Tomar un helicóptero por primera vez fue algo emocionante. Es curioso como no se nota nada el despegue, pero ver la ciudad a tus pies es impresionante (la primera vez fue en Nueva York). Pero tomar un helicóptero para visitar el Gran Cañón es algo que nadie debería dejar de hacer. Supongo que sobrevolar el Gran Cañón en avioneta serviría igualmente, porque el valor del momento no es el vuelo en Helicóptero sino el impresionante paisaje que se muestra ante uno.
Ver el Gran Cañón a pie desde la parte baja del río, tanto como desde la parte alta de las montañas no se puede equiparar la vista que se obtiene desde el aire.
La vista del Gran Cañón desde el aire no permite ver cada estructura del Cañón, el circular del río colorado, lo impresionante que resulta su tamaño visto en la distancia, la combinación de colores de la piedra rojiza del cañón con el azul profundo del río y además si hay suerte puede que tengáis un clima como el que tuve yo, una zona con sol toda iluminada, otra con nubes con la lluvia cayendo sobre ella, y el entremedio con el arco iris surgiendo entre las coloradas montañas del cañón.
