La primera vez que he volado en avioneta fue en Perú, para ver las líneas de Nazca y Palpa, y si tengo que elegir entre las actividades aéreas, en primer lugar está, sin duda el helicóptero, pero la avioneta quedaría en segundo lugar, ganando sin duda al vuelo en globo. Esta actividad tuvo un gran punto a favor: las vistas. Aunque otro punto en negativo: la compañía. Si duda ver las líneas de Nazca y Palpa no es algo que pueda hacerse de otra forma mejor que desde el aire, así se tiene una vista espectacular y con todo detalle de ellas. Tanto las figuras geográficas que van apareciendo bajo nosotros, como las figuras de animales resultan tan detalladas que es sorprendente que se hicieran a tantos metros bajo nosotros y aún así tuvieran un resultado tan perfecto (y no es que hubiera ninguna montaña cerca para poder observar el resultado). Así que solo por eso el viaje en avioneta ya vale la pena. El único defecto que le encontré al vuelo es que el piloto de la avione
Destinos errantes: Berbe en movimiento (viajes, escapadas, visitas, recreaciones, etc.)