Ses Païses - España

Ses Païses

El poblado prehistórico de Ses Païses es un poblado talayótico, uno de los asentamientos más extensos y bien conservados de la isla de Mallorca que datan del 850 AC. Y ya sabéis que nos gusta la naturaleza como la historia, asi que nos apetecía bastante ver este poblado talayótico, algo que no habíamos visto antes. Cuando miré el horario del poblado en la web el horario de invierno era de 10 a 17 horas, pero eso fue cuando preparé el viaje, a la hora de la verdad el horario de invierno cambió (no fue el único que me cambió, con los autobuses de Palma me pasó lo mismo, los horarios en noviembre eran distinto a los que había colgado en septiembre para invierno). El horario final era de 10 a 14 horas. Como no lo tenía planeado cuando llegamos a las tres de la tarde nos encontramos con el cartel de cerrado y un papel puesto sobre el horario habitual en español, inglés, francés, catalán y alemán, indicando que el horario de visita era de diez de la mañana a dos de la tarde. Teníamos muchas ganas de visitarlo pero no se podía hacer nada así que me metí en el coche (estaba lloviendo) y continuamos nuestro camino. Si lo hubiera sabido podríamos haber dejado las cuevas para la tarde y hacer primero el poblado (aunque dado los horarios de invierno es alto probable que no hubiéramos visto las tres cuevas, lo que hubiera sido una pena), pero aun así entiendo el por qué el cambio de horario, no debe ser un lugar muy visitado, sobre todo porque está bastante alejado de cualquier cosa y el camino para llegar ahí es un camino de campo donde solo cabe un coche. Nos costó algo conseguir salir entre tanto camino de campo pero al final llegamos a una carretera asfaltada y tomamos dirección a Capdepera, el otro lugar en la lista de visitas.

Visita: Noviembre 2019

Mis imágenes: Pendiente

Información para viajar: Ses Païses

Feliz Navidad

Y para no perder la costumbre, aunque estoy en medio de la publicación de las entradas de los últimos viaje, toca disfrutar de estas fiestas...así que


FELIZ NAVIDAD
(aunque este año no encontramos mucha decoración navideña en nuestros viajes aquí va la imagen anual de felicitación)



Cuevas de Arta - España

Cuevas de Arta

Salimos de las cuevas dels Hams y nos montamos en el coche para ir a la costa marítima a visitar las últimas cuevas. Para llegar pasas por la carretera de costa y tienes unas preciosas vistas de las montañas junto al mar. Cuando nos estábamos acercando a las cuevas vimos el parking del autobús (supongo que el que según la web es el que para en las cuevas) y más espacio de parking de coches. El autobús en invierno no era una opción dado que con los intervalos de horarios que tiene hubiera sido imposible ver todo lo que vimos en dos días si no fuera por el coche, si se tiene más tiempo en la isla se puede plantear el usar el autobús, pero con solo dos días no es factible, solo decir que no conseguí ver ni un autobús cerca de las rutas, así que a saber a qué horas hubiéramos llegado. Dejamos el coche ahí y bajamos la carretera andando unos cinco minutos y entonces vimos que en la misma entrada de las cuevas hay otro parking, así que mi amiga subió la cuesta de la carretera para coger el coche y bajar hasta ahí. El parking es muy pequeño por lo que supongo que en verano tienen que usar los huecos del parking junto al autobús, pero como era invierno solo había dos coches aparcados. Mientras mi amiga iba a por el coche me acerqué a la taquilla y tras hablar en español (este viaje o nos hablaban en inglés en Cuba o en alemán o catalán en Mallorca) y me dijeron que había entrado un grupo y que había que esperar media hora para volver a entrar. No había problema, era la una o una y media, así que en la cafetería del sitio nos cogimos algo para comer y aprovechamos para disfrutar de las vistas. Como decía la carretera está junto al mar por lo que si te asomas tienes una vista de todo el litoral y los acantilados que dan al mar, con la lluvia y el color azul claro del mar con las casas plagando las montañas, la imagen era de postal. Y la escalera artificial que sale de la cueva da directamente al mar, por lo que es una buena zona de fotografías. Cuando salió el grupo anterior eran unas seis personas pero cuando nos tocó entrar solo estábamos mi amiga y yo en español y una pareja de alemanes. Así que tuvimos a un guía para nosotras y los alemanes (supongo que entre que es invierno, estas cuevas están en otro municipio y que era la hora de la comida…). Aunque uno esperaría que al ser solo cuatro hubiera más tiempo para disfrutar y hacer fotografías (sin flash) me dio la sensación que iba corriendo a todos los lados, o por lo menos la mujer alemana y yo éramos siempre las ultimas, ahí tenía al guía esperando para dar la explicación. La entrada a la cueva se hace por un acceso nivel planta calle (dejando a un lateral las escaleras) y tras pasar unos túneles por lo que parece (y es que lo estás haciendo) que entras en el interior de la montaña. Y ahí te encuentras con su majestuosidad. El motivo por las que las tenía en el itinerario es porque de mis lecturas de otros viajeros la mayoría decía que aunque menos visitadas que las de Manacor, estás les habían gustado más. Y mi amiga fue la misma opinión, dijo que le habían gustado más. No sé si porque al estar solos se disfruta mejor o porque son inmensas, pero teniendo en cuenta que son más baratas que las del Drach y dels Hams (las dels Hams me siguen pareciendo carísimas) al final la vista compensa más. Lo primero que sorprende es su altura y amplitud, no son unas cuevas pequeñas en el fondo de la tierra sino que te encuentras dentro de un hueco en la montaña que parece tener inmensos salones de estalactitas, estalagmitas y pilares, y galerías que los conectan. Tras la sorpresa de este inmenso salón de formaciones seguimos un camino hasta llegar a otro salón, el de las columnas, porque aquí abundan columnas naturales semejantes a las que se harían en iglesias. El Salón de la Reina de la Columnas resalta por la columna que se sitúa en el centro, conectando el suelo y el techo. Y cruzando una formación rocosa con forma de dosel el guía nos indica que pasemos por esa “puerta” que da paso del purgatorio al infierno. En el Infierno no encontramos lagos ni ríos interiores pero hay un espectáculo de luz y sonido sobre las imágenes de las columnas, estalactitas y estalagmitas de esta sala. El guía apaga todas las luces y quedamos los cuatro en la más absoluta oscuridad, y entonces empieza la música y van cambiando los colores sobre las piedras como si fuera el infierno. De vuelta a la senda hay que caminar entre columnas para llegar a otra sala donde algunas de las formaciones recuerdan a bambalinas y bastidores. De aquí pasamos a la sala de las banderas, donde es importante no dejar de mirar hacia arriba donde se pueden ver unas banderas anchas desplegadas al viento. Otro de sus elementos destacables es una enorme columna de veinte metros de altura, así como figuras que va señalándonos el guía, como el elefante o la oveja al revés. Durante todo el camino no dejas de sorprenderte por la grandiosidad de sus formaciones, sobre todo si en el mismo día, como nosotras, has visto las cuevas de Manacor que bonitas pero más pequeñas. Y finalmente toca ir hacía la luz del final del túnel y salir de la cueva donde te encuentras con la espectacular vista del mar Mediterráneo y el cielo. Y aquí están las escaleras artificiales que te sirven para bajar y salir de la cueva (por eso no entramos por ahí, porque se hace un recorrido semi-circular por dentro de la montaña). Sin duda la mejor vista del mar es desde lo alto de las escaleras. Y en definitiva, aunque menos visitadas y más baratas estas cuevas nos han gustado bastante, por lo que sin duda no puedes irte de la isla sin verlas.

Visita: Noviembre 2019

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Cuevas dels Hams - España

Cuevas dels Hams

De las cuevas del Drach nos dirigimos a otras que hay muy cerca y que por horario era más fácil que las visitáramos sin tener que hacer esperas, aquí compramos las entradas en el sitio dado que no las venden online, y cuando nos preguntaron de donde rompimos las estadísticas, ni alemanas ni de la isla. Una vez pasas de la entrada tienes que bajar por la cueva redonda que en realidad es una zona con vegetación y varias escaleras que van bajando hasta una explanada donde están los baños, y una explanada para esperar. Lo bueno que en esta zona estábamos al aire libre pero protegidos por la roca de forma que cuando volvió a llover no nos mojamos. La visita consta en dos partes, por lo que después de entrar en las cuevas volvemos a salir para volver a entrar por otro lado. Empezamos por la la Cueva Azul, allí hay una proyección sobre la historia de Mallorca y el descubrimiento de las Cuevas dels Hams y cómo se formaron, justo cuando mi amiga decía que en la del Drach había echado en falta precisamente una explicación detallada de ello. Eso sí, como en este viaje no hay forma que nos hablen en español (menos mal que fuimos a Cuba y a España) nos preguntaron en inglés el idioma y cuando dijimos que español el chico se quedó pensando y finalmente nos dijo que era mejor que usáramos los audio-guías porque la proyección era en otro idioma. Que le vamos a hacer, ni en Cuba ni en España conseguimos que nos hablen en español, igual el próximo viaje a Asia nos hablan más en español. Tras la proyección visitamos la cueva subiendo unas escaleras, lo cierto es que se llama la cueva azul porque le ponen una iluminación azul, que aunque muy fantasiosa no te deja percibir bien las estalactitas y estalagmitas. Al final llegar a un pequeño anfiteatro y enfrete hay una roca de la cueva que pasa del azul al color rojo en su iluminación para ver “Genesis” un time lapse desde el origen del Universo. Volvemos al exterior, como decía antes, para seguir el recorrido, esta vez por la ruta clásica de la cueva principal. Un guía acompaña al grupo en todo momento pero en cada sala que visitamos salta una explicación en varios idiomas, por lo que si el grupo no es muy grande solo tienes que esperar hasta que vuelve a saltar el español, la excusa perfecta para hacer fotografías (siempre sin flahs, y aquí si están prohibidos los palos selfies además del trípode). Se va pasando por varias salas, como la de las Lechuzas, así llamada porque en el momento de su descubrimiento estaba llena de estas aves, como pequeñas galerías, algunas con depósitos de agua y con formaciones de todo tipo: estalactitas y estalagmitas, banderas, columnas y sobre todo lo más llamativo y que da nombre a la cueva: los anzuelos, una formación que desciende del techo pero no acaban en vertical o unidas al suelo, sino que se elevan de nuevo tomando la forma de anzuelo (ham), en algunos sitios se dice que es por que crecen con falta de oxígeno por lo que no siguen la gravedad. Lo cierto es que este mes de noviembre tiene bastantes cuevas, desde la de Bellamar y Saturno en Cuba a las de Mallorca, así que es imposible no pararse a comparar, por eso cuando el guía dijo que los expertos no sabían cómo se hacían esas formación en forma de anzuelo (hams) porque caen y luego van horizontal para volver a subir, me recordó la explicación del guía en la Cueva de Bellamar que nos habló de las helictitas, que son de crecimiento horizontal (y que se ven en la cueva de Bellamar) y si comparamos a ojos inexpertos como nosotras nos parecen el mismo tipo de formación. Aquí la iluminación es muy mejor y hace que las formaciones tengan un aspecto mágico. Y además como no se tiene la presión que se tiene en las del Drach se disfruta mucho más. Llegamos al Mar de Venecia, donde las curiosas formaciones rocosas se reflejan en un espejo de agua azul, este lago es más pequeño que el de las cuevas del Drach pero igualmente bonito. Aquí hay un espectáculo audiovisual creado con la música de Mozart y fragmentos de sus óperas “Don Giovani” y “La flauta mágica”, sinfonías, etc. Mientras se ve un video superpuesto sobre la roca mientras una barquita surca las aguas del lago. Aquí sí está permitido grabar, pero no se puede usar flash. Tras el espectáculo vamos a otra sala con estalactitas y estalagmitas, aunque la luz y las imágenes más bonitas están antes del espectáculo musical. Al final resulta una hora de recorrido y también nos han gustado mucho, aunque la entrada resulta muy cara.

Visita: Noviembre 2019

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Información para viajar: Cuevas dels Hams

Cuevas del Drach - España

Cuevas del Drach

Como comenté ya, teníamos alquilado un coche para este día, pero era imposible recogerlo antes de las nueve de la mañana, así que para sacar el máximo partido decidimos hacer el contrato online e ir hasta la oficina antes de la hora para llegar e irnos lo antes posible. A las nueve menos cinco nos abrieron la oficina y a las nueve y cinco ya estábamos buscando el coche (que fue lo que más nos costó). Desgraciadamente el día había amanecido con lluvia, y las nubes nos acompañaron todo el día, pero con la suerte que siempre llovía cuando estábamos en el coche o dentro de algún sitio, así que dentro de lo que cabe tampoco fue tan malo como nos pareció al inicio del día. Tras coger el coche en el puerto de Palma salimos en dirección Manacor para llegar a las cuevas del Drach donde teníamos que llegar antes de las diez y media pues teníamos las entradas para esa hora. Estos dos días en Mallorca fueron un dolor de cabeza para mi programación pro tema de horarios, parece que en invierno no exista el turismo porque lo reducen todo, más concretamente solo hay cuatro visitas para estas cuevas en el día, las diez y media, las doce, la una y las tres y media. Lo que menos nos rompía la combinación de visitas era quitarnos estas cuevas lo antes posible, pues los demás sitios tenían un horario más continuado. Afortunadamente llegamos sin problemas y antes de la hora, así que después de aparcar nos dirigimos a la entrada. Si las habéis comprado la entrada a través de internet (como yo porque así tiene descuento) podéis ir directos a la entrada de la cueva. Cuando llegamos a la puerta de entrada a las Cuevas no esperábamos que hubiese tanta gente pero detrás de nosotras fueron llegando aún más, y por lo visto en temporada alta esto se debe llenar impresionablemente. Comenzamos la visita bajando unas escaleras donde ya empezamos a notar el cambio de temperatura, esperaba que la cueva fuera más fría que el exterior pero al contrario, era más cálida y al final tuve que quitarme el abrigo como el resto de turistas. Continuamos el recorrido todo el tiempo rodeados de bellas estalagmitas y estalactitas aunque apenas hay tiempo para poder mirar a todo los datos, y si te paras a hacer alguna fotografía (las fotografías están permitidas siempre y cuando sean sin flash. No están permitidos los trípodes) acabas siendo adelantado. “Los baños de Diana” son inconfundibles por el turquesa de sus aguas. Mientras vamos haciendo fotos con los guías escoba detrás de nosotros, había bastante gente y te hacía correr mucho, estaba siempre “sigan adelante, sigan adelante” por lo que no había forma de para quieto a disfrutar de las vistas, había leído al respecto pero no esperaba que habiendo menos gente de la que tienen en verano también fuera así. Siguiendo el recorrido tenemos el “Monte Nevado” caracterizado por el color blanco. Avanzamos unos metros más y divisamos un pequeño lago, aunque el agua es tan cristalina que mi amiga piensa que la engaño y que más que lago es todo piedra, porque aunque es profundo solo se ven las piedras como si apenas hubiera agua. Así que llegamos al lago Martell, donde hay una zona del anfiteatro donde te piden que te sientes porque dan un espectáculo de luz y sonido sobre el lago. Cuando llegamos a la sala con el lago, casi las últimas aunque habíamos entrado casi de las primeras, le dije a mi amiga que fuéramos lo más a la derecha y abajo posible, esto lo hice porque había leído que al salir de la cueva puedes coger una barquita y navegar el lago, o puedes hacerlo andando, y aunque fuera por poquito espacio de tiempo queríamos montarnos en la barquita. Avisaron en varios idiomas que al empezar el espectáculo estaban prohibidas las fotografías o las filmaciones y apagan todas las luces de la cueva por lo que te quedas completamente a oscuras hasta que empiezas a ver las luces del fondo del lago que traen consigo una barca con músicos dentro dando un concierto. Casualmente nuestro sitio, pese al haber llegado tan tarde, fue de los mejores porque tuvimos casi todo el concierto a nuestra izquierda sin nadie que nos evitara verlo además de oírlo. Nos estaba saliendo un día perfecto. El espectáculo consiste en apagar todas las luces de la cueva, y luego al fondo del lago aparecen unas barcas aparecen iluminadas con bombillas. En una de ellas hay unos músicos interpretando una pieza de música clásica. La acústica de la cueva es estupenda. Las barcas se van moviendo con remos por el lago, de forma que acaban en un recodo del lago, quietas por unos instantes, y tenemos una vista inmejorable del concierto, luego vuelve a retomar el camino de vuelta sin dejar de tocar mientras se alejan. El pequeño concierto dura unos diez minutos y en cuanto vuelve la luz a la cueva nos ofrecen la posibilidad de seguir el recorrido andando o cruzando el lago en las barcas. Cuando acabó bajamos las escaleras para llegar a la barca, nos montamos en la tercera barca y lo cierto es que las vistas de las estalactitas del techo desde el lago y la claridad del agua del lago vista desde tan cerca vale la pena el corto trayecto en barca. Este concierto de música clásica dentro de las cuevas se ofrece desde el año 1935. Después de salir de la barca y abandonar el lago comienza el ascenso al exterior y se acaba la visita. La cueva es muy bonita, y el lago impresionante, aunque por cuevas no es la que más nos gustó, pero es que hay muchas cuevas vistas en este viaje y es difícil elegir. La visita es muy rápida, pero es complicado conseguir hacerla con calma con tanto turista, y es o le quita encanto al lugar.

Visita: Noviembre 2019

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Información para viajar: Cuevas del Drach

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