, lo que lo hacía más grande de lo que era. Para variar nos metieron en una tienda de té y plantas medicinales, y acabamos preguntando a la guía por su taper, habíamos visto que muchos chinos llevaban frascos o tapers con té. Nos indico una tienda lock lock, que estaba en el centro comercial frente a nuestro hotel que vendía esos taperwares. Así que al final del día fuimos ahí a comprar algunos para el té. Pero siguiendo con el templo lo más bonitos son sus rincones, el patio interior visto desde las ventanas del piso de arriba, la esquina del pasillo lleno de farolillos rojos, y demás rincones bonitos y para mí con más encanto que el conjunto en general. Después nos llevaron hasta el museo de Jade, que es un lugar para venderte objetos de jade, nada de interés, luego toco una fábrica de seda, y en fin, como decía muchas fábricas y lugares sin interés para mí. Luego nos llevaron a visitar el Jardín del Mandarín Yuyuan, y nos sorprendimos al encontrarnos en una calle comercial con bellas casas tradicionales chinas dentro de una zona histórica. Estamos en el Yuyuan Maket, que aunque sus casas son preciosas y esta todo adornado con farolillos la aglomeración de gente consigue que el lugar pierda parte de su encanto. Demasiada gente, demasías tiendas, demasiados vendedores....a quien le guste las compras y no le importen las aglomeraciones es un lugar perfecto para ir, algunos de los que hicieron el crucero conmigo repitieron y el día de nuestra marcha que hizo sol volvieron aquí. A mí no me gusta ni ir al rastro de mi ciudad así que tiendas y gentes como que no me atraen. Un lugar encantador pero con vivirlo una vez me basto y me sobro. Ya sé que el comercio es algo típicamente chino, pero estos rincones me agobian, y si aun encima llueve ya es la puntilla. En pleno mercado de yuyan se encuentra el jardín de yuyuan, bello jardín aunque lo atravesamos entre una multitud de turistas, no podíamos ir los unos mas pegados a los otros... había pocos espacios vacíos donde poder pararse y disfrutar del encanto del lugar, e imaginar una escena china antigua en esos pasajes, fuentes y jardines... las casas tradicionales chinas, con sus entramados de madera de un llamativo color rojo, y sus pasillos, pabellones y estanques. Después de conseguir salir del barullo de la gente, y los vendedores nos llevaron a ver las vistas de Shangai desde el bund o malecón. Pese a la lluvia y a los nubarrones que tapaban los edificios más altos había bastante gente haciéndose fotos al espectáculo que es el otro lado del río, donde la zona de la ciudad son todo edificios altos y más futuristas, que no pegan nada con el ambiente de china, sobre todo con el lado contrario donde los edificios son de corte antiguo europeo. Un contraste que desde el río se advierte mucho mejor, por un lado, lo moderno y por otro lado lo antiguo europeo. Y tan antiguo dado que estaba todo en obras. Siendo sincera las obras eran por la nueva remodelación de la ciudad que se prepara para la Expo. Aunque si les pasa como a Zaragoza cuatro años después de la expo todavía seguirán en obras....Nos dejaron en la calle Nanjing, la zona comercial, donde nos volvimos locos para poder encontrar una buena cafetería, por supuesto, buscar eso en china es algo imposible pero con la que caía ya que íbamos a tener que estar refugiados al menos calentarnos por dentro de buena manera, curiosamente en el café nos saludaron dos chicos que eran de guinea ecuatorial y se habían parado al oírnos hablar español, los pobres estaban estudiando ahí y comentaron que no oían mucho español. En la calle paseaba el mini autobús por su vía aunque como uno no se percataba más de una vez casi nos pilla mientras nosotros intentábamos zafarnos de los pesados vendedores de copias. Lo más graciosos era ver la mascota de la expo de Shangai en todos los rincones, yo ya tenía una foto con la mascota, que me la hice en la expo de Zaragoza, pero ahí andabas dos pasos y ahí estaba la mascota, del mismo color azul, por cierto. Que para más coincidencias con lo grande que es china resulto que la guía que tuvimos en Shangai tenía una amiga que vivía en Zaragoza, si es que al final el mundo es un pañuelo. De aquí decidimos volver en metro al hotel, porque ya estábamos cansados de tanta agua, ¡no había parado en todo el día! No sé porque todo el mundo decía que en China coger taxis, si es muy barato. Si, barato es pero el metro lo es más y sobretodo tarda menos. Que a mí no me importa coger un taxi barato siempre y cuando no me cueste el doble o el triple de tiempo que por otro método de transporte. Y la verdad es que el tráfico en Shangai es horrible, y si no fuera por las zonas en las que se podía coger el metro, si tengo que moverme todo el tiempo en taxi me da un algo ¡cuánto coche, moto, bici! El metro ni está muy lleno, ni es difícil, ni es caro, y además, como decía, más rápido. El problema que para pudong no tenía línea de metro así que a algunos sitios hubo que tomar taxi, con el consiguiente tiempo que supone el ir en coche por esta ciudad. Por lo demás en el metro no hay nada que resaltar. Al día siguiente fuimos a Suzhou y del viaje en tren de Suzhou llegamos a Shangai todavía para aprovechar algunas horas de sol (recordar que compramos billetes en la reventa para poder regresar antes). Así que descansamos un ratito en el hotel antes de hacer la visitar nocturna en Shangai que teníamos preparada (en realidad se la sugerimos a la guía porque no nos ofreció ninguna visita en barco de Shangai de noche pero le pregunte y nos dijo que podíamos hacerla con ellos en vez de buscarlo solos).Aunque descansamos un ratito en el hotel sí que aprovechamos el sol que duro dos días seguidos. Algunos decidieron repetir visitar para verlas con un día soleado, personalmente no me apetecía repetir, fui a Pudong, que es el barrio financiero, lleno de rascacielos y torres elevadas, se puede subir pagando, claro, pero el precio no es muy caro y la vista desde arriba merece la pena. Pero eso fue el día de mi partida. En cuanto al regreso de Suzhou, después de descansar en el hotel, y todavía con sol, pasamos por el museo de Shangai camino al barrio francés, donde tomarnos algo en una cafetería, algo más occidental que con la tarde soleada que hacía era mucho más interesante. De camino al barrio francés pudimos contrastar (con sol mejor que con lluvia) el contraste de edificios modernos y altos frente a las callejuelas y casas chinas, con sus andamios de bambú (que hasta casas enteras en rehabilitación estaban rodeadas de bambú).El barrio francés es todo contraste, porque pasamos a una zona donde hay parques, casitas más bajas, calle peatonal y cafeterías. Que aun sin ser las casas de estilo europeo serian mas occidentales por poder pasear y tomar algo en la calle, disfrutando del día. Es raro ver terrazas y cafeterías chinas donde disfrutar “a la española”. Y a la gente, turista o no les gustaba porque estaba lleno de gente y casi no se encontraba sitio donde sentarse. En cuanto al aspecto es un barrio muy francés, esos balcones y los edificios y aceras me recordaron en algunas esquinas a nueva Orleáns, también muy francés. Luego de tomar algo y cuando ya empezaba a anochecer marchamos hacia el barco para el paseo por el río, para así ver la ciudad de Shangai iluminada de noche. La guía no nos comento mucho pero tampoco nos importo. Tomamos el barco y ahí disfrute bastante porque no hizo nada de frío en el exterior mientras paseábamos por el río y la vista de Shangai iluminada, tanto la zona antigua occidental como la moderna es impresionante. De lo más recomendable, no hay que irse de Shangai sin verlo, vale la pena. Recuerdo que mientras estuvimos en china nos comentaron varias veces que para conocer China hay que ver tres ciudades, Pekín para conoce runa ciudad del presenta, Xian, para conocer una ciudad del pasado y Shangai para conocer una ciudad del futuro. Y realmente con la vista nocturna de Shangai es fácil ver el futurismo en su paisaje.

Visita: Mayo 2009

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