Cenote maya - Mexico

Cenote maya


Tras la visita de Ek-balam nos dirigimos a una comunidad maya para visitar el Cenote Maya. Cuando llegamos a la comunidad maya pudimos ver a los niños con su uniforme viniendo del colegio, aquí sí que veía niños ir al colegio, no como en Chiapas, en la población quedaban iglesias abandonadas de color rojo. El guía nos preguntó por qué se pintaban las iglesias de ese color y la respuesta fue obvia, porque así se parecía más a los templos de los mayas, y era más fácil convertirlos a la religión católica, aunque no lo consiguieron. Tras dejar a tras las casas de la comunidad entramos a visitar el huerto ecológico maya donde pudimos ver varias plantas, frutos y hortalizas que se usan en la preparación de los platos que se ofrecen en el almuerzo, también pudimos comprobar que las frutas que dan son enormes y algunas sirven para la coloración, como de costumbre mi poca retentiva con los nombres no me permite describir todo lo que vimos paseando por el huerto. Del huerto fuimos caminando por los senderos del parque, donde pudimos admirar la flora y una réplica de la pirámide de Chichén-Itzá pintada de color rojo y decorada con velas. Es aquí, frente a la pequeña pirámide, donde enfrente encontramos un altar maya (al que ya estábamos acostumbradas). Junto al altar teníamos al chaman de la comunidad maya, que al igual que con el otro tour, iba realizar la ceremonia de bendición maya con incienso de copal para que pudiéramos entrar al cenote como se hacía antiguamente. Tras la ceremonia continuamos el camino hasta una choza maya, este tipo de choza la pudimos ver en Chichen Itza más grande pero sin decorar, aquí la choza, aunque más pequeña, tenía una serie de objetos en su interior; como una hamaca colgando, un pequeño altar maya, etc. Fuera de la choza dos de las personas de la comunidad maya llevaban unos trajes, la chica el traje típico de la región maya, un vestido blanco adornado con flores de colores, y el chico un traje que imitaba al de los antiguos guerreros mayas. Y finalmente llegamos al cenote. Un cenote es una dolina inundada de origen kárstico. Existen varios tipos de cenotes: a cielo abierto, semiabiertos y subterráneos, o en gruta. Los cenotes son algo típico de la zona maya por lo que no podíamos irnos de México sin visitar uno (aunque al final vimos cuatro). El cenote maya es el más grande la península de Yucatan y tiene una formación circular. El cuerpo de agua del Cenote Maya se encuentra a 17 metros de profundidad desde el nivel del piso y para bajar hay dos opciones: a rappel o descenso por una escalera de madera realizada con la antigua tecnología de los mayas. Nosotras desconocíamos que para llegar al cenote había que hacer rappel así que cuando nos lo dijo el guía nos echamos a reír y le comentamos que ya habíamos hecho rappel con ellos en la visita a la comunidad de tres reyes. La excursión es básicamente para bajar haciendo rappel pero si se tiene un peso mayor de 120 kilos o algún problema físico o de otro tipo, se puede bajar al cenote a través de las escaleras de madera. Nosotras, ya que nos poníamos, bajaríamos en rappel directamente al agua, así que en este caso ni cascos ni ropa, eso sí, hay que tomar una ducha para quitarte los producto químicos siempre antes de bajar al cenote. Como ya habíamos hecho rappel hacía poco nos ofrecimos para bajar las primeras de nuestro grupo (éramos las tres únicas que hablaban español, el resto del grupo todo en inglés), así que mejor para el guía que ya tuviéramos la explicación reciente. La bajada de este rappel se me hizo algo más larga aunque también es cierto que como ya era la segunda vez en un par de ocasiones me paré a saludar a mis amigas (se bajaba de dos en dos y ellas habían bajado en pareja). La bajada en rappel es muy recomendada porque la vista desde el agujero hasta que llegas al agua es impresionante y no es lo mismo que hacerlo por la escalera, aquí no hay impedimentos para ver cada estalactita y estalagmita, las raíces y lianas de los árboles cayendo desde el techo al fondo del cenote, y el color verde de sus aguas, que pese al verde eran muy cristalinas pues podía ver las piernas de la gente que estaba nadando en el cenote. Una vez llegas abajo hay una persona preparada para desatarte el arnés, y de ahí vas nadando hasta la pasarela de madera donde se encuentra la escalera para entregar los guantes y el arnés. Una vez en la plataforma tienes varias opciones, usar la plataforma de la escalera como trampolín para lanzarte al agua, la liana de Tarzan, trepachanga. Yo intenté convencer a mis amigas para hacer alguna de esas cosas pero no hubo forma, así nos pusimos a disfrutar de un nado en las claras y frescas aguas del cenote. Si uno no sabe nadar hay chalecos salvavidas y grandes flotadores para nadar en el cenote. La ventaja de este cenote tan grande es que había mucho espacio libre para nadar y disfrutar de este lugar único. El agua estaba realmente limpia porque podíamos ver a los pececitos nadando a nuestro alrededor, en algunas de las zonas tienes las raíces de los árboles y las lianas cayendo directamente al agua, y en el tronco más grande de ramas hay un cartel avisando de no tocar las raíces. En la parte más alejada del agujero de entrada se puede disfrutar de la vista de las estalactitas y estalagmitas, así como ver como los rayos del sol se deslizan por las enormes raíces de los árboles desde el exterior hasta el mismo interior del cenote. Cerca de la zona más alejada a la estrada hay unas escaleras de madera para subir hasta una gruta natural que sirve de salida del cenote. Aunque también a través de la plataforma de madera central se puede cruzar un puente de madera y llegar hasta la gruta. Aquí nos quedamos un rato disfrutando del nado en las aguas del cenote y mareamos a la pobre fotógrafa, porque aunque excepto en el rappel en el resto de la excursión se permitían fotografías nosotras ya que íbamos a comprar las del rappel ya comprábamos el paquete entero y dejamos la cámara en el autobús y molestamos a la chica para que nos hiciera varias fotografías en este maravilloso cenote. A mis amigas les gustó más el del otro día, que aunque era más pequeño era mucho más cristalino. A mi los dos me gustaron, y lo mejor es que éramos grupo pequeños de diez o quince personas como mucho. Finalmente, como sabíamos que había que cambiarse de ropa y comer, salimos del cenote y nos dirigimos por el antiguo túnel maya para llegar a los jardines del parque. Esto es lo más incomodo porque aunque tienen tapado el suelo uno va descalzo y es una pendiente pronunciada la que hay de túnel hasta salir del cenote. Como es una gruta natural más formaciones rocosas nos encontramos hasta salir al exterior donde las hojas de la selva inundaban el camino de salida. Tras salir nos dirigimos hacia los casilleros donde teníamos guardada la ropa y los zapatos y nos dirigimos a los vestidores para secarnos y cambiarnos antes de comer. La comida era un buffet maya que incluía diferentes platos yucatecos como sopa de lima, tamales de chaya y queso, frijoles, arroz con verdura, mole, pollo en escabeche, tortillas hechas a mano, frutas, plátanos fritos, aguas de sabores, etc. Tras comer y mientras esperábamos a que nos preparan las fotos en un usb nos acercamos a la escalera del cenote para hacerle unas cuantas fotografías desde arriba. Finalmente salimos de regreso a los hoteles y al pasar por la autopista nueva y sin cobertura telefónica (podéis leer en la entrada de Ek-Balam sobre la autopista) nos pasó que el coche se estropeó. Sí, en medio de una autopista nueva en la que apenas pasan coches y sin cobertura telefónica en todo el recorrido nos quedamos tirados con el motor sacando humo. Así que el guía tuvo que bajarse del coche y hacer autostop. El primer coche que pasó le paró y el guía se marchó hasta la salida de la autopista donde ya hay cobertura telefónica y podía llamar pidiendo ayuda. Mientras nosotros nos quedamos con el conductor en un lado de la carretera. Los primeros en bajar fueron los chinos y viendo que no había nada que hacer el resto del grupo los siguió, al fin y al cabo estábamos en medio de la nada, en una autopista por la que no asaba nadie, con una frondosa selva a ambos lados de la carretera. Para que os hagáis una idea de los pocos coches que pasaban puedo decir que las chinas fueron las primeras en ponerse en medio de la autopista a hacerse fotos, y por supuesto el resto del grupo las siguió y todos tomándose fotografías en medio de la carretera, completamente solos, como en una película del fin del mundo o zombis. A medida que fue pasando el tiempo empezaron a pasar algunos coches más, todos se paraban a ver qué pasaba pero como éramos muchos no nos quedaba otra que quedarnos ahí varados a esperar mientras iba anocheciendo. Finalmente pasó un autobús ADO, que como el resto de coches, paró en un lateral, y tras hablar nuestro conductor y el otro conductor, nuestros conductor nos llamó y nos dijo que teníamos que subir al autobús que nos llevaría hasta la cabina de pago de la autopista donde debíamos bajar y ahí esperar a que nos recorrieran en otra furgoneta los del tour. Ese nos lo dijo el conductor a nosotras porque el resto del grupo, que hablaba inglés no se enteró, pero como al llegar a la cabina de pago de la autopista el autobús se paró en el lateral para que bajáramos y nosotras tres insistíamos que había que bajar pues todo el grupo bajó. Fue un momento curioso el subir al autobús con la gente que estaba viendo una película, y después bajar al finalizar la autopista. A la gente no les vi cara extrañada pero espero que no estén acostumbrados a esas situaciones. Lo cierto es que todos nos reímos bastante y nos divertimos con la aventura de quedarse tirado en la nada. Pero claro, nos divertimos porque sabíamos que al final, sin hacer nada, llegaríamos a nuestros hoteles. Si vas por tu cuenta en un coche de alquiler y te pasa esto, más vale que te arriesgues a hacer autostop porque sin cobertura telefónica no hay forma de llamar a nadie para que te ayude a salir de ahí. Y además tienes que tener la suerte de que pase algún coche para hacer autostop. Tuvimos la suerte de que el guía no tuviera que esperar mucho para que le cogieran y que nada más llegar a la cabina de pago y bajarnos todos del autobús llegó otra furgoneta del tour para llevarnos a nuestros hoteles. Lógicamente llegamos de noche, directas a cenar, una ducha, y a dormir que al día siguiente nuevamente tocaba madrugar, pese a que parece que tuvimos un contratiempo he de decir que los dos tours que hicimos con Alltourntive son los dos mejores que tuvimos en la Rivera Maya, nos lo pasamos genial (y no os cuento lo que nos reímos en la autopista) y ahora mismo me apuntaba a otro.

Visita: Diciembre 2015

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Algunas Fotografías de esta excursión pertenecen a Alltournative.(La fotografía de la entrada es mía).

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Ek-Balam - Mexico

Ek- Balam


Salimos en excursión hacia Ek-balam con la misma empresa con la que tuvimos la excursión sorpresa de Cobá. De camino a Ek-Balam pasamos por una autopista que según nos cuenta el guía es de nueva construcción y no tiene cobertura telefónica (cosa que comprobamos y es cierta, desde que se recoge el ticket hasta que se paga el peaje no hay cobertura de teléfono). A los lados de la autopista tenemos la selva, algo que me sorprendió mucho en la rivera maya fue que en cuanto entramos a estos dos estados de Rivera Maya y Quintana Roo las carreteras están rodeadas por selva, lo que está muy bien porque significa que conservan como pueden la selva, lo que teniendo en cuenta la cantidad de turismo que tiene esta zona de México, no debe ser fácil. Cada pocos metros había cuerdas que cruzaban la autopista de un lado de la selva al otro lado de la selva, el guía nos explicó que no eran cables de luz sino puentes para monos, dado que la autopista es nueva para evitar que los animales como los monos que van moviéndose por las ramas y no por el suelo no sufrieran el cambio construyeron esos puentes de curdas cruzadas formando puentes para que los monos fueran de un lado de la selva al otro, y ciertamente si uno se fijaba de cerca no eran cables sino cuerdas. Lógicamente no vimos ningún mono pero es también considerable ese detalle por intentar mejorar sin hacer mucho daño a la fauna que te rodea. Nuestro regreso por esa autopista fue una aventura interesante, toda una anécdota que contar, pero eso ya os enterareis en la entrada del cenote maya, dado que el día consistía en visitar Ek-Balam y luego el cenote maya. Llegamos a Ek-Balam y estábamos prácticamente solos. Ek´Balam es una palabra de origen maya que significa jaguar negro o lucero jaguar, no sé sabe exactamente porque no se conserva recuerdo oral y en maya lucero y jaguar se escribe igual, aunque se pronuncia diferente. El acceso te lleva prácticamente a una zona que en su momento tuvo una muralla y entradas desde los cuatro puntos cardinales, aquí encontramos un gran arco de entrada al estilo puuc, que se encuentra tan bien conservado que es fácil pensar que es el arco de una iglesia. En el lateral de este arco se encuentran dos edificios principales rodeados por dos plazas. Siguiendo las indicaciones del guía pasamos de los edificios y caminamos por el lateral izquierdo del arco siguiendo un camino entre la selva frondosa que nos lleva hasta la Acrópolis. La Acrópolis se compone de tres cuerpos con una escalinata central y pequeños cuartos distribuidos a los lados de la escalera. La mayoría de los cuartos interiores tienen estelas decoradas. Subimos hasta arriba de la Acrópolis, que dadas las escaleras que ya habíamos estado subiendo, nos resultó poco esfuerzo. Desde lo alto de la Acrópolis se pueden ver dos de los edificios principales de Ek-Balam y su plaza, rodeados de un mar de árboles verdes que es la selva, y a la izquierda se pueden apreciar las columnas que adornaban los edificios, una hermosa vista. La Acrópolis se llama así porque es un conjunto de edificios creado como tumbas del gobernante Ukit Kan Lek Tok y Kalomte, bajando paramos en la primera planta de edificios, a la izquierda y a la derecha hay varias tumbas. A la izquierda, en bajada, se pueden ver algunas estelas y figuras humanas sentadas, y a la derecha está la tumba principal, la más visitada porque es la mejor conservada de todas. Según nos comentó el guía se encontró el 93 por ciento de las ruinas intactas debido a que era una pequeña población maya que quedó olvidada en la selva y no sufrió ataques, robos ni invasiones. Eso quiere decir que lo que vimos no estaba reconstruido sino que era tal cual lo encontraron, y los detalles de la tumba son impresionantes. Lo que te encuentras no es una tumba al estilo habitual. Te encuentras con un friso de escayola que representa la boca abierta y los colmillos de una serpiente o monstruo, esta boca con colmillos no es otra cosa que la puerta de entrada a la tumba real; si uno se fija en todo el conjunto la boca y sus colmillos solo es una parte d ela cara del monstruo, los ojos aparecen con forma de X y parecen que se están cerrando y sobre ellos hay unas figuras que están intentado evitar que cierre los párpados. En la parte inferior del rostro del monstruo hay una serie de caras de ancianos. Y más arriba se encuentra el rey en su trono y a los lados, las figuras de guerreros alados (que no ángeles). Se cree que estos guerreros pueden ser los hijos del gobernante. Uno de estos guerreros tiene un brazo más corto que el otro, no se cree que sea un defecto de la arquitectura sino una representación real de la persona. Según nos contó el guía se sabe que fue una capital de gran riqueza, que controló una región muy poblada enclavada en medio de un exuberante paraje rodeado por vegetación de selva tropical, y las clases sociales se distinguían por sus taras o diferencias físicas. Si nacías con alguna deficiencia física entonces subías de categoría social. La clase más cercana a los dioses se modificada el tamaño del cráneo para hacerlo más ovalado. La siguiente clase social se incrustaba piedras preciosas en los dientes. Lo de que nacer con deformaciones físicas te hacía estar más cerca de los dioses y por eso subías de escala social, nos sirve para entender el por qué creen que la figura con el brazo más corto es una representación real. De todos los recintos mayas que hay este es uno de los lugares que recomendaría no perderse, porque Chichen Itza puede ser muy grandioso pero el detalle de las tumbas de Ek-Balam y su decoración solo se puede ver en Chenes y aquí (y en ningún otro lugar). En el interior de la tumba hay una serie de pinturas, apenas visibles porque el acceso está cortado. Y en el lateral izquierdo se encuentra el edificio circular, construido en el sur y conocido como el Palacio Oval, que tiene un gran agujero en el suelo, como un pozo para recoger el agua de la lluvia. De aquí bajamos para dirigirnos hacia la plaza donde se encuentra el juego de pelota, las pirámides gemelas y una estela que representa a un gobernante de Ek Balam. Uno de los edificios de las pirámides gemelas se puede subir y permite tener una vista de la Acrópolis, la tumba más bonita y la plaza del lugar. Otra panorámica que no hay que perderse. A la derecha de este edificio está el arco que pasamos al entrar, por lo que el lugar es pequeño y no cuesta mucho recorrerlo todo, pero si se quieren ver cosas diferentes y no lo mismo (templo piramidal maya tras templo piramidal, tras juego de pelota) es un destino a tener en cuenta. Una de las cosas que más me decepcionaron fue cuando el guía nos comentó que había más pinturas pero que los arqueólogos las habían tapado con escayola.En mis viajes he descubiertos algunos errores, no de los turistas sino de los historiadores y arqueólogos que en teoría deberían proteger estos edificios históricos. La primera fue en la Acrópolis de Grecia cuando me entere que estaba toda cubierta de andamios porque los primero arqueólogos al reconstruirla había puesto varas de hierro en las columnas y con el paso de los años se habían oxidado, y por ello ahora tenían que arreglar el desperfecto. El siguiente error fue en Santiago de Compostela, cuando el guía nos contó que el pórtico de la Gloria había perdido parte de su coloración original cuando los del Museo Británico de Londres habían hecho una copia del pórtico y al hacerlo se habían llevado parte del color original que había quedado pegado a la copia. Y el tercer error de mi lista va a ser el tapar con escayola unas pinturas que han perdurado hasta nuestros días (no sé si cuando quieran quitar la escayola las pinturas seguirán igual).

Visita: Diciembre 2015

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Tulum - Mexico

Tulum


Empezamos el día con el pie izquierdo. El día anterior justo cuando llegábamos a la habitación de una excursión sorpresa nos llamaron para retrasar la hora de recogida en el hotel, eso solo significaba una cosa: no íbamos a ver el amanecer en Tulum. El tour que habíamos contratado era Tulum al amanecer con guía experto en arqueología. Teníamos muchas ganas y expectativas pero fue la visita que más nos defraudo, en primer lugar, la razón por la que retrasaron la hora de salida es porque el guía se había puesto enfermo así que no solo no tuvimos amanecer sino que además el conductor se limitó a contratar a uno de los guías que se encuentran en la puerta de entrada de todos los recinto arqueológicos y que nos avisó que el solo daba una hora de explicación. Además de no ver el amanecer ni tener guía experto nos tocó una familia argentina de lo más mal educada, así que no es de extrañas que a la vuelta en vez de buscar visitar algún otro lugar decidiéramos descansar y descubrir la playa, el manglar y las piscinas del hotel. Pero volviendo a Tulum, en la entrada nos tropezamos con el primer animalito; un coati, uno de los muchos que vimos sueltos por la rivera maya (hasta por los jardines de nuestro hotel) y que iba tras el guía, que suele alimentarlo. De aquí una vez entramos al recinto y pasando por un camino cubierto de árboles nos encontramos con bonitas aves de pelaje azul, que también siguen al guía por comida. Y finalmente un muro de piedra y una entrada. Tras cruzar esa entrada dejas atrás la vegetación y te encuentras con grandes explanadas de césped verde y edificios de piedra bien conservados distribuidos por toda la zona. Estos edificios mayas apenas tiene decoración, unos pocos tienen alguna imagen de calaveras o dioses, pero prácticamente son edificios sin decoración, solo piedras de muros y columnas formando casas como palacios. No es de extrañar que cuando llegaron los españoles al lugar lo llamaran el castillo, pues la edificación más grande se encuentra en lo alto de un acantilado que da al mar del Caribe y que es todo un edificio de piedra, como los castillos sin decoración externa, sino más bien una fortificación. El castillo en realidad no era un castillo sino un templo, y el edificio de la parte superior del templo es el que tiene algunas deidades talladas, aunque nada resaltable. Fuimos pasando por varios edificios pero lo más interesante era la localización, los edificas sobre un antiguo cenote (ahora de agua podrida), el castillo sobre un acantilado al mar del Caribe, los pequeños edificios y muros alrededor de las playas de arena blanca y palmeras de color verde, los palacios rodeados de césped. Junto al castillo se encuentra la escalinata de madera que baja directamente al mar del Caribe y a la playa del lugar. Desde la escalinata hay una fotografía preciosa del castillo, y caminando más hacia la izquierda sobre el acantilado hay una preciosa panorámica del lugar, que de lejos no deja percibir nuestro problema con las algas. El conductor nos dejó una hora y media libre, que a casi todos nos pareció mucho tiempo pero es que lo usual es que en todo ese tiempo libre se disfrute de las playas de Tulum, ya que desde el recinto arqueológico se puede bajar a la playa y disfrutar del mar Caribe. El problema es que este era el año de las algas. No sé si lo había comentado hasta ahora, pero el 2015 fue un año de algas en la rivera maya. Nosotras tuvimos suerte en cuanto a que a finales de noviembre y principio de diciembre ya solo quedaban algunas cubriendo la arena y el mar, porque según nos dijo el guía de Sian Ka’an en julio y agosto había tantas algas que no se podía andar, como que al día retiraban cuarenta toneladas de algas. Y se dice pronto pero cuarenta toneladas de algas es mucho. El caso es que una es muy escrupulosa para eso de bañarse con algas, un poco hasta que se van puede vivirlo pero cuando hay tanta alga en el mar y hay que nadar varios metros para librarse de ellas como que no es la opción más atractiva. Y si no quiere bañarse en un mar cubierto de algas puede andar por las playas de arena blanca de Tulum, el problema es que debido a la cantidad de algas no había arena sino mares de algas rojas. La gente que paseaba lo hacía con los pies en el agua, porque era literalmente imposible que nadie caminara por entre las montañas de algas que cubrían la playa. Así que regresamos antes de lo previsto al autobús, y curiosamente estábamos todos menos la familia argentina, que no solo se quedó la hora y media sino que además llegó con retraso. Me gustó Tulum no por la calidad de sus ruinas mayas sino por el lugar paradisíaco donde se encuentran, junto al mar Caribe. Este día fue más de relax, que siendo que llevábamos tantos días de cultura en cultura tampoco pasaba nada por descansar. 

Visita: Noviembre 2015

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Cobá - Mexico

Cobá


Tras una mañana de aventura nos dirigimos a Cobá, este yacimiento arqueológico está cubierto por la selva y se compone de tres grupos. El primer grupo se encuentra nada más entrar en el recinto arqueológico y se compone de un grupo de templos de forma piramidal (a los cuales no se puede subir) con un par de estelas que se conservan cubiertas por palmeras secas, y también queda algún resto de columnas. Entre los muros cubiertos de musgos se puede encontrar en un lateral un pequeño juego de pelota. De aquí hay un camino de unos cuantos kilómetros al resto de grupos arqueológicos, y un lugar donde alquilar bicicletas o triciclos con conductor, pero como no lo sabíamos no llevábamos dinero encima. Como teníamos el tiempo justo debido a que no teníamos dinero para cochecitos-triciclos, y yo no sé montar en bicicleta, tuvimos que ir andando todo lo deprisa que pudimos a través de la selva para así poder ver todo lo que queríamos. Siguiendo el camino de tierra cubiertas del sol por la frondosidad de los árboles en la selva llegamos a un cruce de caminos, el lado izquierdo te lleva a la gran pirámide de Cobá, el de la derecha a otra de las zonas arqueológicas. Nosotras no sabíamos cuál era el camino pero nos arriesgamos a tomar el camino izquierdo porque el guía nos dijo algo de seguir todo a la izquierda. Pasamos corriendo por un par de edificios y otro juego de pelota pero no queríamos pararnos hasta llegar a la gran pirámide pues nuestro objetivo era subir hasta la cima de la pirámide (ya que ahí sí que dejan) y luego, si sobraba tiempo ver el resto. Desde el cruce hasta la gran pirámide solo son dos kilómetros, pero dos ida, dos vuelta, más el trayecto del cruce hasta la salida al final es tiempo. Al final llegamos en apenas quince minutos por lo que pudimos tomarnos el resto de la visita con más calma. En realidad cada vez que digo pirámide estoy cometiendo una equivocación, no son pirámides sino templos. Templos con forma piramidal pero son templos, en concreto el gran templo de Cobá se llama templo de Nohoch Mul y es el más alto de la península de Yucatan. Como no está reconstruido sus escaleras están en algunas zonas muy deterioradas y son simplemente rocas, además hay que tener en cuenta que tanta gente subiendo y bajando provocan que algunas de estas piedras estén muy resbaladizas. Para subir o bajar hay una cuerda a la que los turistas pueden agarrarse como ayuda. Para la subida me aleje de la cuerda pues es la zona que más resbalosa puede estar, para la bajada la altura de las piedras y que, reconociéndolo, soy muy torpe bajando, me acerqué para tener la cuerda cerca por si acaso. La subida, pese a que la hicimos bajo el sol de las tres de la tarde vale mucho la pena, en cuanto llegamos arriba hicimos como en el Wayna Pichu en Perú, nos sentamos en las piedras y disfrutamos de la vista de la selva y las lagunas de Cobá. La visión de un mar de árboles verde cubriendo el lugar es impresionante. Cuando terminamos de disfrutar de las vistas comenzamos el descenso y regresamos ya con más tranquilidad paseando por la selva y parándonos a ver las estelas que quedaban, las pequeñas casas, el juego de pelota con resto de dibujos grabados y calaveras. Si es cierto que esta zona maya deja de lado el estilo puuc pero aquí, aparte del alto y escalable templo, también se pueden ver varias estelas con inscripciones jeroglíficas, así como relieves de estuco sobre algunos de los edificios, es más la Estela 1 tiene grabada la fecha 21/12/12 que indica el “fin de una era” en el universo maya.

Visita: Noviembre 2015

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Comunidad Maya Tres Reyes y Aventura - Mexico


Los Tres Reyes


Este día fue muy divertido, uno de los días más divertidos del viaje. Pero de las casi tres semanas por México no hay que desmerecer ningún sitio, cuando llegué a España me preguntaron qué fue lo que más me gustó, y la verdad es que es imposible decirlo, porque cada rincón era diferente y bonito, como en España, el norte y el sur, el este y el oeste no tienen nada que ver, y ninguno es feo, solo diferente. El caso es que el día fue de los más divertidos del viaje porque habíamos empezado el día anterior con la aventura, y digamos que el día en la comunidad maya de los Tres Reyes fue el climax. Mejor explico la situación desde el inicio. Cuando contratamos el viaje nos estuvieron mareando con las fechas, para poder adaptarlas a todos los tours que cogimos, pues era al estilo del viaje a Perú, viaje con guía pero a medida. Debido al continuo cambio de fechas la agencia nos regaló dos excursiones, una de ellas era la visita a Cobá. El problema es que no nos dieron ningún tipo de explicación sobre la excursión, y por lo que había estado mirando, los diversos tours incluían Cobá con alguna otra visita o actividad, por lo que, o bien teníamos medio día ocupado y el resto libre, o bien teníamos visita a Cobá con algo más de sorpresa. El caso es que antes de llegar a nuestro hotel el guía nos dice que le han dicho que llevemos calzado apropiado y bañador porque en la excursión a Cobá tenemos canoa, tirolina y rappel. Tendrías que haber visto la cara de mis amigas. Como el guía que teníamos era muy bromista al final le dije “¿pero es en serio? Mira la cara de Pili”, el guía miró la cara de mi amiga y se echó a reír pero dijo que era verdad. Y es que aventuras elegidas: pocas o ninguna. Cuando llegamos a un hotel donde varios del grupo se bajaban para coger autobuses a sus hoteles, el guía dijo quién de nosotros se quedaba en el bus hasta el hotel, y nosotras nos quedábamos, pero una vez en marcha y alejadas de la parada el guía dice que nos habíamos equivocado y nos tendríamos que haber bajado, en seguida dijo que era broma pero ya se ve el humor que se gastaba. Luego llegamos al hotel y después de bajar del autobús el maletero dice que no es esa la recepción, de nuevo subir al bus y a la otra recepción, no bajamos y  entramos con las maletas, nos toca esperar una larga fila hasta que nos atienden y va el recepcionista y nos dice que esa recepción no es. Mi “otra vez” me salió del alma, y menos mal que estaba en plan “no me haces moverme otra vez” porque el chico de la recepción no quería atendernos. Finamente nos atiende, dice que vayamos fuera y que entregamos las maletas que las llevaran a la habitación. Salimos fuera y el maletero dice que donde están las etiquetas ¿Qué etiquetas? De verdad, acabamos de salir y nos ha dicho el de recepción esto, o nos llevas las maletas o nos dices como llevarlas nosotras. Finalmente se las lleva pero nos amenaza que si no estamos en media hora en la habitación no veremos las maletas. El caso es que el hotel, como es uno de estos de todo incluido con piscina y playa, es enorme (si tiene dos recepciones), y nos ves a nosotras corriendo con un plano del hotel y preguntando cada dos pasos para saber donde estamos. Una de las veces la camarera a la que preguntamos no sabía donde estaba nuestra habitación y fue a preguntar al barman, y ya nos indicaron como llegar a los ascensores y si, llegamos a tiempo a la habitación, pero eso era un laberinto. El caso es que como teníamos el problema de las dos recepciones y que no sabíamos en cual nos iban a venir a buscar los del tour y nadie contestaba al teléfono, pues decidimos dividirnos, dos a una recepción y una a la otra, la que contacte con el guía le dice que tiene que ir a la otra recepción a recoger al resto y listo. Pero el caso es que como el hotel es un laberinto yo llegue a una recepción y tuve que preguntar en el mostrador qué recepción era, porque además no ponen carteles con el nombre así que o preguntas o no hay forma de saber donde estas. El caso es que llego el guía y le dije que teníamos que ir a la otra recepción y mientras íbamos en bus a la otra recepción mis amigas llegaron a la recepción donde yo había estado porque ¡se habían perdido y por equivocación habían acabado en la misma que yo y no en la que les tocaba ir!. Y eso que llego a la recepción, bajo del bus a buscarlas y al no encontrarlas las llamo y aun me discutían que donde estaba yo, hasta que les dije, id al mostrador a preguntar en que recepción estáis, porque no estáis donde tenéis que estar. Así que al final otra vez al bus y de nuevo a la otra recepción, esto se estaba convirtiendo en una película de los hermanos Marx. Por fin en el autobús el guía nos explica la excursión y dice que primero haremos canoa, luego un paseo por la selva, la ceremonia maya, nado en el cenote, tirolina, rappel y comida en la comunidad maya. Y después de comer salida hacia Cobá. y que nos pasaba una hoja para poner si teníamos alguna enfermedad y que aceptábamos por propia voluntad ese tipo de actividades de riesgo. No hace falta decir la cara que pusieron mis amiga. Nosotras que nos echamos a dormir pensando quera una broma del guía. El caso es que "a caballo regalado no se le mira el dentado" así que nosotros íbamos a hacerlo todo, por algo lo teníamos gratis. El problema es que lo primero fue la canoa, y aunque avisamos al guía que nunca habíamos hecho nada de eso y que ni siquiera nos habíamos apuntado de propia voluntad, el guía nos montó en la canoa y nos soltó sin explicarnos nada, así que imaginaos, fuimos directas a los juncos. Y de los juncos acabamos consiguiendo salir y andar marcha atrás, en vez de avanzar íbamos camino al embarcadero, y el guía y el resto partiéndose de risa en el embarcadero. Al final conseguimos enderezarnos, pero nos tragamos varias veces los juncos, y al final me dio un ataque de risa y nos tragamos hasta al fotógrafo que estaba en la orilla del otro lado del lago. Tras el desastroso camino en canoa ya llevábamos varias risas detrás de nosotros y unas cuantas anécdotas que contar. Hicimos un breve camino a través de la selva y llegamos a un claro donde un chaman de la comunidad maya de los tres reyes, donde nos encontrábamos, se encargó de realizar una ceremonia de bendición en maya y con incienso de copal, para que fuéramos aptos para entrar en el cenote. De aquí tuvimos que ducharnos para quitar todo rastro de productos químicos del cuerpo porque el cenote al que íbamos a entrar es de agua de lluvia y lo usan en la comunidad, por lo que no es saludable contaminar sus aguas. Este era el segundo cenote al que teníamos oportunidad de nadar, aunque el primero al que entrabamos. Carmen había estado todo el viaje diciendo que ella no se metía en un cenote, y luego casi la tuvimos que obligar a salir, pero es que este cenote era mucho mejor que el primero. El agua era completamente cristalina y se veía perfectamente pese a la profundidad. El cenote era una gruta en el suelo, por lo que para poder llegar a él y ver algo de agua, había que bajar por unas escaleras de madera hasta el suelo de piedra, rodeado de estalactitas y estalagmitas. Y una vez llegamos abajo el agua de la gruta estaba tan limpia y transparente, y fresquita, que entrar fue el paraíso. Una maravilla, no hubiéramos salido de ahí sino fuera porque había que continuar con las actividades del día. No sé cómo se llama este cenote, pero se encuentra en la comunidad maya de los tres reyes, y es de lo mejorcito que vi (y había estado mirando muchas fotografías de cenotes, a ver cuál es el que nos tocaba visitar – en otra entrada lo explico-). Tras el baño en el cenote nos vestimos, nos pusimos anti mosquitos natural que tienen ahí - muy recomendable porque los mosquitos eran muy agresivos- y nos dirigimos hacia la primera tirolina que atraviesa el lago que habíamos cruzado en canoa. La tirolina estuvo muy bien, porque no hay que hacer nada. De aquí nos dirigimos hacia el lugar donde haríamos rappel. El rappel consistía en descender hasta el suelo de un cenote con poca agua, así que básicamente era un rappel directamente a tierra, unos 17 metros según el guía que aquí sí nos explicó todo con detalle. La primera vez la conseguimos superar sin problema así que pudimos constatar que fue la mejor excursión, porque es donde mejor nos lo estábamos pasando (juncos incluidos). Subiendo escaleras de piedra salimos del interior del cenote para ir a la esquina opuesta del mismo, para pasar del rappel a la segunda tirolina, que era más alta que la primera, aunque más corta. Tras las actividades apenas andamos un poco y al lado estaban las casas donde estaban cocinando la comida la comunidad maya; sopa, pollo, chayitas, arroz, frijoles, tortillas hechas a mano y aguas de sabor. Tras comer compramos las fotografías haciendo rappel, tirolina, etc, dado que al ser actividades de riesgo no permiten cámaras para evitar accidentes. El dinero que se sacan de las fotografías va para la comunidad maya puesto que los fotógrafos son de la comunidad.

Visita: Noviembre 2015

Mis imágenes: Dentro del Álbum Mexico
Las Fotografías de esta excursión pertenecen a Alltournative.

Información para viajar: Pendiente

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