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Feria Modernista de Tarrasa - España

Tarrasa Modernista

Tenía muchas ganas de ir a la Feria Modernista de Terrassa, no porque supusiera que iba a ver muchas cosas, porque quedando en un grupo grande es complicado ver cosas si no estás organizado de antemano y había muchísima gente para ello, las ganas era porque podía viajar, para tomar nota de lugares interesante para ver, y sobre todo porque podía pasar un buen rato con mis amigos recreadores de otros lugares. Durante la Feria Modernista de Tarrasa hay tantas actividades que es normal que haya tantísima gente visitándola, y a veces caminar por la ciudad era como caminar por Zaragoza en planas fiestas del Pilar; una misión imposible. Pero eso no quita que sea interesante pasarse por ahí en esas fechas, sobre todo para quien le interesen las actividades diferentes y lugares interesantes gratis o a buen precio. Nosotros primero nos acercamos al Ayuntamiento donde habíamos quedado pronto y así paramos a tomar algo, mientras esperábamos pude observar la fachada del ayuntamiento, que es bonita. Una vez estuvimos casi todos nos marchamos hacia la Masia Freisa, es un edificio muy singular que se distingue todos los que le rodean. Tiene una forma redondeada que te hace pensar en Gaudi. Es una estructura blanca llena de arcos y techos curvos, muy bonito por fuera. Aprovechando la Feria Modernista la visita guiada a la parte superior cuesta solo un euro. Como somos varios de fuera de Cataluña en vez de hacerla en catalán la hacen en castellano. Entramos por el lateral de la Masia y subimos por una estrecha escalera de caracol, esta es una escalera del servicio por lo que a los trajes burgueses que llevamos la mayoría no es nada cómodo. Una vez llegamos a la planta superior salimos de la pequeña escalera a una sala vacía con vistas al tejado, aquí tenemos ventanales y dos pequeños balcones que dan al exterior, con vistas al tejado curvo y a la torre. La guía nos da bastante interesante información sobre la Masía y el lugar durante su época de uso, luego ponen un vídeo y reconozco que desconecto y comienzo a mirar fuera, las vistas son muy buenas. Tras el vídeo nos dejan unos minutos de tiempo de fotografías y luego volvemos a bajar por las estrechas escaleras hasta salir de la masía. Una vez fuera volvemos a entrar pero por la puerta principal. Como decía al inicio hay mucha gente así que no se puede ver el lugar con calma, las salas laterales están cerradas y solo podemos ver las dos salas en el extremo de la masía. Una de las salas tiene una mesita, un par de sillas, ventanales grandes que dan al exterior y un antiguo gramófono. Al otro lado del pasillo hay otra sala pero no llegamos a verla porque entran comentando que hay una visita teatralizada en cinco minutos y tenemos que salir de ahí. Aquí una mujer alaba mi vestido y me pregunta si lo hice basado en el museo Textil de Tarrasa, la verdad es que está basado en un modelo de museo, pero no de Tarrasa, le comento que es que soy de fuera. Resulta que me había comentado que en Tarrasa permiten ver trajes del año que se solicité y así hay gente que va a la feria con reproducciones de los trajes que guarda el museo. Una maravilla y gran oportunidad para los amantes de la moda de época. La Masía está situada junto a un parque que conserva un pequeño templete y que, aprovechando la feria, está lleno de gente, pero apenas hemos salido de la masía nos arrastran corriendo, pensaba que había prisa por llegar a algún sitio pero al final solo nos dedicamos a pasear calle arriba y calle abajo entre un montón de gente (y no es el mejor momento para ir con un vestido con cola que la gente tiende a pisar e impide que pueda moverme). Pero una de las cosas buenas de andar sin sentido de arriba abajo es que se pueden ver todos los desfiles: el de las caravanas circenses, las huelguistas por los derechos de los trabajadores y por el voto de la mujer, o el coche fúnebre y su ataúd. En estos paseos de arriba y abajo entramos en una farmacia, su aspecto exterior me recordó a la que vi en Nueva Orleans, por dentro conserva un pequeño rincón modernista donde nos dejaron sentarnos y hacernos fotografías. Fueron realmente muy amables en esa Farmacia. Estoy gratamente sorprendida por la amabilidad de la gente en los lugares de Terrassa por donde pasamos. Finalmente, y debido a que teníamos reservada la comida en un restaurante con decoración modernista, volvimos sobre nuestros pasos y comenzamos a caminar hacia el lugar, estábamos muy cansados y solo habíamos visto la Masía Freixa. La comida estuvo bien, en el lugar nos dejaron hacer todas las fotografías que quisimos y finalmente caminamos de regreso para visitar la Casa Alegre. De camino hacia allí pasamos por una plaza donde Paco de la Asociación retrofuturista Nautilus y nuestro organizador del día, nos mostró como las chimeneas tenían forma de linternas antiguas. De aquí bajamos hasta la Casa Alegre, que al ser visita de puertas abiertas en plena feria modernista tenía fila para poder entrar, había que esperar a que saliera gente para poder entrar. La Casa Alegre conserva mobiliario en todas las habitaciones que visitamos, también conserva baños, cristaleras, pinturas, y en el jardín de la casa había un concierto de canto clásico. No pudimos ver mucho de la casa, entre tantas paradas fotográficas (ajenas, no propias aunque parezca extraño) el tiempo pasó demasiado rápido y no nos dio para ver la casa con tranquilidad dado que es bastante grande, lo mejor del lugar es que todas las salas están decoradas, la biblioteca, el despacho, el salón, la terraza, los baños, y hasta en algunas salas cuentan con exposiciones de museo. Sin duda otro día con más tranquilidad quiero ver con detalle la casa, además de que dentro hacía mucho calor y me dolían muchísimo los pies, con lo que el lugar no se aprecia igual. Aun así la vista desde las vidrieras del interior de la casa de la mujer vestida de rojo con traje de 1890 cantando en el patio de entrada de la casa es una imagen de película que si no vas durante la feria modernista no podrás disfrutar. Salimos pronto al jardín de la casa, donde nos encontramos con diferentes personas ataviadas de época como nosotros, y marchamos hacia el museo textil. Junto al museo vi que Tarrasa tiene un castillo, no sabía al respecto pero resulta que hay muchos lugares que visitar aquí. Cuando llegamos al museo estaba cerrado, así que nos dimos media vuelta y como estábamos agotados paramos en una cafetería que nos llamó la atención porque tenían cerveza de la Zaragozana 1900 y la la zarzaparrilla La Modernista, y con los sabores de otra época despedimos el día. Vimos muchas cosas y nos alagaron los trajes, cuando nos marchábamos nos preguntaron dónde comprar nuestros trajes, que no va a ser posible porque están hechos a mano, así que fue un día muy completo. Por cierto, no os sorprendáis si de repente he escrito Terrasssa y luego cambio a Tarrasa, a veces lo digo en catalán y a veces en castellano, un autentico lío. 

Visita: Mayo 2019


 Información para viajar: Pendiente

Comentarios

  1. Yo también estuve en esta feria, fue una pasada!!
    pasé muy buenos ratos
    animo a todos a ir la próxima vez :)

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