DIARIO 2024: ESPAÑA - Paseo con sombrero Barcelona 1950s

Hace muchos años que me compré un sombrerito de los años 1950 pero nunca tuve la oportunidad de estrenarlo, así que decidí ir al paseo con sombrero de Barcelona y usarlo como excusa para otro viaje. Con esa misma excusa también estrené unos guantes de cuero tipo años 50s que me regalaron. Para aprovechar el tiempo Sali de Zaragoza en tren a Barcelona el mismo domingo y me acerque andando hasta la Rambla Cataluña donde da comienzo el paseo.


El lugar tiene una escultura de una jirafa en pose coqueta (y se llama la jirafa coqueta) y que estaba adornada con un sombrerito. Como llegaba pronto pensaba que podría ver la estatua, pero al llegar al lugar, pese a ser una hora antes de la salida ya había un montón de gente con sombreros rodeando la figura de la jirafa. Entre la gente había personas con sombreros clásicos, modernos, sombreros acompañados de su correspondiente traje, y sombreros artísticos que eran más esculturas modernas que sombreros. Este era el 20ª paseo con sombrero de Barcelona, así que ya lleva todos esos años realizándose, y por lo visto cada vez va a más. Cerca de la jirafa se encontraba un photocall, pero era complicadísimo conseguir hacer una foto en el mismo por la cantidad de gente que había congregada.


El grupo quedó junto a la puerta de la diputación de Barcelona que es un estilo más clásico que se adopta a nuestros atuendos combinados con los sombreros. Pasada la hora a la que debía comenzar conseguimos empezar a bajar la rambla. Había tantísima gente que era normal perderse y disgregarse. Quede muy sorprendida por la cantidad de gente que asiste y como hay de todo, desde elegancia clásica como extravagancia alocada. Después de bajar paseando por la Rambla Cataluña fuimos a comer para luego en la tarde volver a casa en tren. Una visita fugaz pero muy bien aprovechada.


DIARIO 2024: ESPAÑA - Zaragoza 1808 Los Sitios

Nuevamente viajábamos a los sitios de 1808 de Zaragoza. Esta vez venían amigos de visita, así que tuvimos un viaje en el tiempo muy completo. Primero comenzamos acercándonos al campamento junto a la calesa, de ahí nos acercamos a la zona francesa donde estaba la ambulancia de la guardia imperial, pero rápidamente entramos en el campamento español donde por supuesto, encontramos un batiburrillo, tropas diferentes, por la variedad de uniformes, pero todos con la escarapela roja, vimos pasar al padre Bogiero y a Palafox mientras nos acercábamos a la tienda principal para ver los planos de batalla entre otros menesteres. Y cuando se pusieron a hablar con unos y con otros pude disfrutar de ver a un pintor retratando a una dama. 


A lo que quisimos enterarnos ya teníamos que partir de camino a la plaza de los sitios para poder reclamar al general Palafox, que finalmente se asomó al balcón del Arzobispado para lanzar el discurso que el pueblo esperaba que alimentaba los ánimos para luchar contra los franceses, Viva Zaragoza, Viva la virgen del Pilar, viva Fernando VII. Tras el discurso nos marchamos a comer y luego, pese al estomago lleno marcamos andando hasta el Palacio de La Aljaferia.


El palacio durante Los Sitios fue de pólvora y cárcel, pero nosotros vamos a hacer la visita completa del lugar (que haciendo un inciso, llegamos media hora antes y la fila llegaba hasta pasado el acceso a los jardines, y si no habías reservado no había entradas disponibles). Aunque el lugar lo he visitado muchas veces (cada vez que hay visitas de fuera) siempre hay alguna sala abierta al turismo (esta vez el salón de las Cortes), y además nunca he ido de época (consulté a monumentos antes para no tener ningún problema de acceso). 


Como siempre pasear por la Aljaferia es una maravilla, el primer patio es austero y no te prepara para lo que viene que es el acceso al patio y jardín de estilo árabe, con la alberca cubierta para poder pasear y ver los arcos y artesanados decorativos del techo, así como el oratorio (el lugar mejor conservado ya que todavía quedan resquicios de los brillantes colores que lo adornaban). Luego tenemos el acceso a la zona más medieval, con sus artesanados techos de madera pintados, de cuando se conquistó el lugar. Luego llegas a la torre del trovador (todavía solo se pude acceder a una planta) y a los salones que ya son parte de la época de los reyes católicos. Y luego las impresionantes escaleras, que en la época de los reyes católicos se subía pero que luego ya nosotros bajamos y seguimos hasta la parte moderna de las cortes de Aragón.


Tras esta visita lo siguientes era descansar pero el afán de aprovechar el momento nos llevo, de nuevo andando, hasta el campamento, y ahí luego subimos hasta el coso para animar a la tropa española durante la batalla contra los franceses. Tras la batalla regresamos a dormir ya que al día siguiente de nuevo pro la mañana nos acercamos al campamento, para ver como preparaban las viandas y luego marchamos hacia la Aljaferia para ver la batalla de nuevo, de aquí resaltar el discurso de Palafox desde las almenas de la Aljaferia.


DIARIO 2024: ESPAÑA - Mora La Nova 1890

Llega el tren a vapor a Mora La Nova, en 1891 se inaugura la vía de Mora La Nova que a día de hoy sigue conectando con Zaragoza. La Fiesta del vapor organizada por el Museo del Ferrocarril de Mora La Nova nos da la excusa para otro viaje en el tiempo Con mi maleta (de época) me dispuse a esperar al tren, que llegaba con una hora de retraso. Su salida de Zaragoza hasta Mora la Nova llevaba los vagones llenos de estudiantes hasta la frontera con Cataluña, entiendo que estudiantes que volvían al pueblo después de estudiar entre semana en la ciudad. Aun así, conseguí un asiento en ventanilla para disfrutar del paisaje y de las pequeñas estaciones inauguradas entre 1890 y 1895. Como daban lluvias cogí mi paraguas y esperé en la estación de Mora la Nova a que fuera llegando el resto para ir hasta la nave de donde saldrían todos los trenes. En la nave había varios trenes de la época para disfrutar. Por un lado, algunos trenes de vapor enormes que no se movían, otros que se iban y volvían y a los que se podía subir para ver por dentro la maquina de locomotora de carbón.


Después de subir con ayuda de los mecánicos, dado que con la ropa de la época 1890 era algo complicado subir ahí arriba disfrutamos viendo todos los detalles. Al lado de esta había otras dos locomotoras a vapor que lanzaban vapor de vez en cuando antes de ponerse en marcho, era como viajar a una estación Britania antigua llena de humo y silbidos de las locomotoras. Luego había dos trenes más. Uno con un vagón de madera abierto para transportar viajeros de un lado a otro de la estación del museo. Un viaje fabuloso, aunque a esa velocidad hay que agarrarse bien hombres y mujeres los sombreros o estos salen volando y será difícil recuperarlos. Y el siguiente y último tren de vagones cerrados era también para los viajeros, para desplazarse de un lado a otro. Donde compartir la vivencia de un viaje como en la época, compartiendo vagón con personajes de todo tipo y categoría, porque hasta los mecánicos y limpiabotas se colaban para ganarse un real. 

 

Al llegar a la estación visitamos la estación central para comprar billetes y reclamar al jefe de estación por los retrasos. Llego sin darnos cuenta la noche donde nos alumbramos con candiles antes de ir a dormir y a la mañana siguiente paseamos junto a las vías mientras disfrutamos de una exhibición de los bomberos de la época. el mejor momento los niños, que estaban señalando siempre que era Mary Poppins. Tras comer regresé a la estación para esperar al tren de vuelta Mora La Nova – Zaragoza.

Presentación

Curriculum Viajero - Presentación