Ángeles y demonios: El Vaticano

Hay unos cuantos libros, pero no recuerdo muchos con descripciones de la ciudad de El Vaticano, asi que he tomado el de Ángeles y demonios de Dan Brown. Hace mucho tiempo que estuve, de mis primeros viajes, así que no tengo muchas fotografías.

"Los Museos Vaticanos albergaban más de se­senta mil piezas de incalculable valor, distribuidas en mil cuatrocien­tas siete salas: Miguel Ángel, Da Vinci, Bernini, Botticelli.
Por no hablar de los grandes tesoros arquitectóni­cos: la Capilla Sixtina, la basílica de San Pedro, la famosa escalera de caracol de Miguel Ángel que conducía a los Museos... Incontables testimonios del genio creativo del hombre."

Museo Vaticano

"La pla­za de San Pedro, una inmensa extensión de granito, constituía un ex­traordinario espacio abierto en la congestión de Roma, como un Cen­tral Park de estilo clásico. Delante de la basílica, bordeando el enorme terreno ovalado, doscientas ochenta y cuatro columnas se proyectaban hacia fuera en cuatro arcos concéntricos que iban dismi­nuyendo de tamaño, un trompe-l'oeil arquitectónico utilizado para in­tensificar la sensación de grandeza de la plaza."

Plaza de San Pedro

"El cardenal Mortati alzó la vista hacia el magnífico techo de la Capi­lla Sixtina y trató de encontrar un momento para reflexionar con tranquilidad"

Capilla Sixtina

"Entonces, la Guardia Suiza sellaría las puertas. 
Si bien exhibían también el uniforme dorado y azul, cada uno portaba la tradicional alabarda vaticana (una lanza de dos metros y medio con una guadaña afilada como una navaja), con la cual se ru­moreaba que habían decapitado a incontables musulmanes cuando defendían a los cruzados cristianos en el siglo XV."

Guardia suiza al fondo

(Todos las fotografías de mi viaje, aunque la de la Capilla sixtina no es mía sino de un compañero de viaje - lo siento, no recuerdo su nombre ahora mismo, lo buscaré y actualizaré la entrada-)

Lunas de Estambul: Estambul y Pamukale

En el libro "Lunas de Estambul" de Sophie Goldberga te encuentras entre México y Turquía, con la descripción de la familia judía dividida entre dos mundos. Pero además el libro también es un compendio de recetas judías caseras.

Leí el libro después de haber estado casi tres semanas por México y tras haber estado por Turquía, por lo que es fácil rememorar lugares con las descripciones que se hacen.

"Iba a dejar Turquía, la que alberga a Izmir o Esmirna, considerada por muchos la tierra natal de Homero, la perla del Egeo, la que vio clavar los maderos del caballo colosal. Iba a dejar la vieja Constantinopla que por miles de años fue el escenario de distintas soberanías. Iba a dejar Turquía, la tierra con olor a comino. Iba a dejar Turquía y su cielo sostenido por minaretes dorados. Ventura consideraba que Turquía era el museo al aire libre más grande del Viejo Mundo." 

Vista de Estambul desde el palacio de Suleiman

"Jamás dejaría de extrañar el Monte Ararat que sería reemplazado por el Iztaccíhuatl; o bien, Pamukkale, que significa castillo de algodón, el lugar en que la familia Esquenazi de vez en cuando iba a vacacionar; eso, si su economía mostraba alguna esplendidez. Este lugar era la antigua ciudad de Hierápolis que dejó como vestigio baños romanos, y su necrópolis de dimensiones extraordinarias. Pero Ventura no acudía ahí, ella iba a las fuentes termales que habían sido creadas por capas calcáreas tomando formas indefinibles, donde las piscinas a distintos niveles acentuaban un milagro visual de aguas que continuamente lavan sus terrazas erigidas por la acumulación de cal."

Necropolis de Hierapolis

Terrazas de aguas termales en Pamukale

Terrazas de sal en Pamukale

"Entre puestos y mercancías, Ventura y su madre cruzaron por las jorobas de las callejuelas del rumbo de Eminönü para llegar al Bazar de las Especias: el Bazar Egipcio. Diferentes pimientas en grano, frutos secos, esponjas de mar y panales de miel de un delicioso color ámbar custodiarían sus pasos. En su trayectoria observaban a hombres, jóvenes y viejos, sentados en cajas de madera jugando shesh besh, el pasatiempo oficial de los turcos, un juego de fichas parecido al backgammon, y bebiendo el refrescante raki. Los techos de teja roja albergaban la vid entrelazada que se tendía desde las ventanas para trepar a lo alto de los balcones proveyendo de sombra y fruta a sus inquilinos. De las terrazas tramadas con enredaderas colgaban las tradicionales alfombras: los kilims de lana y los shirvan eran desempolvados por las señoras"

Bazar de las Especias

Interior del bazar de las especias

calles adyacentes al bazar

"El empedrado de las calles había sido estriado por los senderos metálicos del tranvía de la línea T1 Zeytinburnu-Kabataş, el tranvía nostálgico, como muchos le llamaban, ya que pasaba por la Mezquita Azul, la Basílica de Santa Sofía, el Gran Bazar y, por último, el Bazar de las Especias o Bazar Egipcio. Los inicios de este último se remontan a 1663 y su nombre remite al momento en que Estambul marcaba el final de la ruta de la seda y era el centro de distribución de toda Europa. A unos pasos del puente Gálata, Ventura y su madre se sentaron en una banca para descansar de su caminata; desde ahí observaron a la gente que bajaba del tranvía y escogía por cuál de las seis diferentes entradas introducirse a ese mundo en el que se respiraba una mezcla de comino, orégano y clavo."

El Gran Bazar

Puente y al fondo la torre

Cerca del puente Gálata

"El mar de Mármara, el mar Mediterráneo y el mar Negro confluyen en las tierras de Estambul, como si asistieran a una ceremonia, como si se tratara de uno de los ejes del mundo. En premeditado embudo, forman un solo cauce que se dirige al estrecho del Bósforo, separando la parte europea de la asiática de la ciudad de Estambul y acercándose como si quisieran tocarse los labios. Justo en el punto en donde entra el mar de Mármara en dicho estrecho, se forma una península en cuya punta descansa la vieja Estambul. El Cuerno de Oro, santuario en forma de punzón y puerto natural, desemboca en el mar de Mármara y divide la parte europea de la ciudad, como si fuera una amante indecisa, entre la ciudad vieja y la zona de Gálata. Según la leyenda, el nombre de Cuerno de Oro se debe a la cantidad de objetos de valor que los bizantinos sumergieron en sus aguas y a las tierras fértiles que rodean la belleza de su forma." 

El Bósforo

El Bósforo

"Y de pronto, en su alucinación, se vislumbró en Estambul, en Santa Sofía, cuando tenía doce años. El sol del Mediterráneo se derramaba sobre los pequeños mosaicos que cubrían paredes y cúpulas, columnas y arcos. Aquel esplendor le creaba una sensación de irrealidad, como si fuera un espacio encantado." 

Interior de Santa Sofia

"Beti nos llevó a la ciudad vieja para ver la mezquita de Süleymaniye y la imponente basílica de Santa Sofía. Una frente a la otra, igual de majestuosas, igual de solemnes; una parece reflejarse en la otra como en un espejo. Cúpulas y minaretes."

Santa Sofia

La mezquita azul

"Aquella tarde, visitamos el palacio estival de Dolmabahçe, a orillas del Bósforo. Todo ahí me hacía revivir las historias de poderosos sultanes y bellas princesas. Me llamó la atención su estilo europeo, un tanto Louvre, un tanto Buckingham, sin dejar el carácter tradicional otomano. Comprobé lo que mi abuela decía sobre los techos del interior del palacio, que estaban decorados con catorce toneladas de oro. No podía creerlo. Se revelaba el esplendor del Imperio otomano. La luz natural se colaba por los dos mil setecientos ventanales. Impresionante el candil de cristal de Bohemia de setecientas cincuenta luces que la reina Victoria de Inglaterra le regaló al sultán Abdülmecit I. Estar ahí era como estar en uno de los relatos de Las mil y una noches. Después de deambular entre fuentes, esculturas y tulipanes negros, llegamos al harén, la residencia de las concubinas del sultán. Mi tía Beti describió la importancia de la jerarquía en el harén."

Interior Palacio Dolmabahe

Interior Palacio Dolmabahe

Interior Palacio Dolmabahe

Esta vez he combinado dos destinos, porque en realidad Pamukale solo lo nombra de pasada, y he combinado también dos viajes, dado que estuve dos veces en Estambúl, en la primera ocasión dejaban hacer fotografías dentro de palacio, ahora ya no dejan.

(Todas las fotografías son de mis viajes)

El enigma del convento: Arequipa

Nuestro viaje a Perú fueron casi tres semanas, y es un viaje del que guardamos un buen recuerdo pro la cantidad de parajes distintos entre sí que tiene este país.

Lo habitual es encontrarse con libros que hable sobre MachuPichu, este, en cambio se centra en Arequipa, donde la guía no hacia más que pedirnos que no corriéramos, que fuéramos despacio, supongo que la altura afecta a algunas persona (no fue mi caso), e íbamos deprisa porque no queríamos perdernos ni un rincón de la ciudad blanca.

El libro se llama "El enigma del convento" de Jorge Eduardo Benavides.

"Por fin divisaron la verde campiña arequipeña y el pequeño caserío de Congata, donde cambiarían de cabalgadura y descansarían un poco antes de proseguir dos escasas leguas más hasta la ciudad cuya blancura se divisaba ya desde donde estaban, semejante a un espejismo inmaculado"

Calles de Arequipa


"Allá a lo lejos se divisaban los tres volcanes de los que les habían hablado todos durante el viaje, pero en realidad no se los pudo imaginar tan grandes. Era un espectáculo asombroso saberse en medio de aquel desierto ardiente y contemplar las cumbres nevadas de aquellos tres gigantes cuyos picos eran coronados por nubes densísimas como un pacífico rebaño de ovejas."


Volcanes vista desde Arequipa

Los tres volcanes, vista desde Arequipa

".Y entre los muchos que había en Arequipa, el de Santa Catalina era el más amplio y mejor protegido por sus robustas paredes de sillar. Además, desde la torre de su iglesia se divisaba una extensión muy amplia de los alrededores y sus cuatro campanas tocaban a rebato si era necesario avisar de algún peligro inminente o de algún acontecimiento excepcional, como sucedió esa mañana, que tañeron incansables."



",que habían ocupado por familias algunas celdas vacías, otras ofrecidas por monjas e incluso legas, después las habitaciones de las novicias, y ya por último se hacinaban en los rincones de las frías plazuelas."
Convento de Santa Catalina en Arequipa

(Todas las fotografías son de mi viaje)

El secreto egipcio de Napoleón: Israel

Siguiendo con el libro "El secreto egipcio de Napoleón" de Javier Sierra, nos vamos al actual Israel.

"Tal fue la obsesión del general por controlar aquella región del planeta que incluso se adentró en Tierra Santa con la intención de sojuzgarla. Era como si Bonaparte pretendiera emular las hazañas de los primeros cruzados. "

Placa monumento a la brigada de Napoleón que estuvo en Haifa

"De hecho, al modo de un templario del siglo XIII, atravesó Palestina de sur a norte, hasta que el 14 de abril de 1799, contra la voluntad de todos los generales que le acom­pañaban, quiso pernoctar en un pequeño villorrio cercano al lago Tiberiades llamado Nazaret."

Restos antiguos de Nazaret

"Su campaña militar en los Santos Lugares y Siria fue otro fracaso. Sabía que su carrera amenazaba con desplomarse si persistían las derrotas y los errores estratégicos. Quizá por ello Napoleón asedió Jaffa, la conquistó a sangre y fuego y acabó con las vidas de soldados, mujeres, ancianos y niños sin ningún miramiento. "

ciudad antigua de Jaffa

"Pero San Juan de Acre -el último reducto de los turcos rebeldes- se le resistió, truncando sus planes de llegar hasta las puertas mismas de Constantinopla, y echando por la borda su secreto deseo de emular las conquistas de Alejandro Magno."

San Juan de Acre, cañones

Solo un pequeño relato a algunos de los lugares interesantes que visitar en Israel y con siglos de historia todavía viva por ver.

(Todas las fotografías son de mi viaje)

Lunas de Estambul: Veracruz & Ciudad de Mexico

En el libro "Lunas de Estambul" de Sophie Goldberga te encuentras entre México y Turquía, con la descripción de la vida una familia que se movió entre ambos países. Pero además el libro también es un compendio de recetas de cocina.


Leí el libro después de haber estado casi tres semanas por México y tras haber estado por Turquía, por lo que es fácil rememorar lugares con las descripciones que se hacen. 


"Las lluvias tropicales de fines de junio rociaban el ambiente cálido del puerto de Veracruz. Parecía que ese anhelado arribo estaba siendo bautizado por el propio cielo. La humedad lo llevaba a aflojarse el corbatín que hacía malabares colgando del cuello de su camisa. Cruzó la calle para cubrirse de la leve llovizna bajo el dosel de una construcción de cantera cuyo portón de pino estaba entreabierto." 



Monumento al inmigrante en Veracruz 


"Se dirigió hacia la estación del tren cargando su valija; las auras de sombra oscura rodeaban sus ojos fatigados. Mientras llegaba el momento de abordar el ferrocarril El Mexicano para habitarlo durante las doce horas que le tomaría llegar a la Ciudad de México," 

Estación de tren de Veracruz


"La ciudad de Veracruz se iba dibujando en el horizonte con más claridad. La mayoría de los pasajeros salieron a cubierta. Muchos de ellos sufrieron los estragos del mareo. Una bandera en verde, blanco y rojo parecía estar saludando a los que pronto se integrarían al mosaico de culturas que habita esta extensa nación." 

Puerto de Veracruz


"El ambiente olía a café, a mango y a piña. El impetuoso bullicio del puerto hacía que Ventura no se sintiera tan lejos de su tierra, específicamente recordaba el ruido del mercado egipcio. Al igual que en Estambul, las calles estaban colmadas de vendedores que trataban de llamar la atención con gritos y consignas. Por los corredores adoquinados del malecón desfilaban burgueses y catrines ataviados con pañuelo y reloj de bolsillo, elegantes damas que portaban guantes cortos y sombrero. Los mismos márgenes invitaban a mendigos, indígenas y marchantes de todo tipo. La música vagabunda se mezclaba con el tañido de las campanas de la iglesia." 

calle cerca del puerto de Veracruz


"Veía con nuevos ojos las maravillosas construcciones coloniales frente a las que había pasado innumerables veces, en calles como Madero, Cinco de Mayo y tantas otras que desembocan en el Zócalo, hasta que algún transeúnte con prisa lo empujaba en su andar" 


Calle en Ciudad de México (México D.F.)


"Las construcciones coloniales con sus arcadas sitiando los patios y la suntuosidad de los edificios, como el Palacio Postal, le llamaban mucho la atención, ya que contrastaban con el paisaje que ella conocía en estilo bizantino de cúpulas y alminares." 


Edificio en Ciudad de México 


Lo que más me sorprendió es leer sobre Veracruz, dado que hasta que lo visitamos desconocíamos que había sido un famoso puerto de inmigración. También es cierto que de todas las personas que habían estado en México no conocíamos a ninguna que hubiera ido a Veracruz. 


(Todas las fotografías son de mi viaje)

Presentación

Curriculum Viajero - Presentación