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Berlin - Alemania

Berlin

La primera impresión de Berlín, aparte del calor que no teníamos en España, fue su aeropuerto. Era muy pequeño, ningún aeropuerto típico de una capital de un país como Alemania, luego di con la respuesta, al parecer están construyendo un aeropuerto internacional, mientras funcionan con los antiguos, de cuando la Alemania separada: Francia, Inglaterra, EE.UU. Rusia, y esto significa q hay un pequeño aeropuerto que era el aeropuerto de los ingleses, franceses, etc. Yo aterrice en el aeropuerto que había sido el de la zona francesa. Moverse por Berlín es muy sencillo….Así que llegados el primer día comencé a explorar Berlín, conocer sus recorridos y luego acabaría descansando muy prontito, no solo porque había dormido poquitas horas a lo largo de la semana sino porque la alergia me había atacado con fuerza, lo cierto es que Berlín para ciento tipo de alérgicos es una ciudad para ver en un fecha que no sea primavera. Los berlineses tienen demasiados parques y jardines que, además, adoran. Paseando a lo largo del Tiergarten, si uno va a Berlín al menos alguna zona del Tiergarten ha de visitar porque cruza la ciudad, el caso que el parque es casi un bosque (vi dos consejo una mañana camino a la puerta de Brandemburgo (final o inicio, según se mire, del parque) y ahí se tumban al sol como si fuera a la piscina, o en las zonas especiales que tienen para ellos hacen barbacoas con toda la familia, ahí vi que es cierto que en Berlín había mucha población de origen turco. Y también vi que a primera hora de la mañana ya está bebiendo cervezas, como no me gusta la cerveza no podría decir si es que es muy suave y por eso da igual que beban tan pronto. Y aparte de la cerveza y la búsqueda de sol de los berlineses, las salchichas no son otro tópico alemán, las hay y las ves, pero se puede comer de todo por la ciudad (menos mal) y las bicicletas, si se llega de una ciudad no habituada a tanta bicicleta como la mía hay que tener mucho cuidado no os lleguen a tropellar, aunque puede ver que saben cómo esquivar rápidamente un obstáculo (yo misma) y no bajar la velocidad. Y hablando de ello, otra cosa curiosa son los semáforos de algunas zonas de Berlín, son los appelmann, diseño de una pedagoga alemana para ayudar a los niños a cruzar son muñecos con sombreritos, y un souvenir tan típico como el oso berlinés.La zona turística principal, que para no perderse nada hay que andar. Y acostumbrarse a, como dijo una compañera de trabajo que ya había estado en Berlín, “patearse la ciudad” es lo que se llama mitte. Si dejamos atrás la columna de la victoria del tiergarten, el belvedue, y legamos al final del parque comenzamos con la puerta de Brandemburgo, postal típica de Berlín, un poco más a la izquierda viniendo desde el parque está el reistag o parlamento alemana, que si uno no mira hacia arriba es un edificio de estructura antigua, pero un poco más arriba asoma la cúpula de la estructura de norman Foster, por supuesto hay grandes filas y los de información (con camiseta azul) te van diciendo que está todo reservado, te señalan un cartel que dice q si quieres subir a la cúpula hay que reservar y se quedan tan anchos. Un día, a las ocho de la mañana, cuando empiezan las primeras visitas, había un gorila trajeado vigilando la entrada, como para ir sin reserva… aunque seguro que los de camiseta azul, si no hay mucha gente te dejan pasar, un día a las ocho los vi hacerlo. Como a estos berlineses les gustan tanto las explanadas verdes, un campo de hierba se extiende de frente al parlamento, otro sitio donde se tumbaban a tomar el sol en sus toallas, como si fuera una piscina, y empiezan a verse edificios más modernos, más curiosos arquitectónicamente, lo que se podría decir que más berlinés, pues lo normal son edificios modernos. Acercándonos a la estación central también no acercamos a uno de los canales que cruzan Berlín para ver los barquitos pasar, lanchas, cruceros, a los berlineses les encanta el agua, solo hay que estar cinco minutos parado en la orilla del canal para contar una docena de barcos pasar, y a los laterales, los chiringuitos y las hamacas, hasta tienen un playa artificial con arena, y es que es más que evidente que adoran el sol. Regresando al parlamento, me acerco a la puerta de Brandemburgo, cuya parisier plaz está siempre llena de gente, guías, bicicletas de 7 personas, bicis normales, turistas, etc. Cerca la embajada estadounidense, el hotel Alton y la embajada británica, que tiene la calle cortada, según parece desde que comenzó la guerra de Irak, cortad ay vigilada. Siguiendo la calle de la puerta hacia el lado contrario al tiergarten entramos en la undter der liden que es el paseo de los tilos... (Si, mas verdes) y si alguno piensa que Madrid tiene obras o Zaragoza con su tranvía se equivoca, Berlín está lleno de zanjas, vallas, grúas, etc. Aun así podemos ver las fachadas de la opera, la biblioteca, el palacio, la universidad. En la plaza del palacio hay que acercarse y mirar al suelo donde hay bajo tierra un monumento recordando la quema de libros que se realizo en esa plaza, en definitiva, hay que mirar a todos los sitios a lo largo de la calle para no perderse los monumentos y edificios que haya y así se llega a la isla de los museos. Esta zona ya la vi con atención al día siguiente, si se desea ir a algún museo hay que ir a primerísima hora para evitar las larguísimas colas que se forman más tarde y si hay que recomendar alguno yo me quedaría con el de bergamo, no he visto los otros pero creo que si hay tiempo ese lo elijo, digo si hay tiempo porque si solo veis museos no veréis la ciudad, yo lo hice al revés, primero vi todo lo que pude de berrín y el ultimo día antes de irme fui de museo. Rodeando la isla se puede ver las típicas hamacas y chiringuitos y llegar a la zona donde encontraremos la nueva sinagoga, también con su policita berlinés armado y diversos monumentos, que nos llevan al hackesche hafe, aquí cada callejón de las casas es un descubrimiento, fachadas coloridas, jardines la tienda de los appelmann (los muñecos de los semáforos, tan típicos de aquí) pinturas, arte callejeros, y mucho más. Cerca está el hakescher markt, una plaza llena de gentes tomando algo, además del sol. Así podemos regresar a la isla de los museos, ver el berlindomer, enfrente hay una gran explanada verde con paseo de madera donde se escuchan sonidos de animales, en Zaragoza en la zona expo hay un sitio así, y luego siguiendo subiendo llegaremos a ver el ayuntamiento, con la torre de televisión y la fuente de Neptuno, también está la zona toda en obras, pero girando hacia un lateral del ayuntamiento hay pequeñas callejuelas con casitas de época, traídas de diversos lugares de Alemania, pes en Berlín no quedo apenas nada en pie después de la primera guerra mundial, creando un bonito paisaje en el cruce del canal, la zona se llama nikolaiviertel.Yendo hacia la friedrichstrasse llegué a la hausvogteiplatz, con sus catedrales y sus lugares para comer. Y de ahí, después de comer, baje hasta checkpoint Charlie, que quitando la puerta del Brandemburgo y las colas de los museos es donde más gente encontré. En el suelo hay unas baldosas que marcan la zona por donde estaba antiguamente el muro, y carteles con información, poco queda original de la época. Siguiendo por la calle por donde está la frontera de la zona estadounidense (se ve claramente por la cabina de aduana) se puede llegar al museo judío, con sus dos policías armados. Luego fui hasta la postdamer plazt, pasando por un edificio que se construyo en la época del Berlín nazi, para las olimpiadas que se celebraron, claro aspecto soviético. Al lado de la postdamer platz está un trozo del muro de Berlín, lleno de chicles y pintadas para poder hacer la foto del turista y sellar su pasaporte con los sellos de las dos alemanas. La psotdamer plaz se ve en la distancia por sus rascacielos, y es un lugar para comer, tomar algo o descansar del calor cerca de la fuente y bajo su cúpula modernísima. Cercano esta el kulturforum y una calle del tiergarten llena de embajadas de países, a cada edificio más moderno que le otro. Después de tanto andar la opción del u-bahn es la mejor apuesta para seguir viendo Berlín y aprovechar el día. Llegando a la zona del jardín zoológico, la iglesia wilhemer, que es una gran torre, dentro se puede ve runa combinación de azul debido a las vidrieras y la luz solar. Y algo más lejanos, a donde ir con el u-bahn, está el palacio y los jardines de charlottenburg. me sorprendio ver muchos descapotables, igual era por el sol que habían decido todos sacarlos a la calle. Y por supuesto las ferias de atracciones, qu eno sé si fueron por semana santa o por la pascua solo.El día de vuelta, además de ver el museo me acerque a un lateral de la puerta de Brandemburgo donde está el monumento al holocausto, bajo tierra (que manía estos alemanes por poner todo bajo tierra) está el centro de información, el monumento se puede entrar y es como un laberinto, en teoría por respeto no se puede subir a las piedras pero los turistas agotados se sentaba. En definitiva, la visita a Berlin me dio la sensación de ser una ciudad con mucha aquitectura moderna, museos, muy turistica.

Visita: Abril 2011

Mis imágenes:
Berlin en imágenes
Y dentro del Álbum de Alemania

Información para viajar:

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Lugares: Parlamento de Berlin 


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