Al día siguiente, antes de empezar la conferencia sobre abanicos antiguos a las 10.30 nos acercamos de nuevo al centro, con el objetivo de visitar el Pantenon, al igual que los viajeros del 1800. Desgraciadamente para visitarlo había una fila del tipo parque de atracciones y un cartel de que no había entradas para verlo en el día. Cuando visité Roma pude entrar al Partenon gratis, sin cita, ni filas y ni siquiera había mucha gente dentro. Ahora parecía un parque temático. Así que después de dar una vuelta la fuente y el Partenon y su fila nos dirigimos a la plaza Navona, la vez anterior que la visité estaba llena de gente, esta vez estaba prácticamente vacía pero las fuentes se veían más limpias e impresionantes, supongo que también tuvieron una reforma. Y ya regresamos para asistir a la interesante conferencia sobre abanicos antiguos. La conferencia se realizaba en el Auditorio Antonianum a cargo del coleccionista Anna Checcoli Marjani Mazzantini, la conferencia fue en italiano traducida al inglés y nos mostró diferentes modelos de abanicos durante la historia tanto de hombres como de mujeres.
Aprendimos cosas muy curiosas con los diversos que nos mostró, como que los abanicos cambiaban de tamaño según la época de más pequeños a mas grandes, que tenían espejos para vigilar por la espalda y con puñales ocultos para defenderse. También nos mostró sobre un abanico que tenia el verdadero lenguaje del abanico, ya que hay un lenguaje del abanico falso inventado en Francia y que es el más extendido. Que el original es inglés y más complicado que el que vemos en internet. A las 13.30 teníamos el almuerzo buffet en la cafetería del auditorio. Y tras la comida teníamos el baile, junto la sala de baile teníamos mesas con candelabros, libros antiguos y elementos de acompañamiento para dar a al estancia un toque más de 1800, esta zona la usaron de photocall con el fotógrafo oficinal, en la sala de suelo de madera estaba el arpa y el violín y la maestra de baile que nos enseñaría y acompañarían en los bailes.
A las 17.00 tuvimos paisa para un café y pastas, un gran buffet de dulces y pastas con las que luego no había fuerza de moverse. Como ya habíamos bailados unos cuantos bailes decidimos aprovechar la segunda pieza de baile y salimos hacia el Castillo St. Angelo y su vista desde el Puente para dar por completa la visita a Roma, el problema que nos encontramos es que aparte de la gente que hay de turismo un fin de semana estaban las manifestaciones propio de último día de campana (al día siguiente eran elecciones en Italia). Tras tener que dar un rodeo, debido a la cantidad de gente que saturaba las calles, conseguimos llegar al puente y al castillo para disfrutar de una vista, en el camino pasamos pro el museo napoleónico, muy propio para nuestros trajes de baile de 1800. Regresamos de nuevo al baile y coincidimos con el grupo que iba al coliseo a hacerse una foto de grupo de noche de 1800, así que nos unimos hasta que llego la lluvia, ahí nos despedimos para cambiarnos e ir luego a cenar todos juntos.
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