Berlin, toda una ciudad

Impresiones del viaje y consejos:

La primera impresión de Berlín, aparte del calor que no teníamos en España, fue su aeropuerto. Era muy pequeño, ningún aeropuerto típico de una capital de un país como Alemania, luego di con la respuesta, al parecer están construyendo un aeropuerto internacional, mientras funcionan con los antiguos, de cuando la Alemania separada: Francia, Inglaterra, EE.UU. Rusia, y esto significa q hay un pequeño aeropuerto que era el aeropuerto de los ingleses, franceses, etc. Yo aterrice en el aeropuerto que había sido el de la zona francesa. 

Moverse por Berlín es muy sencillo. Para moverse por Berlín la más común y cómoda es por Bicicleta pero si uno no está por la labor de andar con una bici a cuestas (o no sabe ir en bici) la otra opción es a pie y con el transporte público.  
En Berlín hay metro, bus, barco y tranvía, la mejor opción según mi opinión es tomar las líneas de U-Bahn (metro) y S-Bahn (metro de superficie)
Hay billetes de 1 días entero, billetes por zonas, Billetes de cuatro días y hasta billetes para grupos, por lo que al final el desplazarse en estos dos servicios, que están combinados (un billete de s-bahn de zona A sirve también para el u-bahn zona A) es la forma más económica.
Para no tener problemas con los revisores (yo no vi ni uno) hay que validar el ticket del u-bahn o s-bahn en las maquinas rojas y amarillas que hay en los andenes. No hay duda de cuales son.
Los billetes se pueden comprar en cualquier lugar (estación, hoteles, tienda...).
web metro S-Bahn :http://www.s-bahn-berlin.de/fahrplanundnetz/bahnhof/uebersicht/59

Así que llegados el primer día comencé a explorar Berlín, conocer sus recorridos y luego acabaría descansando muy prontito, no solo porque había dormido poquitas horas a lo largo de la semana sino porque la alergia me había atacado con fuerza, lo cierto es que Berlín para ciento tipo de alérgicos es una ciudad para ver en un fecha que no sea primavera. Los berlineses tienen demasiados parques y jardines que, además, adoran. Paseando a lo largo del Tiergarten, si uno va a Berlín al menos alguna zona del Tiergarten ha de visitar porque cruza la ciudad, el caso que el parque es casi un bosque (vi dos consejo una mañana camino a la puerta de Brandemburgo (final o inicio, según se mire, del parque) y ahí se tumban al sol como si fuera a la piscina, o en las zonas especiales que tienen para ellos hacen barbacoas con toda la familia, ahí vi que es cierto que en Berlín había mucha población de origen turco. 

Y también vi que a primera hora de la mañana ya está bebiendo cervezas, como no me gusta la cerveza no podría decir si es que es muy suave y por eso da igual que beban tan pronto. Y aparte de la cerveza y la búsqueda de sol de los berlineses, las salchichas no son otro tópico alemán, las hay y las ves, pero se puede comer de todo por la ciudad (menos mal) y las bicicletas, si se llega de una ciudad no habituada a tanta bicicleta como la mía hay que tener mucho cuidado no os lleguen a tropellar, aunque puede ver que saben cómo esquivar rápidamente un obstáculo (yo misma) y no bajar la velocidad.

Y hablando de ello, otra cosa curiosa son los semáforos de algunas zonas de Berlín, son los appelmann, diseño de una pedagoga alemana para ayudar a los niños a cruzar son muñecos con sombreritos, y un souvenir tan típico como el oso berlinés.La zona turística principal, que para no perderse nada hay que andar. Y acostumbrarse a, como dijo una compañera de trabajo que ya había estado en Berlín, “patearse la ciudad” es lo que se llama mitte. 

Si dejamos atrás la columna de la victoria del tiergarten, el belvedue, y legamos al final del parque comenzamos con la puerta de Brandemburgo, postal típica de Berlín, un poco más a la izquierda viniendo desde el parque está el reistag o parlamento alemán, que si uno no mira hacia arriba es un edificio de estructura antigua, pero un poco más arriba asoma la cúpula de la estructura de Norman Foster, por supuesto hay grandes filas y los de información (con camiseta azul) te van diciendo que está todo reservado, te señalan un cartel que dice q si quieres subir a la cúpula hay que reservar y se quedan tan anchos. Un día, a las ocho de la mañana, cuando empiezan las primeras visitas, había un gorila trajeado vigilando la entrada, como para ir sin reserva… aunque seguro que los de camiseta azul, si no hay mucha gente te dejan pasar, un día a las ocho los vi hacerlo.

Para visitar el Parlamento: 
Abre de Lunes a Domingo de 08.00 a 24.00 horas. La última visita es a las 22.00 horas. Se accede desde la fachada principal, en el lateral izquierdo. acceso gratuito.
Aunque habitualmente no es necesario hacer ninguna reserva en fechas señalas como semana santa o por motivos de seguridad (hace poco tuvieron una amenaza terrorista sobre el palamento) solo se puede acceder mediante reserva (y si no que le pregunte a varios españoles que oí se quedaban sin acceder al parlamento esta semana santa).
En el acceso tambien se especifica que, aunque se accede al parlamento, solo se puede subir a la cupula de Norman Foster y contemplar las vistas de la ciudad habiendo hecho reserva en la web del Parlamento en: www.bundestag.de/htdoc...index.html
La web está en ingles, solo hay que ir a "visitar", y "reservas" para conseguir reservar y así poder subir a la cúpula de esta atracción

Como a estos berlineses les gustan tanto las explanadas verdes, un campo de hierba se extiende de frente al parlamento, otro sitio donde se tumbaban a tomar el sol en sus toallas, como si fuera una piscina, y empiezan a verse edificios más modernos, más curiosos arquitectónicamente, lo que se podría decir que más berlinés, pues lo normal son edificios modernos. 
Acercándonos a la estación central también no acercamos a uno de los canales que cruzan Berlín para ver los barquitos pasar, lanchas, cruceros, a los berlineses les encanta el agua, solo hay que estar cinco minutos parado en la orilla del canal para contar una docena de barcos pasar, y a los laterales, los chiringuitos y las hamacas, hasta tienen un playa artificial con arena, y es que es más que evidente que adoran el sol. Regresando al parlamento, me acerco a la puerta de Brandemburgo, cuya Parisier Platz está siempre llena de gente, guías, bicicletas de 7 personas, bicis normales, turistas, etc.

Cerca la embajada estadounidense, el hotel Alton y la embajada británica, que tiene la calle cortada, según parece desde que comenzó la guerra de Irak, cortada y vigilada. Siguiendo la calle de la puerta hacia el lado contrario al tiergarten entramos en la undter der liden que es el paseo de los tilos...  y si alguno piensa que Madrid tiene obras o Zaragoza con su tranvía se equivoca, Berlín está lleno de zanjas, vallas, grúas, etc. 

Aun así podemos ver las fachadas de la opera, la biblioteca, el palacio, la universidad. En la plaza del palacio hay que acercarse y mirar al suelo donde hay bajo tierra un monumento recordando la quema de libros que se realizo en esa plaza, en definitiva, hay que mirar a todos los sitios a lo largo de la calle para no perderse los monumentos y edificios que haya y así se llega a la isla de los museos.  Esta zona ya la vi con atención al día siguiente, si se desea ir a algún museo hay que ir a primerísima hora para evitar las larguísimas colas que se forman más tarde y si hay que recomendar alguno yo me quedaría con el de bergamo, no he visto los otros pero creo que si hay tiempo ese lo elijo, digo si hay tiempo porque si solo veis museos no veréis la ciudad, yo lo hice al revés, primero vi todo lo que pude de Berlin y el ultimo día antes de irme fui de museo. 

Rodeando la isla se puede ver las típicas hamacas y chiringuitos y llegar a la zona donde encontraremos la nueva sinagoga, también con su policía berlinés armado y diversos monumentos, que nos llevan al hackesche hafe, aquí cada callejón de las casas es un descubrimiento, fachadas coloridas, jardines la tienda de los appelmann (los muñecos de los semáforos, tan típicos de aquí) pinturas, arte callejeros, y mucho más.

Cerca está el hakescher markt, una plaza llena de gentes tomando algo, además del sol. Así podemos regresar a la isla de los museos, ver el berlindomer, enfrente hay una gran explanada verde con paseo de madera donde se escuchan sonidos de animales, en Zaragoza en la zona expo hay un sitio así, y luego siguiendo subiendo llegaremos a ver el ayuntamiento, con la torre de televisión y la fuente de Neptuno, también está la zona toda en obras, pero girando hacia un lateral del ayuntamiento hay pequeñas callejuelas con casitas de época, traídas de diversos lugares de Alemania, pues en Berlín no quedó apenas nada en pie después de la primera guerra mundial, creando un bonito paisaje en el cruce del canal, la zona se llama nikolaiviertel.

Yendo hacia la friedrichstrasse llegué a la hausvogteiplatz, con sus catedrales y sus lugares para comer. 

Y de ahí, después de comer, baje hasta checkpoint Charlie, que quitando la puerta del Brandemburgo y las colas de los museos es donde más gente encontré. En el suelo hay unas baldosas que marcan la zona por donde estaba antiguamente el muro, y carteles con información, poco queda original de la época. Siguiendo por la calle por donde está la frontera de la zona estadounidense (se ve claramente por la cabina de aduana) se puede llegar al museo judío, con sus dos policías armados. 

Luego fui hasta la postdamer plazt, pasando por un edificio que se construyo en la época del Berlín nazi, para las olimpiadas que se celebraron, claro aspecto soviético. Al lado de la postdamer platz está un trozo del muro de Berlín, lleno de chicles y pintadas para poder hacer la foto del turista y sellar su pasaporte con los sellos de las dos alemanas. La postdamer plaz se ve en la distancia por sus rascacielos, y es un lugar para comer, tomar algo o descansar del calor cerca de la fuente y bajo su cúpula modernísima. 
Cercano está el kulturforum y una calle del tiergarten llena de embajadas de países, a cada edificio más moderno que el otro.

Después de tanto andar la opción del u-bahn es la mejor apuesta para seguir viendo Berlín y aprovechar el día. Llegando a la zona del jardín zoológico, la iglesia wilhemer, que es una gran torre, dentro se puede ve runa combinación de azul debido a las vidrieras y la luz solar. Y algo más lejanos, a donde ir con el u-bahn, está el palacio y los jardines de charlottenburg. me sorprendió ver muchos descapotables, igual era por el sol que habían decido todos sacarlos a la calle. Y por supuesto las ferias de atracciones, que no sé si fueron por semana santa o por la pascua solo.

El día de vuelta, además de ver el museo me acerque a un lateral de la puerta de Brandemburgo donde está el monumento al holocausto, bajo tierra (que manía estos alemanes por poner todo bajo tierra) está el centro de información, el monumento se puede entrar y es como un laberinto, en teoría por respeto no se puede subir a las piedras pero los turistas agotados se sentaba. En definitiva, la visita a Berlin me dio la sensación de ser una ciudad con mucha arquitectura moderna, museos, muy turística.

En Berlín hay muchos tours para ver esta ciudad. 
Algunos de ellos son tour gratuitos, donde se puede dejar la voluntad en función de la bien que te ha caído o explicado el guía. Los tours que se pueden encontrar son tanto a pie, como en bicicleta, en barco, o en bus. Hay miles de maneras de recorrer Berlín, y todas son adecuadas. Personalmente puedo recomendar el tour en español y gratuito de New Europe Tours 
En Berlín salen de dos sitios: En Berlín Oeste del Dunkin donuts enfrente del Jardín Zoológico. Y en el Berlín Este de la puesta de Brandemburgo del Starbucks.
Característicos por la camiseta roja de sus guías estos tour gratuitos por Berlín salen:
A las 11 a.m., 1 p.m. y 4.o.m. del Este de Berlín. Y 10.30, 12.30 p.m y 3.30p.m. del Oeste de Berlín

Algunos tours y lugares que visitar en Berlin: 
Third Reich Berlin: El Berlin de Hitler 
Cuartel General de la Gestapo 
Ministerio de Propaganda Goebbel 
Bunkers y Cancelleria de Hitler 
La nueva Sinagoga 

Red Berlin: Berlin Rojo 
Muro de Berlin 
Stalinalle 
Estacion Fantasma 
Galeria del Este- firmas del Muro de Berlin 
Centro de Interrogatorios 

Alternative city tour: 
Arte callejero y grafitti 
Ruinas abandonadas y callejones 
Zonas de Conflicto Urbano 
Hackeschen Hoffen




Hellsingor: Ser o no Ser

Impresiones del viaje y consejos:

“Ser o no ser, esa es la cuestión” dice el Hamlet de Shakespeare y Hellsingor o Hellirod era la cuestión: qué lugar visitar. Podría haber visitado los dos si no hubiera estado tan agotada, pero al final me decante por Helsingor y no me quejo. 

En Hellirod está Frederikborgs, que dices es el Versalles danés pero como de palacios versallescos ya llevo unos cuantos el castillo de Krongborg en Hellsingor me pareció y fue una buena opción.

En tren desde Copenhague nada más llegar lo primero que sorprende es la estación, que es como la sala de un pequeño palacio y después a la salida a la derecha el puerto y los grandes ferris, el olor a mar y a la izquierda el pueblo, con sus casitas de colores contrastando con el azul del cielo. 

El pueblo, al ser sábado tenia rastrillo y las calles eran peatonales, más encanto añadido, hay un callejón que según leí solo son 2 metros de ancho y cuando caminas por esa calle empedrada es estar en otra época, las casas de “cuentos de hadas” antiguas, ni una papelera o lámpara moderna estropea el lugar, tampoco puertas de acero, nada que estropeé el ambiente. 

Aunque la atracción principal del lugar no era el puerto, ni el pueblo, ni su costa marítima sino su castillo, donde se inspiro Hamlet. El castillo empieza su visita antes de entrar en su entramada de fosos y su paseo por las murallas y la vista de la costa, el viento y el agua chocando contra las rocas de cara al castillo. Ya dentro el castillo tiene un patio interior donde el viento desaparece y llega la falsa simetría. Hay varias entradas, la que lo incluye todo es la más cara pero vale la pena. Por un lado se visitan las estancias del castillo, con salas sutilmente decoradas, con suelos de ajedrez, largos salones y grandes chimeneas de piedra.

En teoría de las estancias el salón es la más impresionante pero cuando fui estaban realizando obras de Shakespeare y estaba todo con asientos, cámaras... y ya no tenía encanto, en cambio las salas decoradas con muebles sí lo tenían, aunque mi madre al ver las fotos no entendía porque había libros antiguos por el suelo y otras cosas... Otra parte del castillo es la capilla, absolutamente preciosa. Toda la madera de los asientos decorada y pintada, perfectamente conservada, cuando entré yo salía un pequeño grupo de españoles (aunque vi una “gran” cantidad de turistas si los comparamos con las 5 que vi en Copenhague y ninguno en la isla de Fiona) el caso que me quedé ahí sola y uno se puede imágenes cualquier escena de época ahí dentro. 

Otra parte incluye el museo marítimo que se encuentra dentro de las salas del castillo. No había nadie visitándolo pero está muy bien, sobre todo teniendo en cuenta la tradición marítima que debe tener Dinamarca, desde los vikingos hasta nuestros días, pero al haber tan poca gente se oía hasta el crujir de la madera de las otras estancias.

Y la última parte (dado que hasta el verano no abren la torre del faro) es la casa de la oscuridad o casemates, ahí llaman así a los túneles del castillo donde guardaban comida y metían también a los prisioneros. Ahí abajo guarda la figura de un guerrero danés (el vikingo de la foto) que dicen descansa ahí hasta que Dinamarca vuelva a necesitarlo. El caso es que cuando baje bajaba una familia con los niños y estos llevaban linternas, no entendí lo de llevar linterna hasta que me metí ahí dentro. 

No sé veía absolutamente nada, era oscuridad absoluta, solo ponían lámparas donde dejaban alguna baldosa informativa de la época o para alumbrar la flecha del camino. Un laberinto donde uno no veía donde pisaba y si te topabas con alguien te podía dar un susto de muerte. Conseguía ver la estancia gracias al flash de mi cámara. 

Web del castillo de Hamlet-Hellsingor: http://www.copenhague.info/helsingor/

Y después de eso nada más para ver pero ya eran las tres de la tarde, la hora perfecta para volver al pueblo, verlo, y comer algo. Recomiendo mucho el castillo, pese a la situación por ser invierno valía la pena.


Nyborg: Dinamarca el mismo día

Impresiones del viaje:

De Odense marche en tren hacia Nyborg, esta es una población muy pequeñita, que enseguida se ve. La estación no solo tiene solo cuatro vías sino que los billetes se venden en la tienda. Después de mucho buscar y al no ver ningún sitio donde comprar los billetes de tren le pregunte a la cajera de la tienda (esas de revistas, dulces, salados, bebidas...) y resulta que los billetes se vendían ahí.En Helsingor también se venden en la tienda del seven eleven pero ahí al menos tenían un cartel, aquí no había nada. 

De la estación al pueblo hay un camino andando, normalmente lo mejor sería coger un bus, sobre todo si el tiempo es igual al que me hizo: frío, viento y lluvia. Lo curioso es que después del chaparrón salía el sol, se paraba el aire y diez minutos después otra vez la lluvia y el aire. Aun así lo poco que tiene el pueblo para ver vale la pena, ya sé que me repito pero realmente parece que se viaje en el tiempo.

El castillo, o lo que queda del castillo está perfectamente conservado, se puede visitar por dentro y está rodeado de un río y un montículo y el lago rodeado de casitas pequeñas, uniformes, de colores. 

Las casas junto al lago y el castillo formaban un conjunto precioso, tanto con lluvia como con sol. Después el pueblo tiene poco más que un ayuntamiento que es como un palacio, para variar, y una iglesia. Pero el pequeño rincón, y la falta de gente bien parece sacado de una película.

Un lugar muy bonito pero es solamente una parada de paso para continuar a otros pueblos o lugares de Dinamarca. Supongo que en verano y con la oficina de turismo abierta será más atrayente, el sitio es bonito pero se recorre con rapidez en invierno.





Odense: Moviendome por Dinamarca

Impresiones del viaje y consejos:

Y una vez vista la principal ciudad de una de sus islas, cogí el tren hacia la Isla de Fionia. En realidad creo que si están unidas dejan de ser islas, pero los puentes que hacen por ahí son largos, como para unir dos países o dos islas...

Bueno, la primera experiencia fue el tren, dado que como decía anteriormente los carteles no están en ingles sino en danés, y los billetes también. Lo de los billetes tienen algo positivo, si reservo sitio tengo sitio fijo donde sentarme y si no lo reservo pues me siento donde no esté reservado.

Para la ida no tuve problemas....además, el billete es por un lado la reserva por otro el billete de viaje por lo que si pierdes la reserva no pasa nada, excepto que te quedas sin asiento pero no sin viaje, y también tiene le punto positivo que puedes perder el tren y coger el siguiente sin tener que coger otro billetes, eso es porque como hay trenes bastantes continuados los billetes tienen una hora y media de duración. Vamos, que si pierdo el de las nueve ya cogeré el de las nueve y media porque el mismo billete me sirve. 

Compañía de Trenes en Dinamarca donde encontrar información de horarios: 

Web DSB - Ferrocarriles daneses: http://www.dsb.dk 

Estaciones de Tren en Dinamarca: 

Las estaciones de trenes de Copenhague se llaman: Copenhagen Central Station, Østerport y Nørreport. En Malmoe: Norra Vallgatan.

Pases de Tren en Dinamarca:


Eurailpass: 
Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Holanda, Hungría, Italia, Luxemburgo, Noruega, Portugal, República de Irlanda, España, Suecia y Suiza. 

Eurail Germany 'n Denmark Pass: 
Este pase ofrece viajes ilimitados por toda Alemania y Dinamarca en el período de 2 meses. 

Scanrail Pass: 
Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia 
Interrail 
Dinamarca está incluida en el pase Interrail dentro de la zona C, que incluye también a: Alemania (DB); Suiza (SBB/CFF); Austria (OBB). Dinamarca también está incluido en los países que participan en el Eurail.

Web horarios y precios para viajar por Dinamarca en tren:
http://www.rejseplanen.dk/bin/query.exe/en?


Siguiendo con el viaje, Odense es algo así como "refugio de Odín", en fin, que está relacionada en sus orígenes con el dios Odian, en un lugar así es normal que quien naciera y viviera aquí (cuando no estaba en uno de sus viajes, otro viajero) fuera Hans Cristian Andersen, famoso por sus cuentos (La Sirenita, el Soldadito de Plomo, La Reina de las Nieves, Pulgarcita...). 

Siendo tan importante danés de esta población es normal que cuando uno pasea por esta población vaya encontrando figuras que representen a Anderson o a algún personaje de sus cuentos. Saliendo de la estación (donde se encuentra la biblioteca donde había algún tipo de fórum sobre Jorge Luis Borges según los carteles que vi...) uno pasa por un antiguo palacio, una iglesia y por fin llega a la plaza del Ayuntamiento, que lógicamente es de nuevo otro palacio, como en Copenhague los ayuntamientos son todo unos palacios.
En la plaza dos figuras: Andersen y Oceanía. 

A su lado está la catedral de San Canuto (no el canuto que estáis pensando) y su momia se encuentra dentro de la iglesia, donde por supuesto hay un cartelito de que ahí fue bautizado Hans Cristian Andersen, la iglesia por dentro es como tantas otras danesas. 

Tras la catedral hay un parque con otra figura de Hans Cristian Andersen y también esta el museo donde ver de todo sobre este autor de cuentos, hasta una réplica de su habitación. 

Pero lo mejor de todo es pasear por las calles estrechas anexas al museo y paralelas, son varias calles con varias casitas de aspecto antiguo, con sus calles empedradas, la falta de gente (estos daneses no andan y no hay forma de que se les vea, excepto al cartero que por supuesto iba en bicicleta ¡¡¡¡hasta los carteros van en bici!!!!!) y también sus colores y formas asimétricas, parece un pueblo de otra época, y el encanto de estas calles vale la pena, aunque sea lo único para ver en esta población.


Copenhague: Llegada a Dinamarca

Impresiones del viaje y consejos:

Este es el viaje que más me ha costado organizar porque solo tenía cuatro días y mucho por ver (el país parece pequeño pero tiene mucho que ofrecer). 
He mirado ir desde todos los sitios posibles y he hecho cientos de diferentes rutas, finalmente claudique y acepte gastar mis cuatro días de vacaciones visitando Sjaelland y la Isla de Fiona. Dejando la hermosa Jutlandia para cuando tuviera mejores conexiones de vuelo. 

Una de las ventajas que tiene Copenhague es que desde el aeropuerto se puede ir al centro de Copenhague en tren, en solo diez minutos se llega ahí y la estación esta justo debajo de la terminal 3 del aeropuerto. Como mi hotel estaba al lado de la estación eso me permitió ver Copenhague en un día y medio.La segunda vez que viajé a Copenhague cogí el metro del aeropuerto a la ciudad, en vez del tren (el metro es más reciente).

web Aeropuerto de Copenhaguehttp://www.cph.dk/CPH/UK/MAIN/

http://www.cph.dk/CPH/UK/MAIN/Parking+and+Transport/By+Train/

El Metro de Copenhague tiene una historia reciente, su primera línea se construyó en 2002. Está formado por dos líneas que van, por un lado, desde Vanløse a Vestamager y, por otro, desde Vanløse al aeropuerto de Copenhague Kastrup (Terminal 3).

El plano de Metro está está dividido en cuatro zonas diferenciadas con las siguientes tarifas: 
Tarifas aprox: - Billete sencillo 2 zonas: 23 DKK - Billete 10 viajes 2 zonas: 135 DKK - Billete sencillo 3 zonas: 34,5 DKK - Billete 10 viajes 3 zonas: 175 DKK - Billete sencillo 4 zonas: 46 DKK - Billete 10 viajes 4 zonas: 225 DKK 
El billete mínimo es de dos zonas. 

Los menores de 12 años viajan gratis (hasta dos niños por adulto). Para el transporte de perros y bicicletas deberán adquirirse tickets especiales. Además, se encontrarán zonas habilitadas y normas especiales para éstos (las bicicletas no se podrán transportar en las horas punta: de 7 a 9 y de 15,30 a 17,30). 

El billete de 3 zonas será el necesario para llegar hasta el aeropuerto Copenhague Kastrup. 
http://intl.m.dk/v3-html/404.html?item=%2foverview&user=extranet%5cAnonymous&site=metro-intl

Web Metro desde el aeropuerto
http://www.cph.dk/CPH/UK/MAIN/Parking+and+Transport/Metro/ 

El problema que le vi una vez llegado a Copenhague es que conservan las calles empedradas con adoquines, que dejan encanto ala ciudad pero andar por ellas con una maleta con ruedas lo hacen algo complicado. 
Desde la estación central, justo enfrente se encuentra Tivoli, el parque de atracciones más antiguo de Europa y que según dicen y he visto en fotos es precioso de noche cuando abre sus puertas. 

Al ser una época nada turística ni estival (hizo sol, sin aire pero frío) el parque está cerrado. Había un cartel indicando que se abriría para el ocho de abril. Y al menos por la noche las luces exteriores de la entrada se encendieron, aunque el resto de atracciones permanecían pagadas y abandonadas. 

En la zona derecha del Tivoli se encuentra la glypsotca Carlsberg. Esto en realidad es un gran museo del cervecero Carlsberg, es interesante pero se puede omitir si ya se ha estado en otros cientos de museo de Europa y no tienes necesidad de más.

Es recomendable en cambio visitar otro museo donde hay recuerdos de los vikingos, que no se encuentra tan fácilmente en el resto de países europeos como figuras egipcias griegas, romanas, etc. 

Justo al lado de Tivoli, un lugar recomendado a visitar en verano, se encuentra la Radunplaz o plaza del Ayuntamiento, con su kilómetro cero, la figura del Toro matando al dragón, sus gárgolas y su edificio, como un palacio. Y de ahí surge la storgote que en realidad son varias calles peatonales llenas de tiendas y gentes. 
Por entre esas calles se puede acceder a diferentes bocacalles que llevan a visitas interesantes como a la biblioteca de la Universidad y la iglesia de San Pedro, a la torre redonda, una torre en espiral donde antiguamente se llego a subir hasta en coche de caballos y que el único aliciente que tiene es la vista desde arriba de la ciudad dado que por dentro no es nada especial. También hay diferentes plazas y casitas con encanto por entre esta diagonal peatonal. 

Siguiendo recto se puede alcanzar la plaza desde donde está el Hotel Anglaterre, el Teatro nacional, y la Nihav.  El Nihav es la zona del puerto que parece sacada de un cuadro, todo barquitos de vela a los lados del canal, casitas de colores claros y variados, restaurante y bares carísimos (como si fuera costa de playa) y donde se puede disfrutar del ambiente, de noche hay hasta botellón. Aunque solo sea para disfrutar con la vista es algo que no se puede perder en una visita a Copenhague.

El único problema que tuve al ir en esta época del año es que la gente iba siempre en bicicleta, pro la cantidad de parkings de bicicletas y gente en bici que vi sé que es normal que ahí utilicen este medio de transporte más que otros pero el caso es que no había nadie a pie. Y seguro que con el buen tiempo se paran algo. 

La realidad es que pese al sol, nadie pasaba a pie por la ciudad, al ver las fotos la gente me ha preguntado como podían estar tan vacías las plazas y calles es que no se cruza ni una sola persona, y es porque no había. Y fue un pequeño problema porque me pase 20 minutos en el Nivah esperando encontrar a alguien para que me hiciera una foto (desventajas de ir sola y que no haya donde apoyar la cámara para hacer una foto automática) y los que pasaron andando fueron unas parejas de turistas. No encontré muchos turistas, mayoritariamente los que encontré eran italianos, muchos italianos me tope por ahí. 

Una vez superado el problema de la foto desde ahí en diagonal se puede llegar al palacio de la reina Margarita de Dinamarca, por suerte estaba completamente vacío, lo que hacia la plaza mucho más grande. Y solo había seis guardias en toda la plaza. Y deben de pasar frío los pobres porque solo cuando es muy de mañana llevan una capa, por la tarde, cuando esta ya desapareciendo el sol todavía no la llevan, aunque para mi hacia mas frío a esa hora que a la otra (pase dos veces, una por la tarde el día de mi llegada (el medio día que decía) y otra por la mañana al día siguiente. al lado de esta plaza se encuentra una preciosa catedral blanca y con estatuas gigantes y un poquito más ala derecha una iglesia ortodoxa con sus cúpulas rusas características. 

De la plaza se sigue la línea del puerto, languerline, que nos lleva hasta la sirenita. Pero antes de llegar a la sirenita se llega al kastillet, que es una ciudadela, pentagonal como todas. Antes de entrar dentro de la ciudadela hay una iglesia y una fuente a su lado que representa a la diosa tierra y sus hijos convertidos en bueyes que tiraron de una parte de Suecia en trato con su rey para conseguir una tierra. 

El lago que rodea el kastillet estaba medio helado y se veían a los cisnes y patos jugar por ahí. La ciudadela está todavía en uso pro los militares y hay unos carteles a la entrada que te decían por donde puedes ir y por donde hacer fotos. Las casitas del kastillet se conservan perfectamente y tienen el encanto de un pequeño pueblo antiguo, además, pro la parte de las cimas de arriba están los cañones y un molino que hacen del lugar, una zona con un encanto especial. Por la zona de arriba suele pasar gente corriendo.

Y ya al lado de ahí, en el mar, se encuentra la sirenita, la pobre es pequeña, con el agua a su alrededor con espuma y guarra y tras ellas las fabricas lanzando humo por sus chimeneas. Quita bastante encanto al lugar y aunque es una visita típica, hay cientos de lugares con más encanto en la ciudad. 

Siguiendo la visita ahora volvemos hacia atrás, no tenía planeado ver el cambio de guardia, que se realiza a eso de las doce del mediodía pero como es mi "habilidad" cuando viajo, estaba bajando hacia el Nivah cuando me tope con el cambio de guardia, la banda y los guardias de lleno, así que me lo vi. 

Al otro lado del Nivah se encuentra el barrio de Cristiana. Este es un barrio especial. Desde ahí se puede ver el edificio moderno del museo, llamado diamante negro porque es un edificio acristalado completamente negro, muy elegante y que no queda mal dentro de todos los edificios antiguos. Como decía Cristiana es un barrio con encanto, casitas de colores, de madera, muy arregladas y que dan encanto a cada esquina. En este barrio también se puede ver una iglesia con una torre en espiral, se puede subir y verla ciudad desde arriba pero la iglesia estaba cerrada por obras así que no pudo ser. 

De regreso fui de camino hacia el edificio de la Bolsa, que es precioso como podéis ver en las fotos. A su lado está el palacio de Christian y el teatro museo. Por los canales pasean los barcos turísticos casi vacíos, pero la vista de las plazas, con sus estatus, sus iglesias y sus edificios compensan el frio que se pueda pasar. 

Y estamos de nuevo en la strogade. Y poco más alejado se encuentra el jardín botánico y el castillo de Rosnborg. Junto al castillo hay un parque enorme, por el que se puede pasear y disfrutar hasta llegar al pequeño castillo de RosenborgAl lado se encuentra el museo de historia y el Jardín botánico, como una fortaleza acristalada. Lo malo de Dinamarca es que no hay carteles en ingles y uno puede estar haciendo algo que no debe y no enterarse. 

Lo bueno es que toda la gente con la que me tope habla inglés fluidamente, en el tren, como no entendía el billete (esta todo en danés) la mujer a la que pregunte al azar me explico todo en inglés y hasta me acompaño para enseñarme donde podía sentarme. 
No son muy abiertos pero si preguntas son muy amables, y tiene gran dominio del ingles (por suerte porque los carteles en danés y demás tickets no son mi fuerte).

Los trenes S-tog conectan el centro de la Copenhague con los alrededores y su servicio se combina con el de Metro compartiendo, en muchos casos, estaciones. Aunque estos trenes son operados por la compañía nacional danesa de trenes DSB, que es diferente de Metroselskabet que gestiona Metro, y las infraestructuras utilizadas son en su mayoría propias, los billetes son únicos y válidos para ambos servicios. 

El servicio de S-tog se compone de 7 líneas: A, B, Bx, C, E, F, H.

En términos generales, los servicios se efectúan entre las 5 de la mañana y la 1 de la madrugada con una frecuencia de trenes de 10 minutos durante el día y 20 minutos a primeras horas de la mañana y de la tarde/noche y en domingos. 

Web S-tog : http://www.dsb.dk/S-tog/


Presentación

Curriculum Viajero - Presentación