Gante s/ Gante En Gantes había estado hacía trece años, y siempre me quedé con la sensación de o haberme equivocado de lugar o no entender el atractivo de esta ciudad para estar en entre los tres clásicos de la región de Flandes, luego comprendí que no lo había visto por completo, que no llegué hasta el rincón más espectacular de la ciudad (según mi opinión) que es el castillo de los condes de Gante. Tomamos el tren a primera hora destino Gante, y nada más llegar lo primero que hay para disfrutar es la estación de tren de Sant Piers, que es como un palacio, tanto por fuera como por dentro. Recordaba esta estación de mi primer viaje a Gantes así que aproveché para volver a ver los techos pintados de la estación y su exterior de ladrillo rojizo. De aquí es fácil llegar andando al centro, a mi amiga le propuse ir en tranvía si quería, no lo había cogido pero así había que andar menos. Como no había nadie decidió que podíamos ir andando, yo recordaba que con seguir las vías del tran
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