Palazzina dei Mullini, Isla de Elba - Italia

Palazzina dei Mullini, Portoferraio

Por la tarde en Portoferraio había un par de recreaciones civiles, cabe destacar lo de civiles dado que en España suele haber mucha recreación militar. Por un lado llegaba a puerto el velero La Grace, un brig inglés de mil setecientos y pico con la tripulación vestida de época para desembarcar un número de marineros que luego, antes del bale el capitán haría un intento de conseguir más tripulación ofreciendo aventuras y descubrimientos de nuevas tierra sy tesoros, pero eso es más tarde, ahora, al desembarcar también algunos re-creacionistas podían subir a bordo para dormir en el velero. Nosotras vimos el desembarco desde la sombra del arco de entrada a la ciudad, llevábamos un día demasiado caluroso. Tras un rato decidimos empezar a subir hasta el Palacio de Mullini, la residencia de Napoleón en Portoferraio, para ver la otra recreación: la de como Paulina Bonaparte se prepara para el gran baile en el palacio. Tal vez como era fin de semana encontré muchos más turistas que el primer día. Visitamos el palacio que ahora es el museo Demidoff, con los muebles de la época de Napoleón y su tienda de campaña expuesta en una de las habitaciones. Como estábamos tan acaloradas (con tanta ropa es normal) nos pegamos a las ventanas de la segunda planta antes de que comenzara la recreación. Desde las ventanas del palacio hay una vista del patio del palacio, con sus paseos, jardines y el mar en el frente. Disfrutamos con el resto de turistas de gran parte de la recreación de la preparación de Paulina Bonaparte y también de la música al arpa que la acompañaba. Pero nos tuvimos que ir antes de verlo terminar porque había que llegar al hotel, cambiarse, refrescarse y volver a cambiarse para el baile en el palacio. Así que bajamos, recorrimos la otra parte del palacio que no habíamos visto, de ahí se sale al jardín donde ya estaban preparando las mesas con los candelabros y las velas. El jardín tiene una vista espectacular del mar, el faro y el fuerte Stella. Lo cierto es que es el mejor lugar de la isla para hacer un palacio, sin duda alguna las vistas así lo demuestran, lo que implica que Napoleón y familia no eran tontos. Como comentaba frente al palacio, que sin recreación vale la pena visitarlo, se formó la tripulación del velero con su pequeña recreación hasta que llegó la hora de entrar al baile. No solo en la recreación del baile pudimos volver a ver las salas del museo (un detalle por parte del museo dejarnos todo el palacio), también hubo música de arpa, y comida Georgina magníficamente expuesta. La comida georgiana tenía las figuras de animales, edificios, plantas, pero todo se comía, sabía delicioso y tenía un aspecto perfecto, en esta cena todas las recetas fueron de Careme, Glasse, y Raffald, tomada de los originales. La estructura se basa en una Careme que hizo para Napoleón. Una cena puramente histórica. Lo único es que no pude hacer ni por la tarde ni por la noche fue pasear por el jardín del palacio porque comenzó una tormenta y no dejó de llover, cada vez más fuerte, para salir todos tuvimos que hacer turnos para tomar un taxi porque el lugar no es tan grande para tener tantos taxis, el que nos cogió a nosotros era el cuarto viaje que hacía, sin duda hicieron el agosto con la tormenta de lluvia y viento que tuvimos. Realmente el patio del palacio y sus vistas valen tanto como el museo de su interior, por fuera puede que no llame mucho la atención pero vale la pena visitarlo, haya o no haya recreaciones es un lugar que no perderse en Portoferraio.

Visita: Junio 2014

Mis imagenes: Pendientes

Información para viajar: Jane Austen Society Florence

Villa San Martino, Isla de Elba - Italia

Villa San Martino - Napoleon’s Summer Residence

Una de las visitas obligadas de la Isla de Elba es la residencia de verano de Napoleón; la Villa San Martina. Como fuimos a visitarla como parte del evento empezamos la mañana con trajes de la época napoleónica. Esto es muy resaltable porque con el calor que hacía a las 9 de la mañana justo antes de llegar a la villa ya estaba sudando a mares. El único problema de la isla fue le calor húmedo que hacía, dado que me cansaba el triple y con tanta ropa aún lo pasaba peor. La villa no estaba muy lejos de Portoferraio y es fácil llegar. Antes de entrar en la villa, mientras se sube por la cuesta de entrada hay a la derecha un edificio de color rojizo al estilo de un palacio más moderno, no llegué a saber que era el edificio dado que no estaba abierto. Una verja con las águilas símbolo del emperador da acceso a la entrada de la villa de Napoleón. En el frente de la verja está la villa, muy del estilo sobrio, alargada, con la N de Napoleón presente. En el interior del edificio principal no queda nada pero hay una exposición sobre Napoleón aprovechando el bicentenario de la estancia del mismo en la isla. Lo más interesante del interior son los techos y los grandes ventanales. Por uno de los caminos cercanos aparte de pasear por la villa se puede subir a un balcón superior con el águila de Napoleón en el centro donde se obtiene una precisa vista del mar al fondo y de las montañas de la isla. Tras el patio y el balcón hay una pequeña casita, nada significativo en el exterior pero el interior conserva en todas las habitaciones los muebles y las pinturas de la época napoleónica, más que los muebles lo más resaltable son las pinturas que adornan las habitaciones; las abejas, las águilas, las cortinas dibujadas en las paredes y sobre todo el salón, que muestra un aire egipcio, con pinturas de camellos, tonos dorados y una esfinge, nada que ver con la esfinge de El Cario pero entendemos que el pintor no había estado y pintó lo que buenamente entendió que era la forma de la esfinge. También curioso cómo se pintó una puerta idéntica a la puerta que da al salón para que pareciera más grande y con más salidas. Excepto por el calor un paseo por los jardines de la villa también es muy recomendable. Nosotras fuimos directas al bar a hidratarnos, demasiada ropa la que llevaban en la época napoleónica. Tras salir de la Villa al inicio íbamos a ir al picnic en la villa romana de La Grotte pero al final fuimos a otro sitio, lo que comprendo dado que según vi por internet tanto la villa romana como el castillo están en rehabilitación, lo que es una pena. De camino a la villa donde haríamos el picnic pudimos ver en lo alto de la montaña las ruinas del castillo y la villa nos ofreció también una buena vista del mar desde las viñas. El picnic fue a la sobre sobre mantas en la hierba, así que una vez me senté ya no me levanté ni para hacer fotos, con el calor que había pasado no me valía la pena, eso sí, estaba vez aprendimos la lección y fuimos las primeras en acercarnos a las mesas de la comida, que desapareció con mucha rapidez.

Visita: Junio 2014

Mis imagenes: Pendientes

Información para viajar: Jane Austen Society Florence

Portoferraio Napoleonico, Isla de Elba - Italia

Portoferraio Napoleonico

Tras salir del teatro, y todos con ropa de la época napoleonica, nos dirigimos hacia la Enoteca della Fortaleza, localizada en las murallas Medici. Aquí aprendí que si se quiere comer hay que dejar las fotos y las contemplaciones para el final. Lo que pasó es que tras recorrer el camino a pie desde el teatro hasta la enoteca la terraza ofrecía unas vistas tan bonitas que no pude evitar quedarme contemplando las vistas y haciendo fotos, por supuesto. Claro que debido a esto la gente entró, hizo fila y arrasó con la comida. Cuando entramos dentro yo no tenía ni hambre pero estaba deshidratada (no sé si había comentado que hacía mucho calor y mucha humedad, y añadido a las capas de ropa de época era una combinación letal). Pero como había que hacer fila aunque no se quisiera coger nada de lo que había ahí (no era como un buffet que pasas de lo que no quieres y vas directamente a lo que te interesa) pues aún tuve que hacer una larga fila hasta conseguir una botella de agua y que nos bebimos enterita. No pedimos que nos llenara un vaso, no, pedimos la botella entera. Pese a el tema de la comida, que ni la catamos (unos trocitos de pan comí yo) el lugar era perfecto, la Enoteca estaba construida dentro de las murallas, y en la parte de la entrada se estaba fresquito (no así al final donde había hecho una cristalera, que si bien tenia vistas al mar se cargaba el frescor de la roca). Luego en el jardín de entrada a las murallas era donde mejor se estaba, faltaron sitios para sentarse pero éramos muchos, aún así, una bebida fresquita junto a las murallas con la vista del pueblo, las montañas y el mar mientras anochecía valían la pena. Tras la cena nos pusimos en camino hacia la Plaza Laugier, que como el pueblo está todo en cuesta la plaza en cuestión está sobre un edificio. En la plaza ya estaba el grupo de baile el Atelier de dance di Firenze mostrando al público algunos de los bailes de la época napoleónica o regencia si lo llamamos al estilo inglés. Así como también había un par de recreacioncitas de Elba. Dejamos todos los bártulos (sí que iban cargados en aquella época) y nos pusimos a bailar, no baile todos los bailes, por una parte por descansar, por otra porque no todos me los sabía bien y, aunque Donal Francis siempre hacia una presentación del baile antes de poner la música para así recordar los pasos (realmente era muy buen maestro porque con el día anterior ya se nos habían quedado algunos pasos y además había estructurado muy bien el orden de los bailes), aún había algún que otro baile complicado. El primero en teoría es fácil y cada cinco pasos se perdían las parejas (había que cambiar de pareja y siempre se quedaba gente colgada sin pareja, lo que siendo pares es algo difícil, pero pasaba mucho). Y finalmente porque iba sola y es muy difícil encontrar pareja con la que bailar. Aún así baile unos cuantos bailes, estuve sentada viendo bailar, entre al edificio (que ahora no recuerdo bien que era aparte de biblioteca, que tenía un parte muy español con arcos blancos y un pozo en el centro, bebí mucha agua (el único defecto de la isla, el calor que pasé, si no hubiera hecho tanto calor hubiera visto más cosas seguro). Y al finalizar el baile marchamos hacia la playa La Viste, de noche no se ve nada por lo que si quieres matarte de camino (cuesta arriba y luego cuesta abajo) lo mejor e ir de noche ahí. Dio la casualidad que había una despedida de soltera así que el bar estaba lleno de gente y la novia se quería tomar fotos que nosotras. Y la playa estaba desierta, hubo algunos valientes que se metieron al mar, el agua tenía buena pinta pero las playas de piedras te dejan los pies destrozados, yo no conseguí estar más de un segundo sin calzado en la playa. Así que así di por terminado el día (no sé qué hora de la madrugada serían y además había que subir la cuesta desde la playa hasta casi lo más alto del pueblo para luego bajar otra vez).

Visita: Junio 2014

Mis imagenes: Pendientes

Información para viajar: Jane Austen Society Florence

Teatro dei Vigilanti, Isla de Elba - Italia

Teatro dei Vigilanti, Portoferraio

Este era el primer evento de este tipo al que iba, pero me he enamorado, porque combina dos cosas que me gustan; viajar y conocer la historia y los lugares de a dónde voy y la recreación histórica (aunque en ocasiones nos tomamos un poco de libertad). Había estado mirando y para esa época al teatro se iba con mantilla, no solo en España también en Francia, pero que sorpresa cuando era la única con mantilla, pero al menos las otras españolas también resaltaban, dos con trajes más vivos que le blanco y los pasteles, porque en 1814 empezaban a entrar con fuerza otros colores, y otra con una chaqueta goyesca, así que perfecto. Nos empezamos a congregar en plaza del teatro que tiene una vista maravillosa de Portoferraio desde lo alto, y luego fuimos entrando y saludando a Margarita, la responsable de todos los eventos. Lo cierto es que la velada en el teatro dei vigilante en Portoferraio me encantó. No solo pude ver el teatro por dentro, que es mucho más encantador que por fuera, que parece poca cosa y muy moderno, sino que disfrute del teatro, la soprano y el arpa que la acompañaba. Además aprendí mucho sobre cómo era el teatro en esa época, que se hacía en los palcos, lo que estaba mal visto, lo que no (y la recreación de algunos actos como beber alcohol – el susodicho palco se llenó de visitantes- entre otras). También se dejó claro que al teatro se iba mucho para ver y ser visto (no cambiamos con el tiempo). Y además de todo esto ver el teatro con todos vestidos de época napoleónica, y con la recreadora de Paolina Bonaparte en el palco de honor, le daba un toque completamente distinto. Además tuve la fortuna de acompañar a Charo de Cuaderno de costura 2.0 y Eva, que iban tan bien vestidas de 1814 que les dieron un palco para ellas, y yo me acoplé.

Visita: Junio 2014

Mis imagenes: Pendientes

Información para viajar: Como llegar a
Información para viajar: Jane Austen Society Florence

Porto Azurro, Isla de Elba - Italia

Porto Azurro 

El calor empieza pronto en la Isla de Elba, pero a primera hora apenas hay gente en la calle, dado que la noche, que es más fresca, invita a disfrutar de la isla. Al siguiente día tenía muchas opciones, dado que hay muchos lugares que visitar en la isla. Lástima que el calor y el tiempo no me dieran para ver todo lo previsto. Para pasar la mañana al final me decidí por visitar Porto Azurro. Esta población era una ciudad española, y tiene una ermita llamada de Montserrat, con una virgen negra. Después de desayunar, bastante más tarde lo habitual (tenía que recuperarme del día anterior, que menudo viajecito) salí con dirección a la estación de autobuses, que está pasado el puerto marítimo de Portoferraio. Compré un billete de ida y vuelta a Porto Azurro y esperé a la hora, en la que puntualmente llegó el autobús. En teoría cogiéndolo a las 10 de la mañana (el anterior era a las nueve y no llegué a tiempo) a las 10.45 llega a Porto Azurro, y así fué. El autobús de ida paraba en Capoliveri lo que significa que, aparte de las vistas de la costa que se obtienen en el trayecto de autobús, también se tienen las vistas del pueblo, en lo alto de la montaña, y luego la bajada desde la montaña hasta la costa para llegar a Porto Azurro. Es recomendable coger el autobus que para en Capoliveri, porque aunque tarde más el recorrido te permite disfrutar de unas magnificas vistas de la isla que sin parada en ese lugar no se obtienen. Porto Azurro tiene playas también de piedras pero con un poquito más de arena, así que estas estaban abarrotadas de gente.  El autobus te deja en el centro del pueblo, asi que dí un paseo por el centro del pueblo, con rincones bonitos de flores y banderas con las tres abejas, la iglesia, con sus vigas de madera, sus puertas decoradas y sus libros de cantos. Bastantes tiendas con joyas minerales y corales. Aquí compre un collar y complementos de coral rojo, tan típico de 1814 y de la zona del Mediterráneo. Y el puerto marítimo que te lleva a la montaña cuyo camino sube hasta la ermita de Montserrat, dado el horario que llevaba cuando alcancé el camino no tenía tiempo suficiente para subir hasta la ermita si quería volver a Portoferraio con tiempo para cambiarme de ropa (por la tarde comenzaba con el primer evento) así que subí una parte, lo suficiente para disfrutar de las vistas de un fuerte al otro lado de la costa de la isla (no sé qué población es) y los veleros y calas tan típicos del Mediterráneo, tan usuales en las postales. El pueblo con más para visitar es Portoferraio, pero aunque más pequñito Porto Azurro es my bonito. Tras comer junto al mar, y así descansar del calor (no había sudado tanto desde Malasia), cogí el bus de regreso (puntual en su hora). Este no pasó por Capoliveri, por lo que llegué antes a Portoferraio, perfecto para comprar mucha agua (estaba a un paso de deshidratarme) y tener tiempo para cambiarme de ropa, que como ya diré, la ropa de 1810 no estaba hecha para que se la pusiera una persona sola.
Visita: Junio 2014

Mis imagenes: Porto Azurro

Información para viajar: Bus por la Isla de Elba

Presentación

Curriculum Viajero - Presentación