Paseo con sombrero 1950 , Barcelona - España

Paseo con sombrero Barcelona

Hace muchos años que me compré un sombrerito de los años 1950 pero nunca tuve la oportunidad de estrenarlo, así que decidí ir al paseo con sombrero de Barcelona y usarlo como excusa para otro viaje. Con esa misma excusa también estrené unos guantes de cuero tipo años 50s que me regalaron, y hasta me vi un tutorial de youtube para peinarme como en la época. Para aprovechar el tiempo Sali de Zaragoza en tren a Barcelona el mismo domingo y me acerque andando hasta la Rambla Cataluña donde da comienzo el paseo. El lugar tiene una escultura de una jirafa en pose coqueta (y se llama la jirafa coqueta) y que estaba adornada con un sombrerito. Como llegaba pronto pensaba que podría ver la estatua, pero al llegar al lugar, pese a ser una hora antes de la salida ya había un montón de gente con sombreros rodeando la figura de la jirafa. Entre la gente había personas con sombreros clásicos, modernos, sombreros acompañados de su correspondiente traje, y sombreros artísticos que eran más esculturas modernas que sombreros. Este era el 20ª paseo con sombrero de Barcelona, así que ya lleva todos esos años realizándose, y por lo visto cada vez va a más. Cerca de la jirafa se encontraba un photocall, pero era complicadísimo conseguir hacer una foto en el mismo por la cantidad de gente que había congregada. El grupo quedó junto a la puerta de la diputación de Barcelona que es un estilo más clásico que se adopta a nuestros atuendos combinados con los sombreros. Pasada la hora a la que debía comenzar conseguimos empezar a bajar la rambla. Había tantísima gente que era normal perderse y disgregarse. Quede muy sorprendida por la cantidad de gente que asiste y como hay de todo, desde elegancia clásica como extravagancia alocada. Después de bajar paseando por la Rambla Cataluña fuimos a comer para luego en la tarde volver a casa en tren. Una visita fugaz pero muy bien aprovechada.

Visita: Abril 2024  

Mis imágenes: Cuaderno fotografico 

Información para viajar: Paseo con sombrero 

Museo del Ferrocarril de Mora la Nova 1890 - España

Museo Ferrocarril Mora la Nova

Con mi maleta (de época) me dispuse a esperar al tren, que llegaba con una hora de retraso. Su salida de Zaragoza hasta Mora la Nova llevaba los vagones llenos de estudiantes hasta la frontera con Cataluña, entiendo que estudiantes que volvían al pueblo después de estudiar entre semana en la ciudad. Aun así, conseguí un asiento en ventanilla para disfrutar del paisaje y de las pequeñas estaciones inauguradas entre 1890 y 1895. Como daban lluvias cogí mi paraguas y esperé en la estación de Mora la Nova a que fuera llegando el resto para ir hasta la nave de donde saldrían todos los trenes. En la nave había varios trenes de la época para disfrutar. Por un lado, algunos trenes de vapor enormes que no se movían, otros que se iban y volvían y a los que se podía subir para ver por dentro la maquina de locomotora de carbón. Después de subir con ayuda de los mecánicos, dado que con la ropa de la época 1890 era algo complicado subir ahí arriba disfrutamos viendo todos los detalles. Al lado de esta había otras dos locomotoras a vapor que lanzaban vapor de vez en cuando antes de ponerse en marcho, era como viajar a una estación Britania antigua llena de humo y silbidos de las locomotoras. Luego había dos trenes más. Uno con un vagón de madera abierto para transportar viajeros de un lado a otro de la estación del museo. Un viaje fabuloso, aunque a esa velocidad hay que agarrarse bien hombres y mujeres los sombreros o estos salen volando y será difícil recuperarlos. Y el siguiente y último tren de vagones cerrados era también para los viajeros, para desplazarse de un lado a otro. Donde compartir la vivencia de un viaje como en la época, compartiendo vagón con personajes de todo tipo y categoría, porque hasta los mecánicos y limpiabotas se colaban para ganarse un real. Al llegar a la estación visitamos la estación central para comprar billetes y reclamar al jefe de estación por los retrasos. Llego sin darnos cuenta la noche donde nos alumbramos con candiles antes de ir a dormir y a la mañana siguiente paseamos junto a las vías mientras disfrutamos de una exhibición de los bomberos de la época. el mejor momento los niños, que estaban señalando siempre que era Mary Poppins. Tras comer regresé a la estación para esperar al tren de vuelta Mora La Nova – Zaragoza.

Visita: Marzo 2024

Mis imágenes: diario fotografico

Información para viajar: Museo del Ferrocaril de Mora la Nova

Los Sitios de Zaragoza 1808 - España

Los Sitios de Zaragoza 


Nuevamente viajábamos a los sitios de 1808 de Zaragoza. Esta vez venían amigos de visita, así que tuvimos un viaje en el tiempo muy completo. Primero comenzamos acercándonos al campamento junto a la calesa, de ahí nos acercamos a la zona francesa donde estaba la ambulancia de la guardia imperial, pero rápidamente entramos en el campamento español donde por supuesto, encontramos un batiburrillo, tropas diferentes, por la variedad de uniformes, pero todos con la escarapela roja, vimos pasar al padre Bogiero y a Palafox mientras nos acercábamos a la tienda principal para ver los planos de batalla entre otros menesteres. Y cuando se pusieron a hablar con unos y con otros pude disfrutar de ver a un pintor retratando a una dama. A lo que quisimos enterarnos ya teníamos que partir de camino a la plaza de los sitios para poder reclamar al general Palafox, que finalmente se asomó al balcón del Arzobispado para lanzar el discurso que el pueblo esperaba que alimentaba los ánimos para luchar contra los franceses, Viva Zaragoza, Viva la virgen del Pilar, viva Fernando VII. Tras el discurso nos marchamos a comer y luego, pese al estomago lleno marcamos andando hasta el Palacio de La Aljaferia. El palacio durante Los Sitios fue de pólvora y cárcel, pero nosotros vamos a hacer la visita completa del lugar (que haciendo un inciso, llegamos media hora antes y la fila llegaba hasta pasado el acceso a los jardines, y si no habías reservado no había entradas disponibles). Aunque el lugar lo he visitado muchas veces (cada vez que hay visitas de fuera) siempre hay alguna sala abierta al turismo (esta vez el salón de las Cortes), y además nunca he ido de época (consulté a monumentos antes para no tener ningún problema de acceso). Como siempre pasear por la Aljaferia es una maravilla, el primer patio es austero y no te prepara para lo que viene que es el acceso al patio y jardín de estilo árabe, con la alberca cubierta para poder pasear y ver los arcos y artesanados decorativos del techo, así como el oratorio (el lugar mejor conservado ya que todavía quedan resquicios de los brillantes colores que lo adornaban). Luego tenemos el acceso a la zona más medieval, con sus artesanados techos de madera pintados, de cuando se conquistó el lugar. Luego llegas a la torre del trovador (todavía solo se pude acceder a una planta) y a los salones que ya son parte de la época de los reyes católicos. Y luego las impresionantes escaleras, que en la época de los reyes católicos se subía pero que luego ya nosotros bajamos y seguimos hasta la parte moderna de las cortes de Aragón. Tras esta visita lo siguientes era descansar pero el afán de aprovechar el momento nos llevo, de nuevo andando, hasta el campamento, y ahí luego subimos hasta el coso para animar a la tropa española durante la batalla contra los franceses. Tras la batalla regresamos a dormir ya que al día siguiente de nuevo pro la mañana nos acercamos al campamento, para ver como preparaban las viandas y luego marchamos hacia la Aljaferia para ver la batalla de nuevo, de aquí resaltar el discurso de Palafox desde las almenas de la Aljaferia.

Visita: Marzo 2024

Mis imágenes: diario fotográfico

Información para viajar: Pendiente 

Palacio de Santoña, Baile de la Victoria 1812 - España

Palacio de Santoña, Baile de la Victoria 1812

Llegamos muy pronto al palacio de Santoña pero si queríamos ver el carrillón goyesco teníamos que salir antes del hotel. No fuimos las únicas que llegaron antes y la puerta de acceso se llenó de hombres y mujeres vestidos de la época napoleónica (o de la serie Bridgerton para los que no saben de historia y solo les va la moda). El palacio normalmente es la cara de comercio, pero esa tarde noche del viernes 3 de mayo se realiza la recreación del baile de la victoria, un baile que se realizó en Madrid para celebrar la victoria sobre las tropas napoleónicas en el mes de agosto de 1812. Mientras se iba juntando gente ataviada de la época frente a la puerta del palacio una pareja se acerco a preguntar si habíamos coincidido en otras ocasiones, la verdad es que no los recuerdo, lo que no quiere decir que no, pero si no recuerdo haber hablado con ellos no voy a decir que si, o quizás, luego fue llegando más gente conocida, durante la noche se acercaron varios a saludarme, había gente que desde el 2014 no me encontraba con ellos, la verdad es que me gusto mucho poder ver a gente conocida. Aunque como no soy muy habladora si no hay mucha confianza apenas fueron saludos y ya, pero fue un detalle agradable de la noche poder saludar a gente conocida que hacia un tiempo que no veía. Por fin abrieron las puertas y como nosotras estábamos delante fuimos las primeras en entrar (además de los que ya estaban dentro), y pro tanto fuimos las primeras en evidenciar un poquito de desorganización para el acceso. No sé cómo estarían ordenados los asistentes en la lista (igual por fecha de pago) pero para encontrarme tuvieron que pedir ayuda porque habían repasado ya tres hojas. Finalmente me localizaron y pase al patio del palacio donde estaba mi tía junto al retraso de Fernando VII, el triunfador de la noche ya que celebrábamos la victoria sobre los franceses para colocar en el trono a Fernando VII. Frente al retrato teníamos las escaleras de acceso a la segunda planta del palacio, decoradas las paredes con dibujos y lámparas brillantes, una majestuosa escalera que se abría en dos para subir. Una vez arriba el acceso a algunas pequeñas salas cerradas por cortinajes pesados, sillas donde ya descansaban algunos invitados y grandes lámparas. Estas salas daban acceso a otra sala por un lado o aun pasillo por otro lado. La sala a la que daba acceso más iluminada por las lámparas y los espejos en las paredes tenían las mesas de juego, para entretenerse jugando a las cartas o sentarse a cotillear un rato. Durante la noche estuvimos ahí un tiempo, igual que nos movimos por el pasillo tanto como por la sala de baile. Y es que esta sala daba acceso al salón de baile, con música en directo y el atril para las instrucciones para los que no sabían (cierto que había habido una clase de baile por la mañana, pero no fue tanta gente, alguna persona me dijo “no fui porque yo ya he ido a las clases habituales eso lo dejo para los que no sabéis”), bueno, yo he ido a varios bailes, pero mi memoria necesitaba recordar, tampoco lo veo algo malo pese al tono con el que algunos contestaban al “no te había visto antes”. También hubo otra gente que ni me saludo, eso sí, luego te escriben y esperas que contestes, así que tanto hubo alegría por saludar aunque fuera de paso a caras conocidas como gestión de personas que no vale la pena volver a tratar. Nos acercamos al salón del baile donde como inicio nos ofrecieron una demostración de baile por parte de los cadetes polacos. Tras la demostración de baile comenzó el baile para los asistentes, como la sala de baile no cabían más de 80 personas a veces estábamos muy apretados, pero a veces casi no había gente ya que muchos iban al baile a lo mismo que en la época, aparte de a bailar también a charlar, cotillear, presumir… tras conseguir convencer a mi tía de bailar luego pasamos al pasillo que conecta los salones y que dan al patio de entrada. El pasillo da a otro salón decorado como los otros llenos de cuadros pintados en las paredes y techos, y donde se serviría la cena. Por ahí había gente charlando, fue una pena no poder charlar más con dos amigas a las que hacía mucho tiempo que no veía, pero una dirigía los bailes y al otra estaba muy solicitada. A la mitad del baile dieron paso a la cena, pero antes nos deleitaron con una presentación del baile Salamanca Castanets, me encanta ese baile y lo hicieron muy bien. Después pudimos disfrutar de la comida que fue saliendo continuamente y de una bebida para refrescarse en una tarde calurosa antes de volver a la siguiente tanta de bailes, bajo las luces de las lámparas de araña y a ritmo de la música en directo hemos vuelto a bailar, pero también hemos tenido un discurso de la organización y los vítores propios de una celebración de victoria sobre los franceses. Y finalmente pasamos lo últimos momentos sentada charlando porque ya apetecía descansar. Mientras estaba descansando una conocida me comentó que todo maravilloso pero que le parecía que el acceso regular porque solo le habían preguntado el nombre y le habían dejado pasar si mirar nada. Por supuesto yo en directo soy muy discreta pero internamente pensé, normal, si conmigo se pegaron media hora para encontrarme porque no lo tenían ordenado de forma alfabética al final si querían que las más de 200 personas asistentes al baile entraran debían aligerar, y confiaban en que nadie aparecería a colarse sin haber pagado. Sin contar con que había que ir ataviado de época. Tras finalizar el baile salimos del palacio camino al alojamiento muy cerca de ahí, pero hacia una noche calurosa. Al final fue una noche agradable, tanto el lugar, como la compañía, la comida y la música.

Visita: Mayo 2024


Informacion para viajar: Baile de epoca

Madrid - España

Madrid

Aprovechando la recreación civil y militar de mayo en Madrid decidimos hacer turismo por la ciudad, que aunque ya hemos estado varias veces sigue habiendo sitios sin ver, sobre todo museos. El primer día llegamos pronto para poder ir hasta Barajas a la clase de baile. Nuestro alojamiento estaba en el barrio de las letras así que salimos andando de la estación de tren de Atocha y fuimos camino al hotel para dejar las maletas. De camino pudimos disfrutar de los edificios como el Ministerio de agricultura, el Caixa Forum, la fuente de Neptuno, la plaza donde hay una escultura de Cervantes, y el teatro español. Tras dejar las maletas fuimos buscando algún lugar abierto con desayunos para poder desayunar antes de ponernos en marcha y encontramos un sitio donde tomar chocolate con churros. Una vez bien desayunas marchamos hacia la parada de metro para poder llegar hasta Barajas. De camino a la parada del metro pasamos por la galería canalejas, el four seasons, etc y entrando en la parada Sevilla del metro de Madrid pudimos ver un antiguo cartel publicitario de mural de los años 20. Ya en el metro cogimos dos metros para llegar a Barajas, la práctica de baile era ahí, ya que ahí era donde dormían los recreadores militares. Recuerdo el sitio de cuando fui a la recreación de Barajas. Ahí practicamos algunos bailes durante dos horas y pude saludar a antiguos amigos recreadores a los que hacia tiempo que no veía. Aunque tiendo a ser poco sociable me hacía mucha ilusión volver a verlos. Cuando termino la práctica de baile como era ya hora de comer nos acercamos algunos lugares de Barajas cerca del polideportivo para poder comer ahí, ya que seria mas cómodo y barato que bajar al centro y buscar donde comer ahí. Tras comer muy bien, todo hay que decirlo, retomamos el camino al metro para volver al centro de Madrid, al pasar por el polideportivo donde se podían ver las tiendas colocadas en la tierra bajo el sol me pareció ver a recreadores conocidos. Esta vez no iba a ir a los eventos militares, ya fui en otra ocasión y esta vez no tenía mucho interés en repetirlo. Nos dirigimos a descansar y dormir la sienta un rato antes de vestirnos y salir hacia el baile, ya que para poder llegar a la clase de baile habíamos tenido que madrugar. Tras la siesta nos vestirnos y salimos de camino al Congresos y sus leones, para posicionarnos a la sombra (para ser mayo hacia bastante calor al sol) y esperar a ver el carrillon goyesco. El edificio Plus Ultra está en la plaza de las Cortes, junto al hotel Palace. Enfrente está el Congreso de los Diputados y cerca de la Estatua de Cervantes. El Carillón goyesco asoma del balcón donde hay un reloj y campanas de varios tamaños a cada lado de la primera planta del edificio Plus Ultra. El Carillón consta de cinco figuras diseñadas por el dibujante Antonio Mingote, todas de la época goyesca: el pintor Francisco de Goya, la duquesa de Alba acompañada de un perro, el rey Carlos III, una Maja y el torero Pedro Romero. Cada uno ejecuta un movimiento mientras giran a determinadas horas del día. Como no son muchas las horas del día (4 veces al día) no siempre puedes coincidir estar cerca cuando toca su salida. Las figuras son del tamaño de una persona bajita así que se pueden ver fácilmente desde el otro lado de la calle. Después de ver el carillón en movimiento fuimos a la plaza donde se encuentra el teatro español y la figura de Federico García Lorca ya que el palacio de Santoña donde se realizaba el baile estaba ahí al lado. Es una suerte ir a estos eventos porque el palacio de Santoña no suele abrirse al público por su uso. Pero del palacio y el baile hablare en otra entrada. Así que aquí acabo nuestro primer día en Madrid. Al día siguiente había recreación militar en el parque del Retiro, pero nosotras teníamos otros planes, primero después de desayunar entraríamos al barrio de las letras para visitar la casa museo de Lope de Vega. Reservamos con tiempo una de las visitas guiadas gratuitas a primera hora, y hasta la hora de entrada estuvimos viendo las casas del barrio que conservan algunas de ellas las placas de aseguradora de incendios, la casa donde vivió y murió Cervantes, y también el convento donde yace Miguel de Cervantes, y luego la casa museo de Lope de Vega, que es la casa donde vivió Lope de Vega. Como grandes escritores españoles pasaron por aquí por eso el lugar se llama barrio de las letras. Sobre las placas de aseguradoras de incendios algunas tienen fechas hasta de 1883, la Sociedad de Seguros Mutuos de Incendios de Casas en Madrid fue la primera aseguradora de incendios española y se creó en 1822. Esta compañía no utilizaba la insignia para localizar los edificios que habían contratado sus servicios, sino que los marcaban con un texto en un cartel: “Asegurada de incendios”. En 1894, en Madrid se profesionalizó el cuerpo de bomberos, por lo que los equipos de extinción de incendios de las aseguradoras ya no eran necesarios. Volviendo a la casa museo de Lope de Vega; la visita empezó puntualmente y una vez entramos y pasaron lista subimos las escaleras de madera que llevan a la segunda planta. Al ser una casa antigua no hay ascensores. La casa es la original, pero, tal y como nos contó la guía, la casa ha sido amueblada y completada con elementos de la época, pero no de la misma casa ni de Lope de Vega. Lo único que queda original de la casa de cuando Lope de Vega vivía en ella es el patio con el pozo y el huerto. Subimos las escaleras y visitamos el estudio de Lope de Vega, amplio y luminoso, con cuadros de él y de sus hijas, y libros, muchos libros antiguos. El estudio da paso al salón de las mujeres nobles pequeño y con un estilo entre área y renacentista. Al lado una puerta que nos lleva hasta la habitación de Lope, pequeña y austera. La cama es corta porque en esa época el dormir tumbado en la cama les recordaba a la muerte, al frente de la cama hay una pequeña ventana que da a la planta donde está la capilla. Salimos de la habitación y visitamos la capilla, con un retablo principal de San Isidro Labrador y al lado entramos en el salón de grandes ventanales, con su mesa alargada que da acceso a la cocina. Seguimos subiendo y llegamos a las alcobas de las hijas de Lope, con las camas y el espejo claramente femenino, y luego seguimos subiendo para ir a la alcoba donde solo hay una cama, sobre la que hay una capa y un tablero de ajedrez, objetos traídos para rememorar el alojamiento del capitán Contreras en la casa de Lope. Aquí nos cuentan que cuando Felipe II se trasladó a Madrid no había alojamientos suficientes para acoger a las personas que formaban su corte, y el rey instauró la “regalía de aposento”, que no era otra cosa que la obligación de que quienes tenían casas con más de un piso, cedieran alojamiento e incluso comida. Por ello se empezaron a construir casas con los tejados muy inclinados o con las ventanas de diferentes tamaños y a distintas alturas para que pareciera que tenían zonas no aptas para vivir. Esas casas, por lo que tenían de trampa, se llamaban “casas de malicia”. Pero Lope de Vega no tuvo problemas en acoger a un capitán ya que se entretenían contando sus aventuras en batalla. También vemos arriba del todo el cuarto de los infantes y el dormitorio de las sirvientas. El de los infantes tiene una cuna con una virgen, pero también con un objeto lleno de amuletos para que los bebes sobrevivieran a tantas muertes infantiles que había en la época. La visita terminó en el huerto y el antiguo pozo, aunque apenas estuve ya que siendo mayo mi alergia estaba a tope. De aquí nos dirigimos al museo Naval, aunque puedes entrar de forma gratuita te preguntar si quieres hacer donativo, como en el museo de historia natural de Nueva York, así que dimos algo de donativo. En el museo naval se ofrece una visita guiada por voluntarios culturales dirigida a público individual. Estas visitas a la exposición permanente no requieren de reserva previa y se realizan los sábados y domingos a las 11.30h. El aforo para estas visitas es de 15 personas en estricto orden de llegada así que media hora antes llegamos (y ya había gente esperando). Al final había más gente de la habitual pero el guía no echo a nadie, ya sabía que la visita era larga y que algunos abandonarían la misma. Nosotras estuvimos hasta el final porque, aunque es cansado pasar tantas horas de pie, lo cierto es que lo contaba todo tan bien que se hacía muy entretenido; era como leer un libro de aventuras. Nos gustó mucho la visita y me acordé mucho de mi amiga extremeña porque a ella le hubiera encantado esta visita con sus explicaciones. Empezamos la visita por el museo y hay tantas cosas por verte y tantas historias entretenidas que escuchar que me costaría trasladas las dos horas y media de visita. Cabe destacar el mapa donde Asia se refleja con los tres reyes magos, y hay países que son mas grandes que son en realidad, pero es pro la época en la que se dibujó. Durante esta visita se muestra la escalera monumental del Cuartel General de la Armada, construida con mármol de Carrara de tonos beige y marrón y cubierta con una vidriera realizada por la empresa Maumejean. Solo podemos ver una parte, lo suficiente para ver la grandeza del lugar. Es una pena que no se pueda subir y ver más detalles, pero aún así vale la pena, como digo no solo por la vista de la gran escalera y el museo sino también por la fabulosa explicación el guía (la gran escalera la descubrí en un video de tik tok sobre lugares que ver en Madrid). Se colaron más personas pero enseguida volvieron a cerrar las puertas de acceso a la escalera, pero es que nos quedamos más tiempo haciendo fotografías y casi perdemos al guía cuando nos iba a contar sobre Jorge Juan, un personaje del que podían hacer libros o una serie de aventuras, que la verdad es que no conocíamos, pero que resultó muy interesante. Otros objetos e historias si nos eran más conocidos, mi tía, que es la que me acompañaba en este viaje de dos días y una noche en Madrid, me decía que había leído libros con esos momentos históricos tan épicos. Cuando salimos del museo nos dirigimos hacia el edificio Cibeles, para ver la fuente de Cibeles y luego ir a comer camino a la Latina ya que nuestro siguiente punto después de parar a comer era el Museo del Romanticismo. La entrada es gratuita a partir de las 14 los sábados y los domingos por lo que aparte del donativo no habíamos gastado nada. En las taquillas hay que dejar las chaquetas, nosotras no lo hicimos, pero en el lugar hace calor para conservar los muebles y las pinturas. La verdad es que hay más pinturas de lo esperado. En la recepción podemos ver una puerta con un forjado muy bonito, dan a un jardín con un café que estaba cerrado así que no pudimos acceder. Las salas del museo que se visitan, están en la primera planta. Subes entonces las escaleras y pasando la sala principal tienes la opción de ir a la derecha o a la izquierda, por supuesto elegí la izquierda y era la salida, nos enteramos porque otra pareja delante nuestro les pasó y los empleados del museo les dijeron que iban al revés. Volvimos para tomar la sala de la derecha y ya entramos en un recorrido por varias salas llenas de cuadros, mobiliario, dibujos, estampas, fotografías, esculturas, etc. Las pinturas, los objetos de la época y los muebles dan un aspecto abrumador. En cuanto a decoración de mobiliarios lo mejor es el Salón de baile y el Comedor que se utilizaba principalmente para las cenas. Las alcobas; la femenina cuenta con una cuna y luego está la masculina. Y termina en la Sala de billar. Tras terminar de ver el museo regresamos al centro de Madrid para recoger el equipaje en el hotel y dirigirnos a Atocha para volver a Zaragoza en tren.

Visita: Mayo 2024


Información para viajar:

Presentación

Curriculum Viajero - Presentación