Leeds El pronóstico del tiempo en todos los sitios era de lluvia los cinco días que iba a permanecer ahí (en realidad cuatro y medio porque el lunes regresaba y solo pasaba la mañana en Londres), pero tuve la suerte de que este día solo estuvo nublado. Al llegar al castillo de Leeds asomaba el sol y aunque el cristal del autobús me reflejaba pude ver la bonita postal que resulta el castillo sobre el lago con el sol reflejado en él. Luego, cuando pude pasear alrededor del lago, se nubló. Pero volvió a asomar el sol, no me importó mucho, es mejor eso que la lluvia. La zona del castillo de Leeds es enorme, hay un campo de golf, una gran explanada verde que rodea dos lagos, el lago del castillo, y otro lago con barquitas donde andando se llega hasta el hotel restaurante donde también encontramos el laberinto y la gruta subterránea. Enfrente del castillo también hay una bonita casita de campo y unos hermosos jardines y pavos reales sueltos por ahí. En definitiva es un lugar por el que
Destinos errantes: Berbe en movimiento (viajes, escapadas, visitas, recreaciones, etc.)