Zurich A Zurich llegamos ya de noche, habíamos cogido un apartahotel en la zona de cafeterías y bares, cerca del tranvía, al otro lado del rio una vez sales de la estación del tren. No teníamos desayuno pero nos vino muy bien para guardar todos los chocolates suizos en al nevara. Nos acercamos al migros que estaba en esa misma calle para reponer agua y alguna golosina y luego por la noche nos unimos ala animada vida nocturna que nos rodeaba.Al principio este ultimo día no íbamos a madrugar, sino que pensabamos desayunar con tranquilidad, terminar de ver unas cosillas de Zúrich, tomar el tren panorámico de Zúrich a Ginebra, y dirigirnos hacia el aeropuerto de Ginebra para coger el vuelo a España. Pero como cambiamos el itinerario al final madrugamos, dejamos el equipaje preparado y salimos a la calle demasiado pronto. El día estaba completamente nublado y gris, pero al menos no llovía. Por la calle solo estábamos los turistas (nosotras, unos alemanes y una pareja de japoneses) y l
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