Diario 2008: EE.UU. - Estado de Nueva York - dia 2

Luego nos adentramos en el estado de Nueva York de nuevo, aunque no hay mucha diferencia al principio porque el paisaje sigue siendo parecido, campos coloridos, granjas y pueblecitos distanciados. Paramos en una estación de servicio que era un centro turístico del estado y había planos y folletos de la zona y de las próximas cataras del Niágara. Por ahí pasamos por la zona de los fingerlakes. Se llama así porque tiene unos lagos que son como dedos de la mano. En el centro turístico había un plano de la zona y realmente los lagos parecían dedos de la mano de un esqueleto extendidos. 

 

Como veréis las granjas eran muy típicas americanas, al estilo de las series como smallville y los coches de policía que pasaban por la carretera a toda velocidad lo mismo. Lo que sí es cierto es que en el viaje comencé a comprender porque se sacan el carnet a los 16 años, los pueblos y las casas están alejados entre sí, hay muchísimo, pero muchísimo terreno extenso sin ciudades ni pueblos grandes por lo que o te conviertes en un huraño solitario o te sacas el carnet porque es muy difícil moverse sin transporte. En consecuencia a esto vimos muchos autobuses escolares, pero lo del bus escolar en estas zonas tiene mucho, mucho, sentido.

 

Diario 2008: EE.UU. - Estado de Pensylvannia - dia 2

Del estado de nueva jersey pasamos al estado de Pennsylvania. En paisaje se podría decir que pasamos del frondoso bosque al colorido. Todos los arboles y campos que adornaban la carretera eran de colores castaños, rojizos, amarillos, verdes. La vista central era un paisaje colorido otoñal. También se empezaron a ver prados y granjas. Granjas típicas americanas, de estas que salen en las series y películas como smallville. También empezaron a verse pueblecitos con sus casitas de madera tan típicas americanas. Y hasta pasaron por la carretera coches de policía y los polis, cuando paraban a un coche y salían del coche policía vestían igual que en las pelis, con el mismo gorro y todo. En fin, todo muy típico, las limusinas, los coches, las bocas de incendio y las banderas de las estaciones de servicio. Aquí paramos a comer en La ponderosa, donde el buffet es muy bueno y barato, más barato que en España aunque me di cuenta que estos estadounidenses no saben lo que son las legumbres las verduras. ¡Al menos si comen fruta y ensaladas!


 
 

Diario 2008: EE.UU. - Estado de Nueva Jersey - día 2

Y vamos por el segundo día que estuve en Estados Unidos. Nos fuimos a las cataratas del Niágara en bus, pasar noche y al día siguiente volver. Parecerá que no es rentable pero realmente el beneficio de hacer el viaje en autobús es que ves la carretera y los estados que hay que cruzar hasta llegar a las cataratas y, la verdad, vale la pena. Nueva jersey es muy verde, básicamente todo el camino era una autopista (América nada como las de España) rodeada de arboles como bosques, y más bosque. También paramos en una estación de servicio y ahí había un motel como los de las series.. Y es que Estados Unidos es igual que una película y serie americana de las que tanto nos echan. Aunque la impresión de lo que vi en carretera de Nueva Jersey es que es un gran bosque. En cambio lo llaman el estado Jardín.


 

Diario 2008: EE.UU. - Nueva York - dia 1

Mi viaje por New York era de ida, vuelta, ida, vuelta, llegue por la tarde-noche y al día siguiente me fui hacia las cataratas, regrese, pase el día y luego volví a irme a Washington, pero finalmente en tres días se puede ver Nueva York, aunque hay que estar preparado para andar mucho, coger el metro y no pararse a comprar mucho, una gran tentación en esta ciudad. La primera experiencia en Nueva York fue la llegada a estados unidos, donde antes de pasar la aduna te fotografían y te toman las huellas dactilares, para estar completamente fichados. Si hay suerte y tu nombre no coincide con nadie que estén buscando puedes salir más o menos "rápido", como tengas mala suerte te llevan a un cuarto y a esperar a que se aclare que tú no eres la persona que tienen fichada. Lo bueno, y que ya motiva, es que nada más entrar la mitad de los policías y de los carteles están en español, así que no hay problema de que no te enteres de las cosas, algo bastante positivo visto la seriedad con que se toman la seguridad. No recuerdo haber visto una ciudad con tanta policía en las calles como Nueva York, aunque puede que influyera que era la semana de las naciones unidas cuando yo fui. Y después de esta introducción ya podemos seguir con mi visita. 



 
 

Como indicaba entre y salí mucho de nueva york, para ello siempre utilizaba alguno de los túneles que tiene la ciudad. Estos túneles tan utilizados y que cualquiera pasaría de largo han sido escenas de muchas películas, como pánico en el túnel y son tan reales como los vemos en las pelis. Lo importante es que saliendo de estos túneles y del estado uno puede tener una vista (famosa por las pelis y series) de Manhattan. El tema de los hoteles es merecedor de comentarlo. Los hoteles en Nueva York tiene, como dijo una guía de ahí, las categorías de cutre, supe cutre y mega cutre. Y es que la categoría (estrellas)-precio- calidad no están relacionados entre sí como en España u otros sitos de Europa y Asia. Es más que probable que uno pague por estar en el Milford plaza, que es de tres o c cuatro estrellas y encuentre cucarachas en su cuarto de baño, ya no es que me lo diga la guía, es que lo oí a gente que se alojaba por ahí. Yo me aloje en un hotel nuevo y no de estos “reformados” y aunque caro estaba de acuerdo a su calidad y muy buen situado (frente al Chrysler building y pegado a la estación central). Así que mucho ojo al coger un hotel en nueva york porque os podéis llevar sorpresas. Las diferencias, los rascacielos y el centro de Manhattan son solo edificios de trabajo y cientos de banderitas estadounidenses adornan las casase calles, que de eso por aquí na..., los taxis amarillos, los semáforos de peatones eran muñequito blanco para pasar, mano roja para detenerse, yo acostumbrada a avisar a mi hermana diciendo “verde” para pasar, ahí era “blanco" para decir “verde”. 
 

La primera noche, sin saber a dónde ir acabamos en el macdonals, pedimos una Coca-Cola, ¿tamaño? Pues mediano y nos pusieron lo que aquí es un tamaño grande. Yo que soy bebedora compulsiva de Coca-Cola no podía con el vaso. Pero era así con todo, con los cafés también. Así que aprendimos a pedir el tamaño pequeño a menos que estuviéramos muy sedientos o hambrientos. (Me los imagino aquí y nuestros tamaños de café les deben parecer irrisorios, por no decir los refrescos....)


Diario 2013: Canada - Mont Temblant - dia 7

Al día siguiente podíamos optar por pasarlo en Montreal e ir a ver la catedral y el biodome con el parque olímpico, o bien tomar una excursión a Mont Temblant, conociéndonos decidimos optar por Mont Temblant, aunque teníamos que apurar el tiempo dado que a las cuatro de la tarde teníamos que salir hacia el aeropuerto para volver a España.Este era el día en que a las cuatro de la tarde salimos del hotel de Montreal con destino al aeropuerto para volver a España, aun así teníamos el deseo de poder visitar Mont Temblant, dado que me habían hablado muy bien del lugar, así que apurando salimos preparadas (en el canal del tiempo daban nieve) salimos hacia allí. A medida que nos acercábamos y empiezan a desaparecer los valles y surgir las montañas se empezó a ver algo de nieve, cuando paramos en la gasolinera el lugar estaba cubierto de nieve, el suelo, los tejados de las casas, los coches aparcados, así que nos desilusionó un poco que al llegar a Mont Temblant no hubiera nada de nieve. Aun así el pueblecito que está en cuesta está al lado de un lago y es muy bonito, todas las casitas bien cuidadas y cada una de colores pastel. Como era domingo había muchas familias con niños. 

 
 
 

El teleférico estaba cerrado pero no importaba dado que era la excusa perfecta para hacer un poco de senderismo y subir y caminar por los recorrido de treking que tienen en la zona junto a la pistas de esquí. Dejando atrás el pueblo empezamos a subir siguiendo a la gente y los niños hasta llegar a las cascadas, no impresionantes como las vistas hasta ahora pero muy bonitas porque conservaban entre los arboles el hielo y la nieve que había caído días anteriores. En el camino había banquitos de madera para contemplar la cascada, que en primavera o verano debe ser muy relajante sentar en el sol a disfrutar del ruido del agua caer y los olores de la montaña. El caso es que con el frió que hacia (en mis cinco mangas llevaba dos polares, uno de 200 y otro de 400) no apetecía sentarse en la madera. Dejando atrás la cascada y el riachuelo llegamos a una encrucijada de caminos, una dirección ponía la Grand brule y otra nos llevaba hasta la zona del teleférico. 

 
 
 

Salimos hacia el teleférico donde había una pequeña pero abundante concentración de nieve, así que ya sabéis, ver nieve y ya las tengo jugando como críos a tirarse bolas de nieve. Pero lo bueno de esta zona no solo era la nieve sino la vista espectacular desde arriba, con el lago inmenso, las grandes islas verdes en el medio (no llegamos a ver el lago desde el suelo porque se nos fue le tiempo entre unas cosas y otras) y el pueblecito a los pies de la montaña y junto al lado, todas las casitas de colores resaltando sobre el azul y verde del lugar. Una vista espectacular, y casi mejor que desde el teleférico pues aquí no teníamos limitación en la visibilidad, ni reflejos de cristal, ni nada. Tras un rato por ahí volvimos la encrucijada y tomamos el camino hacia la gran brulé, pasamos riachuelos y puentes de madera y rocas al más estilo belén navideño (cosa que acompañaba los pinos y la nieve espolvoreada que quedaba sobre ellos y el suelo). Seguimos disfrutando del camino y del paisaje hasta que nos entró la duda de si seguir y volver tras nuestros pasos, la Grand brulé no sabíamos lo que era y si bien había carteles en ninguno te avisaba de cuantos kilómetros quedaban para llegar a destino, y como tampoco había mucha gente paseando por esa zona (a las familias con niños las perdimos en la zona de nieve) y los que había iban todos preparados para un señor treking con sus bastones y botas de montaña, además de la nieve había quedado barro en varias zonas y la cosa se iba presentando difícil, de forma que la cuestión estaba en que no hacíamos noche ahí para seguir disfrutando de la ruta sino que a las cuatro teníamos que estar sanas y salvas en Montreal por lo que volvimos atrás siguiendo nuestros pasos, para la bajada tomamos otro camino en la zona de la cascada que sigue el recorrido del río y que crea un paisaje otoñal idílico.

 
 

Luego nos recorrimos el pueblo solo parando para comer, por ejemplo, se me apeteció un helado (si, con el frío que hacía, mis dos polares y cinco mangas voy yo y me apetece un helado, pero lo dije en voz alta y lo que se le apetece a una se le apetece al resto así que en cuanto encontramos una heladería nos compramos unos helados, que ricos, aunque tras ello tuvimos que entrar en calor comprándonos algo con más calorías, la cola de castor. La cola de castor es un dulce típico de ahí que consiste en la masa de los churros aplanada y cubierta con lo que quieras, nosotros que solo de churros con chocolate pedimos una cola de castor de chocolate, y tuvimos nuestra cola de chocolate cubierta de azúcar glas. El sabor era como los churros untados en chocolate, la pena es que al estar la masa aplanada se comía fatal, pero calorías tenia suficientes para que perdiéramos el frío. Aunque en los baños públicos de los que ya os hablé también hacia calorcito.

 
 

Tras la cola de castor aun me compre una bolsa de algodón de azúcar mientras mis amigas veían el helado de jarabe de arce, y es que había una tienda con un cubo de madera con nieve por encima y un cartel de no tocar, y al preguntar nos dijeron que ahí ponían un palo de madera y echaban jarabe de arce desde una jarra y con el palo ibas recogiendo el jarabe sobre la nieve convirtiéndolo así en un helado de jarabe de arce. Vimos a una familia con niños hacerlo pero el sabor del jarabe de arce n me convencía, por muy dulce que fuera, así que opte por mi algodón de azúcar (era el tercero o cuarto que compraba en Canadá, donde es fácil encontrarlo). Tras entrar un rato a una cafetería decidimos volver a Montreal, fue una pena no tener más tiempo para disfrutar de la montaña, el guía nos comentó que hay veces en que pasan la noche ahí y se puede hacer senderismo y ver a los renos, pero nosotras no teníamos tiempo. Llegamos a Montreal justo para salir al aeropuerto. La experiencia del vuelo de regreso ya la relate en Transfer en Londres-Heathrow y es que merece un apartado aparte.

 
 

Presentación

Curriculum Viajero - Presentación