Niagara Falls - Canada

Niagara Falls

Como comentaba en la entrada de Toronto, tras terminar la visita panorámica por Toronto nos marchamos hacia Niagara Falls. Ya había estado en Niagara Falls cuando hice un recorrido por la zona Este de EE.UU. pero fue en otra época y en otra compañía, así que no me importó repetir. Cuando estábamos acercándonos a la ciudad paramos en el helipuerto para los que quisieran optarán por tomar la visita de las cataratas desde el aire. La vez anterior había recorrido todo el parque que rodea las cataratas en la zona de EE.UU., había estado en mirador que hay junto al puente en el lado estadounidense, había cruzado para ver la iluminación nocturna desde el lado canadiense, y había visto las cataratas en uno de los barcos que acercan a los turistas hasta casi debajo de las mismas, pero no las había sobrevolado en helicóptero así que esta era una parada obligatoria para nosotras, y sobre todo porque desde mi primer vuelo en helicóptero sobre Nueva York me he enamorado de esta opción. Solo había un helicóptero en funcionamiento, el resto estaban siendo recogidos en los hangares, entiendo que porque rápidamente se hace de noche y tampoco es una época de excesivo trismo. Debido a esto tuvimos que esperar a que el helicóptero llegara y al ser todo un descampado el aire corría con ganas y, tomando las fechas en las que estábamos, era bastante frío. Tras montarnos en el helicóptero nos fuimos acercando a río Niagara, como ya me conocía la zona pude ver el transbordador español en el hoyo que forma el río que debido al otoño estaba rodeado de árboles de hermosos colores rojizos y anaranjados. Y desde ahí ya se veía al fondo la torre Skylon de Niagara Falls, la construcción más alta que hay, y el vapor del agua de las cataratas subiendo por el cielo. Poco a poco nos fuimos acercando a las cataratas y dimos un rodeo para verlas por diferentes ángulos. Afortunadamente aunque nublado las cataratas se veían a la perfección, tanto la catara Niagara, como la del Velo de Novia, ambas en el lado estadounidense, como la herradura, en el lado canadiense. La fuerza del agua se alzaba como si fueran nubes desde el fondo azulado del río y los rápidos dejaban ver la velocidad del agua. La vista desde el helicóptero no tiene comparación, y al igual que me pasó en el Gran Cañón de EE.UU. es una vista magnifica que me gustó mucho más que la vista a pie. Tras la visita en helicóptero continuamos nuestro camino hasta Niagara Falls, donde nada más llegar paramos a comer. Para seguir aprovechando vistas nuevas del lugar fuimos a comer a la torre Skylon, el restaurante es giratorio 360 grados y era muy divertido ver que cuando conseguías encuadrar la fotografía el suelo ya te había desplazado y las cataratas se habían movido de lado. Estuvimos un rato hasta conseguir sacar alguna foto decente nuestra con el movimiento, aunque mientras estas sin mirar fuera no notas que se mueva. Lo cierto es que comimos muy bien y la vista desde ahí también es muy recomendable, no se puede comprar a la del helicóptero porque es diferente pero es un ángulo que desde los miradores no vas a poder tener. Tras la comida y la maravillosa vista de las cataratas salimos para recorrer los túneles escénicos del lado canadiense. Esta vista tampoco la había tenido en el viaje anterior dado que me recorrí más la parte estadounidense que la canadiense. Para bajar a los túneles escénicos se llega por el mirador del lado canadiense más cercano a la catarata de la herradura, debido a la fuerza del agua en esa zona parece que está lloviendo con intensidad pero simplemente es el agua de la catarata. Los tunes escénicos permiten ver la catarata de la herradura desde un lateral, casi al pie de la misma, y cuyo mirador estaba vacío dado que aunque te den impermeables el agua que cae en el lugar tan pegado a la catarata es impresionante. El resto del camino consiste en túneles interiores que recorren la catarata por dentro de la roca y tienen ventanas abiertas para poder ver y oír como cae el agua de la misma, es como estar justamente detrás de la catarata, solo que a una cierta distancia, para evitar peligros por la fuerza del agua. También hay varios carteles informativos sobre como desde ahí se lanzaban gente por las cataratas, siendo la primera una mujer y su gato, y también algún que otro cartel sobre la guerra de 1812 en ese lugar. Tras la visita a los tunes escénicos dimos un paseo por el mirador de la zona canadiense, que junto a la herradura, como decía, es una lluvia constante, pero ver como cae el agua desde arriba, la rapidez a la que va y el color brillante que tiene es mucho más interesante que luego la vista de las cataratas estadounidense desde el mirador canadiense. Y con este último paseo regresamos al minibús para volver a Toronto. Como veis en esta época del año no hay barcos pero hay muchas otras atracciones que encontrar en Niagara Falls.
Visita: Noviembre 2013

Mis imágenes: Niagara Falls Noviembre 2013

Información para viajar: Pendiente

Toronto - Canada

Toronto 

Marchamos destino Toronto con escala en Londres, pero solo porque era más barato, dado que es el peor destino para hacer transbordo. Como de costumbre en Londres había filas interminables y después de la anécdota de las tres Marias en el control de pasaportes (después de Perú ya le habíamos cogido el truco – dado que las tres tenemos nuestro primer nombre María, lo que les resulta muy curioso a todos), nos dirigimos al control de seguridad. En Madrid una de mis amigas y yo habíamos pitado al pasar el control, así que supusimos que aquí pasaría lo mismo, por lo que pasamos primero, pero resultó que la última, que no había pitado en Madrid, fue la que pitó en Londres. Mientras la registraban me acerqué a las pantallas de los vuelos y vi que en el nuestro ponía closing gates, y aun había que llegar al ascensor para coger el tren para llegar a la terminal donde estaba la puerta. Nada más salir del tren echamos a correr, delante de nosotras una pareja salió de los vagones anteriores del tren corriendo y nos adelantaron en las escaleras mecánicas, tras subir corriendo las larguísimas escaleras aún teníamos camino que recorrer porque, para hacerlo más gracioso la puerta justo era la última de la terminal. No sé si es que nos engañaron o corrimos mucho pero aun faltaron diez minutos desde que entramos al avión hasta que este salió, aunque diez minutos no es mucho, igual si no hubiéramos corrido habría sido peor. El aeropuerto de Toronto está lejos de la ciudad, o eso me pareció mientras íbamos llegando en el coche, y lo primero que pensé al entrar en la ciudad en coche es que Toronto se parecía a Filadelfia, o por lo menos la entrada a la ciudad desde el aeropuerto lo hacía. Nada más dejarnos en el hotel nos cubrimos de varias capas de ropa y salimos a ver la ciudad. El hotel no estaba muy lejos del puerto y por tanto de la torre CN y demás lugares que visitar, salimos con prisas para aprovechar la ultima hora de luz del día (eran las cuatro de la tarde y a las cinco anochece), y después de andar una media hora, ver que se hacía de noche y que el puerto no aparecía por ningún lado, me acerque a la casa de los masones y busque alguna calle en el plano, me costó localizarlas pero al final las encontré, en dirección contraria al puerto, en la zona de la universidad, así que tuvimos que desandar lo andado y para cuando llegamos al hotel ya era de noche. Ese es nuestro maravillo sentido de la orientación. Si solo hay dos opciones en línea recta cogeremos siempre la errónea. El problema de viajar en esas fechas es que hay muy pocas horas de luz solar, porque aunque anochece sobre las cinco de la tarde, no amanece antes como pasa en algunos países de Asia. Así que entre el tema de la luz y nuestro sentido de la orientación al final vimos Toronto de noche. Nos acercamos al ayuntamiento viejo y nuevo, aunque cuando vimos la plaza y los edificios no sabíamos que eran los ayuntamientos, simplemente íbamos camino a la torre CN y lo encontramos en nuestro camino y nos gustó, así que nos paramos a hacer fotos y debatir que sería. Muchos de los edificios que encontrábamos los llamábamos el estadio de beisbol, hasta que por fin dimos con el verdadero estadio, lo que pasa es que los edificios en Toronto son muy modernos y así es complicado adivinar que son si no lo sabes de antemano, y menos aún de noche. Finalmente, dejando atrás los ayuntamientos y tras ver pasar el tranvía y pisar las hojas caídas de los árboles de un parque cerrado nos fuimos acercando a la torre CN. La entrada para subir hasta arriba del todo es algo cara, pero vale la pena el gasto. Hay varias paradas, subir hasta arriba del todo es lo más caro pero también lo más recomendable. La primera parada, la del restaurante, no tiene mala vista, aunque se refleja la luz de dentro. Luego hay otro ascensor que lleva arriba del todo, hasta la antena, que como decía hay que pagar más pero las vistas son espectaculares. Arriba del todo solo estábamos nosotras tres, y la iluminación es la de la torre, cuando se vuelve rosa, se ilumina de rosa, cuando se apaga, estas a oscuras, cuando está iluminado de azul, estas todo azul. Así que si es cierto que se refleja el rojo o el azul pero cuando se apagan las luces ya no hay reflejos en los cristales y la vista es más amplia que desde la planta del restaurante. La visión de Toronto de noche desde la torre CN es impresionante, y da la impresión de no terminar nunca. A nuestros pies se encuentra, por fin, el estadio de beisbol, cerrado por el mal tiempo, así no había forma de distinguir que era un estadio de beisbol, y los puertos del lago con los barcos iluminados, así como los rascacielos. La siguiente parada al bajar en el ascensor es una planta con un mirador exterior, pero tiene todo rejas y entre el frio y las rejas lo que hicimos fue entrar y salir, sin mirar más, dado que las vistas no se podían comparar. También en esta planta están los suelos de cristal, aunque no dan ninguna impresión ni vistas interesantes. El ascensor que sube y baja de la torre también tiene el suelo de cristal pero como solo se ve el suelo, no es interesante. Tras dejar la torre CN nos fuimos a cenar y al día siguiente comenzamos la visita de día de la ciudad con guía. Nuestra primera parada fue el ayuntamiento viejo y nuevo, la fuente que está enfrente de ambos estaba helada, y es que estaban preparando para convertirla, como todos los años, en una pista de patinaje. El ayuntamiento nuevo se puede visitar gratuitamente, nos dieron unos pines al visitarlo, y tiene nada más entrar una escultura de clavos desde donde si lanzas una moneda y llega al final sin problemas se cumple el deseo que has pensado. Tras la visita a los ayuntamientos visitamos panorámicamente chinatown y la zona de la universidad. La universidad tiene un gran campo de futbol (europeo, no americano) frente al edificio principal, y las porterías le quitan encanto a la foto de postal. Los edificios de la universidad se han utilizado en películas donde sale Oxford y otros lugares del estilo debido a que como nueva Orleans (EE.UU.) Canadá tiene una devolución de impuestos muy interesante a la hora de rodar películas o series en sus ciudades. De aquí fuimos al parlamento. La fachada estaba cubierta por obras pero por dentro pudimos visitarlo. Nada más entrar se ven dos cuadros de la época de la colonia británica de Canadá, y los cetros con los que se erigía al gobernador de la zona, muy británico, no es de extrañar que tengan la bandera de Inglaterra en una esquina de la bandera del estado. Frente a los cuadros nos encontrábamos con unas escaleras de madera que separan el parlamento en dos zonas, la zona de la derecha se conserva en madera tal y como era, y se pueden ver las salas del hemiciclo, las habitaciones, los techos y columnas de madera, y sobre todo e s curioso el intenso olor a madera que desprende el lugar. La otra zona de la izquierda es toda de mármol porque se quemó en un incendio y se decidió reconstruir con vidrieras y columnas pero en mármol, para destacar la diferencia. Al salir del parlamento disfrutamos del parque que hay enfrente donde los árboles tenían un tono naranja rojizo otoñal de postal. Tras una recolección de hojas de arce de colores rojizos como la de la bandera del país marchamos hacia la torre CN, donde volveríamos pagar para subir de nuevo, pero esta vez para ver la ciudad de día. Parece tonto pagar dos veces pero la vista nocturna valía tanto la pena y nos gusto tanto que queríamos ver la ciudad de día (lo bueno es pagar solo una vez y ver anochecer desde la torre, así tienes la vista de día y de noche, pero no pudo ser). Y tal y como suponíamos la vista de la ciudad no defraudo. De día es aún mejor que de noche en cuanto a que se pueden ver bien las islas del lago, que es tan enorme que parece un mar, los colores rojos y verdes de los árboles que bordean el puerto, los barcos veleros de los puertos, las casas en las islas, los molinos, la noria, las banderas, el estadio, los jardines verdes, la costa del lago, tantos lugares que ver de la ciudad. Tras visitar la torre CN nos marchamos con dirección Niagara Falls y cuando regresamos a Toronto hacía tanto viento y frío que nos quedamos calentitas en el hotel, dando gracias de haber visto la ciudad de noche. Nos quedó de ver la Casa Lomas, que no entraba en la visita con guía y que al cerrar a las cinco de la tarde no tuvimos oportunidad de ver el día anterior. Y también nos quedó cruzar con el ferry a una de las islas del lago Ontario y ver el puerto desde un ángulo diferente. Esto tendrá que ser en otra visita, con más tiempo de luz solar a ser posible.
Visita: Noviembre 2013

Mis imágenes: Canadá Este en Noviembre de 2013

Información para viajar: Toronto - Lugares que visitar

Madrid - España

Madrid

Aprovechando que teníamos que hacer noche en Madrid dadas las horas a las que el vuelo salía del aeropuerto destino Toronto, decidimos irnos por la mañana a Madrid y así aprovechar para ver algo de la ciudad. Salimos de Zaragoza en ave y a las diez y media ya estábamos en Madrid, para no perder tiempo yendo al hostal dejamos las maletas en la consigna de la estación y tomamos el metro hasta la parada de Bilbao. Nuestra primera visita era el andén cero-estación de Chamberí. Hacía tiempo que tenía curiosidad por ver la llamada estación fantasma de Chamberí. Ya en la misma estación del metro había carteles orientativos sobre qué salida tomar para ir al andén cero. Saliendo apenas unos pocos pasos a pie se llega a la plaza de Chamberí y al andén cero. La entrada es gratuita, lo que no sabíamos es que también hay visitas guiadas gratuitas. Son cada cierto tiempo pero la guía te aconseja que puedas ver el audiovisual y aunque lo pilles empezado va en bucle y al final de la visita puedes entrar a terminar o empezar de verlo, según como lo hayas cogido. Así que entramos a ver el audiovisual sobre el metro de Madrid, el quinto tras Londres, Paris, Budapest y Berlin. Y cuando iba a empezar la visita la guía avisó en la sala que los interesados en la visita está iba a comenzar. Por supuesto que nos unimos al grupo, y he de recomendar que si se va se unan al grupo porque las explicación son mucho más interesantes que el audiovisual, además, una vez escuchados los comentarios de la guía el audiovisual tenía más sentido y uno sabía en qué fijarse, como por ejemplo la primera parada de metro, que pasa sin pena ni gloria en el fotograma del audiovisual pero que después de que te lo cuente la guía ya uno se interesa por verlo. Tras la visita, a veces interrumpida por el paso del metro, porque aunque no para ya en la estación de Chamberí desde la ampliación en 1960 de los vagones de metros, el metro sigue pasando, y el ruido es ensordecedor, además de que es muy curioso que la gente de Madrid que estaba ahí comentaba que nunca se había dado cuenta de es parada inexistente. Al igual que paso con la visita al cementerio de Zaragoza la guía hablaba más para los que conocían Madrid, supongo que porque en estas visitas no va tanto la gente de fuera como la de la propia ciudad. Tras la visita se puede recorrer el andén libremente, solo un lateral dado que el otro está cerrado el paso, pero se puede ver a través de una barrera de cristal, por el lateral que se puede recorrer el andén está lleno de publicidad de la época en cerámica, todos los detalles muy cuidados, y escasa iluminación porque han mantenido la iluminación de la época y todo lo demás, que excepto unos carteles de Chamberí, el resto es todo original restaurado. Al otro lado del andén además de la publicidad en cerámica hay unas imágenes de video que muestran lo que eran los carteles de publicidad en papel de la época, curiosamente apareció el anuncio de Galleas Patria Zaragoza, y el día anterior habíamos estado viendo la fábrica en Zaragoza. Se pueden hacer fotos pero sin flash, y no se puede grabar video. La entrada y la salida se conservan con la taquilla y los tornos de la época y en el tablón de anuncios los precios de los billetes y recorridos y billetes especiales como el de los toros. Una visita muy interesante y recomendada. Tras volver a ver el audiovisual (ahora ya con más sentido y entero) nos marchamos a coger el metro de nuevo para visitar el templo de Debod. Mis amigas ya habían estado pero yo no, así que nos marchamos hacia allí y cuando llegamos como se estaba tan bien sentadas en los bancos al sol sacamos nuestros bocadillos y nos pusimos a comer. Tras la comida y un poquito de relax recorrimos primero el templo por fuera y luego hicimos fila para poder verlo por dentro, había leído que por cuestiones de tamaño solo pueden entrar veinte personas a la vez. Mis amigas no habían estado dentro, creían que no se podía entrar, no tuvimos que esperar demasiado y vale la pena, por dentro es como cualquier otro templo que visité en Egipto, bastante bien conservado, salas pequeñas, estrechos pasillos y una gran aglomeración de gente. En la sala de la planta superior había unos ordenadores con toda la historia del templo desde su construcción, Debido a la construcción de la presa de Asuan, por la que el templo de Abu Simbel fue trasladado piedra por piedra a otro emplazamiento, otros edificios se iban a ver anegados por las aguas. Y para que estos templos no se perdieran, entre otras cosas, el gobierno egipcio decidió donar cuatro de los templos afectados, siendo el templo de Debod el que se trasladó a España. Aquí tuve que esperar sentada a que mis amigas terminaran de leérselo todo, yo como mi memoria es tan mala preferí dejar el leerlo en casa en libros o internet porque sabía que a lo que llegará a escribir la entrada mezclaría la historia si intentaba extenderme mucho, por eso no me extiendo demasiado en las explicaciones historias, para no meter la pata liando los datos, si alguna vez lo hago no es intencionadamente (por lo que los insultos que a veces recibo en los comentarios por no ser cien por cien fiel a la historia se los pueden ahorrar). Tras la ver el templo por dentro y por fuera nos asomamos al mirador del parque que tiene una buena vista del Palacio Real y de ahí bajamos andando hasta Gran Vía, recorrimos con tranquilidad la Gran Vía y decidimos subir a la terraza del Círculo de Bellas Artes, sabemos que hay una terraza que es gratuita, o eso nos han dicho, pero como esta la teníamos tan cerca decidimos pagar los tres euros que cuesta la entrada y subir a ver Madrid desde la terraza, que tenía bastante gente, hasta tumbada, aunque el día era bastante frío y poco apetecible para estar mucho tiempo en la terraza, aunque las vistas merecían pasar algo de frío durante un rato. Tras tomarnos algo salimos de nuevo a la calle y nos dirigimos hacia la Cibeles, que tenía los leones como ennegrecidos, y de ahí bajamos andando hasta la estación de Atocha. Durante el paseo pudimos ver la kilométrica cola que el Museo del Prado tenía para poder entrar gratuitamente, teniendo en cuenta la hora que era y la hora de cierre del museo no sé si les compensaba a los que estaban al final de la cola, ya pasado todo el edificio, que es largo ya de por sí. Como teníamos que madrugar bastante y aún había que llegar al hostal en Barajas nos dirigimos a coger las maletas y tomar el recorrido al hostal. Excepto el museo del ferrocarril habíamos visto todo lo planeado, y leído y vistos todos los audiovisuales, que eso quita bastante tiempo, así que quedamos satisfechas de nuestro día en Madrid (por supuesto pese a ser Noviembre tuve mi ataque de alergia – razón por la que no visito más a menudo Madrid-).

Visita: Noviembre 2013

Mis imágenes: Album de Facebook dedicado a España
Escapada por Madrid 1 dia

Información para viajar:  -Estación de Chamberi

Zaragoza, XXIII Ruta de Los Sitios - España

Zaragoza

Todos los años, el uno de noviembre, día de todos los santos, la asociación histórico-cultural de Los sitios de Zaragoza celebra su ruta anual. Este año la ruta comenzaba en la basílica de Santa Engracia donde se inauguró una placa conmemorativa en recuerdo de los soldados polacos que lucharon con honor en los Sitios de Zaragoza. La ruta comenzó donde se inauguró la placa (que tiene el texto en español y en polaco) y fue una vez terminado el acto político, dado que este año fueron al acto el embajador de la república de Polonia en España, Tomasz Arabski y Jan Stanislaw Ciechanowski Ministro Jefe de la Oficina de Excombatientes y Personas Represaliadas de la República de Polonia .Debido a nuestro agotamiento no llegamos al inicio de la ruta, pero como me conocía el recorrido, nos acercamos a la siguiente parad ay ahí encontramos al primer grupo y luego al segundo (siempre hay tantos socios dispuestos a participar en la ruta que hay que formar dos grupos). Es muy interesante porque te cuentan cosas de la historia de los sitios que seguramente no leerías en ningún libro, sabía que a mis amigas les gustaría, y así fue, les gustó mucho todas las explicaciones y como la forma en que lo contaban (se escucharon las explicaciones de los dos grupos). En el segundo grupo en la Plaza de España los Voluntarios de Aragón lanzaron una salva de honor. El primer grupo marchó hacia las calles del tubo para continuar con la historia y el segundo grupo se dirigió directamente al museo diocesano, patio en el cual se encontraron los dos grupos y se continuaron con las explicaciones de la ruta de este año. Entre la historia no faltaron anécdotas como el robo de las cortinas cuando dormía un francés durante los poco años de dominación de los franceses en la ciudad, y también la reivindicación de un monumento en la arboleda/parque Macanaz por los miles de muertos que allí se enterraron durante los sitios de Zaragoza, siendo este año el bicentenario de la liberación de Zaragoza de las tropas francesas. Tras la salida del museo diocesano los miembros de la asociación bajaron a la cripta y el resto tuvo que esperar a que le acto terminara para poder bajar. Una vez terminado el acto en la cripta donde suelen colocar una corona de laurel en la tumba del genera Palafox en el exterior del Pilar se congregaron los asistentes, como los dos miembros de la comunidad polaca de Zaragoza ataviados con indumentaria típica polaca, miembros de la asociación de Los sitos, de los Voluntarios de Aragón, y los polacos con su uniforme de la época.

Visita: Noviembre 2013

Mis imágenes:
Zaragoza, Ruta día 3 - XXIII Ruta de Los Sitios (con la Asociación de Los Sitios de Zaragoza).
Dentro del album España-Zaragoza

Información para viajar: Asociación Cultural Los sitios



Zaragoza, Ruta día 3 - España

Zaragoza


El tercer día ya no podíamos madrugar, así que salimos sobre las nueve y media- diez de la mañana. Después de dos intensos días visitando la ciudad el cansancio ya hacia mella en nosotras. Primero las llevé a ver la plaza del rosario y al fachada de la Casa del tío Jorge, donde las calles se conservan como en la época de los sitios por los franceses, cuando era niña la plaza del Rosario tenia pintada una puerta, ahora tiene un retrato del tío Jorge, personaje histórico de los Sitios de Zaragoza. Paramos en el peirón, y bajamos por el balcón de San Lázaro al mirador al ras del Ebro desde donde se puede contemplar el Ebro, el puente de piedra, y las dos catedrales, La Seo-Catedral de San Salvador y la Basílica-Catedral de El Pilar. Cruzamos una de las arcadas el puente de piedra hasta llegar a la arboleda de Macanaz y subimos para cruzarlo hasta la margen derecha y visitar El Pilar. La razón por la que había dejado a basílica para el final es porque abre todos los días del año desde las seis de la mañana hasta las 12 de la noche, a veces hasta más tarde, por lo que era lo único que ver por dentro no tenía dificultad de horarios de cierre. Que decir del Pilar que no se haya dicho ya, lo más llamativo son las bombas que recuerdan cuando cayeron sobre el Pilar y no explotaron, las pinturas de Goya y otros artistas que decoran las cúpulas del techo, el altar mayor que es impresionante lleno de figuras y detalles como el de sirenas peinándose. Y la iglesia dentro de una iglesia que es la cúpula que cubre la columna y la virgen del Pilar, que a todo el mundo llama la atención su tamaño, según todos la virgen del Pilar es muy pequeñita. En teoría según el cartel de la entrada no están permitidas las fotografías pero todo el mundo hace fotos dentro del Pilar, sobre todo a la virgen y con la virgen. Por la parte trasera de donde está la virgen se puede tocar y adorar un trozo de columna sobre la que se le apareció la virgen al apóstol Santiago, desgastado por el paso de los fieles. La importancia de esta aparición la cantan los infanticos del Pilar y se escucha por Zaragoza en las horas puntas, y es que se le apareció cuando todavía estaba viva, cuando sus restos de apariciones fueron ya muerta. El día 1 de noviembre es uno de los dos únicos días en los que se puede visitar la cripta del Pilar, donde está por ejemplo enterrado el general Palafox, pero cuando llegamos todavía estaba cerrada. Como todavía estábamos a tiempo de llegar a la ruta de los sitios nos marchamos corriendo para poder ver algo de la ruta (a la que no nos dirigimos nada más salir porque salimos muy tarde) y a la vuelta, tras la visita de la gente de la asociación de la cripta se abrió completamente al público, aunque esperaba un poco más. Tras la ruta de los sitios y la visita del Pilar nos acercamos a ver por fuera la Casa Solans y la fábrica de galletas Patria antes de irnos a comer. Tras la comida nos costó salir a seguir viendo la ciudad, cada vez pesaba más el cansancio. Esta vez tocaba ver toda la parte nueva creada tras la Expo de 2008. Comenzando por el puente de piedra caminamos por la ribera, pasando por debajo del puente de Santiago, de la Almozara, la pasarela del voluntariado, así hasta llegar a la zona de la Expo, con su ciudad de la justicia en antiguos pabellones, el acuario fluvial, las fuentes modernas, las esculturas, hasta llegar al palacio de congresos y la figura del alma: la figura de una persona formada con letras creada para la Expo y que quedó de recuerdo y adorno. Otra de las cosas que quedaron tras la Expo fue el pabellón puente, afortunadamente estaba abierto (no siempre lo está) aunque solo estaba abierta la zona de paseo entre riberas dado que la de exposiciones al ser festivo estaba cerrada. El pabellón puente parece una nave espacial y tiene corrientes de aire aunque ese día el cierzo no soplaba. A veces, cuando sopla el viento y te colocas sobre uno de los focos parece que estas siendo abducido por los extraterrestres. A mis amigas les gustó mucho el pabellón puente, creo que es lo único moderno de Zaragoza que no es un horror, me refiero a que las farolas de la plaza del pilar, del paseo de independencia, el cubo de la plaza de la Seo y el museo Pablo Serrano les parecieron bastantes feos (hasta a mí me lo parecen). Tras el puente llegamos al parque del agua pero estaba tan cansado que nos paramos y ya no llegamos a ver ni la playa, ni la noria siria, sino que volvimos desandando lo andado por la ribera, para ver la ciudad de noche de puente en puente. Como les comenté a mis amigas todavía quedaron sitios por visitar pero que por horarios de apertura (principalmente fines de semana) no habían podido ser. Y es que, para sorpresa de ellas, Zaragoza no se ve en un día.

Visita: Noviembre 2013

Mis imagenes: Zaragoza, Ruta día 3

Información para viajar: Lugares que visitar en Zaragoza

Presentación

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