Burford Y por último paramos en Burford, otro pueblo junto a un río. Se encuentra en una colina y la calle principal de pueblo de casitas de piedra y tejados inclinados lleva hasta un puente arqueado que cruza el río. Nuevamente casitas de piedra y jardines coloridos daban un aspecto colorido al pueblo, y sus callejuelas de piedra al final te llevan a una iglesia de tipo medieval. Aquí las varillas del paraguas ya empezaban a doblarse, al final el pobre se quedo en Inglaterra, en la basura, porque al final quedó inutilizable, después de tantos viajes y recuerdos (como cuando se fue volando por el kremlin y tuve que pedir permiso a un guardia para poder cruzar la línea blanca y recuperarlo). Paramos a comer el típico Fish and Chips en “La Sirena”, un pequeño y típico restaurante del pueblo. A la vuelta disfrute del paisaje de los Cotswolds, en cada rincón de la carretera aparecían preciosas casitas con su jardín partículas. Es uno de los pocos lugares donde lamenté no conducir
Destinos errantes: Berbe en movimiento (viajes, escapadas, visitas, recreaciones, etc.)