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Helsinki - Finlandia

Helsinki 

Quedamos todos en el aeropuerto de Madrid para salir con Finnair destino Ivalo vía Helsinki, ahí el guía de Greenland nos da nuestras parkas polares, estaremos con ellas todo el viaje. El transfer entre vuelo y vuelo es de unas cuatro horas lo que nos permite una vez llegados a Helsinki ponernos las parkas polares y buscar la salida 2A para coger el autobús con destino al centro de Helsinki. La línea de autobuses de la ciudad Finnair City Bus sale cada media hora de la Terminal Internacional y realiza paradas en la T1 y en los dos Hoteles del Aeropuerto. Nosotros nos bajamos en la última parada, en la estación central de Helsinki. El precio del billete no es barato, 6,10 euros solo la ida, luego hay que volver. A la ida tardamos unos 40 minutos en llegar a la estación de Helsinki mientras. pudimos ver a la gente paseando sobre un lago helado.En Helsinki ya había estado pero era finales de septiembre y hacía calor como si fuera pleno verano (recuerdo que no usé el abrigo ni la chaqueta en ningún momento) aquella vez había llegado en barco desde Tallin así el viaje había sido diferente. Una vez visto el exterior de la estación caminamos hacia el boulevar, todo nevado, hasta llegar a la plaza del mercado. Aquí me llevé una grata impresión, en mi opinión Helsinki es mucho más bonita en invierno que en verano. La plaza estaba vacía y el puerto estaba cubierto de nieve, y el mar estaba en partes helado pero el aspecto desde el puerto era espectacular, entre tanta nieve y hielo, y los barcos moviéndose rompiendo el hielo. De ahí nos acercamos a la iglesia ortodoxa, al contrario de la vez anterior que la visité, esta vez estaba cerrada y solo había una pequeña puerta con un cristal al fondo para verla desde ahí, que no es lo mismo que entrar dentro. También es cierto que el camino hasta la iglesia tenía más nieve que el resto de aceras que había sido concienzudamente limpiadas. De aquí nos acercamos a la plaza y subimos con mucho cuidado las escaleras hasta la catedral de Helsinki, porque había hielo y resbalaba. Mis compañeros de viaje entraron a verla, como yo ya lo había visto me quedé por fuera haciendo fotos del paisaje nevado. Tras la catedral callejeamos hasta llegar de nuevo a la estación, y junto a la estación había una pista de patinaje, y había varios niños jugando con una gran pelota que arrastraban y se intentaban quitar con unos carritos como minitrineos. No lo había visto nunca así que no sé muy bien como describirlo. Al final entramos a la estación a entrar en calor antes de coger el bus de vuelta al aeropuerto. A la vuelta nos costó exactamente media hora, y mientras esperábamos el embarque cenamos. Para ir a Helsinki nos encontramos con el avión lleno de japoneses, a decir verdad, estábamos de los primeros en la fila, llegaron ellos y nos rodearon por los dos lados y se colaron tan ricamente, había una pareja finlandesa enfadadísima por la jeta que le echaron, como eran tantos. El guía nos comentó que suelen hacer escala en Helsinki para ir a Japón pero lo cierto es que luego, en el embarque para ir a Ivalo, la cola estaba llena, de nuevo, por japoneses.
Visita: Marzo 2013

Mis imagenes: Aqui

Información para viajar: Pendiente 

Helsinki - Finlandia

Helsinki

En vez de seguir viendo lugares de Estonia, y aprovechando la sala privada de acceso a internet gratis del hotel buscamos y reservamos un grupo de gente que conocí en el viaje, muy maja, un billete de ida y vuelta a Helsinki. En ferry era unos 5 euros más barato, pero tenía menos horarios que el catamarán, además que le costaba media hora mas tarde, así que cogimos el catamarán y el día anterior por la tarde, como decía en la crónica de Tallin fuimos a buscar desde donde salía el catamarán, y demás, aprovechamos para coger un plano de Helsinki y hacernos un mapa de que ver, como dije, el lugar está muy sucio y descuidado pero luego el viaje no se hace muy largo, por lo menso a mí, que me eché una cabezada y dormí, no lo fue. Primero empezamos a ver las islitas que rodeando el comienzo de la costa finlandesa, las casitas y los faros de las mismas, las embarcaciones y ya se empieza a ver el puerto de Helsinki, la vista de la ciudad desde el mar Báltico es maravillosa, la iglesia uspenski a un lado, el ayuntamiento de frente y la catedral en lo alto, hacen una bonita postal. Pensando que en Finlandia haría más frio que en Estonia me abrigue muchísimo, y luego resulto que fue el día, de toda la semana, que más calor hizo. Con las capas de ropa colgando, y arremangada por el calor salimos de la terminal y pasamos directos hacia el centro de la ciudad, pasamos pro el mercado, antes la lonja de pescado. Y llegamos a la plaza del mercado, donde había todo tenderetes de comida, flores, suvenir, y un barco cafetería que es como un museo… pasamos de largo camino a la uspenski, catedral ortodoxa de ladrillo rojo, donde estaban celebrando una boda, todos estaban de pie, hasta los invitados, así que no resaltamos mucho, desde arriba de la uspenski se puede ver la ciudad y el otro puerto, bajamos y caminamos por él, admirando las embarcaciones y alegrándonos del día tan bueno y soleado que había salido, de ahí fuimos hacia la catedral, cruzando las calles ordenadas, limpias y algunas bastantes empinadas de Helsinki. La catedral por fuera es inmensa, de color blanco y cúpulas verdes con dorado, por dentro, el estilo luterano es muy regio, cuatro estatuas, y los bancos de madera altos. Bajamos las escaleras que llevan de la catedral a la plaza del senado, en la plaza había una exposición de osos de todo el mundo, pintados, que una pareja de las que íbamos había visto en Berlín hacia unos años, al parecer es una exposición itinerante, que ellos van siguiendo sin proponérselo. Luego algunas obras de aquí para allá y nos fuimos a la plaza del mercado a comer, porque sería el sitio más barato donde hacerlo, luego tomamos un café en un cafetería, realmente caro, yo también un pastel que me pagaron y que debo devolver algún día, así que la comida en el mercadillo estuvo bien de precio y de comida, albóndigas de reno, paellas, pescaditos fritos, etc. Subiendo por el paseo fuimos hacia la estación central, una gran mole con unas estatuas gigantes, que tiene pinta de ser de la poca soviética por su forma. Paseamos entre calles hasta llegar a ver el parlamento, y algún otro edificio más, la ciudad de Helsinki so cuesta y roca pura, que aprovechan para construir los edificios, de ahí fuimos a ver la iglesia de la cueva, había bodas así que la habrían solo media hora después y antes de las boda, cuando llegamos estaban cerrando y tuvimos que esperar, pero como hacia buen día y habíamos estado andando sin parar un descanso no vino mal, por dentro vale la pena la espera, y después sin mucho ánimo de coger el tranvía para el ver el parque se siberus, que es un parque con una estatua con la cabeza de siberus como órgano fuimos bajando con tranquilidad al centro mientras mirábamos como las casas altas con todas parecidas, calles ordenadas, parques limpios, y letreros con el nombre de la calle en dos idiomas… o por lo menso en dos escrituras diferentes.

Visita: Septiembre 2010

Mis imagenes: Pendientes

Informacion para viajar: pendiente

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