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Diario 2014: España - Splash Zaragoza (Aragón)

En cuanto vi la publicación en el facebook no lo dude y reserve para la primera visita. No dudaba en ver por segunda vez esa increíble escultura de una gota de agua cayendo (Splash es el nombre de la escultura, completamente acertado). Ya en Singapur, los jardines de la bahía me recordaron la Expo de Zaragoza y lo mucho que me gustaron ciertas cosas, y aquí está una de ellas. Desde julio y hasta el 12 de octubre está abierta a las visitas, con reserva anticipada pero gratis (yo creo que si cobraran la misma entrada que en la Seo igualmente la gente iría a verla). La visita comienza subiendo en ascensor hasta la planta 11 (los propietarios no dejan subir más allá de ese piso, lo que es una pena porque la vista desde más alto es increíble) y se va bajando con tranquilidad mientras el guía comenta sobre la escultura y su historia. La visita tuvo muy interesantes explicaciones por parte de los guías de la asociación. Los grupos son de veinte personas y se dividen en dos de diez, así que se puede visitar y hacer fotos de la escultura con tranquilidad y sacando cada detalle.


 




Desde el piso 11 hasta el suelo, pudiendo (en mi visita se hizo) tumbarse en el suelo para ver la gota de agua cayendo, como bien representa splash. Conseguí mucha información sobre quién es el dueño del edificio y lo que ha pasado desde la Expo. Y es una pena que no hayan sacado provecho del lugar o la escultura, como el guía dijo cuando abrieron el edificio, vacío y sin escultura, para visitas, hubo gente hasta de Inglaterra que vino solo para verlo, igual que para ver el pabellón-puente. Porque lo que Zaragoza tiene es una gran variedad de tipos de arquitectura que no se encuentran en otro sitios tanta variedad de estilos, épocas y arquitectos. Y realmente me lo creo. 



 

 


La pena es que no saben aprovechar el espacio y la escultura como deberían. A parte de que me encanta la escultura, es una pasada, también el lugar donde se encuentra la resalta mucho más, porque creo que esta escultura está hecha a medida para el edificio, no hay otro sitio mejor ni donde se pueda ver desde lo alto hasta lo bajo y alrededor de todos los detalles de la gota cayendo.

 


 


La torre del Agua es el lugar idóneo para ella. Lo único a lamentar en la primera visita es que los coreanos que estaban grabando en el edificio se tenían que ir las 9.30 y a las 10 seguían descargando, con el problema de que de los dos ascensores, solo hay uno en funcionamiento y estaban cargándolo y usándolo para bajar el material los coreanos, así que tuvimos un tiempo de espera, luego sin mala intención se le dio al botón de bajar cuando en realidad queríamos subir y bajamos al sótano, y el grupo de antes sin darse cuenta le había dado a la botonera (muy sensible según los guías) y el ascensor había subido al piso 13 antes de bajar a por nosotros. 

 



 

También resultó que la prensa, que estaba convocada para las 11, apareció (un par de ellos) a las 10, y siempre me da cosa meterme en medio (aunque al final acabo haciéndolo) por hacer unas cuantas fotos. Aún así estuvo muy bien, y recomiendo ir a la primera hora, las 10, porque el edificio no tiene aire acondicionado y a las 11 cuando llegamos a la planta baja (arriba es donde más calor hace) notamos la diferencia de temperatura, volviendo a estar fresquitos, todos respiramos y pensamos, algunos en voz alta, que los de las 12 lo iban a pasar un poco mal. Y si hace un agosto de los habituales en Zaragoza (esos 40 grados a la sombra) la visita a las 12 será mortal. Pero aún así, como no es mucho tiempo (la visita apenas llega a una hora) no pasa nada por estar ese rato de calor. Y es una visita recomendable, una pasada de escultura.








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