Split - Croacia

Split

Atreves de la costa llegamos a Split, para entonces el sol brillaba con fuerza y el paseo marítimo de la ciudad invitaba a relajarse como en un día de verano. En el paseo unos arcos modernos se mezclaban con la fachada externa del antiguo palacio de diocleciano, donde se encuentra la ciudad antigua de Split, sus salas y patios convertidos en casas y calles. Lo cierto es que no me gustaron especialmente porque aunque el paseo es la versión moderna de la ciudad combinaban muy mal con la fachada externa del palacio, que aunque estaba bastante estropeada tenia cierto encanto histórico que no podía tomarse en cuenta porque no se veía libremente sino cubierta. Supongo que a todo se acostumbra uno pero la primera impresión no agrada a la vista, parece como si los hubieran puesto en medio a posta. Entrando, lo que se puede ver mejor de lo que queda del palacio romano son las salas subterráneas, impresionantes en su grandeza, es algo que no hay que perderse ver. Después, el resto de la ciudad es para andar hasta llegar a cada muralla del palacio; todo callejuelas, algunas más estrechas, otras con arcos, casas con efigies, rincones con fuentes, estilos mezclados unos con otros en simetría funcional, utilidad para quien habita allí. Aunque dentro de las murallas del antiguo palacio lo que sin duda es una obra para disfrutar de cada detalla es la catedral más pequeña del mundo. Era, antes de ser catedral, el mausoleo de diocleciano, un gran perseguido de los católicos en tiempos romanos y dos de sus mártires son los santos de la catedral. Allí si hay una excelente convivencia de estilos, toda la influencia italiana, desde lo romano hasta lo veneciano. Es como disfrutar de una catedral italiana en pequeñito y con más diversidad, se podía comparar a un frasco de perfume, pequeño pero de esencia embriagadora. Estaban en construcción en el exterior, con la torre anexa, quieren que sea de las más alta, por mi parte ninguna atracción especial, vale más lo de dentro. Y algo que no me gusto es que dentro de la catedral no se podían hacer fotos, había carteles bien grandes con la cámara tachada y aun así, en ese espacio pequeño un hombre se dedicaba a hacer fotos con toda tranquilidad...al menos debería haber tenido algo de vergüenza

Mis imagenes de split: aqui

Visita: Septiembre 2009

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Costa y lagos - Croacia

Costa y lagos Croatas

Tomando el bus nos dirigimos a visitar la siguiente ciudad recorriendo lo que es la costa croata, dado que la carretera sigue el camino de la costa. Este camino es maravilloso, es normal que la gente alquile coches para visitar el país, dado que una vez más me recordó a mi viaje a Escocia; por un lado porque mientras recorría la costa escocesa podía ver la costa y las islas varias y toda su tonalidad de colores, y aquí, en Croacia, fue igual. Uno podía disfrutar de todas las tonalidades existentes entre el azul y el verde; cielos, mar y montañas, islas y costas que se descubrían tras cada curva del camino. Este viaje, en vez de por mi cuenta lo hice en un tour, y fue realmente bueno, hicimos paradas en la zona interior, donde unos lagos. Fue parar, bajar, fotos y subir, en otro viaje (si, Escocia) también lo hicimos y eso es tan bueno como ir por tu cuenta en coche y poder parar y retratar el momento.
Curiosamente, aparte de disfrutar de cada color y curva del camino recorrimos también 12 kilómetros de costa de Bosnia-Herzegovina, la historia es muy curiosa, cuando estaban los croatas en guerra con la republica veneciana dieron ese paso al mar a los turcos con la condición de que no hicieran ninguna mezquita, de esa forma se aseguraban de que los turnos no creaban poblaciones en esa zona (no podían sin una mezquita) y evitaban la invasión de los venecianos, porque para llegar a ellos tenían que pasar primero por los turcos. Así que después de la guerra, cuando se dividió la antigua Yugoslavia, esa zona, que antiguamente había sido turca, se dejo a Bosnia.

Mis imagenes de la Costa croata y los lagos: aqui

Visita: Septiembre 2009

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Cavtat - Croacia

Cavtat

Desde Dubrovnik se pueden hacer varias excursiones, se puede visitar otros países o visitar las varias islas que tiene Croacia, cualquier cosa elegida valdrá la pena. Por la tarde fuimos a visitar Cavtat, una población cercana a Dubrovnik, se podía ir en bus desde la ciudad (el bus numero 10) o en barco, para disfrutar del mar y aprovechar las vistas escogimos el barco, más largo y caro (caro en comparación con el bus), pero muy satisfactorio. Todo el camino fue presentando poco a poco la visión de las montañas lejanas con sus coloridos, que me recordaron a Escocia y sus islas, llenas de diversos tonos de color verde y dorado. Tras algunas paradas llegamos a Cavtat, un pueblo pequeño encantador. Entrando por sus calles nos dimos cuenta que todo eran apartamentos por lo que supusimos que es un lugar de veraneo de los croatas, las calles empedradas, las casitas, los jardines, y el silencio (no encontramos a nadie paseando por las callejuelas) lo hacían un pueblecito encantador, sin nada especial que resaltar sino su propio encanto. Luego andando por la costa fuimos observando las diversas playas y los chiringuitos de playa, que aunque sean de piedra son muy parecidas a las de España. A la vuelta, como les debía salir más caro regresarnos a los pocos que íbamos en barco, nos llevaron en coche hasta el hotel. Por cierto, en Croacia se estila, como en muchos países, la propina, pero al menos ahí son amables y agradables.

Mis imagenes de Cavtat y trayecto: aqui

Visita: Septiembre 2009

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Isla de Lokrum - Croacia

Isla de Lokrum

La isla de Lokrum se encuentra casi enfrente de Dubrovnik, desde el puerto zarpa un barco cada media hora que va y vuelve a la isla, que vista desde lejos parece que solo tiene arboles, pero que una vez dentro tiene algo más. Es más visitada por sus calas donde bañarse, y es que aunque con playas de piedra ahí se disfruta del mar en cada rincón. Teniendo la mañana libre uno puede acercarse a la isla y ver desde lejos la ciudad antigua de Dubrovnik, alejándose desde el barco, y disfrutar de los baños en el adriático, o bien se puede visitar el jardín botánico (no es interesante en sí pero tiene varios pavos reales sueltos por la isla) y subir a la fortaleza, en lo alto de la isla. La fortaleza parece cercana hasta que uno empieza a subir y a subir y cada vez la cuesta se hace mas empinada, pero las vistas una vez se llega arriba del todo valen la pena. Curiosamente justo en lo alto del torreón de la fortaleza había dos personas tumbadas en unas hamacas, como hicieron para subirlas hasta ahí es algo que no sabemos. También tienen bares, no al estilo español pero se puede disfrutar de algo de beber estilo costa, que con el calor que hacía en septiembre, mientras España sufría la gota fría no está mal.

Mis imagenes de Lokrum: aqui

Visita: Septiembre 2009

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Dubrovnik - Croacia

Dubrovnik

Croacia vale la pena. Es uno de esos sitios que uno nunca se arrepiente de visitar, sino que lamenta no haberlo visitado antes, pero uno de los lugares más visitados (por sus vuelos directos desde España) es Dubrovnik. Lo primero que sorprende es el aeropuerto, tan pequeño para tantos vuelos turísticos que tiene, luego el camino hasta el hotel se hace largo pues la ciudad es más grande que la zona antigua y toda la costa está llena de hoteles aunque en bus es fácil desplazarse. El bus numero 4 hace paradas en varios de los hoteles a lo largo de la costa y lleva hasta la puerta de la ciudad antigua de dubrovnik, los billetes se pueden comprar en el autobús al conductor o en los hoteles 2 kunas (la moneda de ahí) más barato. Una curiosidad es que los autobuses de ahí llevan Libertas porque es el lema de la ciudad dado que en su historia lucho por su independencia y libertad frente a los romanos y los venecianos que intentaban conquistarla. Al bajar del bus se encuentra la ciudad antigua de Dubrovnik rodeada de una muralla bien conservada junto a una fortaleza cuyo mayor atractivo es la vista del mar, con los barcos y los cañones, es fácil pensar (tan solitaria y desnuda que esta) en tiempos de guerra pasados. La entrada a la muralla presenta a San Blas, San Blas aparecerá por todos los lugares, dicen que solo hay doce estatuas de él en la ciudad pero yo juraría que hay mas, se le identifica porque lleva en sus manos una maqueta de la ciudad. Y es que para los que no se orienten muy bien con el tema de la antigua Yugoslavia los croatas son mayoritariamente católicos. Curiosamente el día que llegue a Dubrovnik era martes y en la puerta de entrada a la ciudad había dos guardias vestidos de época a los que luego vimos pasear con las picas siendo precedidos por otro tocando un tambor, dijeron que eran los guardias de la ciudad pero al día siguiente que lo pase también en Dubrovnik no los vi por ningún lado así que supongo que ese martes era un día especial, pero todavía no he averiguado porque. Una vez dentro de la ciudad toda son suelos de piedra blanca y ericios antiguos, dentro de un monasterio nada más entrar a la ciudad está la botica más antigua donde se puede ver la marca de un disparo contra el edificio durante la guerra de los Balcanes. La ciudad tiene una calle principal ancha y otras adyacentes estrechitas, empinadas en el lado de la montaña, con mucho encanto, aunque la calle principal de noche impone mas con los edificios iluminados y medio vacía, porque los croatas cenan al estilo europeo, y aunque hay bares por donde salen a tomar algo por la noche en la ciudad éramos pocos paseando y casi todos hablando español. Había muchos españoles, español y francés fue lo que oía bastante, normalmente los españoles alquilan un coche para recorrer Croacia, que ahora está muy de moda, pero también hay tours, y aunque era septiembre durante el día ver la ciudad era observar cientos de personas a tu alrededor, y cientos de cabezas desde lo alto de la muralla. Por eso el contraste a por la noche era mayor. Sin duda las calles estrechas tenían encanto para perderse, pero la calle central que recorre todos los lugares de interés de la ciudad sin tanta gente es también como viajar en el tiempo. Aunque otro de los encantos de la ciudad no solo es pasear por las calles de noche recorrer las murallas es algo que no debe perderse. Cuesta subir las escaleras pero luego el camino no es difícil, al menos si lo comparamos con la muralla china, pero si te gusta admirar el paisaje y hacer fotos echa más de una hora para recorrer entera la muralla. Desde arriba se ve el mar, la gente bajándose, los barcos, los edificios, los patios, los tejados, y con el buen tiempo que nos hizo los colores de la ciudad reflejan todo como una postal. La verdad es que en lugares como estos, que todo es tan bonito, paisaje e historia en monumentos hay que hacer caso al dicho de que una imagen vale más que mil palabras, o varias imágenes también, dado que es difícil elegir.

Mis imagenes de Dubrovnik: aqui

Visita: Septiembre 2009

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Presentación

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