Diario 2012: España - Cuenca (Castilla La Mancha)

Aprovechando que salía de trabajar a las 3 de la tarde, Salí del trabajo directa con la mochila hacia la estación de tren para coger el ave hasta Madrid (benditas tarifas web). Y media hora más tarde (que teniendo en cuenta que ahora el Ave te deja algo alejado de la estación no es mucho tiempo para aburrirse) tomaba el Ave Madrid-Cuenca.


La estación de Ave está en un cerro, bastante lejos de la ciudad, aunque nada más salir estaba el autobús esperando. Si se quiere visitar solo Cuenca es mejor alojarse en el casco histórico para no subir y bajar tantas cuestas a todas horas. En todo caso yo me aloje en la zona centro que es la zona baja de la ciudad, no precisamente en el casco histórico pero si cerca de la estación de autobuses y la estación de tren regional.




El hotel está muy bien y la mujer que lo lleva muy simpática me dio mucha información (que ya sabía pero que si uno no va preparado viene muy bien).Me acerqué a la oficina de turismo de la plaza de la Hispanidad para informarme de las visitas a la ciudad encantada (que no es Cuenca ciudad). En verano hay un autobús que sube y baja a la ciudad encantada, un sitio interesante de ver que si uno no tiene coche (antes solo se podía ir en taxi). En invierno no hay bus que suba pero hay excursiones de la oficina de turismo, con bus y guía cuesta 20 euros, y depende de cuantas personas se vaya es más económico que un taxi. En la oficina de turismo también salen otras excursiones al castillo de Belmonte y otros lugares pero son en verano. La oficina de turismo de la plaza Hispanidad está al lado de la biblioteca que tiene un diseño moderno muy original. Por esa zona también hay bares para tomar algo por la noche. La gente me había comentado que en medio día me vería Cuenca así que busque diferentes rutas para no perderme nada.




Al día siguiente salí pronto para aprovechar el día, al salir estaba nublado y no había casi gente pero a eso de las once de la mañana Cuenca se llenó de turistas por cada rincón que pasaba y también salió el sol. Para ser un fin de semana más o menos normal había un número considerable de turistas. Como estaba en la zona baja empecé por acercarme a la Iglesia de la virgen de la Luz, desde le puente hay un buena vista de la zona alta de la ciudad, la torre sobresaliendo y por el otro lado del puente si uno se fija bien y aprovechando que en invierno los arboles no tienen hojas se ve la figura de una virgen en la roca sobre el río.




Luego fui subiendo hacia el centro de la ciudad, ahí encontré un pasadizo que daba a una bajada hasta un camino a pie por el río. Luego subí hacia la plaza mayor, donde de repente aparecen las casitas de colores todas estrechas y juntas hasta dar paso al arco que da la entrada a la plaza mayor. Subiendo hay una zona que es la ruta subterránea de cuenca pero ahora en invierno estaba en obras así que no pude ver que había. Antes de llegar a la altura de la catedral tome una calle estrecha que me llevó a una aparcamiento desde donde se veían algunas casas colgadas, hacia el otro lado se podía ver el puente y el parador nacional que es un antiguo convento. Ahí me encontré con una pareja de alemanes haciendo fotos con los que me tropezaría varías veces.




Finalmente llegué a donde están las casas colgadas más fotografiadas, crucé el puente de San Pablo hacía el lado del parador nacional y luego baje hacia el pueblo por el otro lado. Agradecí haber preparado la ruta antes mientras bajando veía como la gente subía la cuesta casi con la lengua afuera, dado que a de la manera en que lo hice yo es menos cuesta continua y por tanto menos agotador. Cuando llegué a la puerta de Valencia el sol ya había salido, la ciudad estaba llena de gente y había unos cuantos pintores por la calle dibujando el paisaje de Cuenca.




Nuevamente me tocaba subir pero así me acerqué a la torre Mangana y la vista desde los miradores cercanos, ahí al lado estaba el museo de ciencias que estaba abierto, lo que no estaba abierto era el espacio Torner junto al parador nacional. Una cosa muy curiosa es la cantidad de museos que tiene la ciudad, para ser tan pequeña en cada rincón había un museo para visitar. Finalmente me acerqué de nuevo a la plaza mayor para ver la catedral, realmente muy curiosa que me gustó más que las casas colgadas, y callejeé hacía arriba de la plaza varias veces hasta llegar al castillo.




El camino de los jerónimos que comienza cerca del castillo es de lo más recomendable de hacer, desde ahí se tiene una vista de Cuenca espectacular, que fue lo que más me gustó. Desde la zona del castillo se debe mirar también al otro lado, así se puede ver la playa de Cuenca y los ojos del dragón pintado en la montaña. La noche que llegué conocí a un cóquense que me comentó que querían haber pintado un dragón en la montaña haciendo algo como la ruta de las caras pero que solo les dejaron pintar los ojos.




Y así, entre subidas y bajadas para no dejarme ni un rincón por ver, más la parada para comer, se me pasó todo el día y que dé gratamente complacida con la ciudad. considero que se debería pasar un día entero para disfrutar de la ciudad, y no solo medio día como decían mis compañeros de trabajo.


Diario 2012: - España - Aranjuez (Madrid)

En los alrededores de cuenca hay muchos lugares para hacer senderismo o turismo, ruta de las caras, ciudad encantada, mirador del diablo, y demás rincones pero desde la oficina de turismo me dejaron bien claro que en verano es cuando se pueden hacer si no tienes coche para llegar hasta donde comienzan los senderos o los lugares. Así que como tenía un día sin saber si coger el camino que había junto al río y andar o buscar otro lugar para ver cogí el tren regional que va de Cuenca a Madrid y me bajé en Aranjuez, para visitar el lugar, dado que nunca había estado.




Nada más salir de la estación de tren se gira a la izquierda y el camino te lleva directamente al palacio real de Aranjuez. El día comenzó soleado y hasta que abrieran el palacio a las 10 de la mañana aproveché para ver las plazas y otros rincones tursiticos. La entrada me pareció muy cara para lo que es el Real sitio de Aranjuez. Solo dos salas del palacio valen la pena, en mi opinión, y son la sala de la porcelana china del suelo al techo y la sala árabe, del resto solo puedo resaltar las lámparas, no había un sala que no tuviera una impresionante lámpara. Puede que el haber visto tantos palacios en mis viajes hiciera que el resto de salas del Real Sitio de Aranjuez no me parecieran espectaculares, no así la capilla que sí resulta resaltable. Por cierto, que no dejan hacer fotos dentro del palacio.




Cuando terminé de ver el palacio, bastante rápido por cierto, visite el jardín de Isabel II, pequeñito y cercano, luego el jardín de los parterre o de las figuras, este es pequeño pero más interesante, está pegado al palacio y al jardín de la Isla. Pero hasta las doce las fuentes no se ponían en marcha así que tuve que volver para verlas en funcionamiento. Junto al palacio hay un tren que recorre el jardín del príncipe, bastante grande, pero como había visitado muy rápido el palacio decidí recorrerlo a pie.




En el jardín del príncipe hubiera sido mucho más bonito si el sol no hubiera desaparecido, se había nublado y hacía un día de invierno. Lo primero destacable del jardín son las puertas de acceso y el paseo junto al río, la fuente de Apolo estaba sin funcionar, una pena, pero los pavos reales se paseaban libremente por el parque. En el jardín pude ver el estanque con su templete clásico y chinesco, que estaba lleno de parejas con niños, y la Casa del Labrador. Y el Museo de Falúas Reales, con solo un par de falúas y cuya entrada en primavera debe ser muy bonita porque ahora en inverno estaba llena de ramas y espinas vacías, así que en primavera esa zona debe estar llena de colorido. La entrada para ver las falúas reales y la casa del labrador hay que cogerla en el palacio real, y la casa del labrador es visita guiada. Lo único resaltable de la visita es la guía. Regresé sobre mis pasos y visité el jardín de las figuras ya con las fuentes en funcionamiento y el jardín de la isla, donde el resto de fuentes también funcionaban y resultaban más atractivas, así como la vista lateral del palacio con el río formando cascadas.




Como aún me sobraba más tiempo hasta mi regreso en tren a Cuenca cogí el tren en las taquillas que hay junto al palacio, el principio del viaje se hace hacia la población, recorriendo unas iniciales calles sin asfaltar. Pasamos por la zona juvenil, las cocheras y las cocinas del Palacio que son las dependencias que se encuentran frente al Palacio Real. Luego nos adentramos en Aranjuez, visitando los lugares turístico y luego entramos a los jardines del príncipe, hace las paradas en la casa del labrador y el museo de las falúas reales pero si no somos varias personas no para, y con el frio que hacia abajo el plástico del tren solo éramos tres personas contadas.


Finalmente, después de comer me acerque a la estación de tren y tuve una desagradable sorpresa, el tren tenía un problema y no iba a poder ir de Madrid a Cuenca, me quedé esperando con bastante gente a ver que pasaba y al final nos pusieron un autobús que paraba en cada estación de tren de todos los pueblos donde el tren paraba aunque no hubiera nadie, así que el viaje se hizo eterno entre que llegaba el autobús y luego hicimos el recorrido de pueblo en pueblo. Además había un chico que iba desde Aranjuez hasta Valencia y tuvimos que esperar en medio de una parada de carretera a que hicieran el cambio de conductor de autobús para llevar a los pasajeros hasta Valencia. Y por fin, ya por la noche, llegué a Cuenca.


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Curriculum Viajero - Presentación