Cazadores Oscuros: Nueva Orleans

Pues sí, Nueva Orleans aparece en muchos libros, por lo que va a dar mucho de sí.

En esta ocasión retomo una serie de libros llamada "Cazadores Oscuros" de Sherrilyn Kenyon, donde podemos encontrar mucha informacion de la ciudad, dado que es donde viven los protagonista de los libros.

Para empezar tomo algunas frases del libro "Placeres de la noche" y "El abrazo de la noche" traducido por Moonmates.

Moonmates conocen las primeras historias de este blog antes de que naciera el blog, por lo que indudablemente iban a estar presentes en esta nueva sección.

"Sunshine se detuvo junto al puestecillo donde Selena Laurens leía las cartas del tarot en Jackson Square" de "El abrazo de la noche"

Jackson Square

Pues esta simple frase refleja una realidad diaria en el centro de Nueva Orleans, la fotografía la saqué en la misma Jackson Square, y uno puede tener una lectura de manos o de cartas, y es que todos los días puedes encontrar ese toque místico en la ciudad (de las tiendas de vudú ya hablaremos). 


"El aroma del café de achicoria caliente y de los beignets flotaba desde el Cafe Du Monde y se extendía por toda la calle, mientras los coches pasaban zumbando a unos metros de distancia" de "Placeres nocturnos"


Cafe du Monde de Nueva Orleans


Otra frase directa a la realidad, si uno va a Nueva Orleans lo típico es probar en algún momento los bignets del Café du Monde (y esta palabra entra dentro de mi vocabulario gastronómico viajero; que consiste en una comida que es igual a otra pero que descubro que se llama de distinta manera según el país en el que esté. Como por ejemplo la tortilla de patata es tortilla española en Corea, o las torrijas es lo que llaman pan francés en México e Israel, o lo que en mi casa se llama buñuelos y en Nueva Orleans se llama bignets).


"Ella sacó un beignet recubierto de azúcar de la bolsa." de "El abrazo de la noche"


Hice la foto después de empezar a comer los beignets, sino habría más azucar.


Dada mi costumbre al dulce todos los días que estuve en Nueva Orleans fui a desayunar buñuelos, aunque algunos días los pedía para llevar. Eso sí, quitando algo de todo ese azúcar que les gusta echar por encima y que acaba cubriendo el buñuelo de forma que sea imposible distinguir si es una bola de nieve o un buñuelo.


"La mayoría de los vendedores ambulantes de Jackson Square ni siquiera se molestaba en colocar los puestos durante el invierno, pero su hermana Selena consideraba que el suyo era un tesoro tan importante como la catedral de San Luis, que se alzaba tras ellas" de "Placeres nocturnos"


Vendedores ambulante en Jackson Square


Efectivamente, otra de las cosas que uno va a encontrar siempre en Nueva Orleans son puesto de arte en las calles y plazas del barrio francés, alrededor de Jackson square.


(Todas las fotografías son de mi viaje).

Entrevista con el vampiro: Nueva Orleans

He leído tantísimos libros que me es difícil empezar con uno para la nueva sección. Así que he cogido uno bastante conocido; "Entrevista con el Vampiro" de Anne Rice.

"Luego, además de todo eso, al cabo de unos años de mi transformación, aparecieron los norteamericanos, que construyeron la ciudad al norte del Barrio Francés, con magníficas mansiones griegas que en la noche brillaban como templos. Y, por supuesto, los plantadores, siempre los plantadores, que llegaban a la ciudad en landos deslumbrantes a comprar vestidos de fiesta y objetos de plata, y gemas; a llenar las callejuelas angostas hasta la vieja Ópera Francesa y el Théátre d'Orleans y la catedral de San Luis, de cuyas puertas salían los cánticos de la misa los domingos y resonaban por encima de las multitudes de la Place d'Armes, por encima del ruido y el alboroto del Mercado Francés, por encima de los velámenes fantasmagóricos y silenciosos de los barcos en las aguas del Mississippi, que golpeaban contra los muelles, sobre el nivel de la misma Nueva Orleans, de modo que los barcos parecían flotar en el cielo."

Mansiones que brillan en la noche

Al fondo la catedral de San Luis

Los barcos del Mississippi que golpean contra el muelle.

"Y cuando camino por las calles —iluminadas por las estrellas— del Quarter o del Garden District, nuevamente vuelvo a aquella época. Supongo que ésa es la naturaleza de los monumentos, ya sea una pequeña casa o una mansión de columnas corintias y rejas de hierro forjado."

Mansión en Garden District.

"»—Mañana es fiesta de Todos los Santos, ¿lo sabéis? —preguntó. 
»—Sí —le dije. 
»Es el día en Nueva Orleans en que todos los creyentes van a los cementerios a arreglar las tumbas de sus seres queridos. Limpian las paredes de yeso de las bóvedas, limpian los nombres grabados en el mármol. Y finalmente llenan las tumbas de flores. En el cementerio de St. Louis, que estaba muy próximo a nuestra casa, en el que estaban enterradas todas las grandes familias de Luisiana, en el que estaba enterrado mi propio hermano, incluso había pequeños bancos de hierro puestos ante las tumbas para que las familias pudieran sentarse y recibir a otras familias que habían ido al cementerio con el mismo propósito. Era un festival en Nueva Orleans; podía parecer una celebración de la muerte a los viajeros que no lo comprendían, pero era una celebración de la vida eterna."

Tumba adornada con flores en uno de los cementerios de Nueva Orleans.

Una de las cosas que he comentado siempre que describo mi viaje a Nueva Orleans es que curiosamente me sentí como en casa, porque sus costumbres son muy parecidas. Cuando hice una visita guiada al cementerio nº1 de Sant Louis recibí una explicación de lo que para mí era de lo más normal pero para el resto del grupo era algo curioso: el día de todos los santos visitar el cementerio con flores, tener a los muertos en nichos y enterrar a familiares juntos. 

"Caminaba a solas por las calles y los callejones de los negros; me caía al suelo en los cabarets, me negué dos veces a batirme en duelo, más por apatía que por cobardía, y, verdaderamente, deseaba que me asesinasen ."

Calle oscura en el centro del barrio francés de Nueva Orleans (da la impresión de que cualquier cosa puede aparecer caminando por ahí).

Es bastante fácil pasear por Nueva Orleans y encontrarse con rincones que te llevan a ese escenario imaginario que uno creó en su momento para dar contexto a lo que estaba leyendo en un libro.

(Todas las fotografías son de mi viaje).

Nueva sección del blog

Por diversos motivos estamos de capa caída con las escapadas y viajes pero no voy a dejar que el blog se quede sin movimiento. Así que nace una nueva sección: destinos de libro. Porque una cosa es cierta, leyendo es como comencé a anotar en un mapa los destinos que quería visitar algún día. A veces algunos de los destinos han desmerecido en comparación con las expectativas, otros en cambio han sido lo contrario. Con los libros pasa un poco como con los blogs de viaje, uno lee las experiencias de otro, te haces una idea, y cuando por fin estas en el destino elegido descubres si piensas y sientes lo mismo o si vives las mismas experiencias o no. E inevitablemente haces comparaciones. Pero al final ninguna destino es mejor o peor, ni tampoco la forma en que se eligió o lo que se decidió hacer una vez allí. Cada uno es diferente. Por lo que igual algunos textos o libros nos han hecho decidir llevar nuestros camino a  un lugar y al final, el lector y yo tengamos diferentes sensaciones al viajar allí. Esa es la magia de viajar. La sección no va a tener un criterio fijo, pero los que me leéis sabéis que el blog tampoco lo tiene. Espero disfrutéis hasta que pueda escaparme a cualquier nuevo destino y os cuente nuevas visitas.

Destinos de libro


Y además os propongo un juego. Es posible que, como hace mucho tiempo que haya leído el libro me deje algún párrafo interesante, si queréis podéis ponerme un párrafo del libro y yo buscaré en el cuaderno fotográfico una imagen que retrate el lugar descrito. También, dado que he leído muchos libros, podéis sugerir un libro, y si lo he leído podré una entrada correspondiente. 

Belen - Palestina

Belén


El tema de que Palestina, al igual que otros lugares, no esté reconocida por todos los países del mundo consigue que no aparezca como tal en el circuito. Pero el guía nos avisa que llevemos los pasaportes porque al regreso puede que nos lo pidan (esta es una de las cosas que jamás he entendido cuando viaje, cómo la gente puede pasear indocumentada por un país extranjero, luego que pasan cosas, en fin). Salimos de Jerusalén camino a Belén y antes de entrar nos encontramos con un muro de cemento y en lo alto una alambrad ay un control militar donde nos dejan pasar sin problemas (somos un autobús lleno de turistas), en cuanto entramos a Belén se pueden ver varios edificios desperdigados por los montes. Aquí hace más fresco así que busco rincones que protejan el viento frío que llega, aunque hace una tarde soleada. Comemos en Belén y lo primero que me doy cuenta es que es más barato que Israel, aunque usan la misma moneda. Tras la comida y las compras obligadas del circuito nos vamos con el guía hacia el centro de la ciudad para acercarnos caminando muy poquito hasta la basílica de la Natividad. Esta fue una visita exprés dado que el guía nos llevó corriendo de un a lado a otro, y las explicaciones brillaban por su ausencia. De camino a la basílica se pueden ver controles de policía con la bandera de Palestina, minaretes de mezquitas, carteles en árabe (el idioma oficial) y muchos comercios. Acabamos un poco acosadas por los vendedores, y los hombres y niños (mujeres pocas vimos en la calle), y lo cierto es que como de costumbre recuerdo que digo siempre que nunca más voy a volver a un país árabe por la sensación de agobio que me produce. Sé que hay gente que viaja encantada pero a mí me hacen sentir tan acosada que no lo disfruto. Si es cierto que depende del país, porque Malasia también es un país musulmán y por la calle no viví esa sensación de irme a casa y no salir en todo el día solo para poder respirar tranquila, así que supongo que depende de la cultura del lugar. Por ahora tengo claro que Marruecos, Egipto, Túnez, Turquía y Palestina están fuera de mis gustos en cuanto a comodidad personal al pasear por sus calles. El guía, como decía, nos llevó corriendo hasta la entrada de la basílica, que tenía una gran cruz de luces en lo alto, y nos hizo hacer fila en una puerta, al parecer hay mucha fila para ver el lugar de nacimiento de Jesús donde hay una estrella de catorce puntas (por la estrella que dice la Biblia que alumbro a los reyes magos hasta el nacimiento de Jesús). Lo cierto es que no esperaba que siendo febrero y ninguna fecha concreta cristina hubiera tanto turista. El guía dijo que no quería que no tuviéramos que esperar horas para poder visitarlo, pero como había una persona minusválida en el grupo nos dejó en la fila y se marchó para hacerla pasar por otro sitio adaptado para ella. La fila comenzaba fuera de la basílica donde la puerta de entrada, que tiene tres puestas, una más pequeña, una mediana y otra más grande, el motivo es que cada una es de diferentes años en los que fue construida la iglesia. El motivo de que hubiera tanta fila (aparte del turismo) es que el lugar donde está la estrella lo cierran durante las misas, y aunque lo había abierto cuando entramos dentro de la basílica todavía estaban dando misa ortodoxa. La fila era larguísima y controlaba que nadie hablara ni hiciera nada inadecuado (no sabemos muy bien que era inadecuado) un sacerdote cristiano ortodoxo con muy malas pulgas, a uno de la fila lo aviso dos veces y el dijo en ingles que a la tercera iba a la calle pero no sabemos muy bien que había hecho, porque no hay ningún cartel que te avise y el guía nos había abandonado. En la primera parte de la fila conseguir ver una parte de la “sacristía” o como quiera que se llame esa parte que se abre cuando hay misa, y que después se cierra. Esa zona es la más bonita, con toda esa decoración dorada y exagerada. Demasiado exagerada, muy barroco eso de exagerar tanto, pero no deja de ser llamativo y muy bonito. En la segunda parte empecé a fijarme en los detalles de la basílica, hay que tener en cuenta dos cosas; el lugar estaba repleto de andamios y no teníamos guía que nos explicara nada. Entre los andamios pude ver varios mosaicos de llamativos colores; verdes, dorados, azules. Había un ángel y frutas, animales vegetación en los mosaicos, y las columnas del lugar estaba casi todas cubiertas pero había algunos rincones abiertos que mostraban pinturas de santos en la misma piedra de la columna, o el artesanado de madera que decoraba los capitales de las columnas. Luego apareció el guía y nos comentó que los mosaicos tenían oro y que es una de las iglesias cristianas más antiguas del mundo dado que cuando los persas invadieron esas tierras destruyeron todas las iglesias pero esa la dejaron porque vieron en los mosaicos a los reyes magos que venían con ropa de Persia, por lo que al verlos pensaron que era una de sus iglesias y así se salvó. Mientras estábamos en la segunda parte de la fila abrieron las maderas del suelo y el guía nos dividió en dos para que viéramos los mosaicos del suelo sin perder el sitio en la fila. Es increíble lo bien conservados, los colores y las formas que tienen esos mosaicos del suelo original de la basílica. Entramos en la tercera parte de la fila que debido a las obras tenía paredes que tapaban la vista del resto de la zona de la iglesia, y esta fue la espera más larga, según miré en internet la rehabilitación sugerida por la Unesco comenzó hace unos años y, como de costumbre, se ha alargado. Una pena lo de los andamios, pero por lo que he podido ver de fotos de viajeros, lo que se ve ahora que ya está rehabilitado es más bonito que antes, ese es el punto de recuperar el arte de las iglesias antiguas, lo que me recordó a la segunda vez que visité Santa Sofía en Estambul donde se veían las caras de los ángeles que cuando la vi la primera vez no se veían. Así que mi recomendación es visitar Belén cuando hayan terminado todas las obras de rehabilitación, porque sin duda estará en su mayor esplendor. Y por fin entramos en la cuarta parte de la fila donde cruzamos una puerta de una pared de yeso blanco que se nota descaradamente que es una pared muy moderna hecha para dividir la zona de acceso y que queda fatal. En esta última parte estábamos casi mezclados con un grupo de de turistas ortodoxos (estaban por todos los sitios) y la zona estaba llena de retablos con cuadros pintados y más columnas pintadas, que me recordó a las iglesias que vi en Rusia. Y unas escaleras de mármol que bajaban hasta una estrecha puerta que daba acceso a la gruta donde el nacimiento de Jesús. Esta parte es la más peligrosa, porque la gente se agolpa y acabamos pegados como si fuéramos sardinas en lata. Además cuando cruzas la puerta de mármol sigues teniendo escaleras que bajan pero hay una mayor oscuridad, porque aunque la gruta está iluminada con faroles estos no iluminan la entrada. Finalmente bajas todas las escalera y siguiendo la fila (interminable) tienes a la derecha una pequeña mesa donde en el suelo hay una estrella de catorce puntas que marca el lugar (pro lo que leí la estrella no es la original que en vez de plata era de oro pero que fue robada, creo que antes de la guerra de Crimea). Al agacharse a verlo (algunos lo besan) se pueden ver varios cuadros pintados de estilo ortodoxo detrás de varias lámparas (que si vas con prisa y solo te fijas en la estrella te lo puedes perder). Al otro lado hay una columnas y ese rincón no me quedó claro que era, porque el guía que tuvimos en Belén estaba más en reorganizarnos que en explicarnos, aunque se molestó en que todos vieran la gruta, tanto la minusválida como una mujer mejicana de nuestro grupo que al llegar a las escaleras que comentaba tuvo un ataque de ansiedad por el agobio de tantas personas juntas y el guía la llevó a la gruta por la salida. La gruta está cubierta de telas y pinturas, muy ortodoxo todo y por tanto recargado, pero por lo diferente bonito de ver. Finalmente salimos de la gruta, algo claustrofóbica, y el guía nos llevó por el otro lado de la basílica ara pasar a través de una puerta que conecta la basílica con la iglesia de Santa Catalina. De aquí teníamos para ver la gruta de San Jerónimo pero no la vimos (solo lo que es la entrada, porque no bajamos a ella). El guía volvió a desaparecer. A la salida de la iglesia de Santa Catalina había un belén con figuras de tamaño real y una escultura de San Jorge matando al dragón. Y básicamente esta fue la visita a Belén porque tras salir de la iglesia nos volvió a llevar corriendo de vuelta al autobús. El guía nos aviso que a la salida de Palestina y entrada a Israel nos podían parar para pedir los pasaportes, pero al llegar al control nos dejaron pasar sin revisarnos.

Visita: Febrero 2017

Mis imágenes: Palestina

Información para viajar: Pendiente

Souvenirs de Israel

Souvenirs de Israel

Zona: Israel

Souvenir:
- Belenes cristianos
- Ramitas de olivo, agua y aceite
- Platos y figuras de plata
- Menoras

Al final compré un plato de plata con la palabra salóm escrita con imágenes de símbolos judíos.
y una menora. 
Vendían muchas cosas cristianas, pero de esas ya tengo en España y en cambio en España no puedo encontrar cosas judías, que en la tierra de los judíos si puedo encontrar. 

I
magenes de: - Menora


Presentación

Curriculum Viajero - Presentación