Un viaje no tiene porque ser lejano para convertirse en un viaje. La emoción de prepararlo, los nervios antes de salir, las sanciones de disfrutarlo, y la melancolía al recordarlo, una vez terminado. Así es que aunque este lugar está muy cercano, es un viaje. Un viaje que he hecho varias veces, y todas de las veces han dejado un recuerdo en mi mente. La última vez fue el año pasado, fui con mis amigas y un amigo japonés que quería ver el parque. Al Monasterio es muy fácil ir, un autobús sale de Calatayud hacia allí, lleva haciendo años y para ser una mala época el autobús tenia a algunos alemanes, ingleses...y a nosotras (las únicas españolas) y eso que es no un mes muy propicio para las visitas. El autobús te deja en la puerta del mismo Monasterio. Ahí los viajeros la traspasan a pie y entran en el recinto del parque. El Monasterio de divide en dos: el monasterio y sus ruinas y el parque. A la derecha se encuentra el hotel colocado donde el antiguo monasterio y también las ruinas del monasterio viejo, bastante destruido tras la guerra civil, donde se conservan algunos resto y sobre todo la pequeña catacumba con los huesos de los monjes. Más adelante está el acceso al parque (pagando también entrada) donde los carteles hacen innecesario un plano, y guían al turista por el/los caminos a seguir, y también hacia las aves. En el parque se puede disfrutar de un espectáculo con aves rapaces, y este sí que nunca lo había vivido, es una experiencia nueva, al aire libre, que en un día nublado tiene su encanto. Las aves se encuentran a unos centímetros y no se mueven, hay que tener cuidado con la fotos con flash, que dañan sus ojos y las aves vuelven el rostro, luego, el espectáculo es en la pradera que hay rodeada de bancos, desde ahí, en lo alto se ven las montañas más altas y el rio más bajo y se disfruta de la vista de las aves rapaces. Aunque lo mejor es el parque en sí, sus tranquilos lagos, sus cascadas, sus grutas, sus montañas, su ruido y su silencio. Se puede seguir la ruta que nos lleva a la famosa cola de caballo, la cascada más alta del monasterio y que permite verla tanto desde arriba, como desde abajo, como desde dentro. La cascada permite bajar por un túnel desde la roca y entrar en la gruta y ver el río Piedra y la cascada por dentro, los colores verdes, azules, marrones siempre me sorprenden. Por un túnel donde uno acaba por mojarse por el agua que cae del techo o por pisar el agua estancada en el suelo se sale y se puede seguir el camino por el río Piedra y llegar a los lagos, el más hermoso el lago que refleja como un espejo las montañas que rodean el monasterio cerrándolo al resto del lugar, también se puede disfrutar de las piscifactorías y ver los peces brincar y del resto de cascadas que cubren en camino lleno hacia arriba de nuevo...
Viaje: 2008
Mis imágenes: aqui
Informacion para viajar: aqui
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