La Ciudad Encantada
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Mis imagenes: pendientes
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En contra de lo que algunas personas piensan, la ciudad encantada no es Cuenca, sino un paraje natural en las cercanías de la ciudad de cuenca. En la oficina de turismo me comentaron que en verano hay un autobús que sale hacia el lugar, pero que en esta época solo había un bus y una visita guiada organizada por la oficina de turismo en el caso de que hubiera suficiente gente apuntada. Me apunte y al día siguiente me llamaron, pero el día que había suficiente gente para visitarla era el domingo, y ese día era cuando iba a ir a Aranjuez, así que fui en taxi el lunes. Lo cierto es que no me resulto caro el taxi, sobre todo porque aprovechando la subida el conductor me hizo de guía, sin yo pedirlo, y así pude observar la vista de cuenca del otro lado, la nieve todavía sin derretir y el mirador del diablo. La entrada a la ciudad encantada cuesta 3 euros si no se compra ningún guía que sirva para identificar la piedra que se está mirando, el lugar consiste en diversas formaciones rocosas que tienen formas de cosas o animales, pero en algunos casos hay que echarle mucha imaginación y una guía no estaría nada ma. En todo caso yo no compré la guía y entre en la ciudad encantada sin nada más que mi imaginación. El taxista me comentó que probablemente no me encontrara casi gente un lunes pero lo cierto es que había bastante grupitos de gente, aunque la mayoría, por lo que descubrí oyéndolos, eran de Zaragoza, que como yo habían aprovechado el puente para pasear por cuenca y alrededores. Hay varias formaciones como el torno, el mar de piedra, el puntee romano, los amantes de Teruel… que son muy fáciles de ver, enseguida uno los vislumbra. Pero hay otras formaciones que es un poco más difícil, la cara del hombre, los barcos y el perro fueron las que más me costó identificar. El perro recuerdo que hasta hice varias fotografías desde diversas perspectivas para intentar verlo, finalmente lo vi. Casi salto de alegría, realmente era un perro pero costaba conseguirlo verlo porque todo dependía de la perspectiva y la situación en la que uno se imaginara al perro. Es muy sencillo seguir el camino marcado y aunque se supone que en una hora se puede ver yo estuve casi dos horas recorriendo el lugar, aunque hay que añadir el tiempo de espera para hacer las fotos de rigor, dado que en algunos sitios teníamos que hacer fila para poder hacernos la foto, y eso que era lunes. Lo más impresionante es cuando se entra en el circo y se llega a los hongos, uno se siente como Alicia en el país de las maravillas cundo está es pequeñita y se encuentra con los hongos gigantes y el gusano fumador. No había ningún gusanos gigante, afortunadamente, pero si hongos gigantes en la, más que merecidamente llamada, ciudad encantada. Es un lugar precioso, pero tantas formaciones impresionantes en el lugar me llegaron a cansar de forma que casi me pierdo las caras de los amantes de Teruel besándose, que están casi a la salida del lugar, suerte que unos paisanos me pidieron una foto con los amantes. Aun así los tres euros que cuesta la entrada son más que merecidos y vale mucho la pena no irse de cuenca sin acercarse por la ciudad encantada, ya bien sea en el bus turísticos o en su propio coche, o si no se tiene problema de presupuesto en taxi.
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Visita: Marzo 2012
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Mis imagenes: pendientes
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