DIARIO 2024: ESPAÑA - Baile de la Victoria 1813 Madrid

Llegamos muy pronto al palacio de Santoña pero si queríamos ver el carrillón goyesco teníamos que salir antes del hotel. No fuimos las únicas que llegaron antes y la puerta de acceso se llenó de hombres y mujeres vestidos de la época napoleónica (o de la serie Bridgerton para los que no saben de historia y solo les va la moda). El palacio normalmente es la cara de comercio, pero esa tarde noche del viernes 3 de mayo se realiza la recreación del baile de la victoria, un baile que se realizó en Madrid para celebrar la victoria sobre las tropas napoleónicas en el mes de agosto de 1812. Mientras se iba juntando gente ataviada de la época frente a la puerta del palacio una pareja se acerco a preguntar si habíamos coincidido en otras ocasiones, la verdad es que no los recuerdo, lo que no quiere decir que no, pero si no recuerdo haber hablado con ellos no voy a decir que si, o quizás, luego fue llegando más gente conocida, durante la noche se acercaron varios a saludarme, había gente que desde el 2014 no me encontraba con ellos, la verdad es que me gusto mucho poder ver a gente conocida. Aunque como no soy muy habladora si no hay mucha confianza apenas fueron saludos y ya, pero fue un detalle agradable de la noche poder saludar a gente conocida que hacia un tiempo que no veía.


Por fin abrieron las puertas y como nosotras estábamos delante fuimos las primeras en entrar (además de los que ya estaban dentro), y pro tanto fuimos las primeras en evidenciar un poquito de desorganización para el acceso. No sé cómo estarían ordenados los asistentes en la lista (igual por fecha de pago) pero para encontrarme tuvieron que pedir ayuda porque habían repasado ya tres hojas. Finalmente me localizaron y pase al patio del palacio donde estaba mi tía junto al retraso de Fernando VII, el triunfador de la noche ya que celebrábamos la victoria sobre los franceses para colocar en el trono a Fernando VII. Frente al retrato teníamos las escaleras de acceso a la segunda planta del palacio, decoradas las paredes con dibujos y lámparas brillantes, una majestuosa escalera que se abría en dos para subir. Una vez arriba el acceso a algunas pequeñas salas cerradas por cortinajes pesados, sillas donde ya descansaban algunos invitados y grandes lámparas. Estas salas daban acceso a otra sala por un lado o aun pasillo por otro lado. La sala a la que daba acceso más iluminada por las lámparas y los espejos en las paredes tenían las mesas de juego, para entretenerse jugando a las cartas o sentarse a cotillear un rato.


Durante la noche estuvimos ahí un tiempo, igual que nos movimos por el pasillo tanto como por la sala de baile. Y es que esta sala daba acceso al salón de baile, con música en directo y el atril para las instrucciones para los que no sabían (cierto que había habido una clase de baile por la mañana, pero no fue tanta gente, alguna persona me dijo “no fui porque yo ya he ido a las clases habituales eso lo dejo para los que no sabéis”), bueno, yo he ido a varios bailes, pero mi memoria necesitaba recordar, tampoco lo veo algo malo pese al tono con el que algunos contestaban al “no te había visto antes”. También hubo otra gente que ni me saludo, eso sí, luego te escriben y esperas que contestes, así que tanto hubo alegría por saludar aunque fuera de paso a caras conocidas como gestión de personas que no vale la pena volver a tratar. Nos acercamos al salón del baile donde como inicio nos ofrecieron una demostración de baile por parte de los cadetes polacos. Tras la demostración de baile comenzó el baile para los asistentes, como la sala de baile no cabían más de 80 personas a veces estábamos muy apretados, pero a veces casi no había gente ya que muchos iban al baile a lo mismo que en la época, aparte de a bailar también a charlar, cotillear, presumir… tras conseguir convencer a mi tía de bailar luego pasamos al pasillo que conecta los salones y que dan al patio de entrada. El pasillo da a otro salón decorado como los otros llenos de cuadros pintados en las paredes y techos, y donde se serviría la cena.


Por ahí había gente charlando, fue una pena no poder charlar más con dos amigas a las que hacía mucho tiempo que no veía, pero una dirigía los bailes y al otra estaba muy solicitada. A la mitad del baile dieron paso a la cena, pero antes nos deleitaron con una presentación del baile Salamanca Castanets, me encanta ese baile y lo hicieron muy bien. Después pudimos disfrutar de la comida que fue saliendo continuamente y de una bebida para refrescarse en una tarde calurosa antes de volver a la siguiente tanta de bailes, bajo las luces de las lámparas de araña y a ritmo de la música en directo hemos vuelto a bailar, pero también hemos tenido un discurso de la organización y los vítores propios de una celebración de victoria sobre los franceses. Y finalmente pasamos lo últimos momentos sentada charlando porque ya apetecía descansar. Mientras estaba descansando una conocida me comentó que todo maravilloso pero que le parecía que el acceso regular porque solo le habían preguntado el nombre y le habían dejado pasar si mirar nada. Por supuesto yo en directo soy muy discreta pero internamente pensé, normal, si conmigo se pegaron media hora para encontrarme porque no lo tenían ordenado de forma alfabética al final si querían que las más de 200 personas asistentes al baile entraran debían aligerar, y confiaban en que nadie aparecería a colarse sin haber pagado. Sin contar con que había que ir ataviado de época. Tras finalizar el baile salimos del palacio camino al alojamiento muy cerca de ahí, pero hacia una noche calurosa.

DIARIO 2024: ESPAÑA - Paseo con sombrero Barcelona 1950s

Hace muchos años que me compré un sombrerito de los años 1950 pero nunca tuve la oportunidad de estrenarlo, así que decidí ir al paseo con sombrero de Barcelona y usarlo como excusa para otro viaje. Con esa misma excusa también estrené unos guantes de cuero tipo años 50s que me regalaron. Para aprovechar el tiempo Sali de Zaragoza en tren a Barcelona el mismo domingo y me acerque andando hasta la Rambla Cataluña donde da comienzo el paseo.


El lugar tiene una escultura de una jirafa en pose coqueta (y se llama la jirafa coqueta) y que estaba adornada con un sombrerito. Como llegaba pronto pensaba que podría ver la estatua, pero al llegar al lugar, pese a ser una hora antes de la salida ya había un montón de gente con sombreros rodeando la figura de la jirafa. Entre la gente había personas con sombreros clásicos, modernos, sombreros acompañados de su correspondiente traje, y sombreros artísticos que eran más esculturas modernas que sombreros. Este era el 20ª paseo con sombrero de Barcelona, así que ya lleva todos esos años realizándose, y por lo visto cada vez va a más. Cerca de la jirafa se encontraba un photocall, pero era complicadísimo conseguir hacer una foto en el mismo por la cantidad de gente que había congregada.


El grupo quedó junto a la puerta de la diputación de Barcelona que es un estilo más clásico que se adopta a nuestros atuendos combinados con los sombreros. Pasada la hora a la que debía comenzar conseguimos empezar a bajar la rambla. Había tantísima gente que era normal perderse y disgregarse. Quede muy sorprendida por la cantidad de gente que asiste y como hay de todo, desde elegancia clásica como extravagancia alocada. Después de bajar paseando por la Rambla Cataluña fuimos a comer para luego en la tarde volver a casa en tren. Una visita fugaz pero muy bien aprovechada.


DIARIO 2024: ESPAÑA - Zaragoza 1808 Los Sitios

Nuevamente viajábamos a los sitios de 1808 de Zaragoza. Esta vez venían amigos de visita, así que tuvimos un viaje en el tiempo muy completo. Primero comenzamos acercándonos al campamento junto a la calesa, de ahí nos acercamos a la zona francesa donde estaba la ambulancia de la guardia imperial, pero rápidamente entramos en el campamento español donde por supuesto, encontramos un batiburrillo, tropas diferentes, por la variedad de uniformes, pero todos con la escarapela roja, vimos pasar al padre Bogiero y a Palafox mientras nos acercábamos a la tienda principal para ver los planos de batalla entre otros menesteres. Y cuando se pusieron a hablar con unos y con otros pude disfrutar de ver a un pintor retratando a una dama. 


A lo que quisimos enterarnos ya teníamos que partir de camino a la plaza de los sitios para poder reclamar al general Palafox, que finalmente se asomó al balcón del Arzobispado para lanzar el discurso que el pueblo esperaba que alimentaba los ánimos para luchar contra los franceses, Viva Zaragoza, Viva la virgen del Pilar, viva Fernando VII. Tras el discurso nos marchamos a comer y luego, pese al estomago lleno marcamos andando hasta el Palacio de La Aljaferia.


El palacio durante Los Sitios fue de pólvora y cárcel, pero nosotros vamos a hacer la visita completa del lugar (que haciendo un inciso, llegamos media hora antes y la fila llegaba hasta pasado el acceso a los jardines, y si no habías reservado no había entradas disponibles). Aunque el lugar lo he visitado muchas veces (cada vez que hay visitas de fuera) siempre hay alguna sala abierta al turismo (esta vez el salón de las Cortes), y además nunca he ido de época (consulté a monumentos antes para no tener ningún problema de acceso). 


Como siempre pasear por la Aljaferia es una maravilla, el primer patio es austero y no te prepara para lo que viene que es el acceso al patio y jardín de estilo árabe, con la alberca cubierta para poder pasear y ver los arcos y artesanados decorativos del techo, así como el oratorio (el lugar mejor conservado ya que todavía quedan resquicios de los brillantes colores que lo adornaban). Luego tenemos el acceso a la zona más medieval, con sus artesanados techos de madera pintados, de cuando se conquistó el lugar. Luego llegas a la torre del trovador (todavía solo se pude acceder a una planta) y a los salones que ya son parte de la época de los reyes católicos. Y luego las impresionantes escaleras, que en la época de los reyes católicos se subía pero que luego ya nosotros bajamos y seguimos hasta la parte moderna de las cortes de Aragón.


Tras esta visita lo siguientes era descansar pero el afán de aprovechar el momento nos llevo, de nuevo andando, hasta el campamento, y ahí luego subimos hasta el coso para animar a la tropa española durante la batalla contra los franceses. Tras la batalla regresamos a dormir ya que al día siguiente de nuevo pro la mañana nos acercamos al campamento, para ver como preparaban las viandas y luego marchamos hacia la Aljaferia para ver la batalla de nuevo, de aquí resaltar el discurso de Palafox desde las almenas de la Aljaferia.


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Curriculum Viajero - Presentación