Tozeur Bueno, después nos fuimos a Tozeur, por ahí el camino ya es desierto, y hay señales de aviso porque hay camellos salvajes que se te pueden cruzar pro la carretera... por cierto, no pienso decir por cuantos camellos me cambiaban. También había palmerales por el camino. Tozeur se identifica del resto de poblaciones porque ahí es muy típica la construcción con ladrillo. También está el museo de arte y tradiciones. Y unos guardias muy simpáticos que se escondían en cuanto veían una cámara. El museo no está mal, mezcla lo antiguo con lo moderno. Y también hay que pagar derecho de fotos, por supuesto. Ahí tienen una montaña con el rostro de un poeta esculpido, porque es un poeta muy famoso de ahí que se sentaba en esa roca a pensar sus poemas. Desde el hotel donde estaba podíamos ver la piedra. El hotel no estaba mal, tenía una piscina muy mono donde se bañaron a las 2 de la mañana dos chicos del grupo... y tampoco es que a esas horas hiciera mucho calor pero nos organizamos una
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