DIARIO 2024: CHILE - Dia 15 - Faro de San Isidro - Punta Arenas

La excursión es de solo medio día lo que nos viene perfecto para tener la tarde libre y ver Punta Arenas. El día amanece soleado pero frío, aunque sin el aire del día anterior no hace un frío que te hiela los huesos. A las ocho de la mañana nos recogen para ir hacia el sur (unos 70 km) por la Ruta 9 hasta llegar a Punta Árbol. Llegando a Punta Árbol nos encontramos con un camping y muchos coches, y aquí junto al cartel de “Cabo Froward, hito geográfico donde comienza el continente americano señalizado por la cruz de los mares” nos encontramos con un zorro, según nos dice el guía ya está casi domesticados por lo que se acercan de forma habitual a los humanos. Tras dejar atrás al zorrito y al cartel que marca el punto más austral del continente americano comenzamos la caminata hasta el Faro San Isidro.


El sendero tiene una distancia de unos 5,5 km y se camina a lo largo de una playa de guijarros del Estrecho de Magallanes, por lo que las vistas del paseo son muy bonitas debido al buen día que hace. Lo único hay que tener buena forma física porque un paseo de 5 km en llano es sencillo, un camino por playa de guijarros donde te hundes en cada paso y tienes que hacer más esfuerzo para andar supone más esfuerzo físico. Es un paseo apto para todos, pero según el ritmo puedes acabar muy cansado. En nuestro caso el ritmo del guía era rápido, se ve que los guías de Chile están muy acostumbrados a recorrer estos caminos agrestes y ya no paran ni a disfrutar de las vistas, cada vez que paraba para hacer una fotografía tenía que correr tras el guía. También me paso en la isla de Pascua, parece que solo me dedicaba a correr tras los guías. Como decía el recorrido comienza caminando con el estrecho a la izquierda y sus aguas cristalinas y a la derecha el bosque magallánico con sus arboles retorcidos por el viento. Si se tiene la suerte de tener un día despejado como nosotras se pueden ver las montañas de las islas que se encuentran disgregadas por el estrecho.


Y durante todo el camino por la costa se ven troncos de arboles secos que ha traído la marea, todos están retorcidos y parecen esculturas modernas. Llegamos a un riachuelo que según el guía el día anterior con un salto se cruzaba, pero ahora hay tanta agua que es imposible saltarlo o no mojarse en el proceso de cruzarlo. El agua tiene el color marrón oscuro que vimos en el pasado en Escocia. Hay algunos troncos grandes caídos tras la cascada, pero no resultan fiables para cruzar, así que el guía se mete dentro del bosque magallánico y caminando entre la maleza (podría jurar que no hay camino claro) llegamos a una zona con cuerdas atadas de un lado a otro de un árbol y que permiten cruzar los troncos de los arboles sin resbalarse al permitirte apoyar en ellas. Así que con la vigilancia y ayuda del guía cruzamos el riachuelo a través de los árboles.


Tras cruzar el riachuelo el guía nos lleva de regreso al camino de la playa para seguir el recorrido con más comodidad, en el trayecto ya podemos ver una de los montes altos debido a lo despejado que está, aunque me es imposible recordad que nombre tiene el monte. Por esta parte del camino el guía nos va enseñando la distinta flora característica del bosque, vimos varios frutos y flores de árboles y también una especie hongo que crece en los arboles que en el pasado las tribus que vivían en esta zona se comían, nos lo da a probar, pero como sabéis yo no soy muy de alimentos fuera de mi zona de confort, el guía dice que no sabe a nada, pero cuando no hay nada más es lo que se usaba para alimentarse. Por el camino vemos diferentes aves que nos identifica el guía, también rocas laminadas y cada vez más vemos más montañas de islas.


Según nos comenta el guía el faro es el ultimo punto de la masa continental, pero todo lo demás que vemos, muchas montañas nevadas al fondo, son las montañas de las diferentes islas que hay en el continente americano. Mi amiga para a tomarse las pastillas, que tienen una hora determinada, y con la parada la otra chica que iba en el grupo distingue algo al fondo, el guía se fija y nos indica que es una ballena, miramos y vemos el chorro del agua expulsarse fuertemente hacia arriba, lo seguimos con la vista y vemos a la ballena saltar en el agua, luego por mi parte ya la pierdo de vista. Y así llegamos a ver el hotel de San Isidro junto a la playa y un cartel sobre el faro histórico de San Isidro. Entramos dentro del boque y cuando salimos nos encontramos con una vista de postal, el faro sobre un montículo de césped, una playa de agua azul, y un camino de flores amarillas con un pequeño muelle de madera derruido. El paisaje vale la pena, es un lugar idílico excepto por el aire frio.


Mientras estamos observando una barra de madera tallada que se encuentra junto al muelle derruido se nos acerca un zorrito buscando que le demos comida, aunque hay un cartel bien claro que dice que está prohibido dar comida a los animales de la zona dado que son animales salvajes algunos visitantes deben de alimentarlo porque cuando uno se agacha se acerca como si fuera un perro tras la comida. El guía comenta que los zorros de ahí están medio domesticados y en vez de buscar su comida en cuanto ven humanos se acercan para pedir comida, mi amiga pone la mano y el guía rápidamente la aparta ya que el zorro va a ir directo a por comida y no estamos precisamente en una zona cómoda para tener una mordedura de zorro. Seguimos por el camino de flores amarillas para ir al montículo y subir al faro. Finalmente llegamos al Faro de San Isidro, desde donde tendremos una vista panorámica del Estrecho de Magallanes, la Isla Dawson, la Cordillera Darwin y la Península de Brunswick en su máximo esplendor. Aquí vemos como llegan al faro más personas en una lancha y es que hay otros tours que hacen el recorrido por otro lado en lancha y llegan también al faro. El faro está cerrado y el guía nos comenta que están preparando un museo, en el exterior hay una cabeza de ballena y en el interior se pueden ver el resto de huesos de una ballena. El ultimo faro del continente americano tiene unas vistas increíbles y volvemos a ver ballenas en el estrecho.


Como ahí arriba hace frio pro el viento bajamos a la playa para refugiarnos del viento y parar a comer, mientras estamos ahí se nos acerca un zorro que se tumba en la playa de piedras con cara de pena para que le demos algo de comer. Tras comer retomamos el camino de regreso. El guía de este tour fue uno de los mejores porque sabía de todo, nos ayudaba, e iba bien preparado. A la vuelta nos encontramos con que hay mucha gente que va camino al faro, familias, parejas con sus perritos, todo tipo de gente, por lo que el lugar, que parecía vacío está ahora muy frecuentado. La vuelta, al no parar a hacer fotografías y como la marea ha permitido que el riachuelo se pueda cruzar con apenas estirar la pierna, resulta que la hacemos mucho más rápido que la ida. Así que enseguida regresamos en coche a Punta Arenas para visitarla antes de ir al aeropuerto.

 
 

Nos dirigimos a la Plaza de Armas, para ver todas las casas señoriales que hay a su alrededor. De aquí nos dirigimos al cementerio, desde que llegamos a Punta Arenas todo el mundo nos dice que tenemos que visitar el cementerio que es muy bonito, así que ahí que vamos, entramos por un lateral por lo que pasamos por tumbas famosas sin darnos cuenta, las más llamativas están junto a la puerta principal, cuando salimos pro la puerta principal vemos el plano de tumbas famosas y decidimos volver a entrar por el lateral para ver una de ellas que vimos de pasada pero dejamos de lado la del indio desconocido porque pilla un poco lejos y estamos destrozadas del treking como para andar para ver una escultura. Del cementerio volvimos a la plaza de Armas para subir a uno de los dos miradores de la ciudad, estábamos muy cansadas, pero había que aprovechar el día despejado así que subimos la cuesta y luego las escaleras para ser recompensadas con unas vistas de la ciudad, el estrecho y las montañas impresionantes.

 

Tras disfrutar un rato de las vistas bajamos al muelle para pasear por la costanera o paseo marítimo para ver el antiguo muelle de madera con las vías de hierro que conservan de recuerdo histórico, las esculturas, las letras de la ciudad, y todos los demás monumentos que había y la gente paseando con tranquilidad, pese al aire frío que ya hacía por la zona. Cansadas nos vamos a buscar un lugar donde cenar antes de ir al hotel a por las maletas y esperar al taxi que nos lleve al aeropuerto para volver a Santiago de chile, a nuestro último día y de regreso a casa. En la vuelta nos toco el mismo taxi que a la ida y la mujer nos dijo que aquí no cerraban las puertas porque no había el peligro que había en Valparaíso de donde era ella.

 

DIARIO 2024: CHILE - Dia 14 - Punta Arenas - Tierra de Fuego - Porvenir - Estancia San Gregorio

Después de una excursión muy recomendable por las torres del Paine cogimos otra excursión a la Tierra de Fuego chilena. Tierra de fuego está repartida entre Chile y Argentina. Ya a la llegada a Punta Arenas el taxista nos indicó que la zona es muy segura y que prácticamente la mayoría de la población es militar ya que Argentina intentó invadir la zona y Chile decidió marcar bases militares para proteger la soberanía. Y es que esta zona, antes de la apertura del canal de Panamá, era muy interesante como punto estratégico y económico al ser el estrecho de Magallanes el único acceso entre ambos océanos (Atlántico y Pacifico). Debido a estos conflictos a la hora de hablar sobre Tierra de Fuego, que es la isla más grande de Sudamérica, decidieron llegar a un acuerdo y quedarse una parte Chile y otra Argentina y no entrar en más conflictos militares. Para este tour primero vamos a coger un ferry que nos llevará a Tierra de fuego (siempre a la parte chilena, aunque a veces cuando vamos por la carretera pasamos pegados a la frontera argentina), este primer ferry dura dos horas y media de trayecto y como hoy hace viento el frío va en aumento y permanecemos dentro de la cabina saliendo solo un par de veces para hacer unas cuantas fotografías.


El ferry desembarca en Porvenir, y aunque el tour incluye un paseo por la ciudad la reserva de los pingüinos nos ha dado una hora de acceso muy ajustada. Había estado mirando hacer la visita a Isla Magdalena y sus pingüinos, pero el precio era caro y el tiempo solo era medio día, y como ya estábamos poquitos días en Punta Arenas queríamos aprovechar hasta el último segundo en ver los puntos más importantes de la zona. En cuanto a Tierra de fuego aquí se encuentra la reserva del Pingüino Rey por lo que no solo vemos la isla, sino que veremos también pingüinos. El problema es que la reserva recibe varios tours y visitantes y para no estresar a los pingüinos organiza las visitas y esta vez nos a tocado a una hora por la que vamos a llegar muy justo (y aquí el tour no tiene nada que ver, lo organiza la reserva), así que una vez bajamos del ferry tenemos media hora para comer, y como el guía quiere enseñarnos Porvenir ha avisado al parque que llegaremos media hora más tarde. Así que nada más bajar del ferry comemos en uno de los lugares de Porvenir, aquí hay mucho cordero porque prácticamente lo único que hay son guanacos y ovejas traídas de Escocia porque aguantan el clima frío y riguroso de esta zona. Fuera de la casita donde comemos hace mucho viento, pero los lugareños, con la amabilidad chilena que les caracteriza, nos comentan que suele ir a 300km por hora a veces y que lo que sopla hoy no es nada.


Cuando salimos de comer entra otro grupo y el guía nos lleva donde está el cartel de la ciudad Porvenir con dos figuras que representan el engaño, algo característico de las tribus originarias de esa zona, donde las mujeres hacían creer a los hombres mediante engaños que eran mensajeras del poder divino y así gobernaron a los hombres hasta que estos se enteraron del engaño y acabaron con las mujeres más viejas de la tribu. Desde el cartel se pude ver la calle que lleva a la iglesia católica que es la más antigua de la ciudad y las pequeñas casitas de colores que la rodean. Aunque el guía dice que las casas son típicas de Croacia porque la mayoría de inmigrantes que colonizaron la ciudad venían de ahí, a mis las casitas de Porvenir me recuerdan a las casitas de los pueblos de la costa de Estonia, que también están acostumbrados a este tiempo más que los croatas. Después de aquí nos paran en la plaza de Armas de Porvenir donde aparte de las vistas y una escultura no hay mucho más para ver.


Y luego ya nos dirigimos hacia la reserva del Pingüino Rey, a través de una larga carretera de piedras durante todo el camino. La vida en la Patagonia chilena debe ser muy dura. Llegamos a la reserva y tras pagar la entrada nos encaminamos al observatorio donde podemos ver un montón de pingüinos rey y sus crías. Aquí tenemos que hacer unos de todas las capas, guantes y gorros que tenemos porque el aire viene muy fuerte y completamente helador, tal vez sin aire no notaríamos tanto frio, pero no hay suerte. Tras disfrutar una hora entera de los pingüinos nos marchamos hacia el ferry de vuelta para descubrir una cola de automóviles y caminos, por lo que dice la radio que pone el conductor por el fuerte viento el ferry está suspendido, y al parecer lleva así desde las doce de la mañana, hay gente que ya ha perdido los vuelos que tenía que coger, nosotros llegamos sobre las cinco de la tarde y según el guía sobre las siete o siete y media seguramente el viento se levante y podamos salir, mientras no hay internet, apenas una pequeña tienda y por fortuna si hay baños. Y así esperando en la nada junto al estrecho de Magallanes estuvimos unas cuantas horas y en cuanto el ferry fue reanudado pudimos entrar en el primer ferry, por este camino el trayecto solo lleva media hora dado que hemos dado todo un rodeo a tierra de fuego y no hemos vuelto por donde hemos entrado, sino que estamos saliendo por Punta Delgada.


Nuestra próxima parada es en la estancia San Gregorio. De camino al ferry paramos para ver la estancia más antigua de tierra de fuego desde fuera, pero sin bajar el autobús. Una estancia es como llaman a las haciendas de por aquí. La estancia San Gregorio data del siglo XIX y fue una de las principales productoras de lana en la región. Uno de los aspectos más destacados de la Estancia San Gregorio es su arquitectura, la cual refleja la influencia de la época en la que fue construida. Los edificios están construidos con materiales locales y técnicas tradicionales, desde la casa principal hasta las caballerizas y las zonas de almacenamiento. Aquí es donde apare de trabajar la lana también se organizaban las reuniones sociales, cine, bailes y demás entretenimientos. Como salimos tan tarde de tierra de fuego tenemos una vista del anochecer desde la playa de la estancia. Y una vez visitada partimos de regreso a Punta Arenas llegando sobre las once y media de la noche, pero quitando los imprevistos climatológicos todo fue perfecto.

 
 
 
 
 
 

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