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Rally Sitges y Los locos Años 20 - España

Rally Sitges

Nunca había estado en Sitges así que era la excusa perfecta, mi amiga Leyre (la encargada de las fotografías en esta escapada) y yo cogimos el cercanías en Barcelona y llegamos pronto a Sitges. El pueblo es muy grande y al final no lo recorrimos entero, pero pudimos comprobar que hay bastantes rincones que visitar. Aprovechando que este fin de semana era el Rally de coches clásicos Barcelona-Sitges quedamos con la asociación retrofuturista Nautilus para recrear los años veinte. Desde la estación de cercanías fuimos caminando por el pueblo hasta rincones de calles empedradas y casas con torres y ventanas decoradas en piedra. Éramos casi treinta personas por lo que cuando entrabamos a una calle, cada uno vestido a los años 20 de paseo (de día que no de noche, que la gente tiende a pensar en los trajes de noche) parecía que hubiéramos viajado en el tiempo, y que la poquita gente que se nos cruzaba vestida de época actual era la gente rara. Sitges tiene rincones muy curiosos, no me lo esperaba, aunque tiene sus cuestas por lo que andar con tacones no es lo más recomendable si se va a estar todo el día paseando por el pueblo. En el barrio de los pescadores junto a las casitas blancas y protegidos del frío encontramos a un grupo de hombres de contrabando, peleas, robos, pero también encuentros casuales entre mujeres y niños, fotógrafos, locos, consejos de belleza entre mujeres, paseos familiares de domingo con los niños hasta llegar al paseo marítimo y la playa, que tiene como una pequeña muralla. Aquí hay un paseo de arena y tierra junto a la iglesia que con aire te cubre de polvo como si estuvieras en el desierto pero que en cambio tiene unas vistas espectaculares de la costa y el pueblo. Se levantó viento por lo que el oleaje se hizo más intenso y se fueron las nubes, así que me recordó a cuando estuve en Tarifa. Tras el paseo de tierra junto al mar, con sus subidas y bajas pero bonitas vistas, se llega al puerto marítimo donde estaban los coches del rally, que llegamos a ver justo cuando entraban y aparcaban en el lugar. Una vez aparcaron pudimos caminar entre ellos, aunque había muchísima gente que no solo los tocaba sino que hasta subía a los críos sin pedir permiso. No era una exposición donde ver a los coches de lejos sino más bien todo lo contrario. Con el viento empezó a hacer frío pero estuvimos en el puerto marítimo hasta que los coches volvieron a salir, esta vez, como había menos gente que se cruzaba por en medio lo vimos mejor. Nos gustó mucho el rally, había mucha variedad de coches y los conductores iban, algunos  disfrazados y otros más ataviados de época (se veía la diferencia pero en cualquier caso el punto es que además de los coches el conjunto se hacía lucir y queda mucho mejor), y algunos de los conductores eran muy simpáticos. Es algo diferente e interesante de ver, donde además puedes acercarte a ver los detalles sin problema y encontrar mucha variedad de tipo y época de coches. A la salida nos terminamos de juntar todos, eramos muchos y a algunos apenas me los crucé unos minutos, pasé divertidos momentos recreando los años 20 de un domingo de paseo pero se hizo muy corto. Cuando se marcharon recorrimos el camino de vuelta por el mismo sitio que a la ida, que aunque daba más frío por el viento, es más corto que entrar por las calles interiores del pueblo. Y así llegamos hasta el palacio Maricel, porque aquí nos despedimos para adentramos en las callecitas del pueblo donde daba menos vientos frío para así localizar un sitio donde comer un bocadillo para luego coger el cercanías a Barcelona, recoger el equipaje en el hotel y tomar el tren de vuelta a Zaragoza. El rally de Barcelona- Sitges es una excusa para visitar este bonito pueblo, ver unos coches antiguos de cerca y en funcionamiento, y además pasamos cortitos pero buenos momentos con los amigos, por lo que fue un domingo muy aprovechado. Si no recreáramos los años 20 con nuestros amigos de Nautilus (nos lo pasamos realmente bien con ellos) un fin de semana en Sitges es una escapada recomendado. En Sitges hay varios rincones que visitar: el palacio de Maricel por dentro, el Museo Cau Ferrat, la Iglesia de Sant Bartolomeu o ver por fuera el barrio de pescadores, las Casas de indianos en el Paseo Marítimo o las casas modernistas y además está el rally como complemento extra y apropiado para el mes de marzo cuando no tienes por seguro un clima de playa. Y para llegar a Sitges solo hay que tomar el cercanías, el R2S llega en 37 minutos desde Barcelona Sants.

Visita: Marzo 2019

Mis imágenes: Álbum Recreaciones 1920-1929

Información para viajar: Rally Barcelona - Sitges

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