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Cracovia, una hermosa escapada

Impresiones del viaje y consejos:


Cogimos el tren de Varsovia camino a Cracovia. Había visto en mucho mensajes de internet que en Polonia el ingles poco, así que en una página de un traductora polaca encontré que venía escrito como pedir en polaco los billetes de tren. En internet la pagina de trenes esta en ingles así que saque los horarios de Varsovia Cracovia y en un papel escribí la frase en polaco con la hora y destino que quería. Así me dieron el billete sin problemas (que ya veréis que a la vuelta sin el papelito si podría haber sido difícil) y luego pregunte por el andén (que en polaco es peany, la única palabra en polaco que no creo que olvide nunca) y me dirigí al andén cuatro, que en internet ponía que es el habitual que se coge para ir de Varsovia Cracovia pero... por asegurarme. 

Los horarios de trenes se pueden consultar en la página web de los ferrocarriles polacos: www.rozklad.pkp.pl. 

Si en la pantalla aparece un recuadro con la letra R – significa “SÓLO CON RESERVA” 
la indicación: KURSUJE : en polaco significa CIRCULA 
la indicación: NIE KURSUJE: significa: NO CIRCULA . 

Para pedir un billete de 2 clase de Varsovia a Cracovia seria: 2 billety do krakowa na godzine (aquí seria la hora que queremos) II klasa. 
O algo así era porque cuando lo pedimos así en ventanilla nos lo dieron sin problema.

Lo cierto es que el tren es diferente al de España, aquí los compartimientos son cerrados, de seis asientos cada uno. A la ida fuimos las dos solas y para sorpresa nuestra, porque no nos lo esperábamos, pasaba un carrito con cafés, tés, galletas... solo que el desayuno era gratis venía incluido en el billete. Dijimos que no que no pero el chico insistió y nos dio un café con leche y galletas a las dos, así que al final tuvimos que tomárnoslo, dado que era gratis y nos lo había dado no íbamos a hacer ese feo... aunque insistimos en que no. 

Después de tres horas que se me hicieron eternas llegamos a Cracovia, fiándonos del tiempo que decía que iba a hacer dos grados menos nos llevamos el abrigo para luego tenerlo todo el día colgando. Una incomodidad pero al menos disfrutamos de un día de sol fabuloso, un cielo azul precioso y hasta de una celebración. 

Llegar al centro turístico de la ciudad desde la estación de tren es muy fácil, pero antes de salir nos dirigimos a la taquilla a sacar los billetes de vuelta, por si acaso. Y ahí esta información y turismo donde un pobre chico intentaba en ingles preguntar sobre unos billetes a la mujer de información pero la mujer, ni idea de ingles. De ahí que diga que no es habitual el ingles, pero ni en información, y el pobre chico no sé yo si consiguió lo que quería porque se fue derrotado al ver que no le entendían (y no hablaba mal ingles, más bien en información no sabían ingles). 

Es muy curioso porque Cracovia es mas turística que Varsovia,porque tiene un encanto de cuento, todo es original dado que se salvo de bombas durante la guerra y la ciudad conserva su aspecto antiguo, tanto el barrio judío donde se rodaron escenas de la película la lista de schilder, como su plaza donde se encuentra la catedral con la casa de los paños, como su castillo, con cueva de dragón incluida. Bueno, pues como decía es muy fácil salir de la estación de tren y llegar a la puerta de san Martín, bueno, antes de la puerta tienes la zona amurallada, encantadora, parece un castillo medieval perfectamente conservado. 

Después, cuando cruzas la puerta de la torre de san Martín, entras en la zona antigua de la ciudad, es como entrar en un círculo mágico, al fondo ves la plaza con las torres de la catedral y detrás la torre, con su santo bien claro, y sus murallas. Cuando estábamos haciendo fotos a todo nuestro alrededor pasaron unos jóvenes con unas bandas y llevando una bandera, después veríamos que se celebraba el centenario de algo y había todo militares desfilando, con antiguos trajes de cuando la guerra mundial. No nos enteramos de que iba la cosa por eso del polaco pero como dice mi familia solo yo puedo pillar un desfile de estos....

Bueno, en el centro de la plaza está la casa de los paños, por dentro hay un mercadillo tipo bazar con sus arcos y arriba, no me acuerdo, porque no subimos. Creo que es un museo. Alrededores de la plaza todo casitas antiguas y muchos cafés y restaurantes, aunque tardan mucho, mucho en servir. La casa de los paños anda un poco abandonada pero la rodean más edificios que tal vez por su historia llamen más la atención del viajero. También se encuentra la iglesia de San Andrés cerca.

La catedral de la plaza tiene dos torres diferentes entre sí, esta catedral tiene dos leyendas al respecto, una de porque son diferentes y una torre más alta de la otra es porque se dice que hubo una competición para ver quién de los dos construcciones hacia la torre más alta en el mismo tiempo. Dos hermanos participaron en el concurso. No sé sabe cuál es el premio, cada uno dice una cosa, pero el caso es que uno de los hermanos, al ver que el otro iba a ganarle en un arrebato tomo un cuchillo y mato a su hermano para que este no le ganara. Dando se cuenta de lo que había hecho decidió suicidarse desde la torre. Por eso las torres tienen diferente altura y son diferentes entre sí al final, dado que ninguno de los dos pudo terminarlas, sino que fueron otros quienes las acabaron. Y dicen que el cuchillo con el que se mato al hermano ganador se guarda en la casa de los paños. 

Todas las horas en punto se congrega un montón de gente en la plaza frente a la catedral, todos mirando hacia la torre más alta (que pagando se puede subir hasta arriba del todo y ver la  ciudad desde ahí). La razón es porque el trompetista va a tocar la inacabada, esto se hace en conmemoración de una cuasi leyenda. Cuando Cracovia iba a ser atacada quien vigilaba lo vio y como era de noche empezó a tocar desde lo alto de la torre su trompeta para despertar al pueblo y avisarles de la invasión, pero el ejército enemigo lo vio y le disparo una flecha que mato al trompetista y dejo la canción inacabada, aunque para entonces el pueblo ya se había despertado. Así que tocan el tono de forma inacabada en recuerdo de aquel que salvo a la ciudad.

Web de la catedral: http://www.katedra-wawelska.pl/

Pillamos un desfile y un discurso, estaban colocados entre la casa de los paños y una torre, de esta torre, a donde habitualmente se puede subir, esta vez no se podía, no se me ninguna leyenda. El caso es que como estaba todo en polaco no sabemos que era pero estaban todos vestidos o bien de militares, o bien como en la guerra mundial o bien con trajes antiguos de ahí, con cañones incluidos... debía ser la conmemoración de algo, como en Zaragoza la conmemoración de los 200 años de echar a los franceses, pues algo así. No dejo de ser algo llamativo pues vimos sus trajes típicos y otros muchos trajes. Lo cierto es que Cracovia tiene bastante que celebrar, durante la guerra mundial no sufrió ningún bombardeo, así como Varsovia quedo toda destruida y lo que se ve esto una reconstrucción, Cracovia es todo original dado que no sufrió ningún daño durante la guerra. 

Dicen que esta suerte es debida a que es uno de los lugares donde cayó una de las piedras mágicas, en el lugar del castillo donde se encontraba la capilla de san Jorge se encuentra una de las siete piedras mágicas que hay en el mundo. Hace mucho tiempo, Shiva lanzó siete piedras mágicas hacia siete partes del mundo, y una de ellas aterrizó en Cracovia. Los lugares que habían sido golpeados comenzaron a irradiar la energía del dios Shiva. Esto es lo que cuenta la leyenda, pero de acuerdo a los pensadores esotéricos hindúes, estos siete lugares son en realidad centros de energía sobrenatural, y tienen fama de infundir fuerzas extraordinarias. Los centros, conocidos como chacras, están relacionados con siete cuerpos celestes que incluyen: Dehli (la Luna), Delfos (Venus), Jerusalén (el Sol), Cracovia (Júpiter), la Meca (Mercurio), Roma (Marte) y Velehrad (Saturno). Los siete chakras tienen sus equivalentes siete centros espirituales de poder en el cuerpo humano. 

Como no entendíamos nada al final nos cansamos y bajamos por la calle llena de casitas e iglesias hacia el castillo. Por ahí estará la casa del papa Juan Pablo, el que ya no está....Y de ahí llegamos al castillo, en vez de ir, por donde tendríamos que haber ido, subimos por el lado contrario, para variar. Y subimos por la colina de wadel, desde ahí entramos al Castillo de Wadel. La visita del castillo no es como otro castillo excepto, tal vez, por la supuesta energía de la piedra mágica que cayó entre las ruinas del castillo de la capilla de san Jorge. Si es cierto que aunque por fuera está bien, y muy bien conservado no entramos dentro porque había que pagar por algo que según las guías y las fotos tampoco merecía tanto la pena. Desde lo alto del castillo si disfrutábamos de las vistas, del rio Vistula abajo. 
Web Castillo de Wawel:http://wawel.krakow.pl/en/

Si pagamos por entrar a la cueva del dragón, existe la leyenda que dice que el dragón atemorizaba a toda la ciudad, y en una ocasión se intentó comer a una princesa (otros dicen que el dragón exigían ganado y mujeres para comer y que cuando solo quedaba la hija del rey este pensó en hacer algo), así que un campesino (algunos dicen que un zapatero) le dio de comer una oveja llena de pólvora, y tras la comida, al dragón le dio sed (normal...) y bebió agua del río Vistula, que está justo enfrente, y la pólvora explotó, matando al dragón, que echó fuego por la boca. De ahí viene la leyenda de que los dragones echan fuego por la boca..., así que bajamos por una larga escalera de caracol hasta, supongo, abajo del todo, dado que después de bajar y pasar al cueva salimos a las orillas del rio.
Entrada cueva del Dragónhttps://www.wawel.krakow.pl/en/index.php?op=47

Lo bueno de la gruta es que estábamos solas viéndola por lo que al no tener nadie delante ni detrás, no se oía nada. Además las luces de la cueva van con sensores y se van encendiendo a medida que avanzas lo que supone que a veces vas por la cueva casi a oscuras sin ver donde pisar y entre eso y el silencio llega un momento que da un poco de miedo y no sabes cuándo vas a conseguir salir de la cueva, que no se tarda mucho pero que da algo de miedo, y hasta te parece ver la cara del dragón en la imagen de las columnas de la gruta. Al salir topas con una escultura de un dragón que en teoría escupe fuego, lo único que cuando fuimos nosotras no escupía fuego en ningún momento y estuve un rato atenta sentada a la orilla del rio, y nada. 

De ahí dimos la vuelta de lo que quedaba al castillo y regresamos hacia la estación. Vimos el barrio judío, la zona donde se grabo la lista de schilder y que tiene tanta historia tras de sí.Como veis Cracovia es un lugar lleno de historia y leyenda.




Varsovia, llegada a Polonia

Impresiones del viaje y consejos:

Varsovia se divide en cuatro zonas turísticas y es muy difícil perderse en la ciudad, hay también grandes avenidas que lo facilitan. Al igual que Rusia los pasos de cebra están casi todos bajo tierra, así en vez de cruzar por arriba, uno baja y sube escaleras, mientras por abajo tienes tiendas, macdonnals, etc. La diferencia que vi de estos túneles subterráneos, calles bajo tierra, entre Rusia y Polonia, es que en Polonia están muy vigilados, en todos hay guardias de seguridad vigilando a todas horas. Así que no hay mendigos ni robos por estas zonas, lo que significa que son más seguros que la superficie. Primero visitamos la vía real, donde están todos edificios bajitos, muy cuidados y las calles decoradas con flores rojas y amarillas, igual que los autobuses y los tranvías, dado que ese es el color de la bandera de la ciudad de Varsovia. 

Por la vía real están los edificios de los diferentes ministerios del gobierno y también la universidad. En la vía real hay una escultura de Copérnico, esto es porque hay mas polacos conocidos de lo que creíamos, no solo existe Darek como decía mi compañera de viaje, Copérnico, a quien todos conocemos, era polaco, y también Marie Curie antes de casarse y tomar el apellido francés. Como los polacos son bastante católicos hay iglesias por todos los lados, lo curioso es que es un poquito raro en cuanto a las torres y cúpulas, si os fijáis veréis lo que comento. 

Aunque estas iglesias al igual que el casco histórico de Varsovia del que luego hablare, cuando lleguemos, es todo una reconstrucción dado que quedo destruido durante la guerra mundial. Aun así la reconstrucción le ha valido ser patrimonio de la humanidad. Mientras se pasea por la vía real se pueden ver imágenes de cuadros antiguos que reflejan los monumentos y así poder hacer la comparación. Cuando llegamos a Varsovia era por la tarde y comprobamos que a la seis de la tarde ya es noche cerrada y que a las cuatro y media ya esta atardeciendo. 

Así que nos levantábamos a las seis para tener más horas de sol, la pena es que cuando mejor estaba el cielo era cuando menos horas de sol quedaban. Y esto me lleva al tema del tiempo, y es que cuando a finales de octubre- noviembre fui a Polonia pensaba que iba a pasar mucho frío, teniendo en cuenta el frío que teníamos en España (Madrid y Zaragoza por lo menos cuando me fui) y el caso es que me hizo un tiempo fabuloso, un sol un cielo despejado y dieciocho grados que no es calor pero el abrigo me estorbo durante todo el viaje. Aunque eso sí, lo polacos llevaban abrigo y era algo que no entendíamos porque no hacia frío para abrigarse tanto como ellos. Y eso explicaría porque cada seis pasos había una farmacia. En mi vida he visto tantas farmacias como en Polonia. Hasta me aprendí el nombre en polaco “apoteka”. Y es que ahí ingles nada de nada, solo polaco, que al oído me suena a ruso pero que por suerte no se escribe igual.

Bueno, seguimos con el camino, al llegar al final de la vía real y antes del castillo real se puede disfrutar de una vista del río. El castillo real tiene un cartel con el horario de las visitas en ingles (legible) así que es fácil coger y elegir un recorrido de los dos, yo no sé si escogimos el recorrido correcto pero se nos hizo muy corto. Por dentro del castillo solo vimos habitaciones, como un palacio, con lámparas, mesas, cuadros, espejos... en fin como todos los palacios que ya he visto. La verdad es que eran poco originales y todos los hacían igual. También hay exposiciones de cuadros y medallas militares y cosas antiguas y en fin, algo pasable pero tampoco muy interesante. Y para colmo, aparte del problema del idioma van y el plano que te dan ¡está mal!. Después de mucho mirar los carteles de los salones descubrimos que el plano que te dan con la entrada está al revés... así normal que al principio no nos orientáramos...
Web castillo realhttp://www.zamek-krolewski.pl/

La plaza del castillo tiene su encanto, con las casitas, la escultura en medio, el castillo en un lado y la muralla en otro. En una de las casitas esta la oficina de turismo muy pequeñita y mas unta tienda que otra cosa pero al menos aquí hablan español, así que si se tuviera algún problema se podría recurrir aquí. Aunque no tuvimos ninguno, es fácil moverse por Varsovia y a medida que fue avanzando la mañana nos fuimos cruzando con más turistas que además hablaban español.

Si uno se fija bien sobre saliendo sobre las casitas esta el tejado de la iglesia, que es grande, como se puede ver pero que de cerca parece más pequeñita porque está rodeada, completamente, por todos los lados, de edificios. Y eso hace que desde lejos solo se distinga el tejado y se diferencia así de los edificios. Por estrechas calles se acaba llegando a la plaza del mercado, una plaza cuadriculada de casitas decoradas y en el centro una fuente muy original con una escultura de una sirena batalladora, escudo de la ciudad. Hay una leyenda que dice que dos hermanas sirenas se separaron, una fue hacia Copenhague y la otra subió el rio hasta Varsovia, ahí un pescador la capturo pero el hijo del pescador la salvo y la sirena le prometió que siempre que le necesitara ella iría en su ayuda, de ahí que blande una espada. Caminando y saliendo de la plaza se llega a la barbacana, la puerta de la muralla que rodea toda la zona histórica. 

Paseando alrededor de la muralla y por fuera de la misma nos empezó a llover, duro cinco minutos y ya no llovió mas en todo el viaje, y eso que en internet anunciaban lluvias en Varsovia...Seguimos hasta llegar al monumento a los soldados caídos que es enorme y al lado, como iba a ser todos los santos, muchas velitas pequeñitas, que resaltaban entre las figuras tan grandes que daban hasta miedo. Rodeamos la muralla y regresamos a la plaza del mercado, ya con más gente, y con carruajes de caballos para pasear, principalmente turistas, pero no los únicos.

La fuente con la escultura de la sirena es muy original porque cada determinado tiempo saca de debajo de la sirena un soplo de agua, y luego se va extendiendo y vuelve otra vez al rato a repetir el proceso. Las casitas de la plaza del mercado son como las de la plaza del castillo, todas de colores, muy monas. Algunas con alguna calabaza, por eso de ser halloween. Y ya lo había dicho pero hay mucha policía en un día visitamos dos zonas. Ya solo nos quedaba el rascacielos de la época rusa y los palacios del parque.

También vimos Varsovia de noche, aunque como ahí a eso de las cinco de la tarde ya era de noche, la ciudad iluminada debe ser un gasto, lo cierto es que no estuve por Varsovia mas tarde de las diez – once de la noche. Desde las cinco de la tarde son bastantes horas sin sol. Los lugares antes mencionados: Castillo, plaza del mercado, iglesias, y rascacielos de la época Rusa estaban iluminados y muy bonitos. La iluminación le daba a esos lugares otro aspecto.

Aunque también vimos la zona “abandonada” y es que al volver de Cracovia nos confundimos de parada (aunque no fue cosa mía, yo no estaba de acuerdo con bajar ahí pero..) acabamos andando por una zona de fabricas abandonadas, sin aceras y sin un solo coche, con pequeñas farolas rodeadas de zonas con hierbas y edificios sin luces, y además era noche de halloween, y de repente entre el camino de tierra aparece un local con seguridad en la puerta, no sé qué seria.. Nosotras pasamos de largo hasta llegar a la zona de la ciudad con iluminación.... 

El  día 1 de noviembre al ser fiesta, dejamos para ver lo que era el parque de Varsovia y el rascacielos, porque suponíamos (y estuvimos en lo correcto) que no habría nada abierto. La cosa fue que no solo no había nada abierto sino que además estaba la ciudad medio desierta, no había gente en la calle, los restaurantes y tiendas tenían un cartel de que hasta las cuatro de la tarde estaban cerrados, si no todo el día completo. Solo encontramos abierto para desayunar y comer fue el macdonnals. Lo que si a primera hora de la mañana había colas de gente para subir a los autobuses que iban a los campos de concentración.

Fuimos a subir al rascacielos de la época rusa. Digo esto porque es igual que los cuatro edificios que vi en Moscú, no es idéntico pero tiene la misma estructura, en algún sitio oí que eran construcciones de Lenin y este era el único fuera de Rusia. Aunque no era muy alto, era uno de los más altos antiguamente de la ciudad y desde donde se puede ver Varsovia desde arriba, es muy distinguible la zona antigua (restaurada) y es algo típico que hacer. Ahí arriba pudimos ver que hay mucho francés en Varsovia, mucho turista, hablan también mucho más el francés que el ingles, hasta las televisiones que se cogían en el hotel eran casi todas francesas. Realmente a mi me resulto más interesante las esculturas del edificio, todas enormes de hombres y mujeres vestidos como trabajadores y campesinos. 

Y luego, andando por toda la zona de embajadas (jugamos a adivinar la embajada, dado que no nos conocemos todas las banderas) llegamos hasta el parque, lleno de familias y turistas, lo cual es lógico, dado que los turistas no tenían otro sitio a donde ir ese día. Se noto que los polacos son católicos y que los campos de concentración están cerca....

Bueno, el parque famoso se llama el parque de Lazienkowski, es enorme y tiene un lago y varias casas palaciegas, que al ser festivo estaban cerradas pero para verlas por fuera, valía igual. Había un grupo de turistas chinos (que no japoneses) y otros turistas (franceses sobre todo) y familias con niños pequeños. En el parque hay muchos animales: ardillas, patos, cisnes, pavos reales, caballos, un montón de animales sueltos. Que ya deben estar acostumbrados a la gente. Como comente nos hizo un tiempo buenísimo, un azul cielo raso, unos colores otoñales en el parque, en fin, un lugar perfecto para pasar el día. Ahí vimos por fuera, aparte de todos los animales nombrados y los palacios. Lo que no conseguimos encontrar, ni en el mapa del parque es la famosa escultura dedicada al polaco Chopin...no sabemos donde la escondieron.

Fue un día muy otoñal y tranquilo, aunque ahora que lo pienso el día anterior habíamos visto no solo calabazas sino también gatos negros descansando sobre las hojas secas...muy de Hallowen. Al final tuvimos que regresar y me quede con ganas de ver más del país.




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