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Gerona - España

Gerona

Aprovechando que iba el domingo a Barcelona para un encuentro de Nautilus (los recreadores con los que suelo ir) el sábado decidí ir hasta Gerona para así aprovechar el fin de semana y ver un lugar nuevo. Aunque he estado en varios lugares cercanos nunca he llegado a visitar la ciudad de Gerona (Girona en catalán) y como era un sitio cercano a Barcelona no tenía que preocuparme por tener poco tiempo para verla. Cogí el tren de Zaragoza que me llevaba a Gerona y llegué al mediodía, tiempo más que suficiente para ver la ciudad incluida parada para comer. El tren, para mi sorpresa, iba lleno de turistas dirección Girona. La chica sentada enfrente mío en el tren me la cruce res veces en el mismo día en distintos rincones turísticos de la ciudad. La estación del tren está muy cerca del centro, tal vez porque la ciudad no es muy grande, lo que te permite llegar a la zona turística rápidamente y sin perderte. Mi objetivo no era llegar a la ciudad por el puente de piedra, pero como decía la ciudad es pequeña y esta diseñada de tal forma que acabas dirigida hacia el centro y sin planearlo me plante en el puente de piedra. Ese lugar es el acceso al caso histórico de la ciudad y también uno de los mejores sitios para ver las casas sobre el río. Es el lugar más conocido y visitable del lugar, al menos en todas las revistas de viaje y blog de viajes. Las cosas están colgadas de cara el río como en Florencia, y son de distintos colores, al fondo se divida la torre de la catedral y de la iglesia de San Feliu. Volviendo al lugar de fotografía de los turistas; las casas sobre el río Oñar sobresalían de colores sobre el azul del cielo, un día despejado que invitaba a ir de manga corta, aunque era pleno enero, y el río limpio, pero con muy poquita agua, al pasar una mujer mayor decía a su familia que era la primera vez que lo veía con tan poca agua. Tras cruzar el puente cruzo me dirijo por la rambla hacia el siguiente puente, el puente de Peixateries Velles, un puente de hierro de color rojo que fue diseñado por el Estudio de arquitectura de Gustave Eiffel en 1877, si es cierto que no lo hizo el propio Eiffel como el puente de Hanoi pero si se ve en su diseño que salió de su estudio, el estilo es indudablemente igual. De aquí me dirijo recto hacia el próximo puente, el de San Agustín, donde hay una buena vista de las casas sobre el río y del puente de Peixateries Velles uniendo ambas orillas. De aquí me acero a la zona conocida como El Call que es el barrio judío de Gerona y uno de los lugares que hay que visitar y callejear. Como tenía programada una visita me prepare un recorrido par ano perderme pero una de las calles estaba cortada por obras, aún así subí y baje las escaleras y callejuelas de las zona, cada rincón es claramente un paseo por un casco antiguo, en cierto lugares hay señales de los judío, y aunque recomiendan entrar al museo de los judíos casi me lo paso de largo porque solo venia todo en catalán, así que el interior supuse que también y pase de entrar, a veces me vale la pena el esfuerzo de usar otro idioma, en este caso el exterior y el buen tiempo animaba a estar callejeando y pasar de visitar los interiores, fui paseando por la iglesia de San Marti, antiguos palacios y al final llegué al a catedral, como llegué por la parte de arriba me ahorre la subida de sus escaleras, solo me dediqué a bajarlas esquivando turistas de todo tipo hablando en inglés, francés, italiano y otros idiomas que no reconozco como asiáticos o polacos. De aquí acabe pasando por el portal de Sobreportes. Es la antigua puerta norte de la muralla romana. Por el lado de la catedral hay una virgen arriba del portal a la que iban a rezar los prisioneros, durante la Edad Media, antes de ser ejecutados. Al otro lado del portal hay dos torres cilíndricas, y recubren las antiguas estructuras romanas. Así como la Iglesia de San Feliu. Cerca de aquí debía estar la famosa leona de Gerona (una figura medieval de una leona subida a una columna) pero había un mercado alrededor y me costó bastante localizarla. De aquí volví de nuevo hacia el puente de San Agustín pero por un calle paralela que no es del call no solo para parar el en puente de Gomez sino también para ir a la Casa Masó donde tenía comprada una visita guiada en castellano. La verdad es que por fuera no llana la atención, pero por dentro vale la pena. Espero que las visitas en inglés, francés y catalán estuvieran más llenas porque en la visita en castellano solo estábamos tres personas (una pareja y yo).La Casa Masó es símbolo del movimiento del Novecentismo de la ciudad, inicialmente fue la casa del padre del arquitecto Masó y fue reformada pro el arquitecto a los largo de los años hasta el 1920 y la planta primera y segunda se ah podido conservar porque la casa paso de familiar en familiar pero solo vivían en la tercera y cuarta planta por lo que las inferiores no fueron renovadas y se conservan en perfecto estado, tanto lo diseñado pro el arquitecto Masó como no lo que no pero era de la época. La visita dura una hora y es muy interesante, además puedes ver el interior de una de las casas cuya terraza y ventanas dan al río (una de esas colgantes), un dato curioso es que es la única con fachada blanca ya que según nos dijeron en los años 80 se decidieron pintar las casas de colores, por lo que esta es la única que conserva el color original. Tras disfrutar de la visita me dirigí hacía la iglesia de San Feliu de nuevo para ir a visitar los baños árabes, una construcción románica muy bien conservada y que vale mucho la pena visitar, son amplio, con detalles y la entrada no es cara para ser Cataluña. Los baños deben su nombre a la inspiración que tomaron de las termas romanas y los baños musulmanes, y por utilizar el sistema de calor por vapor al estilo árabe. Luego marché hacia el Monasterio de Sant Pere de Galligans de estilo románico con preciosos capiteles decorados con motivos vegetales, y el campanario octogonal. De aquí puedes subir a una parte de la muralla con una vista espectacular del monasterio, la iglesia de San Felíu y la catedral, además de una torre de estilo modernista, y un lugar poco visitado ya que estaba yo sola en la muralla. Tras este recorrido volví para acceder a la muralla desde los Baños Árabes y subir por el Paseo de Reina Joana siguiendo los carteles que marcan la muralla como «Passeig Arqueològic». En esta parte de la muralla deje de estar sola y había muchos, pero muchos, turistas. El recorrido de la muralla es de varios kilómetros y no está toda comunicada, hay que ir bajando y subiendo para poder recorrerla entera, pero vale mucho la pena, una visita imperdible de la ciudad. Desde las torres de la muralla puedes disfrutar de unas bonitas vistas de la ciudad, de los detalles de los edificios, de las montañas al fondo…, aunque para ser final de enero hacía mucho calor, aquí ya vi a gente en manga corta, yo no estaba preparada para ello. Tras acabar la muralla terminas Enel puente de altares y siguiendo la calle llegas hasta el puente de piedra. De aquí me dirigí a la estación para ver las dos casas que se ven cuando sales de la estación que están en las afueras pero que, como aprendí en la visita de la casa Masó, son diseño del arquitecto. Tras ello ya regresé a Barcelona (ah, entre medio de tanta visita también paré a comer algo por el casco histórico, pero ya sabéis que el tema colinario no es un referente en mi caso)

Visita: Enero 2024  

Mis imágenes: pendientes 

Información para viajar: Pendiente 

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