El Pailebot Santa Eulalia en 1918, Barcelona - España

Pailebot Santa Eulalia 1918

Con motivo del centenario de la construcción del pailebot Santa Eulalia el museo marítimo de Barcelona realizaba unas ornadas de puertas abiertas que aprovechamos para ir celebrar vestidos como en la época 1918. Quedamos todos en el Museo Marítimo, por si alguno se quería vestir ahí en vez de ir vestido en coche o en metro, como yo (los niños me llamaban Mary Poppins). Debido a que el Museo Marítimo está junto a la estatua de Colón ( y a que soy mega puntual y estuve como media hora antes) pude ver desfilar a la caballería (cosas de las fiestas de la Mercé). Nos acercamos al puerto marítimo para subir al velero y estar con la gente que subía a ver al velero y que también se interesaba por nosotros porque el día era caluroso y con todas las capas de ropas y sombreros que llevábamos se presenciaba algún desmayo. Pero en esta época no creáis que solo las señoras iban cubiertas con sus faldas largas, sus blusas hasta el cuello y sus sombreros (la duda más generada era si llevábamos corsé debajo de la ropa, y si, era la respuesta), el caso es que los caballeros con su camisa, chaleco y chaqueta también debían pasar calor. El velero es pequeñito, no se puede ver el interior pero si pasear por su borda, y coger el timón o apoyarse en los barriles para aferrarse a las cuerdas y ver la vista del puerto, con sus barcos entrando y saliendo. Además de estar en el velero también estuvimos fuera paseando por el paseo marítimo y haciéndonos fotos con todos los turistas que nos lo pedían (muchos chinos) durante la batalla de embarcaciones. Un grupo de franceses recreaban algo parecido a los torneos medievales en los que van a caballo con las lanzas y quien cae tras el encontronazo pierde. En este caso los marineros iban en las barcas con una persona a proba con una laza y un escudo para encontrarse con otra embarcación igual y quien caía al agua perdía. Aunque con el calor que hizo este día casi todos querrían tirarse al agua. Un espectáculo interesante, si vuelve a hacerlo recomiendo que os acerquéis, yo vi a mucho turista más que foráneo, no sé si porque había otras actividades de las fiestas más interesantes o porque Barcelona en sí es un enjambre de turistas (no sé, no tenía la guía de actividades) aunque en 1918 la infanta fue a ver las fiestas de la Merce de Barcelona.

Visita: Septiembre 2018

Mis imágenes: Álbum de Recreaciones España

Información para viajar: Museo Marítimo Barcelona

Paseo de la playa y coches por Canet de Mar - España

Paseo por la playa y coches 

El domingo seguían las actividades modernistas en Canet de Mar, había varias rutas guiadas para hacer, aunque todas en catalán. Al final yo no hice ninguna ruta, ni siquiera hice turismo porque no tuve ni un segundo libre de recreación, tuvimos noche cena, baile, paseo por el cementerio, baños en la playa, danzas modernistas, y hoy me encontraba también con miembros de las asociación retrofuturista Nautilus para dar un paseo por la playa en plan Sorolla, desayunar, y ver los coches de época que iban a exponerse en una antigua casa. El estilo de la villa no sabría decir si era todo modernista porque tenía un par de carteles en la fachada, lástima que la política oculte todo lo demás. Pero volviendo al tema, el caso que en el día de hoy hasta la hora de la comida estuve acompañada, me vestí de época yo sola (lo de ponerse esta ropa sola es difícil pero empiezo a cogerle práctica) y salí para encontrarme con dos personas maravillosas para desayunar tranquilamente y tomar un café (y yo una coca-cola que en esa época ya existía). Vimos el desfile de automóviles de época que desde una de las villas bajaban para recorrer el pueblo, aquí tuve que tener mucho cuidado porque había muchísima gente y los vestidos con cola son un peligro. Tras verlos pasar nos dirigimos a la playa para un pequeño paseo, sentarnos en la arena y disfrutar del entorno como los pintores de la época, como Sorolla con sus cuadros. Y mirando la hora decidimos intentar subir hasta la villa para ver de cerca los automóviles de época, pese al calor y la cuesta hacia arriba, que es lo que tiene Canet de Mar al ser un pueblo de montaña hasta la playa. Aún así llegamos con tiempo para ver los automóviles (no se podían tocar) y luego bajar otra vez hasta la playa donde está la estación de tren, donde cogí el cercanías para llegar a Barcelona para a su vez coger el tren para Zaragoza. Cuando nos fuimos de la villa había congregado un grupo que había cogido una de las visitas teatralizadas que había. Lo cierto es que hay un montón de actividades para realizar y muchos lugares interesantes que visitar. La próxima vez me toca ver el castillo y la casa museo de Lluis domenech por dentro, sobre todo el castillo ahora que sé que es donde se grabó "leyenda de un mar azul" (el único sitio rodado en España que no había identificado cuando me vi esa serie coreana). Y es que hay mucho por hacer y por ver durante la feria modernista, y además la mañana se me paso volando debido a la buena compañía. Lo dicho, tengo que regresar con más tiempo y menos actividades en la agenda.

Visita: Septiembre 2018

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Danza Modernista en Canet de Mar - España

Danza modernista 

Tras el picnic y el baño de olas nos fuimos a cambiar de nuevo la ropa, quitarnos los bañadores y volver a vestirnos con la ropa de paseo para ahora pasear por la feria y ver las diversas actividades que tenía organizada la feria. Tuvimos tiempo de ver, antes que cerraran, la exposición de fotografías y trajes de la bailarina Carmen Tórtola Valencia, que en 1911 actuó por primera vez en España en el Teatro Romea de Madrid. En 1908 inició su carrera como bailarina en Londres con el nombre de la Bella Tórtola, entre 1908 y 1930 actuó en diversos escenarios de Europa y América. Sus actuaciones en España eran aclamadas por la mayoría de los intelectuales y artistas entusiasmados por la originalidad de sus propuestas de danza. Junto a la sala de exposiciones había una bailarina que recreaba una de sus danzas así que nos quedamos sentados a disfrutar de la actuación. Y tras ver esta danza llena de incienso y toques árabes nos marchamos hacia el lugar donde iban a recrear la danza Serpentina de Loïe Fuller. Loïe Fuller sonará a algunos por la película “La bailarina” y a los que no, pues esta mujer nació en Illinois 1862 pero murió en Paris tras mostrar su espectáculo de danza por el mundo. Se la considera precursora de la danza moderna americana y utilizó la luz y el color creando experiencias visuales una vez que ésta se proyectaba sobre su cuerpo en movimiento. En la representación hablaron algo pero la verdad es que no se podía escuchar nada de lo que decían, pero la danza nos gustó mucho y eso que como la vimos atardeciendo no se hizo con las combinaciones de luces y colores con la que fue diseñada, pero es realmente una danza muy interesante. Tras ver la danza me despedí de mis amigos de la asociación Retrofuturista Nautilus dado que cada uno se marcha a un sitio distinto y yo me quedaba en Canet otro día más. Aproveché para ir al hotel, muy céntrico, cambiarme de ropa y volver al mercado de la feria para cenar y comprarme un algodón de azúcar, que los que me leen desde siempre saben que soy muy rara comiendo fuera pero que el algodón de azúcar si lo hay, es algo que siempre pruebo. Este fue el más dulce que he probado nunca, casi me empalaga (y eso es muy difícil en mí) pero también fue el más caro.

Visita: Septiembre 2018

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Baños de Ola en Canet de Mar - España

Baños de Ola

Después de visitar el cementerio bajamos al centro para cambiarnos la ropa y nos ponernos los bañadores, coger las cestas de comida y los manteles, junto con las tiendas y demás enseres, y dirigirnos a la casa museo de Lluis Domenech. Desde aquí una banda de música nos acompañaría hasta la playa. Y así, con música animada, fuimos paseando desde el centro de Canet hasta la playa, tal vez fue la música o lo diferente de nuestras ropas, pero la gente nos acompañó en nuestro camino a la playa, donde nos despedimos de los músicos y buscamos un sitio donde extender nuestros manteles para hacer un picnic y comer. Los niños querían bañarse pero al acercarnos al mar probamos que el agua estaba muy fría y que era mejor esperar a bañarse después de comer. Así que tanto los bañistas como las parejas que iban vestidos de ropa de calle, nos dispusimos a sentarnos y abrir nuestras cestas con comida y bebida. Brindamos por Vany y Nil que no estaban presentes pero sí en los pensamientos de todos, y empezamos a comer, y es que ya era la hora de la comida y apetecía llenar el estómago. Aunque el bañador de la época modernista no deja mucha piel al descubierto, la poca que dejaba me cogió color, pues aunque nublado el sol pegaba con fuerza. Al principio iba a ir con ropa de paseo dado que no tenía un bañador ahí pero Manena Atelier me dejó uno y me alegró mucho porque si bien los que, como en la época, fueron vestidos a la playa disfrutaron del picnic, lo más divertido es poder jugar y meterse en el agua, y eso vestido con la ropa de la época ya es imposible. Las telas de estos bañadores pesan bastante mojadas, y además mis medías tenían agujeros, muy monas pero toda la arena de piedras de la playa se me metía dentro y acababa pesando más y más, y como con niños saltamos mucho en el agua, al final con tanto peso de la ropa y las medías costaba moverse tanto que era peligroso adentrarse mucho en el mar o corrías el riesgo de, si no llevabas una par de calabazas de flotador, acabar hundiéndote. Como salpicarnos los unos a los otros dentro del mar no fue suficiente también jugamos a tirar de la cuerda; mujeres a un lado y hombres a otro, pero los malvados de ellos soltaron la cuerda cuando más tirábamos nosotras, así que acabamos todas en la arena. Nos reímos mucho entre chapuzones, aguadillas y tirones de cuerda. Los pequeños intentaron saltar a la cuerda pero con esos bañadores mojados se hacía pesado y complicado, y más porque con la risa aún te cansas más. Se montó una tienda como en la época para que las señoras algo enfermas se pudieran refugiar, que los baños de ola son buenos en cierta medida. Y al estar tan cansados no llegamos ni a jugar a las raquetas, si es que el agua cansa y más si la ropa te pesa como kilos y las medias se llenan de arena. También cumplimos con el reto de formar un arco con todos los bañistas del grupo, los que más esfuerzo pusieron los de los extremos., estaba claro que la actividad consistía en agotarse. Al recoger para irnos nos encontramos con el inspector que reviso la altura del bañador en las piernas mientras otros lucían músculos junto con sus calabazas para flotar en el agua. Una experiencia muy recomendable y tengo ganas de volver a repetir esta recreación.

Visita: Septiembre 2018

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Cementerio modernista de Canet de Mar - España

Cementerio Modernista

Dentro del programa de actividades de la Feria Modernista estaba la visita libre a los panteones modernistas del cementerio municipal, y decidimos hacer nuestro paseo por el cementerio por la mañana. Así que después de una cena muy tardía, un espectáculo de danza, una visita a la casa Roura, y un paseo por el centro modernista de Canet de Mar hubo que madrugar y a las diez y media estábamos reunidos para ir al cementerio. Lo más llamativo de la mañana eramos nosotros, vestidos con nuestros trajes modernistas de día, los más formales de negro para la visita al cementerio, caminando por las calles de Canet de Mar en dirección al cementerio. Lo bonito de Canet es que tiene playa pero está en una montaña, el problema es que el cementerio está en la parte alta de la ciudad así que tocó subir una empinada cuesta, bajo el sol de la mañana, arrastrando las colas de los vestidos de 1900, limpiando las hojas del lugar, hasta que llegamos al cementerio. el lugar no es muy grande pero destaca por si solos los panteones al ser muy grandes, detallados y muy bien conservados. Aquí pasamos casi toda la mañana, un par de horas donde paseamos, y lloramos, y consolamos, y cotilleamos sobre las amantes, las herencias y el difunto. Un cementerio da mucho de sí. Entre los panteones que pudimos ver estaban el panteón Busquets (1906 - 1909), el panteón Font Montaner y el panteón Domènech i Montaner (1910). Los ángeles, los búhos, y todos los detalles tan de la época estaban muy bien conservados y las letras también estaban muy limpias y claras. Se nota que cuidan mucho el lugar, aunque solo sea para la visita libre de la Feria Modernista. Luego regresamos al centro de Canet para cambiarnos de ropa y prepararnos para ir a la playa, cuesta abajo se iba mejor, aunque las colas de los vestidos seguían arrastrando hojas, y las sombrillas fueron muy aprovechadas para evitar el sol. 

Visita: Septiembre 2018

Mis imágenes en el album: España - Recreaciones XIX

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Presentación

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